Desde la invención del cine, Nueva York ha sido el escenario de innumerables películas. Con el paso de las décadas, la evolución de la ciudad ha sido ampliamente documentada. Pero el Nueva York de los 90s es particularmente especial. En un momento en el que la ciudad se transformaba y era el centro de todo, nos regaló las comedias románticas de Nora Ephron, clásicos como Home Alone II y obras maestras como Goodfellas. Y es también el escenario de la historia de Hank Thompson, el protagonista de Caught Stealing.
Hank, interpretado por Austin Butler (Dune II) es un ex beisbolista cuyos sueños quedaron frustrados tras un accidente automovilístico, pasado del que huye mudándose a Nueva York, donde trabaja como bartender. Tiene una novia paramédica, Yvonne (Zoë Kravitz de The Batman) y es muy cercano a su madre, con quien habla todos los días y comparte su pasión por los Giants de San Francisco.
Una noche, su vecino Russ (Matt Smith de The Crown y Dr. Who) tiene una emergencia familiar y le deja a cargo su gato, Buds. Ese pequeño favor desencadena una serie de situaciones en las que termina envuelto. Ahora, Hank está involucrado con la detective de narcóticos Roman (Regina King), la mafia rusa, narcotraficantes judíos, y al Colorado, interpretado por Bad Bunny (Bullet Train).
Como muchos protagonistas, Hank estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado. Su historia comparte paralelismos con John Wick, y siendo por momentos su opuesto, Caught Stealing nos entrega dos horas de puro entretenimiento con un ritmo que nunca decae.
Cuenta con buenas actuaciones, destacando King, Kravitz y un Matt Smith graciosísimo. La química entre Butler y Kravitz es envidiable. La única excepción es Benito, cuyo carisma no le salvó de convertir sus escenas en un skit de SNL en el que recitaba sus líneas en inglés embotelladas. Pero la estrella (superestrella, realmente) en todo el sentido de la palabra es Butler, quien carga con el peso de la historia ininterrumpidamente, y cuya transformación, como la ciudad, es plenamente evidente.
Darren Aronofsky se divorcia de su estilo habitual, más enfocado en contar historias sobre la obsesión y el dolor humano con películas como The Whale, y entrega una propuesta disfrutable para todas las audiencias. Adaptada de la novela del mismo nombre de Charlie Huston, estructura la historia de tal forma que vamos conociendo poco a poco a Hank, sus temores, su pasado, su problema de alcoholismo y sus razones tras su accionar.
Algo que noté es el cuidado a la estética y la apariencia en la dirección de arte, que desde el vestuario, la construcción de cada set y de la ciudad nos presenta a los 90. Se sentía que en cualquier momento podía salir Jerry Seinfeld con George Constanza. La ciudad, con sus luces, sus sombras, sus personajes y sus costumbres únicas, es el lienzo perfecto para este thriller comédico.
También aprovecha cada ocasión posible para mostrar a Butler sin camisa, increíblemente sin entorpecer la historia. Cada escena sirve un propósito, y el resultado es una explosión de humor negro que mantiene al espectador enganchado y atento a los constantes giros. Caught Stealing tiene algo para todos, y en una época en que la industria que insiste en alimentarnos de remakes y secuelas, viene a ser ingeniosa y refrescante. Go Giants!