En el año 1997, el guionista Darren Lemke, basado en un concepto de su propiedad, creo ´Gemini Man´.  El productor Don Murphy y el director Tony Scott (‘Man on Fire’, ‘Enemy of the State’) serían los encargados de llevar el proyecto adelante, el cual fue vendido a Disney quienes habían preparado todo un set para efectos especiales, sin embargo, los efectos que se requerían para la película no existían en ese entonces.  Sin necesidad de alargar la historia, este proyecto ha pasado desde el 1997 hasta la fecha, por distintas manos.  En el guion más de cuatro personas, en la dirección casi siete y en la actuación más de ocho (Harrison Ford, Mel Gibson, Brad Pitt y hasta Sylvester Stallone se han mencionado) y al igual que el ‘Joker’ de Todd Phillips, el proceso es tan interesante que amerita su propio post, pero esta no será la ocasión.

Hoy en día Paramount tomo los derechos y el guion para realizar la película.  Los productores al ver ‘The Life of Pi’ llamaron al director Ang Lee ofreciéndole la oportunidad, ya que el director había alcanzado nuevos límites en la tecnología con la ya mencionada ‘Life of Pi’ y luego en ‘Billy Lynn’ (tan subestimada) que se rodó en 4K y 60 frames (lo que aun el Xbox One y el PS4 siguen luchando por mantener), algo que no es fácil cuando lo normal en una película es entre 24 fps hasta 48 fps.  Por eso SE NOTA demasiado.

Pero dejando esas cosas técnicas a un lado, nos enfocaremos en por qué la película dirigida por Ang Lee, argumentalmente es decepcionante, PERO a pesar de todo, recomendamos verla en cines.

Recordando que el primer guion de esta película fue hecho en 1997, y que durante todo este tiempo (22 años) las modificaciones del guion no cambiaron la historia establecida, pues esta demás decir que estamos ante una película que tiene esa esencia de la era de los 90´s con las películas de acción.  Largas dosis de adrenalina con el único propósito de entretener.

A partir de aquí, el guion tiene ciertas carencias que ya, en pocas palabras, son desfasadas.  La historia es simple y en momentos, su desarrollo es algo torpe.  Principalmente en ciertos momentos en donde los diálogos de los personajes sobre explican las situaciones, dándole un aspecto poco natural además de ser acartonados.

La historia sobre como la conciencia nos afecta a futuro nuestros actos del pasado, la jubilación como un nuevo comienzo y el tema de los clones y los dobles es muy interesante y aunque no estén desarrollados de la mejor forma.  La dualidad de la historia se explota en escenas con espejos, reflejos, y otros, que logran de forma impresionante por un Ang Lee visionario conseguir lecturas ingeniosas, principalmente en esas escenas de acción destacando la persecución en Cartagena o el enfrentamiento en las catacumbas de Budapest.

Pero vuelve a interrumpirnos ese guion tan falta y con falta de estructura, que nos lleva a otras escenas tan ridículas como la del avión, o desarrolla personajes de forma tan vaga.  Como el personaje de Clive Owen, que ni siquiera tienen un desarrollo y es planísimo.

Sus esfuerzos por llenar en lo técnico consiguen apañar toda una historia que podía explotarse y que solo consigue encontrar insustanciales todas las escenas de diálogos que terminan siendo un poco vacías, llevándonos a un final que desborona parte de la película.

Las actuaciones son buenas, con lo poco que tienen los actores.  Will Smith, Mary Elizabeth Winstead y Benedict Wong cumplen lo suficiente.  La música de Lorna Balfe esta muy bien, logrando una que otra tonada bastante curiosa que nos recuerda a uno de sus anteriores trabajos (´Misión Imposible: Fallout´ exclusivamente).  La fotografía de Dion Beebe cumple con creces.  Así que en lo técnico la película sobresale por mucho, pero lamentablemente en cuestiones de argumento falla.

Veredicto

´Gemini Man´ técnicamente es una película impecable que vale la pena verla en cines por sus impresionantes efectos especiales que convierten el filme de Ang Lee en un verdadero espectáculo.  Sin embargo, su argumento es tan simple (y en momentos pretencioso) que en las escenas más pausadas puede parecer ridículo.

4 / 10

El proceso de Todd Phillips para poder llegar a realizar la película ´Joker´, es interesante y amerita tener su propio post, pero entendemos que aquí vinieron a ver si la película es realmente como la critica dice que es o estamos ante otro producto pretensioso e infumable.

Pues sí, la película es buena.  En realidad, muy buena pero que, a pesar de todas las cosas a su favor, falla en algo.

Antes de iniciar, aquí no vamos a usar el termino “adaptación” porque incluso con todos sus elementos que se incluyen en el metraje y son dignos de varias obras, no usaremos el termino para ser más amplio.  Esto es una idea preconcebida al antojo del guionista Scott Silver (´8 Mile´, ´The Fighter´) y el director Todd Phillips. ¿Listos?

Primero hay que agradecer que el director haya querido si o si tener a Joaquín Phoenix en la película y que hizo un esfuerzo de persuasión tan grande con el actor, que este término entrando al proyecto.  No decimos que Leonardo DiCaprio (si, estuvo al punto de entrar) no seria bueno, pero Phoenix encarna al personaje con salvajismo, violencia, conmoción, pero más que nada, humanidad.  Mientras Jack Nicholson presentaba un Joker divertido, sarcástico y vil, o Heath Ledger lo convertía en un terrorista, sádico y anarquista que solo quiere ver el mundo arder, Phoenix le da cierta benevolencia y patetismo a un individuo que solo quiere alcanzar el éxito y hacer reír a los demás buscando la aprobación del mundo.

La actuación es tan extrema que de verdad uno piensa que es un verdadero paciente con trastornos mentales.  Porque no olvidemos que este personaje tiene un mayor peso que todos los Jokers anteriores, ya que, al menos aquí, deja de ser un secundario para volverse un principal.  Pero Phoenix no es el único en destacar, porque Robert De Niro se roba la pantalla en lo que será una de las mejores escenas de la película. Frances Conroy logra cautivar con su personaje de la madre del Joker (Arthur Fleck, se llama aquí) y Zazie Beetz brilla con lo poco que tiene.  Tal vez el más desaprovechado es Marc Maron, como el productor en donde apenas sale.

La película está dirigida con un pulso fuerte.  Todd Phillips logra salir de la casilla del humor totalmente y dirige de forma impresionante cada detalle.  Su aspecto técnico es de primer nivel, y hasta en lo más mínimo hay detalles.  En momentos podemos decir que se siente un aire Scorsese, que no es para nada malo.  La iluminación y el diseño de producción esta tan cuidado, que mientras avanza la trama y Fleck se va convirtiendo en el Joker, todo se torna muy oscuro a nivel fotográfico.  ¿Y qué decir de la música? Hildur Guonadottir logra unas composiciones melancólicas y sombrías que caen perfecto en las escenas, y eso, que solo usa cellos y percusiones.

Entonces, ¿Qué se puede decir de una película en donde todo este cuidado al ojo por ojo? ¿Por qué a pesar de todo eso la película no es perfecta (aunque está cerca)?  Lamentablemente el guion, en sus odas, su narrativa y su espectacularidad quiere decir tanto con tan poco.

El guion quiere tratar demasiados temas, y es algo que no juega a su favor.  La pobreza, la soledad, la violencia, la sociedad, los trastornos mentales, y así muchos más que hacen que la película pase por una especie de transición que busca generar controversia.  ¿Criminalizamos al enfermo o victimizamos al asesino? ¿El psicópata tiene justificación o la victima tiene algo de culpa? La respuesta: las dos.  Porque cualquiera que sea tu ideología, la película te da razón suficiente para estar a favor o en contra.  Y tendríamos que entrar en spoiler para explicarlo con más detalle y se pueda entender, pero no caeremos en eso.

Y puedo entender (un poco) por qué la película hace eso.  Busca una forma de querer contentar a todos.  Porque el personaje es moldeado (inteligentemente, todo hay que decirlo) al pensamiento del espectador.  Si quieres que el Joker sea un mártir, lo será.  Si quieres que el Joker sea un anarquista, lo será.  Si quieres que el Joker sea una víctima, lo será.

Y nosotros no estamos de acuerdo en que una película deba llevar un mensaje moral o al menos, establecer uno.  El cine es un arte y como tal, debe llevar el mensaje que el creador entienda, pero Joker esta empujada a ser una crítica social y política.  Y es una lástima que su falta de abrazar una definición del personaje y su necesidad de decir mucho en tan poco sea tan cerca de la meta y le quite ser una obra redonda.  Joker pasará a la historia, su visionado será ejemplo y obligación, pero fallo en donde debió dar más duro.  En decir lo que piensa.

Veredicto

´Joker´ es un ejercicio psicológico de personajes.  Una película sobresaliente a nivel técnico e interpretativo.  Su narración es impresionante pero sus temas y la exposición de ellos, es vacía en su gran mayoría (no en todas).  Película de comics (¿se puede llamar así?) que pasara a película de culto por lograr dar un giro en un genero que se ha quedado estancado con el humor fácil y personajes heroicos de colores.

8 / 10

El parásito es una simbiosis, el cual, en su proceso, amplía su capacidad de supervivencia utilizando otras especies para que cubran sus necesidades básicas y vitales.  En su proceso pueden suceder dos cosas: que el parásito infecte al huésped y este se enferme (o muera), o seguir alimentándose del huésped.

‘Parasite’ del increíble Bong Joon-ho, es una película con una constante metamorfosis, y que va mutando mientras avanza.  Comedia negra, drama, thriller psicológico, thriller social, y no dudamos que exista algo más que no hayamos podido visualizar.

UN REFLEJO DE LA LUCHA SOCIAL SEGÚN BONG JOON HO

El director coreano no es nuevo a la hora de hablar de las luchas sociales en sus historias. En ‘Snowpiercer’ con la metáfora del tren (los pobres atrás empujando para que los ricos, que estaban delante, puedan disfrutar de la comodidad), pero en esta película es más salvaje, más crudo y hasta más violento. Sus personajes (todos), se ven envueltos en la desesperación y en la ambición.  El guión está lleno de momentos sutiles que enfrentan a los personajes unos con otros constantemente.

El director siente empatía con la familia Kim, quienes sufren la falta de oportunidades y celebran con mucha alegría los pequeños éxitos.  Tienen las herramientas (preparaciones de todo tipo), pero no tienen las oportunidades. Joon Bong los humaniza, pero no los hace buenos. Algo de agradecer, y más cuando el director tampoco demoniza a la familia Park.  Los hace ingenuos y amables, pero son clasistas y egocéntricos. Viven en una burbuja en donde creen que ellos son el centro, mientras que la sirvienta y su esposo, son la clase media oportunista que viven cómodos, humillan al pobre (la escena de la grabación del video) y alaban al rico (cuando obligan a la sirvienta a servir las frutas).

Y eso una de las tantas lecturas que el guión tiene, las cuales se manejan magistralmente con la dirección del Joon.  Manejando la cámara de forma pausada y acelerando el ritmo mientras avanza el filme.  Girando la cámara en interiores que también tienen un significado (un impresionante trabajo que ha hecho el equipo de diseño de interiores. La casa de la familia Park llena de cosas, pero con una sola pared de fotos, mientras que la familia Kim tiene menos cosas, pero más fotos y títulos, y dentro de cada habitación, dejando las intenciones de cada personaje.

El cine coreano tanto de autor como comercial, parece gozar de un compromiso social y político, algo que los hace haber logrado tener un nicho aparte.

Su único defecto son sus últimos 10 minutos, que parecen haber acelerado sin tomar en cuenta parte de lo que ya se había construido. Dejando más preguntas que respuestas, a una historia que iba respondiendo lento pero seguro.  La falta de temas fuertes también es una pequeña espina que no necesariamente cuente como un punto grave, pero si malo, ya que solo en un momento (la escena de la lluvia) es que se puede sentir la desesperación y es gracias a la música. Tal vez con más protagonismo en ella, se hubiesen elevado las emociones.

Joon Ho mantiene al espectador atento, incrementa la tensión, y en momentos nos hace reírnos, de forma macabra, de las desgracias de los demás. Dejando un epílogo, que no busca ser redentor, pero si defiende que la unidad familiar es la base para sobrevivir, sea cual sea el estatus social.

Para concluir, las increíbles actuaciones de TODOS hacen que la película sea más interesante. Bong Joon ho, está destinado a convertirse en uno de los mejores directores y guionistas, y ‘Parasite’ es casi sin duda, de lo mejor que tiene el año.

Veredicto

‘Parasite’ está destinada a convertirse en película de culto y ya es parte de las mejores películas del año.  Bong Joon Ho, ofrece un guion complejo, lleno de lecturas, sorpresas y giros, con una dirección magistral y con pulso.  Interpretaciones excelentes y una calidad visual envidiable.  Obligado su visionado.

9 / 10

Ryan Murphy es una impresionante mezcla de muchos géneros.  Desde comedia, hasta drama, pasando por musical, cruzando por el humor negro y así puedes seguir.  Son pocas las creaciones de este señor que tenga uno solo (con mucho esfuerzo nos atrevemos a decir que solo ‘Pose’ y ‘American Crime Story’).

Ahora Murphy se estrena en Netflix con ‘The Politician’, una serie que como es usual mezcla tantos géneros (y temas) que es difícil odiarla o amarla.  Porque en el momento en que la tomamos totalmente en serio, la serie da un giro brusco y nos deja con la idea de que todo es un chiste por parte del creador, pero si nos descuidamos y lo vemos como tal, vuelve a darnos el giro para presentarnos una imagen tan real y seria.

Descarada pero Divertida

Payton Hobart (Ben Platt), es un adolescente millonario que se está postulando para Presidente del Consejo Estudiantil de su instituto.  Las ambiciones de Payton son grandes al igual que su contrincante, Astrid Sloan (Lucy Boynton) quien también se postula a Presidenta del Consejo Estudiantil.  Además de tener que lidiar con todas las contradicciones y problemas que padece todo adolescente.

Lo primero a destacar es a los personajes.  Todos son superficiales y vacíos.  Y ojo, que esto no es malo, al menos para esta historia.  Murphy retrata, con un guion bien elaborado, a los ricos y políticos como personas superficiales que solo están interesados en tener mucho poder, dinero o lujos.  Los únicos personajes que realmente no son vacíos, son la familia Beachman, o mejor conocidos como “los votantes”.

Porque Murphy explora el circo mediático y político que se desarrolla en la realidad pero con un formato de sátira acida y estridente.  Ataca a los ricos, a los pobres, a los progresistas, a los veganos, a los gays, a los oportunistas, e incluso al votante medio.  Murphy no deja a nadie fuera de la lista y nos lleva en un carrusel de emociones y habla, sin cortarse el pelo sobre orientaciones sexuales, enfermedades, hipocresía social de forma general, la adolescencia, entre otras.

Algo interesante es la fotografía de Nelson Cragg (‘Homeland’, ‘American Crime Story’, ‘American Horror Story’) un ya alto colaborador de Murphy, muestra una fotografía bien iluminada y brillante en todo momento, menos cuando presenta a la clase media o pobres, al igual que todos los personajes con grandes ambiciones se ven más grandes que el escenario.

Pero con todo y lo divertido que puede ser ‘The Politician’, se siente que es una oportunidad perdida constantemente.  Momentos en que podía ser más agresivo tanto en la crítica social como en el humor que puede emplear.  Incluso tiene escenas que tal vez, fuera de la mano de Murphy podía arriesgarse mejor (todo lo que rodea la situación de Infinity Jackson, o River Barkley y muchas otras más).

Veredicto

‘The Politician’ puede alejar por su humor desenfadado, su sátira descarada y sus personajes vacíos, pero si te adentras a su mundo, puedes pasar un excelente rato con este universo creado por Ryan Murphy.  A pesar de todo, se siente un constante “quiero y no quiero”, que hace que pierda más de lo que gana.  A destacar el magnífico capitulo número cinco donde vemos todo desde la perspectiva del votante y el extraordinario opening de la serie, que no es más que una declaración de intenciones y una descripción del personaje sin palabas.

6 / 10

Ya hemos terminado el verano, y con ello llega e último blockbuster veraniego, que a pesar de tener una premisa (algo) interesante se opaca con tantos elementos que sorprende que salga airosa.

Tiene todos los componentes necesarios para entretener y hacerlo en grande.  Un devastador huracán, caimanes descomunales, y personajes carismáticos.  Todo esto en un ambiente angustioso.  Y cuando ya está empezando a cansar, pues se acaba, porque su duración es tan corta que apenas da tiempo para bostezar.

Su desarrollo es vertiginoso y es de agradecer en este tipo de películas.  Una sensación de agobio que va creciendo con cada escena, logrando conquistar a quien trate de pasar un momento agradable en el cine, cosa que es lo que se busca con este tipo de películas.  Su música por igual es bastante entretenida.

Entonces, ¿Dónde está el problema si entretiene?

Tocando aparte el hecho de los malos efectos (que no necesariamente dañan la experiencia), las actuaciones y el melodrama hacen que la película pierda lo suficiente para ser olvidada dentro de poco tiempo.

Kaya Scodelario (‘The Maze Runner’) ni siquiera pestaña mientras esta bajo los fuertes vientos del huracán.  Ni siquiera se inmuta de dolor cuando recibe una mordida de algún caimán de turno.  Y para colmo se le entrega las dosis más pesadas de melodrama innecesario en donde los diálogos sin gracia hacen acto de presencia.  Por otro lado Barry Pepper (‘Enemy of the State’) cumple lo suficiente para encontrarlo agradable.  La mejor actuación se la lleva el perrito de la familia, que se roba ciertos planos.  Muy bonito el cachorro.

Realmente la película no tiene mucho que destacar.  Cumple lo prometido, que es entretener.

Veredicto

‘Crawl’ (‘Infierno Bajo Agua’) cumple su cometido de entretener.  Varios planos interesantes y muchas referencias (‘Apocalypse Now’, ‘Tiburon’, etc) a otras películas, pero que solo funcionan como guiños.  Alexandre Aja, el director, da lo que promete: entretenimiento.

5 / 10

El space opera es una subgénero de la ciencia ficción que nos relatan historias de aventuras espaciales, casi todas en un futuro lejano y no necesariamente distópico.  ¿Por qué lo mencionamos? Porque ‘Ad Astra’, la última película del director James Gray (‘The Lost City of Z’, ‘We Own the Night’) bebe mucho de películas como ‘Moon’, ‘The Martian’, ‘Interestellar’, ‘Gravity’ y ‘2001: A Space Odyssey’.

Se nota en muchos planos, en la sublime música de Max Richter, en diálogos, e incluso en la trama.  Pero iremos por parte.

Filosofía espacial

En un futuro “no muy lejano”, viajar a la luna es algo rutinario, tanto para hacer turismo por civiles, como viajes de instituciones para realizar investigaciones y explotación de minerales.  Tras ocurrir un pico eléctrico muy extraño y que se repite cada cierto tiempo afectando demasiado a la Tierra, el gobierno investiga que dicho pico proviene de Neptuno, más concretamente de un proyecto que quedo perdida hace años comandada por Clifford McBride (Tommy Lee Jones).  Así que el gobierno le pide a su hijo, Roy McBride (Brad Pitt) para que intente ponerse en contacto con su padre.

Brad Pitt es la película.  Es el pilar y quien lleva todo el peso ya que es 90% él.  No es un personaje que refleje mucha personalidad.  Es introspectivo en gran parte de la historia, y aun así, podemos entenderle e incluso empatizar con él.  Los demás personajes pasan por pantalla sin tener más de 20 minutos en ella.  Tommy Lee Jones es Tommy Lee Jones.  Ruth Negga (‘Preacher’) y Donald Sutherland (‘The Hunger Games’) se pasean por pantalla sin brillar demasiado, mientras que Liv Tyler (‘The Incredible Hulk’) y Natasha Lyonne (‘Orange is the New Black’) apenas sale segundos.

Otro punto grande de ‘Ad Astra’ es su guion, que busca contarnos con dobles lecturas sobre la búsqueda interior del ser humano, sobre su relación con Dios, sobre la paternidad y de forma subliminal, sobre la psicología mental del ser humano y su adaptación en los ambientes.  Es un mix de temas, que funcionan correctamente sin caer en bobadas.

El debate personal del protagonista, marcado y condicionado por sus traumas a raíz de una relación defectuosa con su padre, mezclado con cuestiones filosóficas de fondo, logra profundizar llevándonos a reflexionar sobre debates complejos sobre la soledad, la humanidad, Dios, o nuestro lugar en el universo.

Y todo esto se condensa con un soundtrack de Max Ritcher que sabe cuándo dar drama, tristeza o simplemente emocionar.  Una fotografía magistral de Hoyte van Hoytema (‘Her’, ‘Interestellar’), quien ha trabajado con Nolan en su odisea espacial.

Arma de Doble Filo

Pero como no todo es perfección, parte de su guion es su grave error.  Porque en momentos resulta que hay cosas que ya hemos visto varias veces pero aquí están de forma superficial.  Momentos tan vacíos (que no dudamos que tengan un significado) para la historia que no fácilmente pueden ser eliminados y no nos damos cuenta (la escena del primate).  Y lo peor de todo es una voz en off que nos dice lo que ya estamos viendo.  Una especie de narrador que nos saca constantemente de la película.

James Gray logra un filme hermoso visualmente, con unos planos preciosos.  La música encaja de maravilla y la fotografía perfecta.  A todo esto la actuación de un Brad Pitt que demuestra que aún tiene potencia suficiente para llevar una película en sus hombros sin problema alguno.  Pero con unos fallos de guion por parte del mismo James Gray con Ethan Gross, que restan muchísimo a una hermosa experiencia.  ¿Quién diría que su misma fortaleza seria su debilidad?

Veredicto

‘Ad Astra’ es una grandiosa película que se toma su tiempo para arrancar y mostrar.  Es ciencia ficción pura, y mantiene ese aire futurista gracias a una música y una fotografía que dan la talla.  Y para completar la actuación de Brad Pitt funciona, a pesar de no ser la mejor.  Sin embargo su magnífico guion tiene lagunas que fácilmente nos sacan del visionado y que resultan molestas.

8 / 10

En la vida hay que arriesgarse.  De eso no hay duda.  Y Netflix hasta ahora ha tratado de sobrevivir en base a eso.  Este 20 de Septiembre han estrenado la mini serie ‘Criminal’.  Situada en cuatro países (España, Francia, Alemania y Reino Unido), es una serie arriesgada que no teme absolutamente en nada y confía todo el peso de su calidad en un guion solido lleno de diálogos bien estructurados y actuaciones sólidas.

Para empezar, debemos decir que la serie está dividida en los cuatros países mencionados.  Cada país tiene sus personajes y sus investigaciones.  Son totalmente independientes una de la otra.  Es como la soda Coca-Cola.  Es una sola pero con distintas ramas.  Y cada país solo tiene 3 capítulos, es decir, 3 casos.

La serie trata sobre un equipo de investigación conformado por detectives, policías y demás ente de la ley, quienes interrogan a un sospechoso de un caso en particular.  Todo se desarrolla en la sala de interrogación y el pasillo paralelo a la sala.  Algo interesante es que la sala de interrogación es la misma en todos los países, algo interesante que nos hace enfocarnos más en los métodos y artimañas utilizadas por los agentes para lograr que el sospechoso confiese.  Esto es algo de lo más interesante porque influyen muchas cosas: las leyes del país y la cultura.

La serie cuenta con actores impresionantes como son David Tennant, Hayley Atwell, Katherine Kelly, Carmen Machi, Inma Cuesta o Eduardo Fernández.  Sus actuaciones son todos diferentes y su comodidad con ello es tan palpable que hace que nos enganchemos rápidamente con ellos y sus diálogos, gestos y hasta miradas.  Pero también la puesta en escena es esencial para lograr interés en la serie con sus personajes, con un interés fenomenal para levantar el lado interpretativo de cada actor.  Elimina el cambio de planos exagerados y opta por mantener la cámara fija dándoles a los actores la oportunidad de destacar y hasta improvisar.  No hay cortes bruscos ni efectos, pero si mucho poder interpretativo, muchos planos exageradamente bien logrados (ojo al del primer capítulo cuando los detectives ponen el teléfono móvil en la mesa) y la cereza de la serie: el guion.

El guion está lleno de diálogos y conversaciones largas.  Por ejemplo, mientras ‘Mindhunter’ intercambiaba las conversaciones con un escenario en total movimiento, ‘Criminal’ ni se acerca a eso.  Como mencionamos, solo se enfoca en el dialogo dentro de una sala de interrogatorio.  Algo que sabemos alejara a los que busquen algo más de acción y menos diálogos.

El guion sabe cómo mantener la tensión creciente y suficiente para sentir la presión de la ley ante el sospechoso y en momentos, como sentimos que el sospechoso va ganando (o ¿no?).

Pero naturalmente, como no todo es perfecto en la vida, su grandeza es también su debilidad.  El guion opta por mantenernos inmerso en diálogos interesantes que se olvida del desarrollo de personajes, y el mínimo intento que hace se siente forzado y pesado.  Por ejemplo con el caso de los capítulos en España, hay unas escenas en donde se trata de forzar un amor entre dos personajes (algo que vemos varias veces) pero además de ser poco creíble, se siente fuera de tono.  ¿Para qué sirve eso? ¿A dónde buscan llevarnos con eso? O peor aún, ¿importa?

Veredicto

En resumen, ‘Criminal’ es un experimento arriesgado que por suerte, entretiene lo suficiente para desear el anuncio de una segunda temporada.  Las actuaciones logran el suficiente impacto para mantenernos enganchados y su guion ayuda a que eso suceda, sin embargo y a pesar de que no será una serie que agradara al público que le gusta la acción, el guion no ofrece un desarrollo de personajes, lo cual hace que pierda mucho más valor, por el único y exclusivo hecho de que logra que sin mucho esfuerzo podamos predecir las cosas.  Recomendada totalmente.

7 / 10

Hollywood nos tiene mal acostumbrado con respecto al cine de espías.  En su mayoría están cargadas de una acción exagerada, utensilios modernos de alta gama y muchas, pero muchas explosiones.  Pero la verdad es otra, y la vida de un agente secreto muy pocas veces se ve envuelta en este tipo de artilugios efectistas.

Por eso con el estreno de ‘El Espía’ (‘The Spy’), la mini serie de Netflix y a manos de Gideon Raff (‘Rescate en el Mar Rojo’) es lo más cercano a lo que un verdadero espía hace.  Basada en el personaje israelí, Eli Cohen, quien en la década de los 60’s se infiltro en las altas esferas políticas del gobierno Sirio bajo la identidad de Kamel Amin Thaabet, logrando conseguir información clasificada que le sirvió a Israel no solo para ganar una victoria en la “Guerra de los Seis Días” (Junio de 1967) sino que también lograron prevenir muchos ataques que pudieron ser de gran gravedad para Israel tanto en la ciudad como en su frontera.

La serie abarca desde el reclutamiento del agente secreto Eli Cohen, interpretado por un Sasha Baron Cohen fenomenal y que esperamos verlo continuamente en proyectos similares, hasta su fatídico final en Siria.  Un acierto impresionante por parte del director y guionista, es eliminar toda subtrama que no haga impacto en la historia central del personaje Cohen, evitándonos malos ratos y aburrimiento innecesarios.  Lo decimos porque el primer episodio suele ser algo tropezado y fácilmente puede alejar a cualquier persona que espere ver algo de acción desenfrenada.  Naturalmente el guión se toma ciertas licencias para ser más digerible y entretenido, pero sin caer en vulgaridades.

Porque la historia busca ser lo más real posible y que las situaciones puedan parecer reales.  Eli Cohen es un tipo casado, con las problemáticas del día a día, y con una familia ya establecida.  Su propósito, es meramente el patriotismo e interés por ser reconocido.  Algo que notamos desde el inicio de la serie, con la escena de la fiesta, en donde es confundido por un simple camarero.  Eli Cohen quería ser mas, ser recordado y admirado, y esa soberbia se ve en los últimos momentos del capítulo final.  Aquí la actuación de Cohen es soberbia y admirable, más para ser un hombre que viene totalmente de la comedia.

En lo técnico es maravillosa, aunque es bien cierto que hacen falta ciertos planos exteriores de la época para poder aprovecharla mejor y sentir esa tensión que existía entre las personas.  La fotografía de Itai Ne’eman (‘Tyrant’) juega entre los colores sobrios y alegres de una forma extraña pero placentera.  Uno que otro tributo a ‘Casablanca’ en el episodio final, y emulación del cine noir de los 50’s.  La música totalmente desapercibida por el francés Guillaume Roussel, que podía dar momentos de más tensión pero se siente abandonada.

Veredicto

‘El Espía’ es un entretenimiento garantizado y de buena calidad.  El guion está bien estructurado y la actuación de Sasha Baron Cohen es lo suficientemente atractiva y con una evolución de personajes de alto nivel.  Sin embargo tiene sus errores técnicos que le restan un poco al visionado, empañando un poco la serie.

7 / 10

Para 1986 Luc Besson salto a la fama con ‘Kamikaze’, película que produjo y escribió.  Pero un año antes había dirigido ‘Subway’ (difícil de encontrar), por lo que el talento del director ya era probado, al menos en Francia.

Después de eso Besson se convirtió en un director de culto y cada una de sus películas se han convertido, al igual que el director, en “películas de culto”.  ‘El Gran Azul’ en el 1988 que es toda una experiencia audiovisual de gran calibre.  Seguido de ‘Nikita’, que vuelve a dar duro mundialmente y que hace un antes y después.  En el 1994 llega con una de sus obras maestras: ‘Leon: El Profesional’ y luego, lo que a mi parecer es una de las mejores películas de ciencia ficción; ‘El Quinto Elemento’.

Después de ahí estreno ‘Juana de Arco’ con una Milla Jovovich infumable y desde entonces ha dado aciertos y fallos (muchos fallos).  En el 2014 llega con ‘Lucy’ que tuvo buena aceptación en taquilla pero no deja de ser un trabajo más falso y pretencioso y en el 2017 ‘Valerian Y La Ciudad de los Mil Planetas’.  En el caso de la película que nos compete, ‘Anna’ pues es todo lo contrario.  Es simple, facilona y en momentos poco creíble.

La nueva musa del director, Sasha Luss (quien inicio en ‘Valerian…’) no encaja en el papel y lo peor, le queda demasiado grande.  No es que exija demasiada complejidad una especie de espía asesina, sino que no engaña a nadie que Luss es lo que pregona, algo que Charlize Theron supo plasmar en ‘Atomic Blonde’ o Angelina Jolie en ‘Salt’.

Pero no solo Luss va flaqueando, también gran parte del cast no funciona en ningún momento.  Punto aparte con las actuaciones de Luke Evans, Cilian Murphy y Helen Mirren, quienes brindan lo mejor que tienen con el despropósito que se le ha entregado.  A lo que nos referimos en estos momentos es a su selección en el cast.  Para poner un ejemplo más claro, Besson selecciono en ‘Nikita’ a Tchéky Karyo para el papel del frio agente que le pisa los talones a la protagonista y el cual siente alguna atracción sexual.  Un personaje frio y calculador, y que transmite eso.  En ‘Anna’ ha optado por un Luke Evans confundido y que no transmite frialdad.

Helen Mirren desaprovechada totalmente con un look que parece sacada a Edna Moda de ‘Los Increíbles’.  Una rusa que no habla ruso con los rusos y una agente en cubierto que no pasa de discreta.  Su personaje tiene peso en la trama pero nada de gracia.

La música del grandioso Eric Serra en momentos es grandiosa y en otros olvidable.  Como si buscara cuadrar entre ‘Goldeneye’, ‘Leon: El Profesional’ y ‘Nikita’.  La dirección de Besson es fría y sencilla.  En las escenas de acción (demasiado pocas) hay ligeros cambios pero no lo suficientes como amerita una película de acción de hoy en dia.  Y el guion es malo.  Muy malo.  Y aquí hay algo interesante.  Anteriormente mencione que ‘Lucy’ es pretenciosa y eso le hace la primera vez, ver a donde te lleva.  Cuando acabas te das cuenta de que es pero mientras tanto te dejas llevar.  Esta carece de eso.  No te motiva absolutamente nada.  Al espectador se le “oculta” todo para luego querer “sorprenderlo” pero no funciona en lo más mínimo.

Veredicto

‘Anna’ es casi mala totalmente.  Es una película más del montón que no presenta doble lectura o amerite análisis.  Es algo que puedes ver tranquilamente un domingo aburrido si no encuentras nada que ver y quieres algo para dormir, o fácilmente puedes pasar de ella y a final del año nadie te dirá que te has perdido algo.  Lo doloroso es ver a Luc Besson fallar otra vez.

2 / 10

En el 2017 Warner Bros estreno ‘It’.  Película basada en el famoso libro de Stephen King sobre un payaso que atormenta a unas personas.  La película, al igual que la versión de los 90’s y el libro, estaba dividida en dos partes, sin embargo la diferencia que tomo Andy Muschietti, el director, ha sido dedicarse exclusivamente al desarrollo de los personajes infantiles en la primera parte.

La película contaba con un cast de niños impresionante que no tenían problema en mostrar su química en la pantalla.  También un Bill Skarsgard desatado, interpretando al perturbador payaso Pennywise y momentos bien logrados, pero aun así no era lo suficientemente interesante para mantenernos queriendo ver más.  Entretenida pero olvidable.  Ahora en el 2019 ha llegado la segunda parte de esta historia y aunque es mejor que la primera, no es buena como pelicula.

Primero sus puntos buenos; nuevamente el cast cumple por creces.  James McAvoy esta genial, Jessica Chastain brilla, Andy Bean fenomenal y todos los demás tienen sus puntos buenos.  Destacan Bill Hader que puede ser gracioso y emotivo al mismo tiempo, y naturalmente, Bill Skarsgard otra vez.  Sus cambios de voces, sus risas, sus miradas y hasta su forma de moverse le da un toque personal pero macabro al personaje, adueñándose totalmente de él y dando por hecho que es hasta la fecha, uno de los mejores villanos de película de terror.

Otro punto a favor (y muy agradecido) es el hecho de que el director, Andy Muschietti es totalmente capaz e ingenioso de plasmarnos imágenes perturbadoras e incomodas.  El director lograr momentos tan impresionantes como la escena de la vieja en la casa.  En donde a pesar de haber visto la escena en el teaser, aquí tiene un cambio que nos hacer una mueca en la cara como si estuviésemos comiendo un limón.  Pero no se queda ahí y evoluciona constantemente.  Esperamos los sustos (jumpscare) pero pueden venir con algo tan macabro como simple.

Y a partir de aquí, vienen los puntos malos.  Y el principal de ellos es el desarrollo de personajes.  Richie y Eddie (Bill Hader y James Ransome) son los únicos desarrollados aquí.  Sabemos sus miedos, sabemos sus secretos e incluso nos presentan sus puntos fuertes y débiles.  Como se sienten ante el miedo y como llegan a sentir (ligeramente) superarlo.  Pero después de ahí, no nos queda más nada.  El personaje de James McAvoy sigue sufriendo por su hermano pero solo en algunos momentos.  En otros se olvida totalmente hasta de tartamudear.  Jay Ryan, Jessica Chastain o Andy Bean a pesar de lograr grandes actuaciones, el desarrollo en sus historias está olvidado completamente.  Y se nota más cuando tienen que lograr interés en un triángulo amoroso forzado con Beverly, Bill y Ben o cuando quieren que creamos el secreto de Richie (que se siente pegado a la fuerza al no ser ni mencionado en la primera).

Pero el guion no solo se encarga de no hacer ningún desarrollo en los personajes, sino que también comete el gravísimo error de hacer cambios de tonos en la historia bastante disonantes.  En momentos es humor, pero en momentos es terror.  Tiene un afán de marcar comedia involuntaria que parece que el director no sabe bien por dónde tirar.

Pero el plato fuerte de la molestia en esta película, se lo lleva el exceso de su duración.  Es tan larga que pierdes interés en todo.  Llega un momento en la película que solo quieres que acabe para irte.  Aquí pasan tantas cosas una detrás de otra, que para la mitad te estas preguntando como es que nadie se ha dado cuenta de algo.

Pierde demasiado tiempo buscando crear escenas con miedo o perturbadoras que se olvida de crear un desarrollo en los protagonistas, o hasta en la misma historia a pesar de ser una adaptación.

Veredicto

Casi tres horas son innecesarias y más cuando optas por dar demasiados flashbacks y escenas que no aportan a la trama.  Aburre menos que la primera, pero el exceso en su duración logra que canse lo suficiente para querer que acabe lo más pronto posible.  Las actuaciones geniales y los cameos y referencias, pero ‘It: Chapter Two’ en su guion y parte de la dirección fallan logrando un coctel insoportable.

4 / 10