El año ha comenzado con películas interesantes, y ahora es el turno de Companion, la ópera prima de Drew Hancock.

Había cierta expectativa en torno a esta película. Tras ver su intrigante tráiler, no quedaba claro cómo se desarrollaría la trama ni hacia dónde se dirigiría la historia. No voy a destripar nada, tranquilos; parte del encanto está en dejarse llevar por la propuesta mientras te la van contando a su manera. Y aunque la gran sorpresa llegue en los primeros compases de la cinta, su mayor fortaleza radica en cómo desarrolla el universo que construye. La verdad es que, donde muchas otras suelen fallar, Companion logra mantenerse con bastante solvencia.

Nos encontramos ante una amalgama de géneros: hay thriller, survival, acción y, para mi total sorpresa, una gran dosis de comedia. De hecho, el tono desenfadado y ligero con el que se cuenta la historia es un gran acierto. Es un enfoque similar al de la reciente Blink Twice, película con ciertas similitudes, aunque considero que Companion es una propuesta bastante superior. Todo esto está aderezado con algunas escenas sangrientas y violentas que, aunque no abundan, resultan bastante satisfactorias dentro del contexto de la historia.

En cuanto a las interpretaciones, destaca una joven estrella que últimamente está en todas partes. Sophie Thatcher, quien venía pisando fuerte con su papel de joven mormona en Heretic, da aquí un paso adelante en su carrera. En Companion, se convierte en la protagonista absoluta, interpretando a un personaje nada sencillo y manteniendo el tipo con solidez. A su lado, compartiendo protagonismo, está Jack Quaid, conocido por The Boys, cuyo personaje es el verdadero catalizador de la historia y posee muchas más aristas de las que aparenta en un principio.

Uno de los puntos débiles de la película tal vez radique en un guion que maneja el empoderamiento femenino de forma torpe, amarillista e incluso vaga. Sin embargo, donde sí acierta es en el trasfondo que explora el impacto de la soledad y la necesidad de conexión en un mundo donde la tecnología intenta llenar esos vacíos emocionales. Aunque no profundiza tanto como Her, logra transmitir esa sensación de dependencia y vacío que puede generar el uso de inteligencias artificiales en nuestra vida cotidiana. Si hubiera optado por explorar más esta temática, quizá estaríamos ante una propuesta más redonda.

A nivel técnico, la fotografía de Eli Born es más iluminada de lo habitual, algo llamativo considerando que es un experto en el género de terror, con trabajos previos como el remake de Hellraiser o The Boogeyman. En cuanto a la música de Hrishikesh Hirway, pasa bastante desapercibida y no deja una huella significativa en la experiencia cinematográfica.

En conclusión, Companion es un filme entretenido que se inscribe dentro del género de ciencia ficción robótica actual, al estilo de Ex Machina o The Creator, pero con un enfoque más autocrítico y un tono que no teme reírse de sí mismo, aunque su mensaje sea serio.