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Es difícil creer que la serie creada por Vince Gilligan tenga algún hueco argumental.  “Breaking Bad” es de las pocas series que se pueden dar el lujo de crear una historia totalmente redonda en donde se desarrollen todos sus personajes, de un final creíble y (por si fuera poco) dejar líneas para seguir desarrollando su universo.  Y resulta más increíble creer que todo el concepto de su spin off (“Better Call Saul”) viene de una sola escena con apenas 12 diálogos (Temporada 2, Capitulo 8).

Y es que la serie, más allá de tener la esencia de su predecesora, de manejar la ambientación y de mantener una trama redonda, la serie logra su punto álgido con el desarrollo de personajes.  Su desarrollo de personajes es de niveles superiores, siendo prueba de esto a Kim Wexler interpretada por Rhea Seehorn de forma impecable y a Lalo Salamanca quien lo interpreta Tony Dalton.  Este último siendo ya algo usual en la forma de crear a los villanos por parte de Gilligan, los cuales son extremadamente carismáticos pero a la vez amenazantes sin ejercer violencia constante.

La serie utiliza a estos dos personajes como pilares opuestos para demostrar cada lado del abogado Saul Goodman y de paso, del desarrollo de las situaciones.  Por un lado tenemos a Kim, quien sirve de freno para la evolución del personaje de Goodman y quien es el lado moral y recto de la serie, el cual se ve corrompido en sus dos últimos capítulos, pero por otro está Lalo, quien representa ese lado explosivo y agresivo lleno de locura de la serie y del personaje (no olvidemos que esta serie es sobre el abogado Saul Goodman y TODO, absolutamente TODO está relacionado con el).  Como simbolismo a esto, está la escena de Lalo Salamanca en prisión y el cual es liberado justamente cuando Goodman lleva su vida al límite en el octavo capítulo.

Otro punto en aclamación es la puesta en escena en cuestiones de espacios y para representar situaciones, la cual se refleja en sus dos últimos capítulos.  La escena de la sombra de Ignacio Vargas corriendo es una excelente representación de la situación que está viviendo el personaje en su arco y en ese mismo momento.

Veredicto

En resumidas cuentas, “Better Call Saul” es la mejor serie de este año en lo que llevamos y no dudamos que termine asi.  Llena de humor negrísimo, con un excelente guión y desarrollo de personajes, sin mencionar las increíbles interpretaciones que tienen CADA UNO DE LOS PERSONAJES.

9 / 10

En el año 2008 se estrenó una serie sobre un profesor de química que padecía de cáncer, y que por falta de dinero para pagarse el tratamiento de quimio (y porque la familia estaba utilizando el único ahorro que tenían) decide “cocinar” anfetaminas y con la ayuda de un antiguo alumno, venderlas por todo el estado de Nuevo México.  ¿Quién diría que esa serie se convertiría en una de las mejores series de la historia de la televisión, lograría un spin off, y ahora una película?

Lo que Vince Gilligan (el creador) había logrado no solo era buen entretenimiento puro, sino que también era cine del bueno.  Planos, diálogos, actuaciones, música, edición.  Pero además de todo eso, la serie se reinventaba cada temporada.  Personajes memorables se movían a su antojo en un guion tan bien hecho que era difícil no tomarles cariño a los personajes y sufrir ciertas situaciones, por más corto tiempo que salgan en pantalla.

El universo de Gilligan se extendía con una serie precuela que explicaría todos los pormenores de un personaje secundario de Breaking Bad, para poder llegar a donde estaba (Saul Goodman).  En la serie (Better Call Saul) Gilligan manejaba con maestría y buen pulso personajes viejos y nuevos expandiendo su universo, pero eso solo es una precuela de antes de Breaking Bad.  ¿Y después? Nadie se preguntaba que paso después al ver el final tan redondo que nos dejó el creador de la serie principal, y aunque no era necesario, él ha querido hacer una película explicando que paso con un personaje en particular: Jesse Pikman.

¿Vale la pena lo que Vince Gilligan quiere contarnos? ¿Afecta el universo de Breaking Bad?

Sin duda era arriesgado hacer eso después de que la serie terminara tan redonda y bien hecha.

Vince Gilligan ha demostrado que su suerte no fue al azar cuando comenzó con ´Better Call Saul´ y aquí vuelve a demostrarlo.  El camino y cierre del arco del personaje de Aaron Paul; Jesse Pinkman es soberbio y bien satisfactorio.  Se nota que Gilligan le tenía un cariño especial al personaje.  Paul es quien mas destaca en concepto de actuación, porque que todo sea dicho, esta es su película y aquí no hay forma de que nadie mas destaque.  Las actuaciones de todo el conjunto de actores que se pasean por pantalla son aceptadas (incluyendo las sorpresas).

El guion que brinda Vince Gilligan para esta historia es aceptable.  Sin destacar mucho en sorpresas o giros inesperados como sucedía en ´Breaking Bad´ y aun sucede (a veces) en ´Better Call Saul´, el guionista hace énfasis en el estrés post traumático que tiene Pinkman por todo lo sucedido (principalmente el secuestro por parte de los neonazis).

Visualmente también esta correcta como siempre ha sido.  Los planos del desierto, tomas espectaculares, la fotografía calurosa y agobiante, marca de la casa.

La verdad es que, es innecesaria, pero totalmente satisfactoria.

Veredicto

En resumen, ´El Camino´ es un final satisfactorio para el personaje de Jesse Pinkman y para los fans.  Da algo de luz al cierre de un personaje tan mimado por el creador y tan querido por los espectadores.  Brinda todo lo que un producto de Vince Gilligan debe brindar, pero no lo exagera y se va por lo seguro.

7 / 10

Jesse Pinkman regresa a manos de Vince Gilligan, para una película que llega este próximo 11 de Octubre del 2019.

‘El Camino (Una Película de Breaking Bad)’ es el nombre y hasta ahora solo se sabe que tratara sobre Jesse Pinkman después del final de la mítica serie.

Trailer y poster.  ¿Qué esperaba?