La revista “The Economist” para el 2014 preparo un artículo llamado “El Cuento de Studio Ghibli” en donde explicaban que el estudio japonés “había dejado de hacer filmes”.  Este artículo sale un año después de que la prestigiosa revista dedicada en hablar de dinero había preparado una crítica a la última película (The Wind Rises) del director Hayao Miyazaki, y cuando una revista en la que su fuerte es el hacer dinero se dedica a escribir sobre un director en concreto, es porque no es poca la cosa.

La Edad de Oro del Anime

En 1974 dos jóvenes japoneses, uno llamado Isao Takahata y el otro Hayao Miyazaki, quienes habían creado un anime de solo 52 capítulos de una joven niña huérfana y su dia a dia en plan de aventuras llamada “Heidi”.  Un slice for life tan peculiar como absurdo y que para sorpresa de muchos es considerado, todavía en estos tiempos, como uno de los animes mejor valorados.  Takahata y Miyazaki ya venían de hacer series animes con excelentes repercusiones pero que nunca habían salido del país del Sol Naciente (al menos en ese momento).  Lupin III en el 1971 supuso un punto importante en la carrera de los directores porque marcaba un desarrollo extraordinario a la hora de crear personajes y una afinidad por temas medioambientales y sociales.

Claro, para ese entonces no nos permitimos tener ciertas licencias esnobistas para reparar en los créditos finales y ver quienes trabajaban en aquellos “muñequitos” porque al final son visto como tal.

Eran los años gloriosos de Zuiyo-Nippon Animation, cuando lograron asociarse con varias empresas europeas y estas lograron llevar las animaciones a otros países como los latinoamericanos.  Y esto supuso algo interesante a lo cual nadie se había percatado: Japón se puso a producir animes enfocados en vender en el resto del mundo. “El Gladiador”, “Mazinger” o “Fuerza G” eran algunos de los animes que llegaron después de “Heidi”, aunque muchos de ellos ya estaban en emisión desde antes.

Surge lo que se llama en Latinoamérica “El Festival de los Robots” y en el resto del mundo “Mecha”.

Irónicamente esto fue lo que molestó a Miyazaki quien dijo en una entrevista:
Una serie tiene que estar lista para su emisión en televisión a cualquier precio.  Debemos fabricar un producto como sea posible”.  El virtuosismo, amor por la puesta en escena y planos de hermosos paisajes que eran parte del ingrediente de “Heidi” se veían perdidos y Miyazaki describía una animación creada a contrarreloj para complacer al consumidor masivo.  Pero si Miyazaki estaba irritado por la forma de animación, ¿Dónde dejamos el fondo del argumento con una apología del individualismo salvaje? “El único motivo que impulsa este tipo de producciones es el profesionalismo.  Los personajes persiguen criminales porque son policías, vencen porque quieren ser cantantes o entrenan duro porque quieren ser deportistas.  Ni hablar de los robots gigantes.

De esta forma Miyazaki y Takahata se apartan de la industria.  Trayendo como resultado que Miyazaki concentrará su creatividad en un manga llamado “Nausicaa del Valle del Viento” (1985), el cual tuvo un éxito enorme que el conglomerado empresarial Tokuma Shoten le dio la oportunidad de llevarlo a la gran pantalla y también fue un enorme éxito.  Esto hizo que Miyazaki y Takahata decidieron unirse y tomar las riendas de su propio destino, ya que estaba más que confirmado que había público para sus obras.

El Nacimiento de Studio Ghibli

El nombre Ghibli hace referencia a un avión de combate italiano, el Caproni Ca.309.  Algo que podemos ver en dos de sus películas como “Porco Rosso” y “El Viento se Levanta”.  Pero Ghibli es el nombre que recibe la palabra “SIROCO” en Libia.  Siroco es el viento que viene del mediterráneo desde el Sahara hasta el norte de África.  Se dice por estos lares que es un viento “renovador” y esto es lo que Miyazaki y Takahara querían transmitir.

Por más que los tiempos cambien, creo que los niños aun quieren ser fascinados como yo lo fui al ver “La Serpiente Blanca” de Kazuhiko Okabe en 1958.  Si no es así, renunciare como animador inmediatamente” Dijo Miyazaki.

Al fundar esta empresa el plan era claro, pero no por eso simple:  hacer todo lo contrario de lo que triunfaba en ese momento y que tenía éxito en televisión y cines, productos que Miyazaki detestaba tanto.  “El Castillo en el Cielo” (1986) fue su primer largometraje en Studio Ghibli, lo cual presentó una situación extraña.  Ya los famosos robots (mechas) estaban en declive, por lo que los shonen (animes orientados a los jóvenes japoneses en donde destacan las peleas) estaban tomando auge y animes como “Dragon Ball Z”, “Ranma ½” o “Los Caballeros del Zodiaco” eran el nuevo competidor.

En vista al panorama, tuvo que pasar dos años para que Studio Ghibli intentará dar el golpe en la mesa que necesitaba.  Isao Takahata en 1988 lanza “La Tumba de las Luciérnagas” lo que sería su obra cumbre por excelencia y ese mismo año Hayao Miyazaki estrena “Mi Vecino Totoro”, el cual no es casualidad que la película esté ambientada en un momento en donde la televisión todavía no era algo que tenían todas las casas y que la imaginación era lo más importante para los niños.  Tampoco es casualidad que sus protagonistas sean dos niñas buscando un espacio para los personajes femeninos que se veían relegados con el nuevo movimiento “Shonen”, y tampoco es casualidad todas las referencias budistas en la película, pero ese es otro punto.

La historia de las dos niñas que descubren un mundo mágico en un bosque cerca de su casa y que este mundo está controlado por un divertido gato gigante llamado Totoro, es casi un ensayo constructivo de la filosofía del ser humano y sus posibilidades.  Los niños como fuerza motriz para poder cambiar el mundo con su creatividad. Las protagonistas descubren el amor a la naturaleza cuando se adentran a ella para estar más cerca de su madre, quien está en el hospital (¿van notando las conexiones?).

Pero como hemos dicho más arriba, la idea era simple, pero llevarla a cabo era lo difícil.  Miyazaki no convenció a nadie de financiar una película en donde dos niñas se comunican con el espíritu del bosque en un Japón de posguerra, y más en una época en donde el anime tomaba otro matiz.

El Viaje de Totoro

Mi Vecino Totoro” no fue un fracaso, pero no terminó siendo el éxito que ameritaba.  Studio Ghibli quedo siendo un estudio más de animes y poco a poco iba perdiendo fuerza.  Pero llego 1991 y a Miyazaki se le acercó un tipo que fabricaba peluches.

La versión del “animal de peluche” se convirtió en un gran éxito en las jugueterías japonesas. Cierto fabricante de peluches sintió apasionadamente que Totoro era un personaje que merecía ser hecho peluche, y fue tan persistente en sus ruegos para conseguir el permiso que el estudio finalmente le permitió que siguiera adelante con su idea.  Gracias a eso, pudimos cubrir la producción del resto de películas”.

La película se convirtió rápidamente en un clásico.  Totoro era un éxito en todo el aspecto posible. En Francia la película llegó en 1998 convirtiéndose en un éxito y en EUA (por cuestiones de doblaje, ya que Miyazaki no entendía el porqué los americanos no pueden verla en su idioma original) se estrenó en el 2006 en todas salas (aunque en 1993 varios críticos americanos llegaron a verla en formato VHS con subtítulos en inglés o al menos eso dicen).  En Latinoamérica, solo Chile y México han tenido la oportunidad de estrenarla en cines, dejándonos a los demás como unos verdaderos analfabetos audiovisuales y agradeciendo la conectividad actual que no nos permiten el lujo de seguir siendo.

Studio Ghibli comenzó a acumular prestigio y alcanzó la cima con su mejor película: “El Viaje de Chihiro”, la cual ganó un premio de la Academia (Oscar) como mejor película animada dejando atrás a dos películas de Disney, una de Fox y otra de Dreamworks y de la cual Miyazaki tuvo la osadía de no ir a buscar la estatuilla porque “le parecía deshonesto visitar un país que estaba actualmente bombardeando Irak”.

Su fama es tan grande que John Lassetter lo incluyó entre los juguetes de “Toy Story 3”.  Totoro se convirtió en la salvadora de Studio Ghibli y es tanto su agradecimiento que es la mascota del estudio y es la que cuando apagan las luces y sale este gato en fondo azul en pantalla, es señal de que lo que viene a continuación es de aquel estudio donde varias personas, incluyendo Takahara (Q.E.P.D) y al gran Miyazaki, entienden que tanto niños como adultos tienen aún la oportunidad de convertir el mundo en un lugar mejor con sus actos, y ellos con sus películas.

Con la misma dinámica en la que hicimos el top de series, vamos a iniciar el top de películas.  Naturalmente este será solo de doce películas y no tendrán las mismas reglas que tomamos con las series, ya que naturalmente no se rigen bajo las mismas reglas.

Sin muchos preámbulos pues vamos a iniciar:

12-US [Jordan Peele]
El guión de Peele es una delicia que se disfruta a fuego lento.  Es cierto que tiene unos pequeños hoyos creados a conveniencia (que los dobles decidan jugar con sus víctimas, es uno de ellos) pero esto no arruina la experiencia lograda con la práctica de la contención y la pausa.  Utiliza metáforas y doble lecturas para reflexionar sobre la sociedad actual y de paso, la crítica fuertemente. Las actuaciones de Lupita Nyong’o es soberbia, la fotografía de Mike Gioulakis es de elogios con esos tonos rojos y negros, mientras que la música de Michael Abels es preciosa.  Pero quien no se queda atrás es el mismo Jordan Peele, que además de guionista es el director logrando poner el lente en momentos adecuados tanto para hacer referencias como para dejar un punto inflexivo.

11-Shazam! [David F. Sandberg]
Una película divertida que no teme en demostrar su verdadera cara, y eso es lo que la hace mejor, porque en vez de buscar trascender busca solo divertir, sin necesidad de saturar.  El guión falla en ciertos momentos, pero destaca por mucho cuando busca darle sentido al aspecto dramático, siendo este el mejor de todos y el más estructurado. Todos los actores están muy bien, pero quien se lleva los elogios es Jack Dylan Grazer ya que con toda la soltura que él entiende, libera al personaje de una estructura concebida dando grandes momentos de comedia improvisada.

10-Avengers: Endgame [Anthony y Joe Russo]
La última película sobre el grupo de superhéroes tiene todo lo que se puede esperar y más.  Es un espectáculo a primer nivel de entretenimiento sin pretensiones. Es alto, ruidoso y lleno de emociones.  El guión flojea en muchos momentos claves y se contradice a sí misma, pero la dirección tiene tan buen pulso, que podemos pasarlo por alto para divertirnos.  Las sorpresas están en dramática reconstrucción de personajes, que puede ser lenta, pero efectiva. Aunque existan miles de películas de Marvel, tal vez ninguna sea tan grande como esta.

9-Toy Story 4 [Josh Cooley]
Plantea la evolución de sus personajes y su propia maduración.  Rompe con una de las reglas del personaje de Woody, pero al hacerlo de forma tan sutil y orgánica lo hace interesante y real.  Se contradice y tal vez, comete un error, pero su dirección es tan ingeniosa que rezuma la sensación de que no falta nada y es lo correcto.  En animación está a la altura y su musicalización a cargo de Randy Newman recuerda mucho a otros de sus trabajos como “Inside Out” pero más dramáticos.

8-Once Upon A Time In…Hollywood [Quentin Tarantino]
Leonardo DiCaprio y Brad Pitt tienen la película por el mango con unas actuaciones dignas de aplausos.  La cámara de Tarantino también hace su juego lleno de momentos brillantes y de auténtico amor al cine. Es fantástica, maravillosa y muy personal, porque esta película de Tarantino rebosa personalidad.  Es lo que el director hubiese querido ver, vivir y sentir. Es una carta de amor a ese Hollywood de los 60’s en pleno final de un movimiento y pensamiento como es el hippie. El guión está lleno de momentos de esa época dorada, su vestuario es el adecuado e incluso su escenografía y la forma de hablar de los personajes.  ¡Tarantino pensó en todo!

7-Uncut Gems [Ben y Joshua Safdie]
La película de los hermanos Safdie es estresante, frustrante.  Un ejercicio de inestabilidad que está bien filmada y actuada. Adam Sandler demuestra una vez más que es un verdadero actor con todas las de la ley logrando crear un personaje con un desarrollo de vértigo.  El pulso narrativo es genial dando uso a donde su trama está situada: New York. Una verdadera sorpresa que supera todas las expectativas y que deja un final agridulce para las 2 horas que ofrece de pura tensión y adrenalina.

6-The Lighthouse [Robert Eggers]
El dúo actoral de Robert Pattinson y William Dafoe es titánico e intenso.  Esta historia tiene esencia de cuentos clásicos de Edgar Alla Poe, llena de terror fantástico bien estructurado.  La historia (escrito por los hermanos Eggers) deja demasiados momentos para el lucimiento de los actores, para el desarrollo de los personajes y de las situaciones y para dejar al espectador descansar y digerir, porque el director conoce lo que hace y se toma su tiempo para transformarlo como si de una bestia marítima se tratase.  Una narrativa fenomenal que no puede pasarse desapercibida.

5-Ford VS Ferrari [James Mangold]
James Mangold consigue que las dos horas y algo que dura su metraje, sean de lo más interesante con un Christian Bale dándolo todo (nada nuevo) y un Matt Damon que destila empatía.  Pero en cuestiones actorales quien se lleva parte de la palma y está muy desaprovechado, es nada más y nada menos que Jon Bernthal (“The Punisher”) quien rebosa un carisma interesantísimo.  Un brillante apartado audiovisual como es la fotografía (con esos hermosos atardeceres), o la edición de sonido (escuchar esos motores de vehículos y que no molesten o eclipsen las conversaciones o canciones).  Momentos interesantes en donde una amistad está por encima de los negocios y con un final que llega al corazón, pero no destruye las imágenes de los personajes.

4-Joker [Todd Phillips]
Un estudio de personaje que se suma a la corta lista de los mejores.  Descomunal Joaquin Phoenix quien hace que cada fotograma, cada escena y cada momento en donde le toque actuar sea para prestar atención en él.  La música de Hildur Guonadottir es oscura y pesimista, la cual juega con la impresionante fotografía a manos de Lawrence Sher y con el guión escrito por Scott Silver y el mismo Phillips.  Y es que la película es un conjunto total de piezas que se van construyendo una a una para llegar a un clímax lleno de caos, resentimiento y muchas malas intenciones. Una evolución y desarrollo que elevan el clímax y con una simple escena donde se dibuja una sonrisa en el labio de un personaje, puede crear todo tipo de emociones.  Una historia llena de doble lecturas, de parábolas y en donde cada palabra (al igual que cada luz, cada escena o cada tono musical) tiene un significado.

3-The Irishman [Martin Scorsese]
¿Que se puede decir que no se haya dicho de la última película de Scorsese y de paso, obra maestra del cine clásico? ¿Que las actuaciones son todas magistrales pero que Al Pacino y Joe Pesci destruyen la pantalla en cada escena que salen? ¿Que la historia adaptada por Steven Zaillian es aprovechado al máximo por Scorsese y que incluso le suma mucho más su dirección? ¿Qué técnicamente no tiene ningún defecto? Tal vez lo único que podemos reclamar es el hecho de su duración, el cual nos parece un total exagerado cuando tiene varias escenas que, si se suman, aportan muy poquito a una película en donde su personaje ya ha estado totalmente desarrollado y no le aporta nada, pero como dijimos, este cine está por encima de la media.

2-Marriage Story [Noah Baumbach]
Scarlett Johansson y Adam Driver son exprimidos al máximo para entregar lo mejor de ellos.  Johansson logra varias escenas bien poderosas. Los actores todos destacan, incluyendo los secundarios como Laura Dern o Alan Alda.  El guión es una espina dolorosa que cualquiera que ha pasado por una ruptura puede identificarse con facilidad. Momentos con unos monólogos destructivos como puede ser el de Laura Dern al final de la película sobre el concepto del “padre perfecto” o el de Johansson sobre el verdadero rol de la “esposa”.  Las pocas dosis de comedia que tiene la película son tan involuntarias que es difícil catalogarla como cómica. Deslumbra en todos sus movimientos y apartados, pero sabe que debe enfocarse en solo dos: actoral e historia con todo y diálogos, y la película los cumple con creces.

1-Parasite [Bong Joon-ho]
Con un guión perfecto con una lleno de giros argumentales uno detrás de otro y que funcionan a la perfección.  El director usa la casa y las familias como metáfora social, dando críticas a diestra y siniestra en un guión redondo.  La dirección es extraordinaria y sorprendente, ya que Bong Joon no se inmuta ni en los momentos más hardcore ni en los momentos más ácidos.  Por si fuera poco, regala tonos de comedia negrísima y encima de eso abre la puerta a que nos podamos reír de algo que en otros momentos no creamos posible, mientras de paso nos hace reflexionar sobre ello.  TODO funciona en esta película. ABSOLUTAMENTE TODO. “Parasite” es una lección de cómo se hace una crítica social sin ridiculizar, sin clichés y sin miedo.

Ya el año 2019 está en sus finales, y la televisión en cuestiones de series ha evolucionado de una forma que nunca nos hubiésemos imaginado.  Las plataformas streamings posicionándose como el futuro de la televisión y cada día las grandes compañías apuestan más por este futuro. Obviamente para eso necesitan contenido nuevo y de calidad, por lo que esto nos trae un abanico de numerosas propuestas, que es lo que al público hoy en día, le llama la atención.

Para esta lista, que no busca ser la tradicional “top 10” ya que encontramos que solo 10 es demasiado poco pero tampoco queremos abusar (de su tiempo y paciencia) por lo que lo tuvimos que llevar a 15 para tener un equilibrio digno tanto en tiempo como en calidad.

Puntos que tomamos en cuenta para esta lista:

-Contamos las series animadas como series tradicionales, siempre y cuando no sean animes (entendemos que no debemos decir las diferencias).

-Algunas series ya están iniciadas y otras en su primera temporada.  Como nosotros somos amantes de la simetría, pues otro punto que tomamos en cuenta ha sido si la temporada estrenada va al mismo nivel que las anteriores o mejor.  Es decir que, si las temporadas pasadas son malas y esta mejora, pues no cae en la lista.

-Durante el 2019 vimos más de 40 series distintas estrenadas en el año en cuestión.  Por lo que estamos evaluando desde el 1 de enero 2019 hasta el 20 de diciembre 2019.

-Hay otras tantas que no cayeron en la lista, pero que tendrán su propio post para que se le tomen en cuenta.  No entrarán por razones que explicaremos brevemente en el otro post, pero que no por eso sean malas series. Al contrario.  Para esta lista nos enfocamos en el segundo punto sobre la simetría, la calidad general de la serie (dígase completa), y estructura argumental.

-Esta lista no contiene a “Juego de Tronos” a pesar de que la consideramos una de las mejores series de los últimos tiempos y aunque es un poco injusto, pues argumentalmente ya venía dando fallos, así que esta última temporada es rica en cuestiones técnicas pero con un argumento que destruye lo que venimos diciendo.

-Tampoco hemos incluido la serie “Rick and Morty” a pesar de que no dudamos de su excelente calidad.  Lamentablemente en el caso de esta serie de Adult Swim, es de lo mejor que hemos visto pero para esta temporada no pudimos tener la cantidad de capítulos estrenados para incluirla.

Sin más preámbulos…iniciamos:


15 – Sex Education [Season 1] [Netflix]

Una serie muy divertida que no tiene miedo a nada.  Es entrañable y ofrece una visión muy optimista pero madura al mismo tiempo, sobre las relaciones sexuales y la adolescencia.  Asa Butterfield y Ncuti Gatwa son el equipo perfecto y los dos jóvenes actores tienen una química maravillosa. El guión presenta temas tabúes como la homosexualidad, la primera relación sexual, el primer orgasmo o simplemente el deseo sexual de sus personajes de la forma más natural y real posible.  Su primera temporada nos brinda muchos casos de personajes, pero mantiene una historia principal muy seria y con la cual podemos empatizar todos.

14 – Doom Patrol [Season 1] [DC Universe]
La serie funciona a la perfección porque nadie se toma en serio absolutamente nada.  Puede sonar a disparate, pero es lo que hace que la serie tenga el enganche perfecto.  Las actuaciones y el reparto dan todo de sí, que es difícil imaginarse otros actores después de haber visto el primer capítulo.  Además, la dirección logra de manera magistral darle el tiempo necesario a cada personaje no solo para que destaque sino también para desarrollarlos.  Con un humor negro light, acción desenfrenada y personajes carismáticos, la serie de DC Universe se abre un espacio.

13 – Kingdom [Season 1] [Netflix]
Desde corea Netflix empuja una de las mejores series de zombies de la actualidad.  A pesar de no tener un desarrollo excelente de sus personajes, los mismos están tan bien construidos y actuados, que por el momento importa muy poco.  Dirigida por Kim Seong-hoon, el mismo que dirigió “A Hard Day”. La serie tiene la acción, intriga y drama suficiente para mantenernos sentados las seis horas que dura.  Por si fuese poco, le mezcla un aire político que recuerda mucho a “Juego de Tronos” ya que está basada en la era medieval Joseon. Es un riesgo que Netflix ha tomado y muy bueno, porque la escenografía, la fotografía y hasta la banda sonora son un espectáculo, a todo esto, con un maquillaje y vestuario digno de películas de altos presupuestos.  Estos zombies sí que merecen una oportunidad.

12 – Love, Death & Robots [Season 1] [Netflix]
Otra joya de Netflix que apuesta por la animación.  Mezcla de animaciones, estilos y hasta narrativas. 18 capítulos que ofrecen distintas visiones muy maduras sobre varios temas y con un desarrollo impecable.  Con David Fincher y Tim Miller trabajando por detrás con un sin número de nuevos talentos en desarrollo de animación, de guiones y hasta edición, la serie “Love, Death & Robots” de Netflix convence y llama a una segunda temporada.

11 – The Mandalorian [Season 1] [Disney+]
La serie no arriesga lo suficiente, pero con lo poco que hace, consigue atrapar al espectador.  Es un western mezclado con space opera que hace tributo al cine de Sergio Leone con todo y música.  Planos americanos, frontales y generales, música crepuscular y ambigua, escenografía de grandes paisajes desérticos, en pocas palabras, toda una experiencia western.  Su lujoso aspecto visual se ve engrandecido con unos personajes y criaturas que enriquecen la experiencia Star Wars y con un personaje principal interpretado por Pedro Pascal, quien solo con movimientos de cabeza dice lo necesario.  Lo mejor es que no se necesita ser un fan de la saga para poder enamorarse de la serie y del universo que Favreau ha desarrollado dentro del espacio Star Wars.



10 – Years and Years [Season 1/Miniserie] [HBO]
Russell T. Davies (A Very English Scandal), el director, crea una de las mejores miniseries del año.  La serie en solo seis capítulos nos hace protagonista de una familia que se ve afectada por los cambios sociales, políticos y tecnológicos en el transcurso de 12 años.  La forma en que la serie maneja su narrativa, con distintos personajes a lo largo del tiempo es impresionante, y su puesta en escena en conjunto con el nivel de actuación de los actores le suma el doble.  La serie conecta muy fácilmente con temas actuales, pero llevándolos al límite y proyectándose a escala mundial creando sensaciones que perturban e incomodan, ya que no se aleja demasiado de la realidad. Serie de futuro distópico que al final del primer capítulo, te quedas con la sensación de haber vivido lo mismo que han vivido la familia Lyon.

09 – The Boys [Season 1] [Amazon Prime]
¿Que se puede decir de una serie que tiene a un superhéroe secuestrando a un delfín? (está en el tráiler).  Surrealista, con humor negro y ácido, con dobles lecturas, mensajes irónicos y sarcásticos y una cantidad de personajes bien desarrollados y estructurados.  Su estilizada puesta en escena, la fotografía lúgubre y la sorprendente profundidad ayuda mucho a subvertir las expectativas que se tiene con las series de héroes.  Es deconstructiva en el género de los héroes y brinda muchos momentos de reflexión.

08 – Euphoria [Season 1] [HBO]
La serie se arriesga en presentar una visión madura y moderna del pensamiento y actitud de los jóvenes actuales.  Cae en algunos clichés y la historia se tambalea un poco en sus dos últimos capítulos pero aun asi no pierde el pulso narrativo.  Todos los jóvenes que salen en pantalla tienen un nivel actoral sorprendente pero quienes brillan con luz propia son Zendaya, quien demuestra un carisma indestructible y Jacob Elordi quien destaca en todas sus escenas pero levantando elogios con su escena final en el último capítulo.  No se puede terminar esto sin destacar la acelerada transiciones que tiene la edición que le suman mucho al ritmo de la serie.

07 – Veep [Season 7] [HBO]
Una parodia realista sobre el mundo de la política que inició en el 2012 ha concluido y de qué manera.  El retrato político es representado con unos diálogos cargados de humor negro y críticas ácidas en todo su esplendor.  La serie no repara si en burlarse del candidato o del votante. Julia Louis-Dreyfus esta magnífica y el reparto completo sale a flote con interpretaciones geniales.  Su ritmo es frenético y mordaz sin buscar la risa fácil.

06 – The Handmaid Tale [Season 3] [Hulu]
A pesar de no saber por dónde ir en sus tres primeros capítulos, no pierde el rumbo en su totalidad.  Corrige unos cuantos errores de las demás temporadas como el exceso de flashbacks o la ambigüedad en algunos personajes, la serie brinda momentos poderosos como son el capítulo ocho y el capítulo once.  Desarrolla mejor a los personajes y logra unos giros tan naturales y satisfactorios, que no dejarán indiferente a nadie. La fotografía del equipo con Colin Watkinson, Zoe White y Stuart Biddlecombre son de lujo, más una dirección que sabe donde y cuando poner el lente.  Pero su mayor fuerza está en su reparto femenino liderado por una Elisabeth Moss demoledora e Yvonne Strahovski, pero sin demeritar a otros grandes actores como Joseph Fiennes y Bradley Whitford.

05 – Chernobyl [Season 1/Miniserie] [HBO]
La serie se toma muy en serio todo lo que plantea y se esfuerza en mantenerse y ser lo más real posible, aunque a veces tenga que recurrir a ficción, pero no descabellada e imposible de creer.  El guión de Johan Renck es una verdadera historia de terror e intriga política bien seria que no teme en señalar a los culpables. Las actuaciones sobresalen y son magníficas cada una de ellas. Jared Harris, Stellan Skarsgard y Emily Watson conforman el trío actoral principal.  Pero la puesta en escena es tan magistral que de alguna forma nos lleva a ese tiempo durante una hora sin darnos cuenta. HBO se supera con esta miniserie.

04 – Dark [Season 2] [Netflix]
Baran bo Odar y Jantje Friese responden todas las preguntas de la primera temporada de forma inteligente, pero no se conforman con eso y dejan preguntas más complicadas en esta segunda temporada que se va tejiendo poco a poco con cada capítulo.  Su guión es complejo, pero gracias a una puesta en escena vivaz, es fácil de llevar (pero no por eso entender si se está entretenido).  Las actuaciones son fenomenales y su fotografía es perfecta, pero la edición es para llevarse los méritos, porque se sabe mezclar e intercalar todas las escenas en cuestión de segundos sin que nos podamos perder.  De alguna manera retorcida, la serie sabe enganchar y dejar al espectador largo rato perdido y al mismo tiempo enamorado.

03 – Barry [Season 2] [HBO]
Bill Hader esta perfecto.  Su actuación como el sicario que toma cursos de actuación teatral es una maravilla.  Los secundarios brillan TODOS. La serie está bien dirigida, principalmente el capítulo cinco con esos planos secuencia tan divertidos.  La serie tiene un guión tan bien trabajado que no se les escapa lo más mínimo. El humor no llega a ser desbordado y roza entre lo absurdo y lo negro, ocasionando situaciones tan hilarantes, pero al mismo tiempo reales.  Divertida, paródica y en momentos, muy oscura. “Barry” merece los elogios que le acompañan y muchos más

02 – Fleabag [Season 2] [Amazon Prime]
Sorprende la libertad creativa con la que Amazon ha otorgado a la fabulosa actriz Phoebe Waller-Bridge para esta comedia que no tiene reparos en meterse en cualquier tema, incluyendo el feminismo y la vida moderna.  Algo interesante es cuando el personaje rompe la cuarta pared para hacernos partícipe de sus vivencias hasta en momentos más íntimos, sin intermediarios.

Una serie con un guión que sabe ser divertida con un humor irónico y crudo pero que en momentos que requiere, sabe tocar la fibra más sensible del espectador y no tiene miedo en dejar a su personaje en la deriva de la oscuridad.  Ya que el personaje está lleno de matices, cada cual más oscura (egoísta, mezquina, perdida) pero que poco a poco nos damos gracias al desarrollo que hay mas que solo eso (sensibilidad, fragilidad). La serie es una declaración de intenciones y cada escena está bien construida.  Estupenda serie en todos sus aspectos.

01 – Mindhunter [Season 2] [Netflix]
Buen ritmo, buen guión, buenas actuaciones, buena fotografía, buena dirección, buena edición, buena música, buen desarrollo, buena puesta en escena.  ¿Qué más pedir? Los últimos veinte minutos del primer capítulo, con el personaje de Ford agradeciéndole al personaje de Sheppard frente a los demás oficiales es de un cine absoluto.  Sientes empatía, sientes tensión, sientes hasta vergüenza ajena. Y eso es el cine: un conjunto de sentimientos.

Toma los pocos errores que tenía la primera temporada y los desaparecen, mejorando por completo la experiencia.  Consigue crear una tensión inigualable solo con los diálogos (la escena de la entrevista de Manson) al igual que ansiedad sin ellos (la escena de la espera en el puente, en donde solo hay 2 diálogos durante 15 minutos).  La cámara de Fincher es precisa y eficaz y no se deja abrumar por los elementos en pantalla. Se toma su tiempo para desarrollar todo. Sin duda es la mejor experiencia televisiva del año 2019 y vale la pena cada uno de sus capítulos.

Cuando el productor y guionista, Walter Parkes le entrego un VHS con la película ‘Ringu’ de Hideo Nakata, al director Gore Verbinski (Irónico, ¿no?), este nunca imagino que iba a terminar haciendo de productor en una de las películas americanas de terror más memorables de la era de los 2000’s.

Las grabaciones iniciaron y no tenían el 50% del guión terminado y es todo un milagro que haya quedado tan fiel a la obra original, sin necesidad de “copiar escenas”.  Mundialmente recaudó más de 230 millones y tuvo un presupuesto de 48 millones.  El video que se reproduce para que te caiga la maldición de Samara y puedas recibir su llamada directa sin costo alguno, fue publicado como parte de la promoción y ha sido de lo más original que existe en marketing.  DreamWorks Picture estaba totalmente alegre con los resultados tanto de taquilla como de crítica.  Sin embargo, el productor americano con descendencia coreana (ojo a esto) Roy Lee dijo entre risas, que no “entendía mucho lo que quería proyectar la película” pero que estaba bien.  Lee ha sido el productor ejecutivo con la mayoría de los remakes de filmes asiáticos por parte de Hollywood, incluyendo ‘The Departed’ de Martin Scorsese (así es, es una adaptación de ‘Infernal Affairs’ película de Hong Kong del 2002), así que este comentario no lo tomaremos a la ligera.

Pero para entender el comentario de Lee, se necesita entender un punto sumamente importante y el cual, en nuestro humilde análisis, vamos a darle mucho énfasis.  Es en donde está basado el origen de las historias.

El origen de las historias de cualquier película de terror u horror de cualquier país está basado en el folklore de dicha tierra.  No es una regla, pero es casi una ley, y como toda ley…puede romperse.

Decimos esto porque el cine americano en materia de terror u horror no suele tener una esencia folclórica muy definida.  Los primeros inicios del terror americano vienen de ‘La Ejecución de Mary, La Reina de Escocia’ en 1895 y luego en el 1900 ‘Fausto y Margarita’, todos cortos.  El primer largometraje de terror (famoso) es sobre posesiones, con ‘Dr. Jekyll y Mr. Hyde’.  Los clásicos del terror de Hollywood son pertenecientes a monstruos que no son exclusivos de Estados Unidos y a posesiones de casas, que a menudo suelen ser reflejos de muchos elementos del terror, como por ejemplo los demonios o los fantasmas.  Y es interesante mencionar a los fantasmas porque estos, son la esencia principal del folklore japonés.

LA CULTURA COMO ORIGEN [DEL TERROR]

El terror japonés esta muy arraigado a una cultura religiosa.  El budismo, que, a grandes rasgos, se cree en la reencarnación y la vida como una mera ilusión.  También está el shintoismo, que reverencia a los ancestros y dioses varios cuya categoría de “dios” es discutible en tanto se pueda pensar mas bien como un poder que fluye y fluctúa entre la naturaleza.  Ninguna de estas religiones rechaza a las demás, y ambas coinciden en una carencia de nociones absolutas del bien y el mal (además de que no exigen una devoción y/o entrega total, como sucede con otras religiones).  Por este gran motivo se pueden apreciar personas que practican las dos religiones, dando una flexibilidad inmensa a la hora de filtrar un abanico de leyendas de todo tipo.

A veces es fácil olvidar de que existen otras formas de contar historias.  El enriquecimiento que recibe un escritor siempre dependerá de las influencias narrativas de su cultura o ajenas a ellas, pero en el caso de Japón su influencia viene más de su cultura.

Koji Suzuki, en todos sus relatos los fantasmas de un modo u otro están relacionados con el agua (‘Ringu’, ‘Dark Water’).  Mientras que el fantasma occidental esta en lugares secos.  Otro punto es la localización de estos, los cuales suelen estar en cementerios o casas embrujadas, pero el fantasma japonés se salta dicha regla.  Esto se debe a que el agua es sinónimo de purificación o personificación de divinidad, entonces el agua contaminada es el lugar perfecto para que la amenaza haga acto de presencia.

A menudo estas diferencias son consecuencias de diferentes tradiciones y costumbres.  El terror japonés se inspira en los kaidan, término que hace referencia a la historia de fantasmas, palabra que gana popularidad la Época Edo, con el juego conocido como Hyakumonogatari Kaidankai, el cual consistía en tener dos habitaciones disponibles.  En la primera se encendían varias velas y frente a ellas se instalaba un espejo, los participantes en otra habitación contaban una historia de fantasmas y al terminar, iban a la habitación de las velas para apagar una de ellas mirando fijamente al espejo, aumentando la tensión mientras menos luz había.  Algo jodidamente terrorífico teniendo en cuenta lo macabro de la situación.

A partir de aquí inicia la división de las narraciones tanto de occidentales como las japonesas, las cuales siguen una estructura parecida pero no idéntica.  Mientras que, en la narrativa occidental, el protagonista es, quien con sus acciones hace avanzar la trama (la estructura narrativa de “el viaje del héroe” o cualquier otra versión similar), en la japonesa la fuerza de la historia esta en el espectro careciendo de conflictos y dando lugar a la casualidad.  La narrativa japonesa no culmina con una resolución precisa, sino que termina sin ofrecer un final cerrado, porque en el desconocimiento es que, para ellos, está el verdadero terror.

El escritor Utako Matsuyama pone el siguiente ejemplo de estructura «típica» de una historia japonesa:

«El protagonista es una persona honesta y amable que ayuda a un animal atrapado, a una estatua (jizo) o a un dios hambriento [suceso aleatorio, que no coincide con los objetivos del personaje]. Como consecuencia, le ocurren muchas cosas buenas. Entonces, otra persona, normalmente un vecino, se da cuenta de su suerte y quiere conseguir lo mismo [el antagonista]. La conclusión de la historia es que la honestidad y la bondad son virtudes que tienen su recompensa.»

Es interesante como para el japonés el antagonista es simplemente una persona (a menudo cualquiera) que siente envidia por otro personaje.  Tiene un sentimiento negativo.  Sin embargo, el antagonista en las historias hollywoodenses, son siempre, el espectro o entidad.

Tanto la ausencia de objetivo del protagonista como la estructura de acción-reacción tan propia del folklore japonés funcionan particularmente bien en el género de terror, pues crean “una sensación de indefensión frente una realidad despiadada”.

Muchas de las películas de J-Horror siguen esta estructura narrativa, y muchas de las adaptaciones americanas de las mismas sacrifican esta particularidad del terror nipón para seguir un patrón más clásico y menos arriesgado para el público.

EL TERROR DE LA VIDA

La leyenda de Kuchisake Onna es una de las leyendas más famosas sobre fantasmas.  La mujer que fue asesinada por su aspecto físico supuestamente por un hombre y ahora busca vengarse de ellos a partir de una pregunta.  Según la leyenda, aparece en cualquier lugar y pregunta: “¿soy atractiva?” Mientras tiene el rostro tapado.  “Si”, “No”, “No sé”, son respuestas que lograran matar inmediatamente al hombre, y solo se puede salvar si su respuesta es la respuesta de cualquier japonés en una situación incómoda: “Disculpe, en este momento me encuentro apurado, debo ir a trabajar”, logrando que el fantasma pida disculpas, una reverencia y se vaya.

¿Por qué mencionamos esta historia? Por el simple hecho de la respuesta que debe dar el japonés para librarse de “la maldición” (por ponerle un nombre al acto).  Es algo meramente cultural el hecho de que la disculpa, sea el motivo suficiente para salvarse.  Mientras que para el occidental la salvación está en eliminar el espectro.

Es innegable es rasgo cultural que tienen las narrativas del terror japonés con el occidental, y no podemos ignorar el hecho de que estamos ante un mundo globalizado que avanza con mucha rapidez.

Las influencias se notan, pero por más elementos que se tomen, la narrativa permanecerá.  Tal vez esta sea la razón principal por la cual a Hollywood no le va bien con las adaptaciones de animes.  Porque buscan transmitir un mensaje distinto que daña todo lo relacionado con el material.

Lee tal vez no capto el cambio de que Samara sea la villana.  Tal vez fue otra cosa.  Lo que es indudable es la forma en que la historia en el terror asiático es construida y que tanto bebe de su cultura.

Japón no necesita (ni busca) complacer al resto del mundo.  Solo a ellos mismos.  Sus leyendas, su cultura, su gente y sus miedos.  Todo es parte de lo construido en sus películas de terror.  Todo es parte de ellos mismos.