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El cine controla las emociones de formas inimaginables.  Si bien es cierto que hay veces que simplemente al director le gusta un color y lo usa, otras veces quiere que la audiencia se encamine.  El cine manipula a la audiencia con colores, y muchas de estas composiciones son cruciales para que el público sienta algo.

Varios elementos son utilizados para poder generar una emoción.  Obviamente los colores son uno de ellos, y estos se pueden utilizar de distintas maneras y tienen distintos significados.  No existe el “correcto” o el “error” en estos casos, ni tampoco una guía.

Por eso vamos a enfocarnos en casos particulares de peliculas y de como el cine manipula a la audiencia con los colores para ciertas escenas.

Rojo

El significado que acompaña a este color es tan diverso como es posible.  Un color muy poderoso y de los pocos que pueden manejarse desde dos vías emocionales.  Por un lado es usada para mostrar agresividad, ira y violencia.  Tomemos dos ejemplos.

El primero es de “Star Wars: Rogue One” en una de sus mejores escenas.  Cuando los soldados escuchan la forma de respirar de Darth Vader pero no lo están viendo, es cuando la cámara enfoca y la espada láser roja ilumina a Vader y todo el alrededor.  Estamos ante la escena que desbordara la ira y agresividad del personaje en cuestión.

Por otro lado tenemos la segunda vía donde se destaca el amor y la pasión.  Otra escena que representa esto es cuando Jackson Maine, el personaje interpretado por Bradley Cooper en “A Star is Born” mira fijamente a Ally (Lady Gaga) cantar.

Azul

Un color muy bonito, que se asocia mucho con la inocencia, la pureza y todo lo positivo.  No en vano el traje del Capitán América es casi en su totalidad azul (además de la bandera).  Dos ejemplos:

Blade Runner de 1982.  La escena final cuando el personaje de Roy Batty (Rutger Hauer) está dando su discurso final y entendemos que el personaje es solo un replicante que ha querido vivir como humano de la forma más pura posible, tenemos la luz azul de los neones abrazando la pantalla.

Algo similar (y como homenaje) trato de hacer Denis Villeneuve, con la secuela de Blade Runner, llamada “Blade Runner: 2049”, cuando K y Joi comparten un momento de pureza e inocencia, al enterarnos que ella no es humana y nunca conocerá lo que es el amor.

Verde

El color de la esperanza, la vida y los personajes que sobreviven.  ¿Recuerdan el traje de David Dunn en “Glass”? Una capucha color verde, y este era el personaje que representaba la vida (ojo, que el mismo director lo menciona).  También está el momento cuando Arthur Fleck, en “Joker” mata a los tres jóvenes en el tren y empieza a bailar en el baño.  Ese momento en particular es cuando “nace” el Joker.

La representación del color verde es bastante amplia, porque también puede asemejarse a la naturaleza, pero en su mayoría es “vida”.  Otro ejemplo: el final de “Gravity”.  Cuando Sandra Bullock cae en tierra y sale de la nave, su alrededor es totalmente verde; es una sobreviviente.

Naranja

El color de la energía y el humor, pero también del peligro.  En “Mad Max: Fury Road”, en el desierto se encuentran con una tormenta de arena bastante apocalíptica de color naranja.  Además que dentro de la misma película, varios escenarios mantienen ese color ya que están en una tierra hostil, donde el peligro acecha.

En algunas religiones este color es significado de transformación, y es por eso que en “Split” y “Glass” M. Night Shyamalan lo utiliza con el personaje de James McAvoy.

Amarillo

La felicidad, relajación es reflejada en el amarillo.  Pasó la tormenta, Pi Patel se entendió con Richard Parker, y hay paz en el ambiente.  Esto es una escena de “Life of Pi”.

También este color puede representar la traición o los celos.  Recordemos la escena cuando Teddy Daniels, interpretado por Leonardo DiCaprio en “Shutter Island” se entera que su mujer fue quien mató a los niños.

Morado

El color de la extravagancia, la ambigüedad, la seducción y el misterio.  Un color que de una forma extraña, el cine ha explotado bastante en los últimos años, pero mantiene su gracia.  Tres ejemplos rápidos.

“La La Land”, cuando Mia se queda mirando a Sebastian dejando de forma ambigua de sí se conocieron o no.

En “Loki”, la serie de Marvel, cuando el mismo Loki está luchando con Sylvie, estamos ante un escenario de color purpura.  Si, sabemos que la gema de la realidad también lo es, pero no queríamos dejar de mencionar al extravagante Kang El Conquistador en la misma serie.

“365 Días” la serie de Netflix que llamó la atención de muchas personas por su alto contenido erotico, tiene una escena donde explota la sensualidad de los dos personajes.  ¿El color? Exactamente.

Rosado

Un amor muy romántico, la pureza, la inocencia, la niñez.  Esto es lo que representa este color que por lo general, suele utilizarse en películas coming of age (las de colegios) pero no son requisitos.  Dos ejemplos distintos donde se utiliza el color:

El primero es cuando Frances Houseman y Johnny Castle hacen el baile en “Dirty Dancing” destacando el romance de los personajes.

El segundo es el “pink day” (día rosado) en “Mean Girls”.  Más allá de ser una escena donde destaque el fashionismo de los personajes de Regina y las demás, es para dejar claro la inocencia de estas, principalmente de Cady y Karen, que son las que están totalmente de rosado.  Regina como es “la villana” tiene mitad rosado y mitad negro.  Y hablando de negro…

Negro

La representacion del mal.  Mas alla de escenas esteticas donde el director juegue con las sombras, el color negro es representado como el mal.  Darth Vader y Kylo Ren en Star Wars.  Los villanos de Marvel por igual: Malekith, Hela, Red Skull y otros.

Claro, esto no es obligatorio, tambien recordemos que Mad Max o Black Panther visten en negro y no son villanos, pero la representacion es esa.  

“El Conjuro” y “El Exorcista” son los mejores ejemplos en cuanto a como el negro juega en las escenas donde el mal esta presente.

El cine tiene muchos significados y cada director emplea el significado que quiere en su obra.  Así como puede ser que otros no le presten atención a ello, otros si lo hacen y más cuando cada decisión en producción puede crear una reacción en el público.  Y el cine se resume en eso; en una experiencia de reacciones y emociones.

Una de las cosas interesantes que tiene “El Conjuro” (2013) es como James Wan logra una dirección soberbia y eficaz, saliendo de todos los tópicos que existen en las películas de terror.  Pero no solo eso, sino que también logra darle seriedad a sus personajes y situaciones a un nivel tal, que lo mismo que sucede en pantalla es lo que haría una persona fuera de la ficción en caso de tener una casa embrujada.

Dicho esto, “El Conjuro 3” (para resumir el nombre) se queda bastante corta en ese sentido y se convierte, lastimosamente, en otra película de terror de turno que da buenos sustos y ya.

Claro, no sería justo compararla cuando cada una es independiente de las demás, a pesar de funcionar como parte de un universo, pero es casi inevitable.

En esta ocasión los Warren son llamados por una familia para que les ayude con un demonio que poseyó a un miembro de la familia.  Sin embargo este demonio se paso al cuerpo de otro integrante de la familia y ha hecho que este cometa un asesinato.  La pareja hará todo lo posible por demostrar que el chico estuvo poseído a la hora de actuar.

Aquí el argumento es lo que poco importa, y se agradece que Michael Chaves, su director, se haya saltado la parte del juicio que siendo honestos, no hay una forma inteligente de mostrar este argumento con seriedad.  Más allá de eso, los Warren se convierten en una especie de detectives que buscarán pruebas para entregarla al abogado y demostrar que este es inocente, siendo esto parte de lo absurdo del guión.Pero lo que hace que la película se lleve la gran parte de su disparatado argumento, es cuando decide mostrar dos puntos claves:

El primero es iniciar una idea y no desarrollarla.  Sin entrar en spoilers nos dicen que hay elementos que conectan lo sucedido al joven con otros casos.  ¿Dónde están esos casos? ¿Quién investiga eso? ¿En que han quedado esos casos? No hay respuesta para el espectador el cual se pregunta a mitad de película, que tiene que ver un caso con otro.

El segundo punto, y este es más importante, es que se aleja totalmente de la seriedad que le caracterizaba para hacer más efectista las cosas.  Sin Lorraine ya tenía un presentimiento de algo, aquí lo exageran al punto de ver qué ha sucedido aunque no esté ahí.  Porque en la primera, donde Lorraine percibió, aquí ve.  Lo mismo sucede con gran parte de su trama.  El caso de la Familia Perron, era algo que solo ellos y los Warren estaban viviendo.  Cuando se une el equipo completo (camarógrafo, policía y sacerdote) nunca ponen en duda lo que están viendo porque es lo que creen, y era aceptable porque se mantenía ahí con ellos.  La dimensión por la que el demonio impacta es tan grande que es casi un sin sentido que la prensa o la policía esté siempre pendiente de ellos.

¿Que podemos salvar de esta querida saga?

Tiene buenos sustos.  Vera Farmiga y Patrick Wilson son geniales.  Unos actores con mucho potencial y una química tremenda.  La fotografía de Michael Burgess es muy bonita y más cuando decide tomar esos planos amplios con poca iluminación.  Y claro, varios guiños a clásicos del terror.

Veredicto

 

“El Conjuro: El Diablo me Obligo Hacerlo” es una película que, fuera de la saga El Conjuro, entretiene y que como cierre, al menos se puede pasar, pero que no está a la altura (y ni se acerca) de la primera o al menos de la segunda.

4 / 10

Cuando se habla de terror moderno, el director James Wan es un referente.  El creador de “Saw”, “El Conjuro” y director de “Aquaman” ha firmado con Universal para otra película de terror.

Según avanza The Hollywood Reporter, Universal Pictures le ha encargado a Wan que ejerza de productor, mediante su compañía Atomic Monster, para una película de terror sobre unos muchachos que descubren que su vecino está creando un monstruo en el sótano.

El guión está ahora en manos de Robbie Thompson, de Supernatural o The Cape. Y mientras quedamos a la espera de más informaciones, recordar que Universal también tiene a Paul Feig trabajando en la escritura de Dark Army, y sigue con los proyectos de Renfield, uno de los sirvientes de Drácula, que dirigiría Dexter Fletcher (Rocketman); La mujer invisible con Elizabeth Banks; la adaptación del musical Monster Mash de 1995; una nueva versión de La novia de Frankenstein; y el remake de La mujer y el monstruo (Creature from the Black Lagoon) de 1954.

Cuando James Wan estrena ´El Conjuro´ pone en claro varios puntos. El primero es que el director malayo sabe dirigir (y de qué forma). Segundo sus películas son un espectáculo puro de diversión, pero al mismo tiempo no toma como tonto al espectador. Tercero, que entretenida película.

Los temores se disipan con los primeros minutos del metraje en donde nos cuentan algo totalmente distinto a lo que vamos a ver, solo para dar una introducción (ojo con esta escena) a los protagonistas. No lo vemos cazando demonios o fantasmas, no lo vemos haciendo un exorcismo. Los vemos dando una charla con un curso lleno de estudiantes. Es decir que estos tipos no son unos cualquiera que andan adivinando. Incluso Wan nos entrega una escena crucial, en donde la pareja es llamada por una supuesta casa maldita y resulta ser que era una corriente de aire que hacia que se escuchen ruidos.

El filme nos lleva a 1971. La familia Perron acaba de mudarse (esposa, esposo y cinco hijas) a una casa que esta poseída por un espíritu demoniaco. Suceden algunos incidentes hasta que la esposa decide ir y buscar a Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga). Wan toma sus personajes en serio y no busca, por ningún motivo que el espectador no lo vea así. Incluso la niña más pequeña es tomada tan enserio que elimina de un plumazo los tópicos de los personajes de terror. Todos piensan y actúan como lo haría alguien fuera de pantalla. ¿Qué hacen los Warren cuando le piden que vayan a la casa? Dudar. ¿Qué hace la familia cuando ve que las cosas están poniéndose feas? Plantearse mudarse. ¿Qué hacen los Warren al llegar a la casa? Observar e investigar.

Y esto sucede porque el director tiene un concepto claro de que es lo que quiere y que es lo que puede dar. No da vueltas en cosas innecesarias como presentar alguna muerte por ahí random o un susto que sobre. Incluso esta tan seguro que se encarga de entregar hasta unas reglas básicas de que sucede cuando estas en una situación como la familia Perron.

Wan se toma su tiempo para retratar a la familia sufridora y de paso para desarrollar a todos los personajes, haciendo una gala de una estructura narrativa sin salir de su suspenso y terror. Con los pocos minutos que tiene el director para poder desarrollar personajes, pues decide usarlos al máximo para que podamos sentir conexión emocional con ellos, y Vera Farmiga y Lily Taylor saben que sus personajes son importantes y se empeñan en dar el doble de lo exigido. Conectamos inmediatamente con ellas por X o por Y.

Aquí tenemos personajes que saben lo que hacen y hay un guion con estructura narrativa bien formada. Esto no es una película de sustos y ya, es una historia con sustos agregados. SUSTOS AGREGADOS, gente. Cada escena en el día es una invitación a abrazar a los protagonistas y luego vuelve la acción. Y todo esto que explicamos antes, lo que logra que entendamos el verdadero pánico que sufre la familia al mudarse a una casa nueva y que esta venga maldita.

Es por eso por lo que la llegada de los Warren es un alivio para la familia como para el espectador, agotado de tanta tensión.

Y si esto fuera poco, James Wan lleva el filme con una fotografía atmosférica, con difusas fuentes de luz y muchos juegos de sombras. En momentos parece como si de verdad las luces que están en pantalla son las que iluminan todo el escenario. Logrando que los sustos sean el doble de eficaces (solo hay que observar la escena del fantasma en el dormitorio de las dos hermanas).

A Wan solo le falta épica. Épica en el final con una escena que suba los niveles necesarios. Pero al final es lo que es, una excelente película de terror en donde su director ofrece unas clases de manejo del suspenso mezclados con una variedad de recursos sonoros y visuales que ya quisieran muchas otras películas del género. Entretenida, bien rodada, con ideas y criterios bien establecidos y dando un paso adelante en un genero tan complejo como es el terror/horror/suspenso.

Veredicto

´El Conjuro´ es solvente y bien lograda. Creada por un director que ama el género. Aunque la historia sea sencilla, su desarrollo es lo hermoso y lo interesante. Se pasa mal rato, eso sí, porque James Wan sabe lograr que pasemos mal rato y eso se agradece.