Emerald Fennell no es completamente nueva en la industria. Tiene ya unos cuantos créditos a su nombre, como actriz y como guionista, sobre todo en televisión. Probablemente su trabajo más conocido sea en The Crown, donde interpreta a Camilla Parker Bowles desde la tercera temporada. “Una joven prometedora” es, además de un guión propio, su debut como directora. Y la verdad es que su título podría referirse tanto a la protagonista como a la misma Fennell, ya que si algo demuestra “Una joven prometedora” es que estamos ante una cineasta de potencial indiscutible.

El guión es ácido en su ejecución, detallista en su caracterización e implacable en su intencionalidad. Fennell aborda la violación de Nina desde muchos ángulos distintos, y no deja títere con cabeza. Cada personaje representa a un grupo, a un estrato de la sociedad que contribuye a que este tipo de cosas sucedan. Más importante aún, casi todos están desarrollados, aunque sea un mínimo. Todos son el resultado de unas circunstancias y, en un momento o en otro, intentan justificar sus acciones. Y son justificaciones coherentes, y a veces, incluso atenuantes. Lo interesante del guión de Fennell es su forma de desafiar estas justificaciones, aunque por momentos sea predecible.

La interpretación de Cassie, protagonista de la historia, corre a cargo de Carey Mulligan y está fenomenal.  Desde que su perfil estalló con su espléndido trabajo en An education, Mulligan se ha labrado un currículum realmente impresionante, regalándonos interpretaciones de gran magnitud, aunque algunas hayan pasado en bajo perfil.  Los secundarios tampoco se quedan atrás y son geniales en sus papeles.

Pero aún nos falta lo más importante y es la dirección.  Y es que Emerald Fennell sabe tomar la cámara con bastante maestría.  Los planos son exquisitos, el movimiento de la cámara suave y muchas otras tomas son interesantísimas como la escena del bar o la escena final en la cabaña.

En resumen, “Una Joven Prometedora” es un trabajo de gran nivel que funciona en muchos sentidos gracias a su gran pilar, que es el guión.  Por momentos está pecando de momentos bastantes peliculeros, y uno que otro giro de guión bastante predecible, y que lamentablemente las excelentes actuaciones no pueden empañar.

Veredicto

“Una Joven Prometedora” es una película interesante que no dejará indiferente a nadie.  Con un guión increíble y una dirección y actuación que le complementan.  Hay momentos de total maestría.  A pesar de, el mismo guión tiene momentos absurdos que sacan de la experiencia y juega en su contra.

7 / 10

Russell T. Davies, en la industria cinematográfica británica, es un nombre que representa la calidad.  Hace dos años creó una de las mejores series de esa fecha llamada “Years and Years”, pero también ha trabajado en series como “Doctor Who”, creó “Torchwood” y “Queer as Folk”.

Y la verdad que da gusto ver una miniserie que toca a la perfección.  Historias humanas, un perfecto desarrollo de personajes e incluso, una puesta en escena de lujo.

La nueva ficción de Russell T. Davies para HBO trata sobre un grupo de jóvenes en los años 80 durante la crisis del sida. En apenas cinco episodios, Davies construye un vibrante relato LGTBIQ+ necesario, muy humano y desolador que enamora desde el primer minuto. Lejos del sentimentalismo barato, y de escenas mediocres novelísticas, es fácil conectar con estos personajes y sus miedos, anhelos y deseos.  Están tan bien construidos, que en los momentos más duros, porque la serie lo es hasta el punto de desgarrar, uno se siente incómodo y dolido.

Pero no todo es el guión, sino que la dirección es otra joya de la que se debe hablar, porque Davies tiene momentazos como el del segundo capítulo donde uno de los personajes nos explica el bulo de las enfermedades, rompiendo la cuarta pared de una manera bastante dinámica y que recuerda mucho a como inició el COVID 19.

Y no se queda ahí, porque el último capítulo tiene uno de los momentos más duros y es manejado con una maestría impecable, donde nos regala por 20 segundos el sonido del viento en una toma de primer plano de un personaje, de forma magistral.

pero si Hablamos de personajes, CUANTAS BUENAS ACTUACIONES.  Nadie desentona, nadie está sobreactuando, y la sorpresa es que la mayoría de estos actores son NUEVOS.

Si bien es cierto que por la propia temática es evidente que el drama es un componente fundamental en la serie, es digno de valorar la forma en la que se abarca. No cae en el sentimentalismo barato ni en la condescendencia, sino que aborda la situación de las personas LGTB de una manera honesta y audaz.

En los últimos años, HBO se está consolidando como una plataforma que atiende a la diversidad sin renunciar a la calidad.

Pocas cosas se le pueden reprochar a It´s A Sin, pues desde su puesta en escena a la selección musical obedecen a una firme intención creativa. Tal vez su pequeño talón de aquiles, y que es algo que Russell ha hecho anteriormente, es regalar esos momentos de saltos temporales sin explicación alguna.  Estamos en una fecha determinada y de buena a primera el siguiente capitulo esta en una fecha más adelantada.  ¿Qué ha pasado durante ese lapso de tiempo ya que suceden cosas que afectan a la trama? nunca lo sabremos porque el director solo nos dice que “pasó algo”.

Veredicto

It’s a sin es una miniserie dura, desoladora y que va directa al corazón del espectador. Otra obra maestra más la que nos brinda Russel T. Davies, siguiendo la estela de otras series como Queer as Folk y Years & Years.

9 / 10

Los enfrentamientos cinematográficos entre iconos han atraído a la audiencia desde los tiempos de la Universal con Frankenstein y el hombre lobo (1943), el King Kong contra Godzilla (1962) de Ishiro Honda o más recientemente films como Freddy vs Jason (2003) o Alien vs Predator (2004). Godzilla vs Kong (2021) supone una reactualización del film de Honda, convertida ya en una comedia de serie B.

Primero se presentaron las entregas por separado. Se estrenó Godzilla en 2014, funcionó bien en taquilla y se pudo continuar en 2017 con Kong: Isla Calavera, para seguir con Godzilla Rey los Monstruos en 2019. Y así, en este contexto, se llega hasta Godzilla vs Kong. ¿Estamos ante un universo cinemático nivel Marvel? Seguramente no, pero también es cierto, que ver un mono gigante pegarse con un enorme dinosaurio, es una de las cosas que podemos sacar en positivo del 2021.

Y esto es lo que más funciona en el filme de Adam Wingard; las batallas entre Godzilla y Kong.  La lejanía de los planos en plena batalla hace que podamos apreciarla con todo su esplendor, y por si fuera poco, unos efectos GENIALES que le dan el toque necesario para que esto sea un verdadero espectáculo.

Pero como no pueden presentar casi dos horas de estos dos animales, pues nos regalan unas subtramas penosas.  La película se divide en dos: el lado de Godzilla, con Millie Bobby Brown con Brian Tyree Henry en donde no aportan NADA a la película (honestamente si eliminan eso, no se les daña el filme) y el lado de Kong, que al menos funciona para conocer algo más de este mono gigante y dicha subtrama avanza junto con el filme.  Incluso en ella es que podemos ver la mejor actuación de todo el filme: la de Alexander Skarsgård que parece que es el único que hace el intento de ello.

No nos equivoquemos, sabemos que este tipo de películas no necesitan un guión convincente pero es algo lamentable que los guionistas comentan estupideces con estos personajes como el entrar a una base militar sin que nadie se de cuenta o estar en medio de la batalla y salir solo con polvo.

Godzilla vs Kong (2021) es ruidosa, arrolladora y terriblemente divertida. Los dos mitos por fin tienen un encontronazo a la altura de su leyenda resultando en un film imbatible en sus momentos monstruosos, que flojea en su trama humana, abundando éstos en algunos momentos sonrojantes u otros donde la fantasía se les va de las manos.

Veredicto

Si bien la película es entretenida, no peca de momentos absurdos a merced de un guión bastante flojo que busca ser demasiado explicativo.  Los efectos son buenos y las batallas interesantes, pero a pesar de su esfuerzo por cumplir, hay mediocridad.

5 / 10

Es increible que esta sea la película número 59 de la factoría Walt Disney.  Cine de animación que ya a estas alturas todos conocemos y no necesita ningún tipo de introducción.  “Raya y el Último Dragón” es la película que nos ocupa, la cual tenía previsto su estreno en cines en el 2020 pero ya por condiciones que conocemos la tenemos en su plataforma de streaming.

Y es que el filme dirigido, principalmente por Don Hall y con un guión en donde participan un gran grupo de personas, no es nada original y es bastante predecible.

Ambientada en una ciudad ficticia (que parece ser China), nos trasladan a un suceso antiguo que como es usual, se volverá a repetir y que nuestros protagonistas tendrán que resolver.  Tampoco se nos escapa el drama paterno filial del que Disney siempre aboga, eliminando (cada vez más) el componente romántico.  Aquí, el filme consigue ser lo suficientemente interesante con el desarrollo de sus personajes, alimentándose de personalidad.  Raya es enérgica, decidida y bastante carismática, y sus objetivos son claros.  Lo mismo sucede con los personajes secundarios los cuales tienen un desarrollo bastante completo, en donde todos están unidos por los dos temas principales de la película: la hermandad y la confianza.  Tal vez quien carece un poco de desarrollo es el personaje de Namaari, quien a pesar de presentarnos con dudas e ideales influenciados por otro personaje, por momentos son poco creíbles.

En cuanto al apartado técnico pues ninguna sorpresa.  Disney tira la casa por la ventana y la animación es de primer nivel, destacando esos hermosos planos aéreos de esas increíbles ciudades que componen ese mundo.  Lo mismo sucede con la música de James Newton Howard en donde destacan esas partituras de piano bastante hermosas y que juegan mucho con la ambientación.

Como mencionamos anteriormente, su mayor defecto está en un guión que parece realizado para videojuegos, donde el “vamos a x lugar a buscar esto y luego ir a este otro lugar a buscar lo otro” resulte repetitivo y si a eso le sumamos que cada viaje trae consigo un personaje nuevo al que desarrollar, pues, la temática del videojuego está presente.

Veredicto

En resumen, “Raya y el Último Dragón” es una película bastante entretenida y con un hermoso mensaje, que lamentablemente no se escapa del guión fácil, pero que cumple las expectativas.  No es la mejor película de animación ni la mejor película de Disney, pero cumple.

6 / 10

“Wandavision” es tal vez uno de los productos más extraños que ha parido la factoría Marvel/Disney, ya que nos encontramos ante una miniserie ya que especifica que es, y lo poco que sabemos es que mezcla varios estilos de las sitcoms americanas, pero no es una sitcom.  Algo que se debe tener en claro, es que con esta serie se inicia oficialmente todo la fase cuatro de Marvel y todo lo relacionado al famoso “multiverso” que tanto se ha mencionado (entendemos que en “Avengers: Endgame” empezaron a crearlo).

Dirigida en su totalidad por Matt Shakman y protagonizada por Elizabeth Olsen y Paul Bettany (retomando sus respectivos papeles como Wanda Maximoff – alias Bruja Escarlata – y Vision), se trata de una propuesta deliberadamente transgresora y difícilmente clasificable, que combina elementos surrealistas, psicodélicos y de sitcom americana de los años 50 en adelante.

La historia arranca con Wanda y Vision viviendo juntos, casados, felices, en blanco y negro. Se acaban de mudar a una bonita casa en la típica zona residencial estadounidense y forman una pareja convencional más de principios de la segunda mitad de siglo: ella es ama de casa, él un empleado modelo. Sin embargo, parecen confundidos y, tras esa realidad aparentemente idónea y sin fallas, pronto empiezan a sobresalir desajustes, haciéndonos sospechar que no todo es lo que parece.

Pero lo cierto es que son muchos más los aspectos formales en los que también Marvel consigue reinventarse con esta serie. En este sentido, Wandavision convierte cada episodio en una pequeña joya de vestuario y escenografía. Una fiesta para la vista y el deleite del público. El pelo, la ropa y los coches dan saltos en el tiempo de alrededor de una década a cada episodio. También en el caso del formato de la fotografía: vemos cómo de un encuadre 4:3, típico de la televisión antigua, progresivamente el formato se va ensanchando…y cómo del blanco y negro (casi absoluto) de los primeros episodios, poco a poco empiezan a aparecer manchas de color.

De este modo, WandaVision se perfila como uno de los estrenos más relevantes del 2021 y, sin duda, marca un momento único: no sólo porque con la serie se reinicia el rumbo del MCU, no solo porque experimenta y se atreve, sino sobre todo porque más que nunca nos ofrece la oportunidad de verdaderamente profundizar en la mente, psicología y complejidad de sus personajes.

Veredicto

“Wandavision” es una de las series más experimentales de la casa Marvel y que logra con gran acierto enganchar al espectador inmediatamente con la estrategia de ir revelando de poco en poco el misterio que les rodea a los personajes.  Con una duración de 30 minutos por capítulo, logran disipar las dudas necesarias con un proyecto bastante agradable e interesante.

7 / 10

Cuando en el 2017 se estrenó la versión de Justice League, muchas personas quedaron anonadadas, incluyendonos, por los efectos extraños que esta tenía (principalmente con el personaje de Superman), cortes bruscos y sin sentido y un sin número de chistes que no pegaban en lo más mínimo con la situación y la película (por ejemplo el chiste de Flash cayendo encima de Wonder Woman).  Días después del estreno de esa película, Zack Snyder dejó claro que esa NO ERA la película que había grabado y que dicho filme Warner no quería mostrarla.  Entre ser verdad o mentira, el tiempo siguió su curso y le terminó dando la razón a Snyder con que existía otra película.

Ya se ha estrenado y es difícil creer que no exista persona que no la haya visto este fin de semana, ya que ha sido lo único de lo que se ha hablado y para sorpresa de muchos detractores, pues, la película es lo suficientemente entretenida para sus cuatro horas que dura.

Es difícil no compararlas, porque al final lo que se está viendo es, en pocas palabras, la misma película que vimos en el 2017 pero con “completa”.  Y cuando decimos completa, es con el desarrollo pertinente de ciertos personajes.  Porque eso es lo principal que se debe mencionar.  Es inaudito como el personaje de Ray Fisher (Cyborg) sufre todos esos cortes para convertirlo en un secundario que sobra, cuando en esta versión de Snyder es prácticamente una de las piezas claves para poder seguir la película varias veces.  No mencionaremos el desastre que se hizo con Wonder Woman, personaje poderoso en todos los aspectos y que por fin ahora la tenemos como Dios manda y vemos de que es capaz (alabamos mil veces la escena inicial cuando detiene las balas con esa velocidad y cuando se lanza hacia Steppenwolf a mitad de la película).  Ya hablar de Superman es casi para hundir la película anterior.

El guión de Chris Terrio no es perfecto, ni se acerca a eso, pero si es completo y, la verdad sea dicha, sabe cumplir su objetivo tanto en desarrollo de personajes como de historia (aunque no sea la más original o la mejor).

La música corre de Junkie XL y vuelve a los riff de guitarras e incluye unas canciones un poco cansinas en plan opera, pero es mucho mejor que los temas de Danny Elfman que si que no hacían sentido en una visión moderna de la Liga de la Justicia, ya que los temas propuestos y tocados por Elfman eran de los personajes clásicos.

La fotografía de Fabian Wagner no está modificada y la dirección de Snyder, es la dirección de Snyder.  Muchas escenas en slow motion, mucha acción desenfrenada, violencia gráfica y muchos momentos épicos.

En definitiva, Justice League Zack Snyder es bastante agradable a pesar de su duración.  Pueden seguir esa línea que se separa totalmente de los filmes de superhéroes de Marvel y llevan un aire fresco y diferente a estas adaptaciones de comics.

Veredicto

Se entiende que Warner buscaba algo más ligero para poder vender sus superhéroes a toda la familia, pero eso le jugó en contra.  Por suerte dieron luz verde a la versión de Snyder que mejora mucho la imagen que se tenía de sus superhéroes más icónicos.  Mejora en muchos aspectos, como desarrollo, música y montaje, y a pesar de sus largas cuatro horas, es bastante entretenida, sin embargo tiene unos cuantos huecos argumentales, que no dañan la experiencia, pero si se analizan la empañan.

5 / 10

El thriller es un género bastante interesante y que debe llevar ciertas características para que al menos sea una experiencia interesante.  Esta película de John Lee Hancock no logra eso.

La película tiene un buen inicio.  Contundente, rápido, y directo.  En los primeros 15 minutos sabemos que hay un asesino en serie meticuloso que le gusta realizar una especie de cacería con sus víctimas.  También sabemos que hay un policía con habilidades de detectives bien definidas, pero todo esto se vuelve nada mientras avanzamos.

La trama se hace totalmente predecible, los personajes carecen de desarrollo, damos vueltas en escenas que aportan muy poco a la trama (o a los personajes) y tenemos un misterio que pierde el interés a los 30 minutos.

Las actuaciones son adecuadas pero el casting no ayuda.  Nos explicamos.  Estas actuaciones, estos actores, no encajan con el papel y es poco creíble lo que vemos, a pesar de que lo hacen bien.  Todo esto, por suerte, no le aplica a Jared Leto quien logra una excelente actuación pero el guión no le ayuda en lo absoluto logrando darnos escenas y diálogos bastante vacíos.

Y es irónico todo esto, ya que el filme bebe bastante de lo que es Seven y True Detective.  Otorgando un estilo neo-noir entre sus planos, Hancok crea lo que se podría definir como un homenaje a los thrillers policiacos, tomando elementos ya vistos que pueden reflejar hasta cierto punto predecibles en gran parte, no obstante el director consigue generar buenas escenas que mantendrán atento, sobre todo en el intermedio que el núcleo fluye por sí solo dejando ver la idea, como es percibido hay pequeños detalles que juegan su parte en la trama, al igual que deja muchos fallos leves que en conjunto desfavorecen su narrativa.

Veredicto

El filme cumple (en parte) su propósito, pero es casi seguro que pasará al olvido muy rápido.  Una lastima que la vuelta al thriller neo noir sea de esta forma, tan atropellada.

4 / 10

Hay temas que suelen ser desoladores y el de “Fragmentos de una Mujer” es uno de ellos.  Película protagonizada por una Vanessa Kirby en estado de gracia y un Shia LaBeouf bastante mal aprovechado, y que durante todo el trayecto nos preguntamos: ¿qué es lo que quieren contarnos el director Kornel Mundruczo y la guionista Kata Wéber con esta película?

Y alguien puede decirnos (y lo hemos leído) que trata sobre los efectos de la pérdida, también que puede ser como el desgaste de un matrimonio puede verse afectado ante esto, sobre la manipulación de la familia ante un duelo, como las clases sociales no soportan una tragedia o sobre las nuevas modas obstétricas de utilizar una partera.  Todo esto condensado en una extensa, efectista y bien lograda escena de 30 minutos en un plano secuencia (no hay cortes de cámara) sobre el parto.

Sin embargo, el problema de esta película es que no logra traducir adecuadamente todos esos tópicos y conflictos (si es que se trata de todos ellos) en términos dramáticos a través de personajes y de una historia que evolucionan y conmueven y cuyos elementos se ensamblan y complementan.  El desarrollo del personaje de Kirby es paulatino y que solo al final, podemos ver un atisbo de ese desarrollo pero de forma sorpresiva, sin esperarlo, aunque en honor a la verdad, creíble.  Por otro lado, la grandiosa Ellen Burstyn se traga dos momentazos en un primer plano pero con un desarrollo tan pobre que al final queda en nada.  Y ni hablar del personaje de Shia que es una pérdida de tiempo durante todo el trayecto de la película, después de los 30 minutos iniciales.  Sobra TOTALMENTE.

Y mencionamos que sobra, e iremos a ello, porque el personaje sobreactuado de Shia LaBeouf no contribuye a que Kirby evolucione ni tampoco la trama.  ¿De qué nos sirve su relación con la abogada? ¿De que nos sirve su intento de tener sexo con su esposa? ¿De qué nos sirve su ira? ¿De qué nos sirve el abandono de su trabajo? ¿De qué nos sirve todo los celos y diálogos de que el si puede costear algo?

“Fragmentos de una Mujer” es una película desaprovechada y que pudo ser más impactante porque es un tema que Hollywood no suele mostrar.  Pudo haberse convertido en el drama por excelencia del 2021, pero se queda en otro drama con buenas actuaciones de parte de su protagonista.

Veredicto

No dudamos que las mujeres de este film logren una nominación ya que tienen buenas interpretaciones.  En cuanto al actor, pues, para nosotros sería una sorpresa.  Netflix se levanta con otro drama sobre el matrimonio pero con un final novelesco y un desarrollo muy lamentable que nos deja un mal sabor de boca.

5 / 10

Hay que entender algo: las adaptaciones de novelas y cómics, nunca son 100% idénticas.  Y eso se debe a que cada adaptación tiene que moldearse a ciertos códigos cinematográficos que, no son iguales que los de los libros y cómics (e incluso videojuegos).  Dicho esto, pues no esperamos que la adaptación de CBS a la famosa y buena novela de Stephen King, “The Stand” o como se conoce en Latinoamérica, “Apocalipsis” sea lo más fiel posible, sin embargo uno espera ciertas coherencias narrativas que, ayuden a entender al espectador que no ha tenido la oportunidad de leer la historia y al que la leyó, sienta que está viendo algo similar a como lo imagino.

Es un trabajo difícil, pero se logra, y ejemplos tenemos con “El Señor de los Anillos” de Peter Jackson o las primeras temporadas de “Juego de Tronos”.

Entonces, ¿qué sucede con The Stand? Primero debemos mencionar los cambios de personajes, y no nos referimos a razas o géneros, más bien, a cambios de actitud lo cual, al menos en esta historia, es fundamental, porque para quien no lo sabe y se quiera poner en contexto, la historia (que está dividida en tres libros) trata de un mundo devastado por un virus que mata a las personas dejando a menos de un 10% de la humanidad viva por una extraña inmunidad.  Ese pequeño grupo de personas se dividirán en dos grupos, en un cambio radical de la historia en donde se inicia una lucha del bien contra el mal.  Por un lado están los que viven en un pueblo llamado Boulder y que luchan en nombre de la luz y de Dios, por otro lado están los que viven en Las Vegas, liderados por la oscuridad y el diablo.  Para este grupo de Boulder se necesitan ciertas características como el perdón, la aceptación, la amistad, en pocas palabras valores positivos, algo de lo que durante la serie completa no vemos un solo rastro.

Es tan alarmante el asunto, que el personaje de Irene Bedard, quien se supone que interpreta a una campesina con poca educación pero un gran corazón, tiene varios momentos donde desea que cierto personaje muera o al menos sea abandonado a su suerte.  Y ni hablamos de Larry Underwood quien pasa de ser un verdadero mal nacido (egoísta, miserable, drogadicto, odioso con fama, ateo) a convertirse en casi un santo, pero en la serie tenemos al mismo personaje que vimos al inicio.  ¿Por qué esto es importante? Porque si estos son los que luchan contra el mal, pues poco le llevan sus personalidades.

Más allá de eso, no queremos mencionar el desastre narrativo y de dirección que tiene Josh Boone, donde va dando saltos temporales durante toda la serie y que pueden llegar a confundir porque para colmo, no tienen ni la delicadeza de hacer la edición más placentera, como vimos con la excelente Dark.  Aunque ya para el tercer episodio uno puede acostumbrarse.

“The Stand” no tiene todo malo, ojo con eso, las actuaciones son bastante buenas alabando a Whoopi Goldberg como Madre Abigail, Alexander Skarsgard como Randall Flagg, Owen Teague como Harold Lauder y Brad Henke como Tom Cullen.  Al igual que los efectos que están bastante bien logrados.

Veredicto

Al final “The Stand” es una adaptación muy regular casi tirando a mediocre, pero que es salvable por unos cuantos elementos que la hacen entretenida.  Vale la pena si leiste el libro y vale la pena si tampoco lo has leído, porque esperamos que te den ganas de leerlo y disfrutar de una muy buena historia.

4 / 10

Que maravilla es encontrar una película que toma al espectador con respeto, aunque sea niños o adultos.

Peter Docter es uno de los grandes de Pixar, creador de “Intensamente” y este año tenía planes de estrenar en el mes de Julio la película “Soul” pero por cuestiones que ya conocemos, pues no les quedó opción que estrenarla este 25 de Diciembre.

“Soul” habla sobre los propósitos en la vida, quienes somos y lo que podemos aspirar a ser.  Sobre las ilusiones, aspiraciones, frustraciones, éxitos y lo que nos hace seguir adelante, que nos conecta con la vida.  Es un filme bastante profundo, inteligente, emocionante y muy reflexivo.

Se puede catalogar como una comedia, pero también tiene momentos dramáticos, fantasmales y simpáticos. La película comienza haciéndonos un retrato de cómo es la vida del protagonista, que aspira a algo más que a ser profesor de unos niños que en su mayoría no saben tocar ni les apasiona lo que hacen. Y por algunas circunstancias que no voy a revelar se presenta la oportunidad de su vida, pero sufre un percance importante.

Es un cuento para adultos, de hecho es posible que muchos niños no la entiendan aunque la podrán ver. Visualmente es un espectáculo, tiene sus momentos bellos, todo un universo creado para la ocasión, no defrauda en ese aspecto.

La gran sorpresa es la banda sonora a manos de Trent Reznor y Atticus Ross, en donde predominan los teclados un tanto oscuros.

Veredicto

Al final es una joya de Pixar y sin duda de lo mejor que se ha estrenado este año y mucho mejor terminar viendo algo tan positivo y que nos hará reflexionar en muchos aspectos.