Este año es donde más necesitamos un series, películas o videojuegos que funcionen como un escape para sobrellevar todo lo que nos sucede alrededor.  La plataforma de streaming ha sido una excelente herramienta para esos fines y ahora con el estreno de la segunda temporada de “The Umbrella Academy” confirmamos lo antes dicho.

La serie desde su primera temporada cumple con propósitos su cometido de entretener a pesar de las tantas irregularidades que tiene gracias a un guión y una puesta en escena que parecen no estar bien claras.

Y es que en esta segunda temporada Netflix utiliza el mismo mecanismo de la anterior.  Después de haber pasado los primeros minutos del primer capítulo, la serie parece perderse en que contar y cómo contarlo, porque busca tener subtramas (cada personaje tiene la suya), tener una trama principal la cual tiene varios giros argumentales y por si fuera poco quiere tener un cliffhangers en cada capítulo buscando querer sorprender al espectador, lo cual se desvanece porque ya, capítulos antes, imaginamos (y atinamos) como era la conclusión de dichos giros, algo que hace que la serie se siente lenta por momentos.

A pesar de este defecto que viene arrastrando y que algunos personajes pierden cierto frescor, los nuevos personajes ayudan muchísimo y hay un mejor desarrollo en los personajes viejos (como es el caso de Ben, quien ahora tiene más contexto y no solo es un fantasma que está diciendo cosas).

Siguiendo la misma línea desenfadada de música cool, con su cuidada fotografía y escenas de acción bien entretenidas (todas las que tienen que ver con “Numero 5” son geniales), “The Umbrella Academy” pasa como una serie bastante divertida y que por momentos, ayudan a olvidar y pasar un excelente rato.