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Las películas de Walt Disney Studios de los 2000s son un género en sí mismas. Solo hay que pensar en sus mayores éxitos: High School Musical sentó un precedente que al sol de hoy continúa siendo influyente. Camp Rock y las Cheetah Girls, fueron repetidas una y otra vez en El Maravilloso Mundo de Disney, y grabadas de esta manera en la mente de toda una generación. Otra de las películas más recordadas de esos años dorados es, dependiendo de dónde hayas crecido, Un Viernes de Locos, o Freaky Friday.

La Dra. Tess Coleman (interpretada por la ganadora del Oscar por Everything Everywhere All at Once, Jamie Lee Curtis), terapeuta y viuda, se prepara para casarse de nuevo, pero tiene problemas con su hija Anna (Lindsay Lohan), una talentosa guitarrista y rebelde adolescente. Por medio de magia china, en el fin de semana de la boda intercambian cuerpos y tienen que vivir la vida de la otra, descubriendo así sus luchas, problemas y retos, llevándolas a comprenderse mejor.

Hollywood, manteniendo su tendencia hacia revivir su gloria pasada con remakes y secuelas, echó mano de esta amada película para ofrecer a la audiencia una segunda parte dos décadas después, con una Lindsay Lohan renovada tras años de escándalos y una laureada Jamie Lee Curtis. ¿Y el resultado? Sorprendentemente bueno.

Anna Coleman, veinte años después, es madre soltera (por elección) de una adolescente llamada Harper (Julia Butters de The Gray Man). Tiene una magnífica relación con Tess y hace malabares como productora musical de una cantante pop llamada Ella y su rol como mamá. Un día, un experimento fallido de Harper hace que Anna conozca a al padre de su compañera Lily, el chef Eric Reyes, interpretado por Manny Jacinto (Top Gun: Maverick). Ambos se enamoran instantáneamente y tras un montaje de unos pocos meses deciden casarse. Pero hay un pequeño problema: Lily y Harper no se soportan.

Y hay otro problema: Se supone que Eric y Lily venían a Los Ángeles solo por un año, tras el cual regresarían a Londres. Anna y Eric no han decidido si quedarse en Los Ángeles, o irse; y Lily está renuente a dejar Londres y los recuerdos de su madre fallecida.

La noche de la despedida de soltera de Anna, Harper y Lily conocen a una polifacética médium (que también es barista, gestora financiera e instructora de reiki, un reflejo de la “gig economy”), quien les da un misterioso mensaje. A la mañana siguiente, como podremos imaginar, hubo un cambio de cuerpos, pero esta vez, al doble: Tess ahora es Lily, Lily es Tess, Harper es Anna y Anna es Harper. Doble cambio, doble diversión.

Las niñas haciendo de Harper y Lily no lo hacen mal, pero ver a las veteranas Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan interpretar a dos adolescentes es divertidísimo. En el caso de Curtis, llega a niveles estrambóticos, teniendo en cuenta que es quien lleva el cambio más fuerte. Lohan hace de adolescente como en los papeles que le hicieron una estrella en los 2000: divertida, despreocupada, y esencialmente cool.

Freakier Friday apela efectivamente a la nostalgia manteniendo a casi todo el elenco original, trayéndolos de vuelta aunque fuera en pequeñas escenas. Los trae de una manera fresca, adaptada a la década, pero priorizando el entretenimiento y sin detenerse a perder su ritmo efectivo. En ocasiones disparatada, es precisamente el estilo de humor desenfadado que caracterizó la época de la original.

Al mismo tiempo, ofrece un mensaje muy empático sobre el valor de la familia, el amor y enfrentar el duelo. El rol de Tess como terapeuta permitió llevar a una conversación madura al respecto sin que se sintiera forzado, y el resultado es un momento genuinamente emotivo que balancea muy bien el resto de la historia y nos permite empatizar con cada uno de los personajes y comprenderlos mejor.

Esta película llega en un momento en el que el contenido “tween”, dirigido a preadolescentes, ha empezado a escasear. Las producciones se han enfocado en crear contenido para adolescentes, que cada vez presentan situaciones más maduras y sexualizadas. La falta de opciones de entretenimiento para toda la familia es cada vez mayor, y de ahí que la propuesta de Freakier Friday se sienta diferente.

Te sientes cómodo llevando a tu mamá y a tus sobrinas, o a tu abuela. Es un buen rato, sin momentos incómodos, y risas garantizadas. Junto con Superman, Fantastic Four: First Steps y The Naked Gun, parece que en 2025, la industria ha encontrado el balance para continuar historias con una mirada nueva.

Veredicto

Freakier Friday es una secuela bien redonda, una comedia divertida y sumamente entretenida que se atiene a la nostalgia pero con la frescura de nuestra actual década. Freakier Friday es Disney Channel y, en vez de avergonzarse de ello, lo abraza por completo.

7 / 10

The Last Showgirl cuenta la historia de Shelley, una bailarina de Las Vegas que ha sido parte del espectáculo Le Razzle Dazzle desde su inicio en los años 80. Cuando Eddie, el productor del espectáculo interpretado por Dave Bautista (Guardians of the Galaxy, Vol. 3), le anuncia que el show va a cerrar, Shelley cuestiona su futuro, sus decisiones pasadas, y lucha por volver a conectar con Hannah, su hija de 22 años.

Esta película presenta lo que parece ser una propuesta sobre el ageism, el arte y la vida en los escenarios de Las Vegas, pero no termina siendo así. Con un guion débil, a través de los diálogos nos vamos enterando de la historia de Shelley, conocemos personajes que nunca vemos en pantalla, pero que responden las preguntas que tenemos y develan su pasado. Sin embargo, como la mayoría de los elementos del filme, estos terminan siendo ambiguos, sin llevarnos a ningún lado. Intenta tener una fotografía de cine independiente, con movimientos bruscos y temblor. Aunque es una decisión artística que puede interpretarse como una forma de hacer más humana la historia, o mostrar la inestabilidad repentina en la vida de Shelly, la verdad es que lo único que hace es impedir disfrutar el hermoso diseño de producción y marear.

Lo mejor de The Last Showgirl es, sin duda, la actuación de Pamela Anderson. Nos convence como una mujer apasionada, que realmente ve su trabajo como un arte del que está orgullosa. En varios momentos hace alusión a cómo el espectáculo tiene sus raíces en Francia, siendo el único que permanece de su clase; un dato que a nadie a su alrededor parece importarle. En general, su mejor amiga, Annette, su hija, y sus (mucho más jóvenes) compañeras de trabajo, lo consideran una vulgaridad desfasada. La interpretación de Anderson le da personalidad y complejidad a un personaje que, con un guion que tenía poco más que ofrecerle, hubiera pasado por uno más del montón. Su voz dulce, su gesticulación desesperada, sus pasos de baile anticuados, limitados por el peso de la edad… todo es presentado con excelencia de su parte.

Es además respaldada por los personajes de Eddie y Mary-Anne (Brenda Song), pero es su mejor amiga, Annette, interpretada por Jamie Lee Curtis (Everything Everywhere All At Once), que nos muestra lo que podría ser el futuro de Shelley: retirada unos años antes de Le Razzle Dazzle, Annette representa el final de una mujer que ya no tiene belleza para ofrecer en una industria donde el físico es lo único que importa, perdida entre las apuestas y el alcohol.

Su hija Hannah (Billie Lourd), por otro lado, representa su pasado y su resentimiento por su abandono muestra todo lo que Shelley que sacrificó para dedicarse al espectáculo. Lourd tiene 32 años, interpretando a una estudiante universitaria de 22 años, y se nota. Con Hannah es que podemos profundizar en las motivaciones de Shelley, y cómo ella ve la vida de una forma en la que, si estás haciendo lo que te apasiona, todo vale la pena.

Y por eso, pese a todos sus defectos, The Last Showgirl logra emocionarnos: estamos ante una mujer que ama lo que hace, cuya pasión es su vida y su identidad, y de repente, lo pierde todo. Es algo que vemos día a día con adultos que no pueden seguir el ritmo del cambio, con personas que tienen que renunciar a aquello que más les apasiona. Esta película pudo haber sido una exploración de estos temas. Un guion más contundente, que hubiera dado resolución a al menos uno de los conflictos presentados, hubiera hecho esta historia mucho más redonda. Pero, lamentablemente, estamos ante una obra que, pese a conmovernos con su protagonista, se quedó corta en todo lo demás.

Veredicto

Una magnífica Pamela Anderson es empañada por un guion ambiguo y decisiones cinematográficas cuestionables.

6 / 10

Un famoso escritor de obras detectivescas llamado Harlan Thrombey (Christopher Plummer) amanece muerto el día siguiente de su cumpleaños, aparentemente suicidio, pero el detective Benoit Blanc (Daniel Craig) duda de toda evidencia que lleve a ese análisis, por lo que decide investigar con cada miembro de la familia que estuvo presente el día del cumpleaños de Harlan.

Rian Johnson vuelve a crear algo original escrito y dirigido por él.  Después de la tan comentada ´Star Wars Episodio VIII: El Último Jedi´, Johnson ha estado en todos los ojos posibles, más que nada por la tan hablada trilogía de Star Wars que está preparando.  Nos alegra mucho que antes de eso podamos ver algo lejos de ese universo gigantesco que es difícil de controlar (tanto por los fans como por los mismos personajes).

La película cuenta con un sin número de actores de renombre que se pasean por la pantalla con una gracia increíble, teniendo momentos brillantes y con un estilo único, pero dejando lamentablemente a los secundarios muy alejados y no dejando que se eleven como la trama y el guión aparentemente dictan que suceda.  Y aunque parezca extraño, los más interesantes y que se comen la pantalla son Daniel Craig y Ana de Armas, ya que tienen un desarrollo espectacular y único y estos son los que, a simple vista, no parecen ser trascendentales, además de que, sin dudar de su calidad actoral, se pensaría que Toni Collette, Jamie Lee Curtis o Michael Shannon serían los que se lleven las mejores actuaciones y situaciones.

El guión no es sorpresa que homenajea a la afamada escritora de novelas de detectives Agatha Christie.  ´Knife Out´ tiene los elementos básicos del thriller, pero con cierta frescura, tratando de salir de todo el cliché posible pero le cuesta.  Además de tener momentos brillantes con diálogos sarcásticos e hilarantes, el humor suele hacer acto de presencia y ya para el segundo acto, cansa un poco.  Es un análisis donde se toma los mejores recursos del thriller policiaco, dando muchos giros y varias revelaciones, pero sin dejar atrás el componente crítica, esta vez a una sociedad donde se enfoca en atacar la irresponsabilidad de las personas al creer que los demás tienen la culpa de los problemas de otros y la politica.

En definitiva ´Knive Out´ es una película divertida que no pierde el ritmo en ningún momento.  Los actores lo pasan de maravilla y se siente fuera de pantalla. Su historia no es nueva y a veces puede pecar de simplista.

Veredicto

Rian Johnson vuelve con un guión que homenajea al cine noir y a Agatha Christie, mezclando tonos de comedia.  Sus actuaciones son interesantes y su puesta en escena por igual, pero llegan momentos que por mas que quieran ocultar algo, el director no se lo permite.

7 / 10

La película de ‘Halloween’ (2018) fue bien recibida por la crítica y la audiencia, logrando así que los productores dieran luz verde a dos películas más del asesino en serie Michael Myers y a la carismática Laurie Strode (Jamie Lee Curtis).

Hoy Lee Curtis ha confirmado el inicio del rodaje de la siguiente ‘Halloween Kills’ con una particular foto compartida en Instagram.

¡Nunca digas morir! ¡Primer dia de regreso a la batalla por mi vida! Escribía Jamie Lee Curtis junto a su foto, en la que podemos verla golpeada gracias al trabajo de maquillaje.

‘Halloween Kills’ se espera que se estrene el 16 de Octubre del 2020.