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Ya acabó el año y ya estamos iniciando el siguiente, viendo que nos trae y esperando sean (casi) todas buenas.  A diferencia del 2020, este año nos ha traído bastantes películas interesantes, y más viniendo de un año anterior tan desastroso en todos los sentidos.

Así como hicimos lo mejor del 2021 en series de tv, ahora hemos creado nuestra ya (regular) lista de las mejores 12 películas del 2021, y aunque tenemos también pendiente las decepciones del 2021 (tal vez en un post) no queremos desaprovechar la oportunidad para esta otra.  Asi que ponganse comodos y disfruten.

Licorice Pizza (Paul Thomas Anderson)

Hemos analizado bastante esta posición porque pudo haber sido “Tick, Tick…Boom!”, pero también pudo haber sido “Spencer”, pero también teníamos “Drive my Car”.  ¿Wheel of Fortune and Fantasy? ¿The Worst Person in the World? ¿The Card Counter? Todas esas podíamos tenerla aquí, porque son excelentes películas pero nos hemos quedado con lo último de Paul Thomas Anderson llamado Licorice Pizza.  ¿Y por que? Porque es una oda maravillosamente nostálgica y evocadora de la juventud y del cine más clásico y desenfadado.  Las actuaciones de Alana Haim y Cooper Hoffman, novatos en esto, es IMPRESIONANTE con mayúscula, pero, ¿y la dirección? Esto solo tiene una respuesta: Paul Thomas Anderson.

Planos fluidos, un guión bien estructurado y desarrollado tanto a la historia como a los personajes, dando una historia totalmente REAL pero en el cine.  No nos caben palabras para describirla y solo nos queda recomendarles esta película y que prueben este cine que desborda maravillas.

The Power of the Dog (Jane Campion)

El género del western es una maravilla del cine más clásico, el cual, no se ha perdido pero si se ha abandonado (que no es lo mismo).  La directora australiana Jane Campion lo toma para hacer de ello una obra tensa y delicada que se forma a fuego lento pero bien estructurado.  Su puesta en escena, música, fotografía e interpretaciones son todas excelentes y le dan el sentido y complejidad a un filme personal y que deconstruye el juego de poder.

West Side Story (Steven Spielberg)

Cuando Steven Spielberg dijo que iba a realizar un remake de “West Side Story” de 1961 de Robert Wise, muchos pensamos que no le iba a poder llegar ni a los tobillos, ya que hablamos de una obra de arte del cine clásico y el cual se ha convertido en una obra atemporal y de culto.  Sin embargo, Spielberg logra algo que parecía imposible: otra obra de arte clásica y atemporal.  Logrando modernizar con algunos cambios importantes, claves y muy bien creados, el director consigue una estimulante obra que visualmente fascina y con una puesta en escena emotiva.

Red Rocket (Sean Baker)

Una tragicomedia con un guión y dirección de Sean Baker, experto en regalarnos esos personajes marginados en un mundo colorido y sensible.  El actor Simon Rex consigue una interpretación poderosa llenando la pantalla de elocuencia, alejándose de la tragedia y abrazando la comedia involuntaria logra hacer mucho.

Dune (Denis Villeneuve)

Un blockbuster de autor y épico, es difícil de lograr hoy en día y el director Denis Villeneuve lo consigue con creces.

Trabaja la épica con un notable estilo visual y un diseño de producción bastante alto.  La dirección es pausada pero sin dejar de perder el pulso en ningún momento.  Aunque pierde mucha fuerza con su guión y sus personajes, dejando a un lado algo tan básico como el desarrollo de ellos, la experiencia sensorial que genera este filme es tan grande y abrumadora, que es fácil pasar por alto sus defectos.

Zola (Janicza Bravo)

Saca humor absurdo e incluso poesía en lo sórdido.  Janicza Bravo logra que un hilo de Twitter sea arte cinematográfico con estilo y fuerza.  A todo esto la química de los actores, principalmente entre Riley Keough y Taylour Paige le da una fuerza increíble a la película que es imposible no pegarse durante sus 90 minutos.

The Mitchells vs. the Machines (Michael Rianda y Jeff Rowe)

Esta fue sin duda una de las selecciones más difíciles, porque estábamos entre la hermosura visual y de guión de Luca, pero también también ante la complejidad y profundidad de Evangelion: 3.0+1.0 Thrice Upon a Time, sin embargo lo último de Michael Rianda y Jeff Rowe (que se iba a estrenar en el 2020 pero por cuestiones de la pandemia, movió su estreno para el 2021 por la plataforma Netflix) es sin duda el mejor animado del año.

Con un ritmo salvaje, hilarante comedia, un guión bien estructurado y una animación cuidada (que mezcla el 3D con el 2D, dibujos a mano y acuarela), los directores tiran todas las ideas que tienen a la pantalla, y la mayoría funcionan perfectamente bien.

The French Dispatch (Wes Anderson)

Tal vez su guión esté sobrecargado de información pero la dirección y puesta en escena, hacen que la película sea una hermosura estética.  Las actuaciones, todas interesantes (a pesar de que pocas destaquen por la gran camada de actores que pasan por pantallas, incluso algunos en plan de cameo), hacen que el filme brille aun mas, y si a eso le sumamos el interesante humor infantil y negro que tiene el director, esto se convierte en una de las mejores del año sin duda.

Judas and the Black Messiah (Shaka King)

El primer largometraje de Shaka King no es para menos.  Una enérgica apología contra las luchas de razas, en un ritmo de “thriller” con muchas influencias al cine más clásico de Scorsese.  El guión no sobreexplica, la dirección no es abrumadora, pero todo tiene un pulso tan bien cuidado que es fácil adentrarse a su mundo, y para terminar de absorbernos, está Daniel Kaluuya mostrando propuestas revolucionarias intensas, Lakeith Stanfield nos arrastra hacia la oscuridad mientras que Jesse Plemons nos deja en la oscura encrucijada.

The Suicide Squad (James Gunn)

James Gunn, aquel director que llegó al mainstream gracias a Guardianes de la Galaxia, fue despedido de Marvel por unos chistes (de mal gusto) que había realizado en su pasado.  Warner/DC ni tan tonta ni perezosa decide contratarlo para que dirija la película que él entienda y de ahí ha salido esta visión (renovada) de estos villanos.  Salvaje, con buenos efectos, y que enamora por su absurdo.  Amor a los cómics y a estos personajes es lo que brinda el director.

Zack Snyder's Justice League (Zack Snyder)

Cuando en el 2017 se estrenó la versión del director Joss Whedon, los fans se molestaron tanto que empezaron a exigir que salga la que el director Snyder había realizado.  Al inicio nadie pensó que eso funcionaria, pero la presión de los fans fue tan grande que el estudio vio una oportunidad ahí para complacerlos y de paso para lanzarlo como caballo de Troya para su plataforma.  Y sin duda alguna valió la pena, porque esto es Zack Snyder desatado en una película de 4 horas que está lejos de aburrir.

Mejores desarrollos de personajes, de historia, puesta en escena, acción, banda sonora e incluso edición, son de los tantos elementos interesantes que contiene esta versión del director.

Spider-Man: No Way Home (Jon Watts)

Convirtiéndose en un estupendo entretenimiento, la última carta de Marvel es una declaración de amor hacia los fans.  Guiños, sorpresas, nostalgia, un ligero toque de drama y comedia, pero bien medida, en una de las aventuras más interesantes del universo Marvel después de Shang Chi.

Tal vez no tiene grandes dotes cinematográficos, pero es un carrusel de emociones que es imposible no enamorarse.

Con la misma dinámica en la que hicimos el top de series, vamos a iniciar el top de películas.  Naturalmente este será solo de doce películas y no tendrán las mismas reglas que tomamos con las series, ya que naturalmente no se rigen bajo las mismas reglas.

Sin muchos preámbulos pues vamos a iniciar:

12-US [Jordan Peele]
El guión de Peele es una delicia que se disfruta a fuego lento.  Es cierto que tiene unos pequeños hoyos creados a conveniencia (que los dobles decidan jugar con sus víctimas, es uno de ellos) pero esto no arruina la experiencia lograda con la práctica de la contención y la pausa.  Utiliza metáforas y doble lecturas para reflexionar sobre la sociedad actual y de paso, la crítica fuertemente. Las actuaciones de Lupita Nyong’o es soberbia, la fotografía de Mike Gioulakis es de elogios con esos tonos rojos y negros, mientras que la música de Michael Abels es preciosa.  Pero quien no se queda atrás es el mismo Jordan Peele, que además de guionista es el director logrando poner el lente en momentos adecuados tanto para hacer referencias como para dejar un punto inflexivo.

11-Shazam! [David F. Sandberg]
Una película divertida que no teme en demostrar su verdadera cara, y eso es lo que la hace mejor, porque en vez de buscar trascender busca solo divertir, sin necesidad de saturar.  El guión falla en ciertos momentos, pero destaca por mucho cuando busca darle sentido al aspecto dramático, siendo este el mejor de todos y el más estructurado. Todos los actores están muy bien, pero quien se lleva los elogios es Jack Dylan Grazer ya que con toda la soltura que él entiende, libera al personaje de una estructura concebida dando grandes momentos de comedia improvisada.

10-Avengers: Endgame [Anthony y Joe Russo]
La última película sobre el grupo de superhéroes tiene todo lo que se puede esperar y más.  Es un espectáculo a primer nivel de entretenimiento sin pretensiones. Es alto, ruidoso y lleno de emociones.  El guión flojea en muchos momentos claves y se contradice a sí misma, pero la dirección tiene tan buen pulso, que podemos pasarlo por alto para divertirnos.  Las sorpresas están en dramática reconstrucción de personajes, que puede ser lenta, pero efectiva. Aunque existan miles de películas de Marvel, tal vez ninguna sea tan grande como esta.

9-Toy Story 4 [Josh Cooley]
Plantea la evolución de sus personajes y su propia maduración.  Rompe con una de las reglas del personaje de Woody, pero al hacerlo de forma tan sutil y orgánica lo hace interesante y real.  Se contradice y tal vez, comete un error, pero su dirección es tan ingeniosa que rezuma la sensación de que no falta nada y es lo correcto.  En animación está a la altura y su musicalización a cargo de Randy Newman recuerda mucho a otros de sus trabajos como “Inside Out” pero más dramáticos.

8-Once Upon A Time In…Hollywood [Quentin Tarantino]
Leonardo DiCaprio y Brad Pitt tienen la película por el mango con unas actuaciones dignas de aplausos.  La cámara de Tarantino también hace su juego lleno de momentos brillantes y de auténtico amor al cine. Es fantástica, maravillosa y muy personal, porque esta película de Tarantino rebosa personalidad.  Es lo que el director hubiese querido ver, vivir y sentir. Es una carta de amor a ese Hollywood de los 60’s en pleno final de un movimiento y pensamiento como es el hippie. El guión está lleno de momentos de esa época dorada, su vestuario es el adecuado e incluso su escenografía y la forma de hablar de los personajes.  ¡Tarantino pensó en todo!

7-Uncut Gems [Ben y Joshua Safdie]
La película de los hermanos Safdie es estresante, frustrante.  Un ejercicio de inestabilidad que está bien filmada y actuada. Adam Sandler demuestra una vez más que es un verdadero actor con todas las de la ley logrando crear un personaje con un desarrollo de vértigo.  El pulso narrativo es genial dando uso a donde su trama está situada: New York. Una verdadera sorpresa que supera todas las expectativas y que deja un final agridulce para las 2 horas que ofrece de pura tensión y adrenalina.

6-The Lighthouse [Robert Eggers]
El dúo actoral de Robert Pattinson y William Dafoe es titánico e intenso.  Esta historia tiene esencia de cuentos clásicos de Edgar Alla Poe, llena de terror fantástico bien estructurado.  La historia (escrito por los hermanos Eggers) deja demasiados momentos para el lucimiento de los actores, para el desarrollo de los personajes y de las situaciones y para dejar al espectador descansar y digerir, porque el director conoce lo que hace y se toma su tiempo para transformarlo como si de una bestia marítima se tratase.  Una narrativa fenomenal que no puede pasarse desapercibida.

5-Ford VS Ferrari [James Mangold]
James Mangold consigue que las dos horas y algo que dura su metraje, sean de lo más interesante con un Christian Bale dándolo todo (nada nuevo) y un Matt Damon que destila empatía.  Pero en cuestiones actorales quien se lleva parte de la palma y está muy desaprovechado, es nada más y nada menos que Jon Bernthal (“The Punisher”) quien rebosa un carisma interesantísimo.  Un brillante apartado audiovisual como es la fotografía (con esos hermosos atardeceres), o la edición de sonido (escuchar esos motores de vehículos y que no molesten o eclipsen las conversaciones o canciones).  Momentos interesantes en donde una amistad está por encima de los negocios y con un final que llega al corazón, pero no destruye las imágenes de los personajes.

4-Joker [Todd Phillips]
Un estudio de personaje que se suma a la corta lista de los mejores.  Descomunal Joaquin Phoenix quien hace que cada fotograma, cada escena y cada momento en donde le toque actuar sea para prestar atención en él.  La música de Hildur Guonadottir es oscura y pesimista, la cual juega con la impresionante fotografía a manos de Lawrence Sher y con el guión escrito por Scott Silver y el mismo Phillips.  Y es que la película es un conjunto total de piezas que se van construyendo una a una para llegar a un clímax lleno de caos, resentimiento y muchas malas intenciones. Una evolución y desarrollo que elevan el clímax y con una simple escena donde se dibuja una sonrisa en el labio de un personaje, puede crear todo tipo de emociones.  Una historia llena de doble lecturas, de parábolas y en donde cada palabra (al igual que cada luz, cada escena o cada tono musical) tiene un significado.

3-The Irishman [Martin Scorsese]
¿Que se puede decir que no se haya dicho de la última película de Scorsese y de paso, obra maestra del cine clásico? ¿Que las actuaciones son todas magistrales pero que Al Pacino y Joe Pesci destruyen la pantalla en cada escena que salen? ¿Que la historia adaptada por Steven Zaillian es aprovechado al máximo por Scorsese y que incluso le suma mucho más su dirección? ¿Qué técnicamente no tiene ningún defecto? Tal vez lo único que podemos reclamar es el hecho de su duración, el cual nos parece un total exagerado cuando tiene varias escenas que, si se suman, aportan muy poquito a una película en donde su personaje ya ha estado totalmente desarrollado y no le aporta nada, pero como dijimos, este cine está por encima de la media.

2-Marriage Story [Noah Baumbach]
Scarlett Johansson y Adam Driver son exprimidos al máximo para entregar lo mejor de ellos.  Johansson logra varias escenas bien poderosas. Los actores todos destacan, incluyendo los secundarios como Laura Dern o Alan Alda.  El guión es una espina dolorosa que cualquiera que ha pasado por una ruptura puede identificarse con facilidad. Momentos con unos monólogos destructivos como puede ser el de Laura Dern al final de la película sobre el concepto del “padre perfecto” o el de Johansson sobre el verdadero rol de la “esposa”.  Las pocas dosis de comedia que tiene la película son tan involuntarias que es difícil catalogarla como cómica. Deslumbra en todos sus movimientos y apartados, pero sabe que debe enfocarse en solo dos: actoral e historia con todo y diálogos, y la película los cumple con creces.

1-Parasite [Bong Joon-ho]
Con un guión perfecto con una lleno de giros argumentales uno detrás de otro y que funcionan a la perfección.  El director usa la casa y las familias como metáfora social, dando críticas a diestra y siniestra en un guión redondo.  La dirección es extraordinaria y sorprendente, ya que Bong Joon no se inmuta ni en los momentos más hardcore ni en los momentos más ácidos.  Por si fuera poco, regala tonos de comedia negrísima y encima de eso abre la puerta a que nos podamos reír de algo que en otros momentos no creamos posible, mientras de paso nos hace reflexionar sobre ello.  TODO funciona en esta película. ABSOLUTAMENTE TODO. “Parasite” es una lección de cómo se hace una crítica social sin ridiculizar, sin clichés y sin miedo.