Estamos en tiempos difíciles. Hollywood anda sin ideas y el mundo anda nostálgico, así que los remakes son el pan de cada día. Por eso al ver que Blumhouse Productions, se interesa en otro remake como es “The Craft” pues no nos sorprendimos.
Primero hay que destacar que la primera película es bastante mala y es solo recordada por unos efectos bastante amenos para la epoca ademas de servir para un documental de Discovery Channel sobre este mismo tema y que logró un buen impacto haciendo que la película vuelva a tener cierta popularidad. Este remake de “The Craft” no repara los errores anteriores sino que suma otros nuevos.
Primero no hay desarrollo de personajes más allá que el de Cailee Spaeny, quien el guión le da suficiente momentos para lograr una profundidad interesante que enriquecería la película completa (y hasta la mitología que esta trae) pero solo logra algo aceptable. Michelle Monaghan está totalmente desperdiciada, y mejor ni hablar de los demás que apenas se pasean frente a la cámara sin gracia alguna.
La dirección y guión de Zoe Lister Jones está enfocada en dar un mensaje que en ser realmente interesante. Un mensaje sobre el bullying por aquí, otro sobre el racismo por allá, un poquito de feminismo, y así durante sus casi una hora y algo los personajes sueltan perlas que la directora entiende que son más importantes que desarrollar al menos la trama. Porque es que la trama no tiene ni se le espera. El porqué deciden formar el grupo de brujas no es creíble y ya el grupo formado y con libro en mano, tampoco es creíble que con dichos poderes y motivos por el cual deciden juntarse, pues hagan lo que hagan.
Puntos a favor que tiene la película es su particular primera mitad donde a pesar de sus defectos, el progreso, como ya habíamos mencionado, del personaje de Spaeny se desenvuelve y tiene un ligero desarrollo que invita a querer conocerle un poquito más. Además de su actuación la cual es bastante convincente.