Sam Mendes es un director con una trayectoria muy peculiar, porque a pesar de tener grandes películas nunca ha sido un director que llevará personas en masas a las salas de cine.  Era así hasta “James Bond 007: Skyfall” la cual representó un lavado de cara al famoso agente británico y un cambio radical (pero sutil) a todo lo que se había visto del personaje y su universo.

Ahora el director ha vuelto con algo que ha llamado la atención de todo el mundo.  “1917” es una película “con un solo plano secuencia” y ponemos las comillas porque en realidad tiene uno que otro corte bien suave.  Esto es lo que hace grande a la película. Mendes nos sumerge en una guerra, creando situaciones y conflictos bien trabajados y con un apartado técnico de tal magnitud que hace de esta experiencia como una de las mejores.  Sin duda alguna no son una ni dos veces que una escena nos dejaba con la respiración entrecortada y sentir como si realmente estuviésemos ahí.

Pero lo más importante para nosotros (lo cual hemos mencionado muchas veces) es el guión de la película y en el caso de “1917” el guión decepciona.

La historia no va a ningún lado, y su única premisa es ir del punto A al punto B, y (aquí viene lo espinoso) con esa premisa (que no tiene profundidad) es una exageración la duración de la película, lo cual nos lleva a la conclusión de que todo eso es simplemente para el lucimiento técnico de la película, el cual es impecable.

Irónicamente el plano secuencia es lo que ha hecho que el guión se haga más difícil de tragar, porque donde pudo haber un mejor desarrollo, el plano secuencia lo limita, logrando un resultado totalmente irregular.

Veredicto

A pesar del excelente apartado técnico, logrando una fotografía impecable por parte de Deakins y con una dirección magistral en un plano secuencia, la película “1917” se queda corta con un guión demasiado simple y vacío que por momentos nos hace pensar en el tiempo que faltaba para acabar la película.

7 / 10

Nominada a 3 premios Oscars, la película de Jay Roach, director especializado en comedias, no logra ser lo suficientemente ácida, mordaz y fuerte que uno esperaba que fuese por un guión que se siente totalmente forzado.  La dirección buscando parecer un falso documental abruma y lo demás del apartado técnico no destaca lo suficiente para ser meritoria de elogios.

Comenzando con Margot Robbie quien hace un buen papel pero que para ser honestos se le nota más esfuerzo cuando hace de Harley Quinn.  Nicole Kidman no está nada mal pero tampoco se le saca provecho, siendo Charlize Theron quien sepa aprovechar mejor la situación (el guión le ayuda a ello) y destacar más que sus compañeras de reparto (en donde se desperdicia a una Kate McKinnon que tenía potencial para ser más que la sidekick de Robbie y una Allison Janey que ni les cuento).

Pero lo destacable es el maquillaje.  Y es que el equipo liderado por la japonesa Kazuhiro Tsuji brilla por la perfección.  Tsuji quien viene trabajando desde inicio de los 90’s logra que todos los involucrados sean lo más exactos a sus contrapartes reales.  Charlize Theron es Megyn Kelly y Nicole Kidman es Gretchen Carlson por mencionar dos casos.

Sin embargo el fallo grave, como mencionamos arriba está en su guión (y en parte de su dirección) quien limita todo un movimiento de valentía para denunciar este caso en una simple demanda por dinero (aunque la película se enfoque en decirnos que así fue al final de esta, nos hace creer desde el inicio que no es así) y deja en el aire otros puntos que hubiese sido más interesantes para tomar en cuenta (cómo afectó la presión social en este caso, como las víctimas sufren al ver que sus compañeros la victimizan discriminadamente, como la ambición de muchos es capaz de traicionar y hacerse de la vista gorda, entre otras).

Veredicto

“Bombshell” entretiene, pero no profundiza en nada respecto al caso que plantea y se queda en tierra de nadie.  Con buenas actuaciones (pero no memorables) y un maquillaje extraordinario, la película, lamentablemente, será olvidada rápidamente.

5 / 10

La primera temporada de “Sex Education” fue toda una revolución.  La primera temporada conquistó a muchos por su naturalidad en hablar temas relacionados con el placer sexual de los jóvenes y la salud sin tener mínima vergüenza y muy adaptada a estos tiempos.  Los personajes, las situaciones y todo lo que rodea a la serie de Netflix era un acierto. Y aun en sus pequeños errores que era no ir más allá de temas sexuales (y cuando lo intentaba fallaba) la serie no podía ser más placentera.

Por eso cuando se anunció la segunda temporada el reto era más grande.  ¿Podía la serie cumplir las expectativas o superarlas? Por suerte para todos, las cumple y mejora la experiencia.  Porque ahora todos (adultos y adolescentes) tienen algo que aprender.

Esta temporada tiene dos puntos demasiado buenos y que supieron aprovechar (y mejorar) con respecto a la temporada pasada.  El primero es aprovechar a los secundarios.

Sabemos que Otis es el personaje principal y la historia “gira” a su alrededor, pero los guionistas aprovechan para desarrollar con todo el lujo posible a los secundarios como son Eric, Maeve, Adam e incluso Jackson Aimee y hasta Jean, la madre de Otis.  Todos tienen sus momentos de brillo y desarrollo que los elevan a una mejoría tanto para la serie como para los personajes.

El otro punto es aprovechar para mencionar otros temas que no sean los sexuales.  Temas tan importantes como el miedo al rechazo, las molestias después de una ruptura o simplemente el desahogo ante las frustraciones, son los temas que la serie maneja de una forma muy bien desarrollada.

Es de agradecer el enfoque femenino que presenta en unos cuantos capítulos (siendo el número siete el mejor de todos).

A la serie le falta mucho por recorrer.  Más riesgos que tomar y más énfasis en otros personajes igual de interesantes, pero, en resumidas cuentas, esta temporada dos funciona y es un entretenimiento asegurado.

Veredicto

Netflix al igual que el año pasado sorprende con esta serie que no tiene pelos en la lengua y expone todo lo relacionado a sexualidad se refiere de una manera muy interesante.  Los personajes son divertidos y están bien desarrollados, y la amistad de Otis y Eric sigue siendo una de las mejores amistades de series actuales.

7 / 10

Tiene algo de poético el hecho de que la franquicia de “Bad Boys” tenga a los mismos protagonistas en tres tiempos distintos en tres películas.  Es como si estuviésemos viendo el inicio de estos compañeros en el departamento de policía con aquel caso en donde una hermosa Tea Leoni era testigo de un asesinato (1995), para luego ver la secuela donde ellos son más adultos, pero igual de inmaduros resolviendo un caso de narcotráfico en plena Miami (2003) y ahora ver a los mismos inmaduros policías más viejos contra un asesino y narcotraficante que busca venganza.

Admito que no somos los únicos que fuimos esperando lo peor al cine, porque esta saga además de llegar tarde tampoco tenía gran cosa que contar además de las exageraciones del mismo Michael Bay (director que aquí “no” está) y de la nostalgia de la primera.  Sin embargo, grata ha sido la sorpresa al encontrarnos con una película totalmente entretenida, que no pierde su esencia y (lo mejor) que funciona como un cierre perfecto a las aventuras policiales de Mike Lowrey (Will Smith) y Marcus Burnett (Martin Lawrence).

Y es que el guión de “Bad Boys For Life” escrito por Joe Carnahan (seguimos sin entender porque no la dirigió pero tampoco hizo falta), Peter Craig y Chris Bremmer está muy bien hecho, porque por un lado nos presenta una motivación del villano que va creciendo y desarrollando de manera interesante (al igual que sus métodos de ataque son bastante llamativos) y por otro lado desarrolla a nuestros héroes, que más que ser “tipos duros de acción” se convierten en humanos que quieren ser “tipos duros de acción”.  Mike (Will Smith) aferrándose a sus días de gloria y buscando cualquier momento para no sentir que el tiempo le juega en contra y Marcus (Martin Lawrence) buscando desesperadamente su jubilación y tranquilidad (algo con lo que se jugó un poquito en la segunda parte) dando una evolución emocional y profesional a los personajes.  Señores, esto es desarrollo.

Y este desarrollo es llevado tras las cámaras por Adil El Arbi y Bilall Fallah, quienes hacen su mejor esfuerzo en este primer gran trabajo que tienen, pero que falla por momentos.  Y falla porque buscan emular a Michael Bay, que por más que se le critique este director sabe llevar todo a unos límites que parecen mentira (si alguien lo duda puede ver “6 Underground” y leer nuestra crítica AQUÍ).  El frenesís y espectacularidad baja para darle prioridad a la acción y la comedia más medida y reposada.  Y aunque este sea el punto más bajo de la película, y repetimos, no es porque no funciona, sino porque busca emular un estilo que no tienen, se siente fresca.  Aunque visto en perspectiva tiene sentido el estado pausado ya que se asemeja al conflicto de los personajes.

Evitaremos caer en destacar más elementos y atacar otros, y solo decir que Bad Boys es un entretenimiento digno y muy agradable para iniciar el año.  Los más fans podrán encontrarla como excelente cierre y entretenida película y los que no, pues tampoco pasarán mal rato. Y si lo pasas mal, pues, ¿Qué haces viendo “Bad Boys For Life” sabiendo a qué vas?

Veredicto

Extrañamente es una película muy disfrutable que cierra con buena cara las historias de Will Smith y Martin Lawrence pero que fácilmente puede seguir siendo explotada.  La dirección falla un poquito cuando trata de parecerse a lo logrado por Michael Bay pero no lo suficiente para que salgas de la sala con mala cara. Esto es un espectáculo que te invita a pasarlo bien y lo logra.

Es muy difícil lograr hacer humor con el horror, y más en esta época.  El director Taika Waititi lo ha hecho con su nueva película “Jojo Rabbit” que narra la vida de Jojo Betzler, quien es un niño alemán y nazi que tiene de amigo imaginario a Hitler y que desea salir a la guerra y odia a los judíos.  Más negro de ahí no podía ser, pero, aunque suene así no se preocupen que la película es totalmente accesible. Nos explicamos con mucho detalle (pero sin spoilers).

Parodiar a los nazis no es nada nuevo, pero tomar el antisemitismo nazi durante el Tercer Reich para hacer un análisis dramático sobre el racismo en esa época es tal vez uno de los puntos más ingeniosos de la película, aunque con ligeras sombras y falta de irreverencia.  Porque la película trata de ir lejos, lanzar fuertes críticas actuales, pero solo las menciona por encima para rápidamente taparla con un sketch quedando el resultado bastante blanco en cuestiones de humor. En el drama pues es mayormente interesante utilizando el personaje ficticio de Jojo como función de contrapunto para retratar el conflicto psicológico del niño y dando cierta progresión temática a la relación de Jojo y Elsa, cruzando varios matices desde la sensible hasta la inocente.

Las actuaciones son muy buenas destacando a Thomasin McKenzie como Elsa, Roman Griffin Davis como Jojo y Taika Waititi con un Hitler descolocado (dando lo mejor en la escena final donde pierde el control).  Sam Rockwell y Scarlett Johansson están brutales en el poco tiempo que salen destacando la escena drag de Rockwell y en Johansson la escena donde hace de madre y padre en la cena. Dicho esto, para nosotros quien tiene el magnetismo para generar sentimientos en el público es Archie Yates como el mejor amigo de Jojo llamado Yorki (sin apellido alguno) quien se lleva varios diálogos ácidos.  En cuanto a los demás pues, están ahí sin más. Alfie Allen apenas tiene dos escenas con diálogos y Rebel Wilson hace el mismo papel que tiene repitiendo desde hace más de cinco años.

La factura técnica es sin duda otro de los fuertes de esta película y en el que se conoce el talento del director.  Encuadres simétricos, cámaras estáticas, montajes al servicio de la comedia, muchos pero muchos primerísimos primer planos y una fotografía que remarca la suciedad de la guerra pero con el colorido que todo niño ve (mientras Jojo está solo o con Yorki o su madre, la paleta de colores es brillante, pero mientras esta con Elsa hay una mezcla de colores brillantes por parte de Jojo y de colores pálidos por parte de Elsa, rompiendo esa estética colorida cuando Jojo experimenta su primer gran dolor y llegando a estar a la par con Elsa cuando vive su segundo gran dolor).

Veredicto

En resumen, “Jojo Rabbit” es la “Green Book” o “Philomena” de este año.  Agradable en su historia, con actuaciones sólidas y calidad en su comedia a pesar de ir a lo seguro.  Lastimosamente hubiese quedado mejor con más humor negro. Sin buscar provocar, la película maneja varios mensajes bien interesantes y ataca fuertemente otros como el racismo, el abuso o la violencia.

7 / 10

A pesar de que es cierto que las cadenas están buscando emular el éxito de la serie de “Game of Thrones”, hay que tener en cuenta que no todo género de fantasía épica es “Game of Thrones”.  La serie de Netflix llamada “The Witcher” que son una adaptación de los libros de Andrzej Sapkowski, de los cuales tienen hasta un videojuego (muy bueno por cierto), es una historia que no tiene ni el más mínimo sentido comparar con lo creado por HBO basado en los libros de George RR Martin.  Dicho esto, pues comencemos.

Hay que agradecerle a Netflix y a todo el implicado en querer hacer algo lo más fiel posible al libro pero sabiendo que los juegos han influido en la visión del fan y que aunque ellos digan que no tomaron referencias, con algunos visionados es más que obvio que si lo hicieron.  Henry Cavill es Geralt de Rivia tanto en libros como en juego. Al igual que Joey Batey es Jaskier. En actuaciones todos están muy bien a pesar de que algunos se salgan de la visión creada por el autor y que Netflix como Lauren Schmidt Hissrich (la creadora de la serie) se tomaron la molestia de cambiar a su antojo.

La fotografía, la música y la edición son una maravilla técnica que se le agradece.  Esos hermosos planos con tonos oscuros o tonos muy claros, como los del tercer capítulo en conjunto con una hermosa música a manos de Sonya Belousova, son un deleite audiovisual a la altura.

Lastima que todo eso se vea empañado con un guión confuso y una dirección errática.  Debemos llegar hasta el cuarto capítulo para poder entender la línea de tiempo que nos están planteando y aun así mantenemos ciertas dudas, porque los flashbacks y los saltos temporales, son presentados de la misma forma y con los mismos tonos que es difícil no saber cuando algo es actual o cuando es pasado.

Al fin y al cabo, es entretenimiento de calidad.  Actuaciones bien agradables aunque tiene algunos personajes que son desastrosas.  Henry Cavill como Geralt de Rivia, Joey Batey como Jaskier y Anya Chalotra como Yennefer tienen sus luces y sombras bien definidas, aunque el guión en momentos no juega a favor de ellos (principalmente de Yennefer).  Con unos efectos buenos y malos, los cuales por suerte, en sus peores momentos, la fotografía ayuda a tapar.

Veredicto

En conclusion, “The Witcher” no va nada mal, pero le falta madurar y afinar ciertos puntos del guión y su estructura, pero como entretenimiento, funciona.  No reemplazará a “Game of Thrones” pero si mejora, puede abrirse su propio hueco.

7 / 10

Sin muchos rodeos, el final de la saga de los Skywalkers que inició hace 40 años, de esta peculiar familia que eran los guías de la luz en medio de una oscuridad tremenda, pues es flojo (no se acerca a ser decente) y muy vago.

JJ Abrams pasa parte de la película queriendo crear un nuevo misterio (que debe terminarlo antes de acabar la película), buscando la forma de recuperar los misterios del Episodio VII y tratando de arreglar los cambios del Episodio VIII.  Y a pesar de la difícil tarea, JJ se las ingenia para lograrlo, pero ¿funciona?, pues en algunos momentos no funciona. Porque de nada sirve cerrar arcos si lo hace mal.  Hay escenas que no cuadran con lo que hemos visto o con lo que veremos, y en muchos momentos, parece como si fuesen varios guiones y varios montajes de película en una sola.

En el renglón de los efectos especiales, pues es normal que Disney invierta en crear algo destacable.  Los efectos son totalmente geniales, brindando un sin número de planos que son una maravilla audiovisual, y que las mismas hacen compás con una banda sonora a mano del ya veterano John Williams quien conoce a la perfección este impresionante universo y sus personajes, logrando una conexión con mucha empatía por parte del personaje y sus sentimientos.

Las actuaciones tampoco están mal, que no era algo de qué preocuparse en este tipo de películas y en esta saga en general.  Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Issac y los demás cumplen con mucha gracia con sus personajes.

El problema de la saga radica en su guión que es desastroso.  Momentos de comedia infantil, personajes poco desarrollados, situaciones sin desarrollar, resoluciones incompletas o muy mal resueltas.  La historia se nota que ha venido arrastrando unos problemas que vienen desde el Episodio VII (¿de dónde Rey tiene esa fuerza? ¿Por qué el casco de Kylo Ren? ¿De donde la Primera Orden tiene ese poder cuando fue reducida al final del Episodio VI?) pero también tiene los problemas que el Episodio VIII ha creado (la muerte del villano principal, los padres de Rey, los cambios de Luke) y esto hace que se sienta difícil de seguir en cuestión de historia, y de paso, que debe llenar con un exagerado de batallas que muchas se sienten innecesarias.

En definitiva, Star Wars Episodio IX: El Ascenso de los Skywalkers es una película que busca contentar a todos, desde los fans que se molestaron con el Episodio VIII como los fans que le gusto ese mismo episodio.  La épica narrativa es reducida a una épica visual que agota en muchos momentos y que no parecen tener el más mínimo sentido, en conjunto con muchas otras escenas de la película, que le quitan protagonismo al desarrollo en general.  Hubiese funcionado a la perfección, si no estuviésemos hablando de una saga que carga con un universo rico en detalles e historias y con más de 30 años de vigencia.

Veredicto

Insustancial, floja y en momentos sin sentido, es lo que brinda esta película de Star Wars que busca complacer a los fans de la anterior película y recuperar a los fans que se molestaron.  El guión es totalmente vacío y sin ninguna de las características principales de la saga como son la lucha entre el bien y el mal en un aspecto espiritual y psicológico, la corrupción del poder o sencillamente la batalla entre Jedis y Siths.  JJ Abrams y Disney logran una película que puede entretener en un gran parte del filme, pero no pasa de ahí.

4 / 10

Un famoso escritor de obras detectivescas llamado Harlan Thrombey (Christopher Plummer) amanece muerto el día siguiente de su cumpleaños, aparentemente suicidio, pero el detective Benoit Blanc (Daniel Craig) duda de toda evidencia que lleve a ese análisis, por lo que decide investigar con cada miembro de la familia que estuvo presente el día del cumpleaños de Harlan.

Rian Johnson vuelve a crear algo original escrito y dirigido por él.  Después de la tan comentada ´Star Wars Episodio VIII: El Último Jedi´, Johnson ha estado en todos los ojos posibles, más que nada por la tan hablada trilogía de Star Wars que está preparando.  Nos alegra mucho que antes de eso podamos ver algo lejos de ese universo gigantesco que es difícil de controlar (tanto por los fans como por los mismos personajes).

La película cuenta con un sin número de actores de renombre que se pasean por la pantalla con una gracia increíble, teniendo momentos brillantes y con un estilo único, pero dejando lamentablemente a los secundarios muy alejados y no dejando que se eleven como la trama y el guión aparentemente dictan que suceda.  Y aunque parezca extraño, los más interesantes y que se comen la pantalla son Daniel Craig y Ana de Armas, ya que tienen un desarrollo espectacular y único y estos son los que, a simple vista, no parecen ser trascendentales, además de que, sin dudar de su calidad actoral, se pensaría que Toni Collette, Jamie Lee Curtis o Michael Shannon serían los que se lleven las mejores actuaciones y situaciones.

El guión no es sorpresa que homenajea a la afamada escritora de novelas de detectives Agatha Christie.  ´Knife Out´ tiene los elementos básicos del thriller, pero con cierta frescura, tratando de salir de todo el cliché posible pero le cuesta.  Además de tener momentos brillantes con diálogos sarcásticos e hilarantes, el humor suele hacer acto de presencia y ya para el segundo acto, cansa un poco.  Es un análisis donde se toma los mejores recursos del thriller policiaco, dando muchos giros y varias revelaciones, pero sin dejar atrás el componente crítica, esta vez a una sociedad donde se enfoca en atacar la irresponsabilidad de las personas al creer que los demás tienen la culpa de los problemas de otros y la politica.

En definitiva ´Knive Out´ es una película divertida que no pierde el ritmo en ningún momento.  Los actores lo pasan de maravilla y se siente fuera de pantalla. Su historia no es nueva y a veces puede pecar de simplista.

Veredicto

Rian Johnson vuelve con un guión que homenajea al cine noir y a Agatha Christie, mezclando tonos de comedia.  Sus actuaciones son interesantes y su puesta en escena por igual, pero llegan momentos que por mas que quieran ocultar algo, el director no se lo permite.

7 / 10

Damon Lindelof ha dicho varias veces, desde que se anunció este proyecto, que esta historia no tiene nada que ver con la adaptación de Zack Snyder, que no es una precuela, tampoco que es una adaptación de la obra original.  Más bien ha dicho que “es una realidad alternativa que funciona como secuela, pero muy alejada de la obra original”.

La obra original de Moore retrata a los héroes como un grupo de inadaptados que creían que hacían el bien por ir enmascarados golpeando a quienes ellos entendían que eran villanos (como bien explican en la obra original, sobre aquel “villano” que robaba solo para que lo golpearan porque resulta que era masoquista).  Moore habla sobre muchos temas que, a palabras del mismo autor, las personas malinterpretan.  Zack Snyder era uno de esos que mal interpretaron la obra original y nos dio una película (divertida y buena) de superhéroes.  Elimina todo el concepto filosófico que rodeaba la obra de Alan Moore y daba rienda suelta al efectismo y al thriller barato pero funcional.  Lindelof llegó para decir que él, sí entendía la obra original y esperábamos que fuese así.

La serie de HBO rebosa de calidad casi en todos los sentidos.  En cuestiones de actuación Regina King como Sister Night es fenomenal, Jeremy Irons no se queda atrás dando momentos histriónicos hasta más no poder (la obra de teatro dejara a mas de uno descolocado y sin saber donde poner los ojos).  Seguidos de Don Johnson, Yahya Abdul-Mateen II o Louis Gossett Jr, que van muy correctos en sus papeles, sin embargo, las joyas y aplausos se los llevan Tim Blake Nilson como el “héroe” Looking Glass y Jean Smart como la agente del FBI Laurie Blake quienes no solo convencen con actuaciones de primer nivel sino que tienen también un desarrollo impecable.  Lindelof y los guionistas se esmeran con estos dos personajes y se nota.

Y este es el problema de la serie (el principal y unico, en realidad) que tiene la serie de HBO.  El desarrollo de estos dos personajes se debe a un guión que solo se enfoca en tres cosas fundamentales: la primera, es en tratar de traer temas sociales actuales para plasmarlos en la serie y (tratar de) desarrollarlos, a veces por encima (hace una mención a la homosexualidad pero sin desarrollo alguno y parece que es más por darle un giro radical a un personaje pero sin fundamento alguno) y otras veces mejor trabajado pero con un pretenciosidad pasmosa (manejan la soledad con el personaje de Jean pero lleno de diálogos vacíos que no van a ningún lado y parecen sacados de un libro de superación personal).

El segundo punto es querer desarrollar solo a dos personajes, dejándole todo el peso de la trama a los ellos.  Y eso sucede porque son los únicos que les da un capitulo para que podamos entenderlos. No se confundan, que entendemos que hay capítulos de otros personajes, como por ejemplo el de el abuelo de Ángela o Dr Manhattan, pero recordemos que este capítulo está manejado desde el punto de vista del abuelo como el de Manhattan desde una perspectiva ambigua de los personajes.  Además de que es un capítulo que no funciona para desarrollar al personaje, si no para desarrollar la historia.

El tercer punto y no menos importante, es la necesidad de Lindelof de que esto sea “WATCHMEN”.  Han pasado 34 años después de la historia original (en la serie), pero aun así se la apañan para regalarnos una escena de Doctor Manhattan, e incluso darnos guiños por doquier durante toda la serie.  Pero no es el único, que también tenemos menciones para Búho Nocturno, menciones y referencias para Rorschach, Ozymandias (que tiene su arco) y uno que otro personaje original que ande por ahí (el vendedor de periódicos, el pulpo o el psiquiatra).  Y el interés del creador de la serie es tal, que sus diseños y descripciones de personajes son todo un reflejo de las originales.

A todo esto, tenemos una banda sonora que a veces raya en lo bizarro con tonalidades electrónicas que son parte de la marca de Trent Reznor (el compositor de la banda sonora y vocalista de Nine Inch Nails) pero que aquí es difícil de atrapar, tanto por la ambientación de la serie como sus temas y personajes.

Y a pesar de que a partir del capítulo cinco la serie empieza a tomar forma (los demás son un sin número de misterios y preguntas que va dejando el guionista de forma alegre), la verdad es que se siente improvisaciones y muchas lagunas de la historia.  Amamos la novela gráfica de Alan Moore. Amamos la intención de HBO y de Lindelof, y aseguramos que esta serie debe verse por su excelente calidad técnica, pero el guión resulta ser una piedra en su camino a la perfección.

Veredicto

HBO y su personal demostró no conocer lo que Alan Moore plasmó en su mítico cómic, sin embargo, lo que plantean Lindelof no es descabellado, pero sí forzado.  El guión está lleno de elementos marca del autor, como misterios sin resolver, personajes que entran y salen y muchas cosas más, dejando un amargo sabor a los que buscaban una critica mas acida como la construida por Moore.  No es la mejor serie del año como se esperaba, pero tampoco es lo más desastroso que se ha hecho. Solo es una serie que cree ser transgresora pero no es más que otro entretenimiento vacío.

6 / 10

Hace un tiempo en una conversación, alguien me había dicho que el GTA 5 (el videojuego) parecía un juego sacado de la mente de Michael Bay.  Bueno, para ser honestos, lo hemos jugado y terminado (así es señores, hemos terminado la historia) es la experiencia más Michael Bay que se puede sacar en video juegos.  Y viendo esta película, no tuvimos reparo en decir para nuestro interior “esto puede hacerse en GTA”.

Michael Bay puede ser criticado por muchas cosas, pero ha demostrado ser un maestro en lo que a Hollywood le interesa: ser rentable.  La saga “Transformers” es un espectáculo grotesco e inentendible visualmente, pero que a más de uno les compro la idea, no una, ni dos, ni tres veces.  ¡CINCO VECES! Y la verdad también hay que decirla, el director no tiene productos tan malos. “Bad Boys” (1995), “The Rock” (1996), “Pain and Gain” (2013) son ejemplos de un cine super entretenido y que puede pasar de largo en esos días que no hay nada que ver y solo quieres sonreír un poco sin nada que te haga pensar demasiado (porque, aunque no lo crean, uno está pendiente a todo el entresijo de la película por más absurda que sea).  Y de paso, él ha creado un estilo propio que ha gustado a muchos.

Pero para zanjar cosas, vamos a decirlo claro: si estas buscando un argumento del porque sucede lo que sucede, o al menos un desarrollo de algún personaje, o, es más, si buscas, aunque sea algo de profundidad o desarrollo de lo que sea, pues quita esta película y busca “Marriage Story” o “El Irlandés” (y dando click al nombre puedes leer nuestra crítica de esas dos) que están en Netflix y son dos joyas.  Pero si lo que buscas es pasar un rato divertido viendo como Michael Bay se supera en cada escena destruyendo todo a su paso, pues termina nuestra reseña (libre de spoilers) y luego ve a ver la película que te dará dos horas de diversión.

El director a los pocos minutos de iniciar la película ya da rienda suelta a la locura y cada escena es distinta a la otra, cruzando a los extremos más salvajes que se les pueda ocurrir en una película de acción.  Porque Bay toma el presupuesto de Netflix (unos 150 millones de dólares) y lo exprime al máximo.  Sabe sacarle provecho desde que inicia hasta que termina.

Lo que les sucede a los personajes principales no importa tanto porque apenas sabemos quienes son.  Ryan Reynolds hace de Ryan Reynolds, pero ojo, a pesar de que no nos importen, el guión de Paul Wernick y Rhet Reese (los encargados de “Deadpool” 1 y 2 y también “Zombieland” 1 y 2) saben sacar un espacio para crear lazos entre ellos, principalmente cuando aparece Corey Hawkins, que no sabemos el porqué aparece y se une al grupo, pero si le suma al carisma general.

Como dijimos, llena de acción exagerada, de un humor verde y negro (por suerte no hay humor estúpido, pero sí diálogos estúpidos), de una edición frenética llena de transiciones salvajes y muchas, pero muchas balas y explosiones.  Si te dejas llevar, pues terminaras viendo los créditos iniciales y riéndote de que pasaron dos horas sin darte cuenta.  Porque “6 en la Sombra” sabe que es un disparate, y no lo esconde.  Al contrario, lo expone con mucho orgullo. Y como siempre, no podían faltar las hermosas escenas de Michael Bay en los atardeceres.  Una delicia que este señor nos regala en todas sus películas.

Veredicto

“6 en la Sombra” no tiene sentido alguno.  Es una película exagerada y estrambótica que constantemente esta agregando escenas de acción para el disfrute del espectador.  En pocas palabras es un videoclip de larga duración. Para pasar el rato, pues vale la pena intentarlo, pero si se busca un cine, al menos con un ligero sentido, pues no pierdas tu tiempo con esto.

4 / 10