Entradas

Por alguna razón, se me pasó escribir sobre “Kill”, película que, a estas alturas, ya ha pasado un buen tiempo desde su estreno.

Ultraviolenta historia proveniente de la India que toma un poco de todo de los grandes clásicos del cine de acción moderno. Un tren es atacado por una violenta banda de forajidos con el fin de robar a los pasajeros. En el convoy viajan dos soldados de las fuerzas especiales del ejército indio, además del interés romántico de uno de ellos. La agresividad de los atacantes desatará la ira de los dos militares en un brutal baño de sangre.

Kill

No hay una sola película de acción de la cual esta película no haya tomado influencias: John Wick, Die Hard, Under Siege, Bullet Train, Extraction, y podría seguir mencionando referencias y aun así me quedaría corto. Sin embargo, no resulta molesto ni desproporcionado, porque, por suerte, el director, Nikhil Bhat, sabe cómo utilizar bien estas referencias y darle fuerza a su obra principal. Por eso, aunque sintamos que ya hemos visto esto antes, la forma en que nos lo cuenta es entretenida y pasamos por alto esa sensación. Todo queda, pues, en manos de las peleas, que, a pesar de desarrollarse en espacios tan angostos, se desenvuelven bastante bien, y en la violencia descarnada, que abunda a montones. “Kill” es una de las producciones más brutales llegadas desde la India, donde prima la acción por encima de todo lo demás. Y es que no ofrece ninguna otra cosa.

El apartado actoral cuenta con conocidos actores del país, como Laksh Lalwani, Tanya Maniktala o Abhishek Chauhan. No se muestran convincentes en algunas de sus intervenciones y logran provocar carcajadas cuando el objetivo es el contrario. En cambio, Raghav Juyal, como el villano principal, realiza una labor encomiable y consigue generar una gran antipatía hacia su personaje, al dotarlo de una innegable ironía. Todas las escenas con Raghav Juyal son extraordinarias y, sin duda, lo mejor de la película.

A nivel técnico, “Kill” logra cumplir con lo justo. La música de Ketan Sodha, muy característica del cine de la India, casi ni se percibe, mientras que la fotografía del dúo Rafey Mehmood y Madhu Rao, por momentos, es demasiado oscura y, por otros, muy opaca. Aun así, no está mal para lo que quieren mostrar y señalar, cumpliendo con un propósito medio sin destacar.

Sin duda, lo mejor de la propuesta recae en las secuencias de acción. Las coreografías de artes marciales son excelentes, bien orquestadas y llevadas a cabo de forma espectacular. También los efectos especiales son realmente destacables, con grandes dosis de crudeza y sin dejar nada a la imaginación. Desde luego, revolverán el estómago de los espectadores menos curtidos.

Aparte del indudable espectáculo de acción que ofrece “Kill”, resulta interesante el foco puesto en las relaciones familiares de los integrantes de la banda de forajidos, un recurso inteligente para intentar crear cierta empatía hacia algunos de ellos.

Veredicto

Puro entretenimiento para estómagos duros.

5 / 10

Hace poco salió la noticia de que los hermanos Broccoli, quienes manejan la saga de James Bond, salieron de una reunión con los ejecutivos de MGM Amazon Prime bastante molestos. Tanto así que, según un mensaje filtrado, ellos están dispuestos a dejar que la saga se quede en el limbo.

¿La razón? MGM quiere, en lugar de hacer una nueva película sobre un personaje “tan controversial” como el agente secreto, desarrollar varios spin-offs de personajes secundarios.  Y de hecho, lo han conseguido.

Tal vez, en la cabeza de un productor ejecutivo que no sabe nada de cine ni conoce a su público, esta idea parezca rentable, pero para la mayoría de las personas no tendrá ningún impacto y quedará como uno de esos tantos proyectos de expansión de un universo que a nadie le interesa. Un excelente ejemplo es Continental, la «miniserie» precuela sobre el hotel de asesinos en el que se hospeda John Wick y que dirigía el personaje de Winston. La serie terminó convirtiéndose en una miniserie por la baja audiencia que obtuvo, lo que obligó a que el proyecto de Ballerina, otro spin-off de John Wick, se transformara en una película en lugar de una serie.

Hollywood ha adoptado un nuevo modelo de negocio basado en la expansión de universos mediante precuelas, spin-offs de personajes secundarios e incluso la creación de personajes inventados para conectar diferentes historias. Recientemente, HBO lanzó la serie Dune: Prophecy, que en realidad ni suma ni resta al universo de Dune y solo sirve para repetir lo que ya hemos visto en las películas.

El problema no es la cantidad de contenido que se produce, sino lo innecesario que resulta. Vince Gilligan supo expandir perfectamente el universo de Breaking Bad con una serie dedicada al abogado Saul Goodman y una película para televisión centrada en el personaje de Jesse Pinkman. Estas dos producciones funcionan a la perfección porque Better Call Saul no solo explora el futuro del abogado, sino también su pasado y el funcionamiento de otros personajes antes de la llegada de Walter White. Por otro lado, la película de Jesse nos permite ver qué sucedió después de su escena final en Breaking Bad.

Esto se debe a que Gilligan, en Breaking Bad, nunca desvió la atención de su protagonista, lo que mantenía un aura de misterio en los demás personajes y enriquecía la mitología de la historia. Cuando Saul Goodman se pone en contacto con Walter White, ya tiene todo un imperio legal consolidado, es conocido y tiene grandes contactos, pero nunca sabemos exactamente cómo los consiguió. Lo mismo ocurre con Gus Fring, quien ya posee un imperio de narcotráfico cuando Walter lo conoce.

En contraste, Marvel ha saturado su universo con contenido como WandaVision, una serie que en un inicio parecía aportar algo a los multiversos, pero que solo sirvió para mostrar qué pasó con Wanda tras la muerte de Vision en Avengers: Infinity War y explicar por qué no apareció en Avengers: Endgame. Luego tenemos The Falcon and the Winter Soldier, que uno pensaría que serviría como conector para la reciente película Captain America: Brave New World, pero en realidad no aporta nada significativo. Lo único que hace es confirmar que Sam Wilson es el nuevo Capitán América, algo que bien pudieron mencionar al inicio de la película.

Otro caso similar es la expansión de universos mediante historias pasadas. Amazon Prime, por ejemplo, está exprimiendo todo lo relacionado con la obra de J.R.R. Tolkien, El Señor de los Anillos, con una especie de serie precuela/spin-off que explora la Tierra Media miles de años antes de los eventos de las películas. Sin embargo, la serie, que ya tiene garantizadas tres temporadas, no termina de convencer a nadie. Ha obtenido cifras de audiencia bajas, poco interés por parte de los fans y cuenta con unos productores empeñados en mantenerla viva sin una justificación clara. De hecho, sus propios números oficiales no logran explicar cómo algo que comenzó con, por ejemplo, 20 millones de espectadores y terminó con solo 7 millones sigue considerándose un éxito.

Antes, Hollywood nos vendía una secuela y, con suerte, un videojuego mal hecho, con gráficos terribles, una historia forzada y una jugabilidad paupérrima. Pero las cosas han cambiado. Poco a poco, hemos entrado en una era en la que la expansión de universos se ha convertido en la nueva moda.

En un mundo dominado por el streaming, donde las plataformas buscan mantener a los espectadores enganchados 24/7 con uno o dos productos, la guerra del streaming ha tomado otros rumbos. Ya no se trata de lanzar tu propia plataforma, ahora lo rentable es hacer que el público se quede atrapado viendo un solo contenido por el mayor tiempo posible.

Con la misma dinámica en la que hicimos el top de series, vamos a iniciar el top de películas.  Naturalmente este será solo de doce películas y no tendrán las mismas reglas que tomamos con las series, ya que naturalmente no se rigen bajo las mismas reglas.

Sin muchos preámbulos pues vamos a iniciar:

12-US [Jordan Peele]
El guión de Peele es una delicia que se disfruta a fuego lento.  Es cierto que tiene unos pequeños hoyos creados a conveniencia (que los dobles decidan jugar con sus víctimas, es uno de ellos) pero esto no arruina la experiencia lograda con la práctica de la contención y la pausa.  Utiliza metáforas y doble lecturas para reflexionar sobre la sociedad actual y de paso, la crítica fuertemente. Las actuaciones de Lupita Nyong’o es soberbia, la fotografía de Mike Gioulakis es de elogios con esos tonos rojos y negros, mientras que la música de Michael Abels es preciosa.  Pero quien no se queda atrás es el mismo Jordan Peele, que además de guionista es el director logrando poner el lente en momentos adecuados tanto para hacer referencias como para dejar un punto inflexivo.

11-Shazam! [David F. Sandberg]
Una película divertida que no teme en demostrar su verdadera cara, y eso es lo que la hace mejor, porque en vez de buscar trascender busca solo divertir, sin necesidad de saturar.  El guión falla en ciertos momentos, pero destaca por mucho cuando busca darle sentido al aspecto dramático, siendo este el mejor de todos y el más estructurado. Todos los actores están muy bien, pero quien se lleva los elogios es Jack Dylan Grazer ya que con toda la soltura que él entiende, libera al personaje de una estructura concebida dando grandes momentos de comedia improvisada.

10-Avengers: Endgame [Anthony y Joe Russo]
La última película sobre el grupo de superhéroes tiene todo lo que se puede esperar y más.  Es un espectáculo a primer nivel de entretenimiento sin pretensiones. Es alto, ruidoso y lleno de emociones.  El guión flojea en muchos momentos claves y se contradice a sí misma, pero la dirección tiene tan buen pulso, que podemos pasarlo por alto para divertirnos.  Las sorpresas están en dramática reconstrucción de personajes, que puede ser lenta, pero efectiva. Aunque existan miles de películas de Marvel, tal vez ninguna sea tan grande como esta.

9-Toy Story 4 [Josh Cooley]
Plantea la evolución de sus personajes y su propia maduración.  Rompe con una de las reglas del personaje de Woody, pero al hacerlo de forma tan sutil y orgánica lo hace interesante y real.  Se contradice y tal vez, comete un error, pero su dirección es tan ingeniosa que rezuma la sensación de que no falta nada y es lo correcto.  En animación está a la altura y su musicalización a cargo de Randy Newman recuerda mucho a otros de sus trabajos como “Inside Out” pero más dramáticos.

8-Once Upon A Time In…Hollywood [Quentin Tarantino]
Leonardo DiCaprio y Brad Pitt tienen la película por el mango con unas actuaciones dignas de aplausos.  La cámara de Tarantino también hace su juego lleno de momentos brillantes y de auténtico amor al cine. Es fantástica, maravillosa y muy personal, porque esta película de Tarantino rebosa personalidad.  Es lo que el director hubiese querido ver, vivir y sentir. Es una carta de amor a ese Hollywood de los 60’s en pleno final de un movimiento y pensamiento como es el hippie. El guión está lleno de momentos de esa época dorada, su vestuario es el adecuado e incluso su escenografía y la forma de hablar de los personajes.  ¡Tarantino pensó en todo!

7-Uncut Gems [Ben y Joshua Safdie]
La película de los hermanos Safdie es estresante, frustrante.  Un ejercicio de inestabilidad que está bien filmada y actuada. Adam Sandler demuestra una vez más que es un verdadero actor con todas las de la ley logrando crear un personaje con un desarrollo de vértigo.  El pulso narrativo es genial dando uso a donde su trama está situada: New York. Una verdadera sorpresa que supera todas las expectativas y que deja un final agridulce para las 2 horas que ofrece de pura tensión y adrenalina.

6-The Lighthouse [Robert Eggers]
El dúo actoral de Robert Pattinson y William Dafoe es titánico e intenso.  Esta historia tiene esencia de cuentos clásicos de Edgar Alla Poe, llena de terror fantástico bien estructurado.  La historia (escrito por los hermanos Eggers) deja demasiados momentos para el lucimiento de los actores, para el desarrollo de los personajes y de las situaciones y para dejar al espectador descansar y digerir, porque el director conoce lo que hace y se toma su tiempo para transformarlo como si de una bestia marítima se tratase.  Una narrativa fenomenal que no puede pasarse desapercibida.

5-Ford VS Ferrari [James Mangold]
James Mangold consigue que las dos horas y algo que dura su metraje, sean de lo más interesante con un Christian Bale dándolo todo (nada nuevo) y un Matt Damon que destila empatía.  Pero en cuestiones actorales quien se lleva parte de la palma y está muy desaprovechado, es nada más y nada menos que Jon Bernthal (“The Punisher”) quien rebosa un carisma interesantísimo.  Un brillante apartado audiovisual como es la fotografía (con esos hermosos atardeceres), o la edición de sonido (escuchar esos motores de vehículos y que no molesten o eclipsen las conversaciones o canciones).  Momentos interesantes en donde una amistad está por encima de los negocios y con un final que llega al corazón, pero no destruye las imágenes de los personajes.

4-Joker [Todd Phillips]
Un estudio de personaje que se suma a la corta lista de los mejores.  Descomunal Joaquin Phoenix quien hace que cada fotograma, cada escena y cada momento en donde le toque actuar sea para prestar atención en él.  La música de Hildur Guonadottir es oscura y pesimista, la cual juega con la impresionante fotografía a manos de Lawrence Sher y con el guión escrito por Scott Silver y el mismo Phillips.  Y es que la película es un conjunto total de piezas que se van construyendo una a una para llegar a un clímax lleno de caos, resentimiento y muchas malas intenciones. Una evolución y desarrollo que elevan el clímax y con una simple escena donde se dibuja una sonrisa en el labio de un personaje, puede crear todo tipo de emociones.  Una historia llena de doble lecturas, de parábolas y en donde cada palabra (al igual que cada luz, cada escena o cada tono musical) tiene un significado.

3-The Irishman [Martin Scorsese]
¿Que se puede decir que no se haya dicho de la última película de Scorsese y de paso, obra maestra del cine clásico? ¿Que las actuaciones son todas magistrales pero que Al Pacino y Joe Pesci destruyen la pantalla en cada escena que salen? ¿Que la historia adaptada por Steven Zaillian es aprovechado al máximo por Scorsese y que incluso le suma mucho más su dirección? ¿Qué técnicamente no tiene ningún defecto? Tal vez lo único que podemos reclamar es el hecho de su duración, el cual nos parece un total exagerado cuando tiene varias escenas que, si se suman, aportan muy poquito a una película en donde su personaje ya ha estado totalmente desarrollado y no le aporta nada, pero como dijimos, este cine está por encima de la media.

2-Marriage Story [Noah Baumbach]
Scarlett Johansson y Adam Driver son exprimidos al máximo para entregar lo mejor de ellos.  Johansson logra varias escenas bien poderosas. Los actores todos destacan, incluyendo los secundarios como Laura Dern o Alan Alda.  El guión es una espina dolorosa que cualquiera que ha pasado por una ruptura puede identificarse con facilidad. Momentos con unos monólogos destructivos como puede ser el de Laura Dern al final de la película sobre el concepto del “padre perfecto” o el de Johansson sobre el verdadero rol de la “esposa”.  Las pocas dosis de comedia que tiene la película son tan involuntarias que es difícil catalogarla como cómica. Deslumbra en todos sus movimientos y apartados, pero sabe que debe enfocarse en solo dos: actoral e historia con todo y diálogos, y la película los cumple con creces.

1-Parasite [Bong Joon-ho]
Con un guión perfecto con una lleno de giros argumentales uno detrás de otro y que funcionan a la perfección.  El director usa la casa y las familias como metáfora social, dando críticas a diestra y siniestra en un guión redondo.  La dirección es extraordinaria y sorprendente, ya que Bong Joon no se inmuta ni en los momentos más hardcore ni en los momentos más ácidos.  Por si fuera poco, regala tonos de comedia negrísima y encima de eso abre la puerta a que nos podamos reír de algo que en otros momentos no creamos posible, mientras de paso nos hace reflexionar sobre ello.  TODO funciona en esta película. ABSOLUTAMENTE TODO. “Parasite” es una lección de cómo se hace una crítica social sin ridiculizar, sin clichés y sin miedo.