El cine es de los pocos artes que puedes ver una misma historia, desde distintos puntos de vista. “September 5” cumple los requisitos suficientes para ello.
Por ejemplo, con la música, puedes tener una canción a la cual se le hacen distintos covers. Al final el cover es una segunda o tercera versión de una canción original pero es simplemente “otra forma de hacerlo”. El cine tiene la particularidad de que puedes ver una historia como “The Last Duel”, donde tienes distintos puntos de vista. El filme que nos ocupa, narra la historia de los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, la cual se ha visto con la película de Steven Spielberg llamada “Munich”, desde el punto de vista de unos agentes de la Mossad, sin embargo ahora estamos viendo desde el punto de vista de unos reporteros, precisamente la única cadena que transmitió el conflicto en vivo: la ABC.
La historia está desarrollada solo por siete horas antes de que suceda el conflicto, y las horas que duraron el conflicto, teniendo un total de 24 horas o un poco más, en donde el único escenario es una cabina de televisión (y pueda que tres o cuatros escenarios más, en cuestiones de segundos).
El trabajo del director Tim Fehlbaum es impresionante y debe ser tomado en cuenta, por como mantiene al espectador con una constante tensión sólo con los diálogos y aunque uno sepa cómo vaya a terminar todo. Magistral el uso de las pausas, de la música y hasta de ciertos tecnicismos para que estemos tan adentro del filme como los mismos personajes. A todo esto también el director participa como guionista en conjunto con Mortiz Binder y Alex David, logrando crear personajes que nos importan y que se desarrollan en el transcurso de la trama. Interesante como, por ejemplo, como conocemos a Marianne, con solo 3 preguntas esenciales que les hace otro personaje, o cómo podemos entender la necesidad de mantener la historia de Roone con algunos momentos claves.
Pero el trabajo no queda aquí, porque “September 5” tiene una de las mejores actuaciones del año. John Magaro toma el rol protagónico junto a veteranos como Peter Sarsgaard y Ben Chaplin, destacando por mucho en un personaje lleno de capas. Su evolución es interesante desde el inicio en que se presenta como al final cuando sale de la cabina. Hablar de Peter y Ben es decir lo obvio: solvencia actoral. Es incluso interesante como Peter Sarsgaard, manteniendo un peinado y ropas similares en “Presumed Innocent”, sea tan distinto. A todo ello se le suma Leonie Benesch, en actuación con uno de los mejores personajes del filme. Luego los demás son tan secundarios, aunque funcionan, como es el caso de Zinedine Soualem o Corey Johnson.
En lo técnico la fotografía de Markus Forderer es como si estuviésemos viendo un documental de los 70, con el granizado y todo. Una maravilla. Y ni hablar del diseño de producción de Julian Wagner, que logra sentirse totalmente en los 70, y gracias a la fotografía, en ningún momento nos desentona algo.
Para concluir, la música de Lorenz Dangel, puede pasar un poco desapercibida e incluso hubiese hecho falta un poco más de canciones tensas para ciertos momentos, pero tampoco dañará la experiencia.
“September 5” es una de las mejores películas del año sin lugar a dudas. Una obra que debe ser vista por todos, porque no decepciona.