Los enfrentamientos cinematográficos entre iconos han atraído a la audiencia desde los tiempos de la Universal con Frankenstein y el hombre lobo (1943), el King Kong contra Godzilla (1962) de Ishiro Honda o más recientemente films como Freddy vs Jason (2003) o Alien vs Predator (2004). Godzilla vs Kong (2021) supone una reactualización del film de Honda, convertida ya en una comedia de serie B.

Primero se presentaron las entregas por separado. Se estrenó Godzilla en 2014, funcionó bien en taquilla y se pudo continuar en 2017 con Kong: Isla Calavera, para seguir con Godzilla Rey los Monstruos en 2019. Y así, en este contexto, se llega hasta Godzilla vs Kong. ¿Estamos ante un universo cinemático nivel Marvel? Seguramente no, pero también es cierto, que ver un mono gigante pegarse con un enorme dinosaurio, es una de las cosas que podemos sacar en positivo del 2021.

Y esto es lo que más funciona en el filme de Adam Wingard; las batallas entre Godzilla y Kong.  La lejanía de los planos en plena batalla hace que podamos apreciarla con todo su esplendor, y por si fuera poco, unos efectos GENIALES que le dan el toque necesario para que esto sea un verdadero espectáculo.

Pero como no pueden presentar casi dos horas de estos dos animales, pues nos regalan unas subtramas penosas.  La película se divide en dos: el lado de Godzilla, con Millie Bobby Brown con Brian Tyree Henry en donde no aportan NADA a la película (honestamente si eliminan eso, no se les daña el filme) y el lado de Kong, que al menos funciona para conocer algo más de este mono gigante y dicha subtrama avanza junto con el filme.  Incluso en ella es que podemos ver la mejor actuación de todo el filme: la de Alexander Skarsgård que parece que es el único que hace el intento de ello.

No nos equivoquemos, sabemos que este tipo de películas no necesitan un guión convincente pero es algo lamentable que los guionistas comentan estupideces con estos personajes como el entrar a una base militar sin que nadie se de cuenta o estar en medio de la batalla y salir solo con polvo.

Godzilla vs Kong (2021) es ruidosa, arrolladora y terriblemente divertida. Los dos mitos por fin tienen un encontronazo a la altura de su leyenda resultando en un film imbatible en sus momentos monstruosos, que flojea en su trama humana, abundando éstos en algunos momentos sonrojantes u otros donde la fantasía se les va de las manos.