A la hora que Marvel anunció que iba a sacar series de varios de sus personajes secundarios, y ahí incluyo al Dios de las Mentiras, Loki, pues la reacción fue entre la emoción y el desconcierto, algo natural, porque, ¿que puedan contar sobre un personaje tan querido en este universo cinematográfico y al mismo tiempo que interese a la audiencia? Ya hoy tenemos la respuesta.
La estética de la serie es una mezcla entre lo retro y moderno, algo que se nota mucha influencia en el estilo de Terry Gillian, aquel director de películas como “Brazil” o “12 Monos”.
Para ponerlos en contexto, la serie trata sobre el personaje de Loki que, por si no recuerdan (o tal vez no lo hayan visto) en Vegandores: Endgame, en uno de sus viajes temporales tuvo la oportunidad de escaparse, por lo que al momento de hacer esto es apresado por una agencia temporal llamada ATV (Autoridad de Variación Temporal) la cual se encarga de cuidar las líneas temporales y que estas no se vean afectadas, por lo que se le propone ayudar en la investigación de un viajero temporal que está causando estragos o ser eliminado.
El guión de la serie no se complica en detalles de películas o series con temáticas de viajes en el tiempo, como suele pasar con la serie de Netflix “Dark”. Realmente toma lo básico, en donde existe una línea temporal maestra y otras que se desprenden de ella, y la cual tiene cada una su variante de Lokis. En ese sentido es más bien básico. En cuanto al desarrollo de los personajes, el guión los cumple dando muchas capas al personaje interpretado por Tom Hiddleston y el de Sophia Di Martino, quien funciona tanto en sus momentos solitarios como los que acompaña al Dios del Engaño.
La música de Natalie Holt es BUENISIMA, principalmente en el final del capítulo dos donde se puede percibir el poderío que tiene la banda sonora. Los violines le daban un aire trágico, muy digno de los personajes de Asgard.
El problema para nosotros es la dirección, que pierde mucha fuerza en momentos claves. Volviendo a mencionar el final del capítulo 2, este mantiene toda la energía necesaria, pero luego de ahí estamos viendo momentos épicos donde se cortan bruscamente para dar rienda suelta a un drama fuera de lugar. Y ni hablemos de los set pieces de acción que tiene la serie que son totalmente lamentables. Cortes de cámara rápidos, donde no se percibe bien quien pelea con quien o que carajo esta pasando.
La serie de Loki es un verdadero disfrute en sus 6 capítulos, donde entretiene sin muchas pretensiones y enriquece su mundo. No es que tampoco estemos ante la gran obra cumbre (ni siquiera dentro de la misma Marvel) pero si pasaras un buen rato.