Al parecer para Hollywood es bastante difícil adaptar un videojuego (o un anime) porque las reglas son distintas. Sin embargo aparecen algunas adaptaciones que cumplen su propósito, como es el filme en cuestión.
“Mortal Kombat” es entretenida, graciosa y es una buena adaptación tanto para el que es fan como para el que solo conoce el título del famoso juego de peleas, pero también es una película con problemas.
Primero agradecer el acierto del director, Simon McQuoid, con su primera película en donde está adaptando un juego de luchas en donde su principal atractivo es la violencia. Por ende, pone casi en un segundo plano todo lo que concierne al drama y las escenas lentas. Además los efectos especiales y las escenas gore son bastantes buenas.
La dirección no desentona y hay algunos planos estéticamente bellos e interesantes. Y también de que hay interpretaciones bastante clavadas al videojuego, como es la de Kung Lao quien no solo se parece visualmente, sino que los movimientos son iguales. Sin embargo hay otras actuaciones bastantes irregulares, como es el caso de la actriz Jessica McNamee quien interpreta a Sonya Blade o Lewis Tan quién es el tal Cole Young que no soporta un primer plano de pantalla.
Pero no solo las actuaciones no ayudan a varios actores, sino que el guión carece de desarrollo alguno de personajes. Solo sabemos que Scorpion y Sub Zero tienen una rivalidad desde hace años y ya. Si los villanos siempre atacaban antes del torneo, ¿cómo es que lo ganan? ¿Como Kung Lao viene de un clan poderoso y ganador si tienen varios torneos perdiendo? ¿Por qué Rayden no transporta a los luchadores desde un inicio? Y así hay otras preguntas que el guión se obvia completamente.
Y estamos claros que esta película es un blockbuster que solo viene a cumplir con entretener, pero no está nada mal que trate de desarrollar algo. Porque no tiene nada de sentido poner a luchar los personajes uno contra uno, cuando eso es lo que hacían en la escena anterior, pero obviamente la falta de desarrollo de la misma ha permitido una resolución bastante pobre y poco imaginativa, y esto afecta al guión casi en su totalidad.