Paddington y Paddington 2 son dos de las películas más queridas por la comunidad cinéfila. Originalmente un personaje de libros infantiles, el oso favorito de muchos ha crecido hasta convertirse en una franquicia que abarca cortometrajes, series animadas, películas y hasta una obra musical. No es de extrañar, entonces, que Paddington en Perú, la tercera entrega de la serie que comenzó en 2014, haya sido uno de los estrenos más esperados dentro de ese nicho.

El director Dougal Wilson debuta hace su debut en la saga, cuyas dos entregas anteriores estuvieron a cargo de Paul King (Wonka). Además, se nota la ausencia de Sally Hawkins, quien interpretaba a la señora Brown, siendo esta reemplazada por Emily Mortimer. Las familias cambian, y en las películas también. Los Brown se encuentran en una etapa distinta a aquella en la que estaban cuando encontraron a Paddington en la estación de trenes: el señor Brown está dispuesto a enfrentar los riesgos en lugar de prevenirlos, Judy, la hija mayor, va a entrar a la universidad, y Jonathan está más interesado en utilizar sus habilidades de invención para hacer lo menos posible. La señora Brown se siente nostálgica del pasado. La tía y Paddington siguen igual. Etapas.

En esta ocasión, la familia se embarca en una aventura distinta a Londres. Esta vez, se trasladan al otro lado del charco, a Perú, el país natal de Paddington. Pero, una vez allí, la directora de la casa de retiro de la Tía Lucy, interpretada por la magnífica Olivia Colman (The Crown), les anuncia que ésta ha desaparecido. Así que Paddington y su familia se embarcan en una aventura que los llevará por el corazón del Amazonas, en compañía de Hunter Cabot, interpretado por el legendario Antonio Banderas, y su hija Gina (Carla Tous), motivados por la posibilidad de encontrar El Dorado.

Paddington, convertido ya en un británico hecho y derecho, tiene que reencontrarse con su «oso interior» para que su instinto pueda guiarle hacia la tía Lucy, en una aventura que se siente distinta a las anteriores, no solo por su escenario, sino también por su enfoque. En esta ocasión, no se trata del oso de costumbres refinadas intentando encajar en Londres, sino de este, ya aclimatado, regresando con su familia a su antigua realidad.

Este cambio de director, el nuevo casting para la madre y el cambio de escenario ha dejado a algunos fans un tanto insatisfechos. Cuando las reseñas comenzaron a aparecer, se notó una tendencia: aunque la película debutó con un 93% en Rotten Tomatoes, es la de menor calificación de toda la saga. A pesar de ser amada, faltaban algunos ingredientes que hicieron que la receta cambiara, y la adición de ciertos personajes, así como el cambio de perspectiva y motivación de algunos, restó protagonismo a la familia Brown.

A pesar de todo, considero que la actuación de Olivia Colman  como Madre Superiora fue hilarante y entretenida, y Antonio Banderas, aunque tuvo quizás un poco de tiempo demás en pantalla, cumple con su cometido. Es difícil quedar mal ante un personaje tan entrañable como Paddington.

Como fan de la franquicia, solo puedo esperar que a nuestro oso le falten muchas aventuras más, y que podamos seguir disfrutando de la ternura, lecciones y modales de Paddington, con su familia, en cualquier rincón del mundo.

8 / 10