No es nuevo que en el cine quiera hacerse una revisión sobre las consecuencias del abuso de las redes sociales y de las personas que buscan por todos los medios ser el centro de atención en ellas. Antes de “Not Okay” lo hizo “Black Mirror” dando una visión pesimista del ello, “Disconnect” de Henry Alex Rubin también buscaba presentar algo, y David Fincher con su “The Social Network” presentando como un grupo de personas tenían la atención anhelada en redes pero en su vida personal estaban vacías y sin amigos con los cuales compartir.
El guión y la dirección del filme viene a manos de Quinn Shephard, quien lamentablemente juzga a su propio personaje llevando al espectador a un camino en vez de dejarle a que sea él mismo quien decida. La trama nos lleva hacia New York, donde una Danni Sanders interpretada por Zoey Deutch con mucho dinamismo, en búsqueda de ser popular para llamar la atención de Colin (Dylan O’Brien) se inventa que ha estado en Francia, pero casualmente en el momento de crear la mentira se destapa que hubo un ataque terrorista haciendo que la fama de ella crezca como la espuma al ser una “sobreviviente”, momento que aprovechará. Si bien es cierto que de entrada a ojos de algunos esto puede ser mal visto, la directora nos plantea constantemente lo horrible que es y justifica todo ataque hacia la misma, algo que hubiese sido más interesante que sea el mismo espectador que evalúe por sí mismo.
En cuanto a las actuaciones tanto Dylan O’Brien como Mia Issac (Rowan Aldren) son quienes se roban cada escena en la que salen y destacan. El primero como un tipo adicto a las redes sociales y que vive y solo sabe de eso, mientras que la segunda es una activista en contra del gobierno y el uso de armas que con cada escena donde da un discurso, con la agresividad que lo hace parece hasta real. Sin duda la joya de la película.
Lamentablemente el guión de “Not Okay” es engañoso y se va por caminos que pudo haber cruzado desde una perspectiva mucho mejor y no tan atropellada. Quiere denunciar el uso de las armas en las escuelas con el personaje de Mía Issac, y aunque su discurso tiene sentido y es aprobado, la forma en la que lo vemos se siente como un momento lejano de la película. O también cuando critica que tan vacías pueden ser las personas mainstream de las redes sociales, cuando Colín no sabe ni siquiera como iniciar un acto sexual, convirtiendo la escena en una violación y que para colmo la escena se siente regalada y fuera de sí, como si no fuese de esta película. Y esto mismo le pasa al personaje de Zoey Deutch, quien por momentos se siente fuera de sí por su forma de estar escrita, siendo su padre el único empático. ¿Deberíamos odiar y desear la muerte de todas las personas de las redes sociales? Para la directora, la respuesta es: sí.
Not Okay es un filme agradable con un mensaje interesante que puede leerse de distintas maneras pero que lamentablemente la directora no deja en la ambigüedad sino que se va directo a dejar claro su posición. Todo lo demás funciona, inclusive la música, la edición y todo lo que le sigue, pero falla en un guión y una dirección más firme y menos llevada de la mano.