“Deadpool & Wolverine” no es una sátira completa como es “The Boys” porque ya el personaje baila en un ámbito de comedia paródica llena de metamensajes.

Marvel lleva a su personaje más políticamente incorrecto a la pantalla, en lo que parece un esfuerzo de la casa productora por despertar el interés del público que ha ido cayendo en desde hace un tiempo, con un film bastante entretenido y divertido lleno de sorpresas y buenos momentos, pero que en su tiempo de duración, parece perderse y desaprovechar.

Deadpool & Wolverine

El trailer es un poco engañoso en lo que a la historia se refiere, y me hace creer que es para despistar al público, pero después de finalizarlo, no estoy muy seguro de si esa era la decisión del estudio.  En dado caso, básicamente la historia es esa: Wade Wilson es obligado por la TVA (Time Variance Authority, aquella organización del tiempo que conocimos en “Loki”) a buscar a Wolverine en un multiverso X para poder salvar otros mundos.  “Deadpool & Wolverine”, a pesar de su nombre, solo tiene como protagonista a Deadpool, ya que el X-men favorito ocupa un lugar bastante secundario, algo que le juega bastante en contra.  Y por si fuera poco le añaden un componente al personaje que lo hace aún más difícil de digerir y que hace que el bromance no fluya como debería.  Ahora bien, volver a ver a Hugh Jackman en el personaje es divertido y se nota, que esta vez, si se lo pasó en grande y lo ha disfrutado, logrando uno que otro momento que puedo apostar que han sido improvisados.  Emma Corrin como la villana Cassandra Nova es interesante, aunque como cualquier villano de Marvel, está solo para crearle problemas a los héroes pero se hace bastante olvidable.  Ryan Reynolds hace lo que siempre ha sabido hacer: burlarse de todo.  Nunca he puesto en duda su nivel actoral, pero aquí no lo necesita.

En cuanto al guión, pues está lleno de metacine que en inicio es divertido y hasta ingenioso, pero después de hora y media se hace pesado y solo esperas que todo avance.  En el inicio de esta reseña hice mención a “The Boys”, serie de Amazon Prime sobre unos superhéroes y es porque alguien dentro de la sala me hizo esta comparación de que debió ser “más como esa” y la verdad que no.  Debo defender que el personaje de Deadpool es tal cual está en los cómics, y lo de la serie de Prime no es ni comparable, pero dicho esto, si estoy de acuerdo en que dos horas de esto llega a cansar.  Lo que pudo ser una hora y media, o una hora y veinte minutos, se convierte en dos sin necesidad.

Habrá quienes aplaudan fervientemente todo el fanservices que la nueva película de Marvel quiera dar (ya que no aprovecharon NADA a Doctor Strange and the Multiverse of Madness y esto sigue afectandoles) pero la forma de hacerlo llega a ser burdo.  Ya no es una sorpresa curiosa como hicieron en la segunda parte cuando Deadpool abre una puerta y se ven a los X-Men reunidos y sorprendidos porque les interrumpen.  Ahora está ahí, con un close up y en algunos momentos el personaje principal hasta nos dice quién es y donde ha estado, aunque admito que hay unos cuantos que haran que el publico aplauda.  Yo mismo me quedo con tres muy sorpresivos y particulares.

“Deadpool & Wolverine” fluye entre gags, acción coreografiada, un soundtrack muy particular y mucho humor, logrando que funcione la mayor parte del tiempo.  ¿Es esto lo que Marvel necesitaba? Al menos yo no lo veo así.  En la actualidad, el universo de Marvel tiene una galería de personajes con historias y trasfondos bien interesantes que pueden explotarse de buena manera, pero que conlleva salir de la fórmula express de la que está acostumbrada, y eso pudo haberse hecho con el filme que dirige Shawn Levy.  El tiempo dirá si será otra película que se depositara en la etapa de Marvel relacionada al Multiverso, o si en realidad, será el punto y aparte que la Casa de las Ideas, necesitaba.

Veredicto

Seré sincero; esta película me ha parecido caótica y sobrecargada, pero me he reído casi tantas veces como he sentido vergüenza ajena, pero no puedo negar que un vasto público se deleitará con ella.

6 / 10

“The Boys” sigue su camino en convertirse en una de las mejores series de los últimos años y de la actualidad.

Ahora bien, si en sus tres primeras temporadas se notaba desde su inicio a dónde quería ir, para esta cuarta temporada tuvimos que esperar hasta el capítulo 4 para saber por dónde van los tiros porque estaba más preocupada en hacer parodia y presentar personajes nuevos que en seguir donde dejaron la historia al final de la tercera.

La primera temporada es una bomba; nos presentan un universo distópico (superhéroes que de héroes tienen poco; funcionan como producto y comparten las mismas miserias que las personas corrientes) que se aleja del género de superhéroes convencional. Los personajes son interesantes y están muy bien interpretados y la trama te engancha de principio a fin.  Para la segunda a pesar de tener clara su idea, tarda un poco en arrancar tratando de crear unas cuantas subtramas que por momentos parece querer alargar el metraje.  La tercera sabe retomar el camino y con mucha fuerza (mejor que la primera).  La acción, el gore y el nivel de excentricidad están a punto y se nos permite ahondar más en ciertos personajes de la serie y la relación entre ellos, de forma más natural y lograda que en la segunda temporada. No obstante, para la cuarta temporada se busca afianzar al personaje de Homelander y su visión de ser superior, queriendo ir al poder completo de todo, comprendiendo que esto es lo que realmente necesita para tener lo que siempre ha buscado: amor.

La política actual hace esto y se aprovecha de el medio principal hoy en día; la polarización. No se busca que las personas con distintas ideas políticas encuentren puntos en común y un consenso, sino que cada vez están más distanciadas y se declaran enemigos de los que no compartan su pensamiento.  Esto en el guión saben manejarlo a la perfección y desarrollarlo como ninguna otra serie.  Y lo que es mejor que sabe usar la parodia para ello, sin necesidad de que el espectador se salga de la trama, algo que casi ninguna película o serie, ha podido lograr tan perfecto.

En cuanto a los desarrollos de las tramas para esta cuarta temporada, “The Boys” hace que se sienta un poco sin rumbo.  ¿Hasta cuando veremos al personaje de Frenchie (Tomer Capone) buscar la redención de sus actos? ¿De qué sirven las escenas de Kimiko (Karen Fukunaga) con su pasado si no desarrollan nada en ello? Así sucede con otros personajes que simplemente se les cuenta algo de su pasado, se inicia en ello y lo dejan a medias.  En cuanto a actuaciones no hay queja de NINGUNO.  Antony Starr como Homelander duele que no esté nominado porque su interpretación como el sociópata héroe invencible es INCREÍBLE.  Karl Urban por igual, el cual siempre logra sacar más de una risa con sus diálogos.  Claudia Doumit sabe imponerse solo con su presencia.  Y así con todos, incluyendo nuevos como Susan Heyward o Valorie Curry.  Pero quienes siguen robando diálogos increíbles y logran una actuación poderosa además de Antony Starr, son Chace Crawford como “The Deep” y Colby Minifie como “Ashley”.

En resumen, «The Boys» es una serie emocionante y oscura que ofrece una visión fresca del género de superhéroes. Su narrativa está bien estructurada y los personajes son complejos y bien desarrollados. La serie también aborda temas sociales y políticos relevantes, como el abuso de poder y la corrupción corporativa, lo que la convierte en una experiencia de visualización emocionante e impactante.  Sin embargo esta temporada a pesar de tomarse su tiempo para arrancar, cuando lo hace, lo consigue y con creces.

Veredicto

Cumple su objetivo, plasmar una realidad oscura, fría, sádica, consumida y perdida.  La parodia perfecta.

7 / 10

Ti West, el director de “MaXXXine”, película que cierra la trilogía que inició con “X”, es un claro homenaje al cine de terror ochentero serie B en donde elimina el suspenso de la primera para usar la sátira.

Su estética visual hace que parezca un filme realizado por Wes Craven, en donde hasta el diseño de producción, vestuario, maquillaje, fotografía y hasta el estereotipo de los personajes encajan a la perfección para parecer sacado de aquella época.  El trabajo de producción, la música y el vestuario están muy conseguidos, transportándonos a esa década y haciéndonos partícipes de ella con guiños constantes a esos años.

Mientras que en ‘X’ Ti West homenajea/parodiaba el rodaje de una película porno y el cine de los 70 en general, con una fotografía en ocasiones sucia y oscura. En ‘Pearl’ apostó por rodar una precuela en un ambiente familiar enrarecido, un entorno rural aislado y un terror más bien psicológico que culminaba con un soberbio monólogo de Mia Goth durante más de cinco minutos en una actuación digna de Oscar, ahora en “MaXXXine” apuesta por el slasher y el humor negro.  Mia Goth absorbe el papel del personaje con una soberbia increíble y que ya ha demostrado anteriormente.  Sin duda saber llevar el filme en sus hombros sin ningún problema.  Luego los demás actores (de lujo) son casi secundarios y que a pesar de sus grandes actuaciones no son lo suficientemente entrañables por el poco tiempo en pantalla.  Elizabeth Debicki implacable, Michelle Monaghan por igual, Bobby Carnnavale y Moses Sumney, implacables.  Sin embargo, los secundarios que mejor aprovechan el poco tiempo está Kevin Bacon y Giancarlo Esposito, con unos personajes que podían dar mucho más.

El guión hace una crítica interesante a la superficialidad de Hollywood y su manera déspota de tratar a las mujeres. Sin embargo, sobre el acto final tira por la borda mucho de lo construido, sin arruinarla del todo pero que si desdibujan un poco el mensaje apostando por darle más énfasis a una secta (olvidando la parte del asesino en serie) que al mensaje que iba llevando con gran fuerza.

“MaXXXine” es un buen filme que cierra una trilogía que puede servir de tesis del cine de terror de época y como ha influenciado en el cine actual.  Con una Mia Goth con la capacidad de mimetizarse con el personaje siendo hipnótica y con el papel que le acompañara por lo largo de su carrera, ya que logra plasmar con mucha facilidad todos los estados por lo que pasa este personaje durante el filme y parecer totalmente reales.

Veredicto

MaXXXine se posiciona como una película altamente recomendable para aquellos que buscan una experiencia cinematográfica llena de tensión, estilo y una dosis considerable de gore.

6 / 10

Tenía tiempo queriendo hacer la reseña de “One Piece”, la adaptación de Netflix, pero no he podido encontrar inspiración para hacerlo, a pesar de haber pasado un muy buen rato viendo la serie.

El anime creado por Eiichiro Oda está en emisión desde 1999 y aún sigue en emisión, con más de 900 capítulos sin incluir OVAS, películas y quien sabe que más que enriquezca este universo para los fans.  Por eso la tarea titánica de Netflix para adaptar en solo 8 capítulos gran parte de la primera parte del anime o manga.  Dicho esto, también hay que recordar que Netflix no ha sido bueno adaptando animes, ya que Cowboy Bebop fue todo un fracaso, Death Note por igual y Yu Yu Hakusho pasó sin pena ni gloria.

Primero que nada, el cast sugerido por Netflix fue de lo más acertado posible.  Cuentan con Iñaki Godoy, un joven actor mexicano que le da vida al protagonista Luffy, y que es quien carga gran parte de la serie en sus hombros.  Su carisma y su gracia se sienten incluso fuera de pantalla.  Cuentan también con Mackenyu Arata, Emily Rudd, Jacob Gibson y Taz Skylar, formando el grupo protagonista y los cuales están muy bien desarrollados y actuados.  Cada personaje le imprime su personalidad y el guión se encarga de no solo darle momentos a cada uno de brillar en lo que la acción respecta, sino también en su historia y desarrollarla junto con los personajes.

El guión de One Piece tampoco es que sea algo extraordinario.  Es la historia de unos piratas que emprenden una aventura para encontrar el “One Piece”, que vaya a ver que sera, porque no especifican si es un barco, una lámpara mágica o que, solo nos dicen que hay una ruta en un mapa de un pirata que murió y a partir de ahí muchos se lanzaran en su búsqueda.

Pero más allá de si el guión es bueno o no, es bueno saber que Netflix pudo hacer algo que atrapará tanto a los fans de la serie como a los que no lo son, como es mi caso, y se encargó de que disfrutaramos la historia.  La adaptación tiene sus cosas buenas, y es posible que sea la mejor adaptación, teniendo en cuenta que narra una historia que no está pensada para este medio.  Con esto en mente, la serie de Netflix hace un loable intento, respetuoso, muy fiel, que le resultará curiosa a los que ya conocen el anime por ver a los personajes en la realidad, y que no sé qué le parecerá a quien se acerque sin saber nada.

En cuestiones técnicas, la serie no es que tampoco quede mal.  Los efectos especiales están muy bien logrados.  El maquillaje si bien puede parecer un poco infantil, no molesta al mantener siempre en mente que es la adaptación de un anime.  Vestuario tampoco está nada mal y cumple.  Para la fotografía, que aquí sí se siente un poco floja, han contado con un equipo y aun así se siente que no da la talla.  Cuentan con Michael Swan, Michael Wood y hasta Nicole Hirsch Whitaker, y tiene momentos totalmente desaprovechados.  La música cuenta con Sonya Beluosova y Giona Ostinelli (The Witcher), quienes saben mantener la ambientación musical de aventuras y piratas.

Más allá de todo esto, One Piece es una adaptación bastante divertida y que funciona para pasar el rato y, dejar con ganas al espectador que le guste el anime, en darle una mirada al material original, en caso de que no lo haya visto.  Necesita sus mejoras, claro está, pero tampoco esto daña la experiencia.

Veredicto

Una adaptación muy divertida que emocionará al niño o preadolescente interior y que sabe transmitir con éxito el sentido del alma del anime.

7 / 10

Lo que comenzó como una película original de terror, se ha convertido en una saga que invita a la expansión de su universo.  “A Quiet Place: Day One”, es la precuela de “A Quiet Place” y “A Quiet Place II”.

La historia sigue a Sam, una paciente que padece de un cáncer terminal y vive en la ciudad de New York, en el mismo día en que llegan las bestias que pueden escuchar todo a miles de kilómetros.  A partir de aquí, ante una amenaza desconocida y en estado de shock, tendrá que moverse en el máximo silencio posible para poder llegar a su destino.  Hablar de las actuaciones aquí es hablar sin base.  Es bien sabido el poder actoral de Lupita Nyong’o que es quien tiene el 70% de la película en sus hombros.  A partir del segundo acto se le suma la presencia de Joseph Quinn (Stranger Things) con un personaje bastante carismático y del cual entre ellos van a crear una de las dinámicas más interesantes y bien desarrolladas que tiene el filme.

Pero no todo es perfecto, porque si miramos a “A Quiet Place: Day One”, como película individual encontraremos que hay pocas escenas realmente memorables, hay buenas ideas y buenos escenarios pero todo se reduce a un corre aquí y corre allá, con poco margen de maniobra. También al tener tan poco sonido prácticamente todo se convierte en un jumpscare, en contexto es algo más permisible que en la mayoría de películas que recurren a este efecto tan gratuito pero también es de justicia decir que hay un par que se podrían haber ahorrado porque están ahí simplemente porque sí.  Y si la miramos entendiendo que es una entrega dentro de una saga también encontramos problemas, pues la trama general no avanza en ningún aspecto, no hay nada que ocurra aquí que no supiéramos o imaginamos viendo las anteriores películas.  Yo todavía no sé como unos alienígenas que parecen ser totalmente salvajes pueden ir de planeta en planeta en unas naves que parecen meteoritos.  Y quiero imaginar que esto es simplemente unas bestias que limpian las amenazas de cada planeta ante los verdaderos jefes, porque si estos son las bestias detrás de todo, pues poco creíble.

Dirige Michael Sarnoski, en parte bien porque aquí mantiene ese toque sensible con personajes atormentados como en su anterior trabajo Pig, pero que falla en algunas decisiones estéticas algo extrañas, como que uno de los dos personajes protagonistas se pase media película corriendo con zapatos de suela gruesa (eso hace un ruido al pisar importante, y aquí el sonido es muy importante) o que aparezca el gato más inteligente de la historia con una capacidad pulmonar que ni Michael Phelps.

Es como la 2da parte, que aumenta los niveles de la primera en todos los sentidos, pero en esencia es la misma película pero con otras locaciones y otros personajes.

“A Quiet Place: Day One” podría haber sido la mejor película de las tres pero no se atrevió a intentarlo. Aún así pienso que si quieres algo más de hora y media de puro cine de entretenimiento con cierto peso en los personajes ésta puede ser una buena propuesta.

Veredicto

El inicio es potente y el final es un digno puente de unión con las películas de Krasinski. Mientras, el talento de Nyong’o y Quinn logran sostener todo lo que hay entre medias a pesar de que llegue a tornarse repetitivo y previsible.

6 / 10

Apple TV está apostando mucho a la ciencia ficción.  “Severance” y “Silo” son algunas de las series que tienen en su plataforma y ahora “Dark Matter”, la cual no dejará indiferente a nadie.

La historia nos lleva a Chicago, en la época actual, donde el físico Jason Dessen es secuestrado por una persona igual a él, pero de otro universo alternativo.  Sin embargo, el Jason secuestrado es enviado al universo del Jason secuestrador para poder tomar la vida del primero.  Naturalmente esto desencadenará un sin número de situaciones de la cual no estaremos preparados.

Basado en la novela de Blake Crouch, quien se pone al frente de esta adaptación para poder mantener la fidelidad de la misma, ya que el tema, un poco trillado en estos tiempos, puede parecer absurdo si nos vamos a películas tipo Marvel, pero muy lejos de la realidad, la historia trata de ser lo más real posible, aportando datos científicos reales y teorias reales.  El guión está muy bien construido de cara al espectador, manejando con buen pulso toda la trama emocional y dramática, a través de las consecuencias lógicas de las acciones de los personajes, desdoblando realidades.  Pero este trabajo no solo es gracias a que el creador es parte de los guionistas y showrunners de la serie, sino también a guionistas de altura como es Megan McDonnell quien fue parte de las guionistas de “Wanda Vision”.

En cuestiones interpretativas, en “Dark Matter” todos están acordes y cumplen con creces.  Jennifer Connelly logra a decir mucho con solo sus miradas y sin mediar palabras, mientras que Alice Braga o Jimmi Simpson cumplen bastante bien con sus personajes logrando que empaticemos con ellos rápidamente.  Sin embargo Joel Edgerton es quien lleva la serie por el mango, ya que tiene que interpretar a su personaje dos veces y en distintas realidades, y lo que lo hace genial es que el actor logra que podamos diferenciar a uno del otro simplemente con segundos después de aparecer en pantalla.  Tal vez quienes menos se ven beneficiados ya que sus personajes aparecen muy poco, son la grandiosa Amanda Bruegel quien está en “The Handmaid’s Tale”, Dayo Okeniyi y Oakes Fegley.

“Dark Matter” es una notable obra de género que aún dentro de las consabidas convenciones del thriller transdimensional presenta una historia madura y reflexiva llena de giros que, como sucede sin ir más lejos con ‘Silo’ o Severance, resulta tan accesible como atractiva y tan sugerente como embriagadora. Por más que a estas alturas cueste descubrir a Schrödinger, imparte la «materia» con la misma entereza audiovisual, genérica y emocional.

Y lo que es más interesante es que dentro de su mismo universo, al menos hasta ahora en esta primera temporada, nada sobra y todo está a lo justo.  Pudiese decir que tal vez una escena sea más o menos esto o aquello, pero dentro de la historia y de su marco, no puede ser eliminada porque es esencial.

“Dark Matter” se convierte así, en una de las mejores series actuales y de este 2024 sin mucho esfuerzo, que por momentos, con un catálogo actual tan variado y amplio como son las series de televisión, esta representa una de las mejores propuestas.

Veredicto

Escribo esta crítica antes de ver el episodio final. Pero aun sin saber el desenlace, el viaje me está haciendo disfrutar de lo lindo… con ganas de ver el último episodio y con pena de saber que se acaba.

7 / 10

En los tiempos que vivimos, un anuncio de “Inside Out 2” puede generar tanto miedo como emoción.  Y es que Hollywood ha tratado por todos los medios, después de una pandemia y una huelga de guionistas y actores, buscar éxitos rápidos.

Por eso no es sorpresa que le hayan dado luz verde en hacer esta secuela, casi 10 años después del estreno de la primera parte que ha sido una joya.  Y de entrada no era fácil, porque esta primera parte que salió en el 2015 a manos de Pete Docter (Soul) que es experto en manejar el drama y puede sacar la lágrima fácil, se convirtió en un verdadero manual para trabajar las emociones.  Una guía que tanto niños, como jóvenes y adultos, podemos entender como funcionan las emociones y la mente humana sin ningún esfuerzo extra de nuestra parte y encima, ¡disfrutando!

En esta secuela, Riley entró a la pubertad y con ella a la secundaria, por lo que hay cosas que van a cambiar tanto por fuera como por dentro.  Es en una prueba para poder jugar hockey en una nueva escuela, lo que hará que estas nuevas emociones salgan a flote como son: envidia, vagancia, vergüenza y la más sorprendente y con la que TODOS se identificaran, que es ansiedad.

Cada una de ellas tiene su función y no tienen por qué ser positivas o negativas… salvo que se desborden y asuman el control total. Ansiedad permite anticipar escenarios y proteger a Riley, pero si se adueña de la creatividad puede ser angustiosa de veras.

“Inside Out 2” sigue clarificando algunos procesos cognitivos que nos llevan a mostrar un comportamiento más o menos volcánico pero lo bueno es que no es una película injusta con los adolescentes sino que arroja una mirada afectuosa hacia ellos y, en suma, hacia todos los que hemos pasado por ahí y los que pasarán en algún momento.  De hecho, hasta se va más lejos y uno como adulto puede empatizar fácilmente con la situación de Riley, porque, como dice “Alegria” en una escena: “tal vez al crecer uno deja de ser feliz para ser ansioso”.

En “Inside Out 2” vuelven Alegría (Amy Poehler), Tristeza (Phyllis Smith), Furia (Lewis Black), Temor (Tony Hale) y Desagrado (Liza Lapira), pero en la nueva etapa madurativa y frente a una instancia de prueba que amplifica la presión y la autoexigencia afloran nuevos sentimientos como Ansiedad (Maya Hawke), Envidia (Ayo Edebiri), Vergüenza (Paul Walter Hauser) y Ennui (desinterés, aburrimiento, con la voz afrancesada de Adèle Exarchopoulos).  Con un cameo muy interesante, y tal vez uno de los mejores momentos de la película, aparece brevemente Nostalgia con la voz de June Squibb.

El código cromático y el diseño de los personajes sigue siendo una clave fundamental: Ansiedad tiene enormes ojos y una gran boca, con cabello fosco y color naranja, que sugiere energía y vitalidad, un verdadero torbellino; Envidia es pequeñita, verde (claro), y con ojos que se expanden cuando encuentra un foco de atención; Vergüenza es enorme, rosa y tiende a taparse.  Y luego hay otros dos personajes que aparecen menos, pero son bien curiosos: Aburrimiento, violeta, siempre al margen y dispuesta a simplificar la vida a Riley y Nostalgia, que irrumpe de forma anecdótica aportando mucho humor.  Por lo que los colores son SUPER importantes en este filme.  Pero dejando esto a un lado, porque al final sabemos qué esperar de Pixar en ese campo del diseño y sus colores, el guión es un poco menos profundo que el anterior.  Mientras que el filme anterior contaba con el mismo Pete en el guión, aquí se apostó por Meg LeFauve (The Good Dinosaur) y Dave Holstein (Kidding), para darle el mando a Kelsey Mann en la dirección, quien en el primer arco del filme apuesta por los gags y algunos chistes incomprensibles por lo anacrónicos que son, como el chiste del anuncio de Apple de 1984, o el chiste de los juguetes Mattel, del cual fui el único en reír en la sala.

Sin embargo, “Inside Out 2” se eleva al entretenimiento masivo con algo simple: concisión.  Porque en este punto, la película expresa sus motivos desde el inicio con imagenes, y eso emociona, porque es de un modo genuino que en la primera entrega forzaba un suspenso innecesario para llegar a la enseñanza (darse cuenta al final que no hay alegría sin tristeza), pero que aquí está perfectamente inscrito en el guión.  Madurar es poner a un lado la alegría, pero no perderla.

Algo interesante es el miedo de Pixar/Disney de dejar a alguien fuera, vender una taquilla menos, lo que hace que cosas curiosas como ver un personaje latino bailando por la pantalla sin profundidad ni nada, a estas alturas no genera ruido pero tampoco genera empatía.  No cumple algún rol ni nada, pero lo vemos y es como si no estuviese, algo que hubiese sido interesante ver a uno de estos personajes desde dentro y ver como interactúa en base a una mentalidad distinta.

Al final “Inside Out 2” es una gran película que tal vez no llega al 9 que logra su primera parte, pero si está muy cerca de ello.

Veredicto

Por resumir, Inside Out 2 es una secuela bastante continuista con su primera parte, a la que añade personajes y expande algo más su universo, manteniendo el tono e incluso un argumento parecido. Pero eso no quita que, aunque no tenga el factor sorpresa de su predecesora, sea una película entrañable, divertida, llena de ideas geniales y que describe a la perfección los años de la adolescencia, y tal vez de la adultez.

8 / 10

La serie animada de X-Men fue buena y memorable, pero carecía de una historia única como vemos hoy en día.  Mas bien eran un sin numero de capitulos conectados todos por un titulo en fondo negro al final de cada capitulo que rezaba: “esta historia continuara”.

Por eso X-Men 97 es genial.  Y la verdad que sobran los elogios para esta producción. De los 10 episodios, solo hay un par, que son más de transición, porque el resto, es acción o suspenso. Cada semana con un cliffhanger o plot twist. A cada personaje se le da su momento, Jean, Scott, Rogue, Gambito, Morph, Bestia, Magneto, Wolverine, Jubilee, Tormenta, etc. Por pequeño o grande que sea su espacio, alcanza a tener desarrollo, incluidos los villanos.  Puede ser fácilmente una de las mejores series de animación y de héroes que he visto en mucho, mucho, tiempo. La animación es espectacular, no solo respeta la serie clásica, si no que este estilo moderno le queda estupendo. No solo eso, si no que le da escenas visualmente muy potentes y dinámicas.

La historia continúa directamente donde termina la anterior, por lo que yo recomendaría ver la serie de los 90 para entender mejor el contexto. Se mantiene la seriedad argumental, de hecho esta es más sombría (que no más adulta), mientras el humor resulta puntual. Poca alegría y mucha tristeza.  Tiene un problema y es que va demasiado acelerada, imprimiendo un ritmo más propio del cine de acción, sacrificando la reflexión por el espectáculo. Es más física que espiritual. Eso sí, la adrenalina no para de llegar. Entre la música, la exquisita animación y que siempre están pasando cosas, el entretenimiento es mayúsculo.

X-Men 97, tiene varios temas como son el valor de la familia y su significado, un vínculo forjado no por la sangre, sino por nuestras elecciones. La lucha contra uno mismo, las relaciones con los demás, la dificultad de la coexistencia. Idealismo frente al realismo. ¿La tolerancia equivale a la extinción? Dado que un bando siempre parece querer erradicar al otro, un futuro de convivencia en armonía a pesar de las diferencias asemeja una utopía inalcanzable.  Tal vez si esto hubiese sido lo que ofrecia The Eternals, otro gallo cantaria.

Por supuesto, la icónica intro (cuya música ahora es remezclada por The Newton Brothers, responsables de las partituras de La maldición de Hill House) también se ha actualizado con un estilo más fluido, pero tremendamente fiel a lo que todos recordamos.

En los que se refiere a la cuestión visual, hay una cuidadosa depuración.  Se que lo he mencionado varias veces en esta reseña, pero es algo interesante que trae.  El diseño de los personajes se mantiene, pero hay mayor detalle en los fondos y en la explosion de los colores que busca cierta melancolía e inquietud en los contrastes, mientras los sombreados son más agresivos, al igual que el uso de la perspectivas trepidantes enriquece el espectáculo.

Si en X-Men 97 lo vertiginoso del desarrollo y lo minucioso del entramado que les permite ir y venir con solidez de la cruzada social a las batallas espeluznantes entre la experimentación genética y la ciencia antigua e incluso bordear la épica cósmica, hubiera venido acompañado de un compromiso mayor con los temas y sus implicaciones.

Veredicto

En resumen, si te gustó la clásica serie de animación de los X-Men y aún conservas tu niño interior, esta serie te va a gustar.

8 / 10

El director Richard Linklater no necesita presentación.  Cuando anunció y presentó en los festivales a “Hit Man”, era obvio que alguien se haría con ella, y este alguien fue Netflix.

La película narra la historia de Gary Johnson, un supuesto asesino a sueldo, quien en realidad es un tecnólogo que trabaja para la policía para atrapar a estos clientes que buscan eliminar a sus allegados.  Un día Gary conoce a Maddy, de la cual se enamorara rompiendo todos los protocolos que debe hacer un policía y un asesino.  Es una comedia de acción que desafía las expectativas y juega con los géneros de una manera que solo Richard Linklater podría concebir.  Utilizando el guión como base para que todo transcurra entre situaciones, y no al revés, algo que cada día se ve menos.  Para ponerles un ejemplo de lo que quiero decirles, en “The Marvels” si el personaje de Brie Larson decide atacar y destruir a la villana, la película acabaría en menos tiempo, sin embargo, no importa lo que suceda en “Hit Man”, la trama seguirá avanzando.

Hit Man Asesino por casualidad es puro guión y —además del amor— trata el tema de la identidad. Gary Johnson se disfraza, cambia de peinado o modifica su acento para aquellos que buscan sus servicios hasta tal punto que hay momentos en que no sabemos si es el mismo Gary o uno de sus personajes.  De hecho, claramente a mitad de trama vemos lo cómodo que se siente con un personaje en particular y su discurso final es una declaración de intenciones.  La dirección de Linklater es impecable, ofreciendo una película que es tan desenfadada como sofisticada, tan luminosa como amoral.

Glen Powell (Top Gun Maverick) es un extraordinario actor y la química que mantiene con Adria Arjona, en su papel de Maddy Masters es espectacular y muy pero muy palpable.  Ambos actores desprenden una química interesante en pantalla.  A ellos le acompañan Austin Amelio, Retta y Sanjay Rao.  Los demás personajes apenas aparecen en pantalla como es el caso de Molly Kate Bernard o Evan Holtzman.

Es una película tan inteligente que esconde tras su título todo el engaño que poseen sus personajes, es una comedia astuta y divertidísima que increíblemente en sus diálogos esconde la mejor arma para brindarte la entretención más absoluta de lo que llevamos de año.  Y es que “Hit Man” como comedia romántica funciona a la perfeccion, y trata de ser lo más real posible, dándole un toque mucho mejor, y que se aleja bastante a películas románticas que vemos hoy en dia y que son tan vacías como absurdas donde los personajes actúan sin razón.

Una película satisfactoria en todos sus aspectos que cruza distintos géneros sin desentonar en ninguno y permitiendo a su vez establecerse como una de las propuestas más refrescantes de lo que llevamos de este 2024. Merece ser vista y disfrutada y entregarse a la diversión de una propuesta original, conquistadora, emocionante y perfectamente lograda.

Veredicto

En definitiva Hit Man no va a ser una película que te cambie la vida pero que, sin duda, la pasaras muy bien.

7 / 10

Siendo honestos, lo que Richard Donner logró con “The Omen” en 1976 era original, tal vez por la época y el contexto.  Por eso con “The First Omen” sumándose a la moda de Hollywood con las precuelas (como The Evil Dead Rises), la historia sonaba bastante llamativa.

Arkasha Stevenson es la directora y guionistas (en este apartado le acompañan dos personas más), quien llevará la historia de Margaret, una joven estadounidense que llega a Italia para iniciar su vida de servicio bajo la iglesia como monja, pero dentro del convento se topará con una oscuridad y una conspiración tan poderosa que pondrá a prueba su fe.  La historia aunque no es novedosa era llamativa y tal vez, en la idea, podía funcionar perfectamente en papel pero no se supo llevar a cabo.  Primero están los personajes que además de ser vacíos carecen del atractivo psicológico, aunque por suerte no interpretativo.  Los actores hacen todo lo que pueden y lo hacen de maravilla, y un buen ejemplo de ello es el personaje principal interpretado por Nell Tiger Free quien lo aborda y logra destacar por mucho.  Increíble la escena después del choque.

El ya conocido Ralph Ineson también hace lo que puede y lo mismo con la legendaria Sonia Braga como la Hermana Silvia.  Sin embargo, a pesar de esto, los personajes son cartones que no dicen absolutamente nada.  Son malos porque son malos, y los otros son buenos porque son buenos.  ¿En todo un convento todos hacen estas maldades y nadie parece molestarse? ¿Solo Margaret es capaz de cuestionar todo lo que sucede y aun con las pruebas de frente y lo sucedido, no se inmuta ni nada?

Y aquí viene el segundo problema de The First Omen: la puesta en escena y la narración.  Con la puesta en escena sucede algo que descoloca a cualquiera, y es la sucesiva cantidad de planos tras planos que no dicen nada y que parecen colocados por turno para asustar y listo.  Una escena con un jump scream, otra similar, y luego otra donde el personaje sigue su vida sin problema alguno.

En cuanto a la narrativa esta se pierde demasiado en todo menos en lo central.  La historia no se centra en Margaret, que se supone es la protagonista, pero tampoco se centra en Carlita que de entrada parece que va a tener algo importante en la película, pero tampoco se centra en las curas y monjas con su complot, y mucho menos se centra en el supuesto demonio ni tampoco en los personajes que quieren intervenir ante esta conspiración.  Entonces, ¿de qué va esto? Y es que encima, con los últimos 15 minutos terminamos de comprobar que tampoco la historia tiene algo que ver.

Ahora bien, ¿estamos ante la mejor película de terror de la década como aseguran algunos? En mi opinión: no.  De hecho, el filme más allá de uno que otro momento bien logrado, es poco rescatable y si no fuese por las actuaciones de sus protagonistas, una buena fotografía de Aaron Morton, y uno que otro momento, pues esto sería un espanto.  Claro, no es que sea malo para arrancarse la ropa e irse de la sala (o apagar el televisor), pero tampoco estamos ante una buena película como algunos han dicho.

Al final del dia “The First Omen” será olvidada como el resto de precuelas que se han sumado a la maquinaria de Hollywood para sacar dinero rápido después de casi dos años detenida.

Veredicto

En cualquier caso, si alguien busca un poco de oscuridad, maldad y crueldad, con más de una escena algo desagradable, puede ir a ver «The First Omen» pero que no espere demasiado.

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