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The Morning Show (Temporada 1) – Salvada por las actuaciones
The news is only half the story
Publicado el 10 diciembre, 2019
Cuando el teaser de la serie en cuestión, “The Morning Show” salió en redes sociales, a muchos nos recordó a dos excelentes series creadas por Aaron Sorkin: “The Newsroom” y la excelentísima e infravalorada “Studio 60 on the Sunset Strip”. Ya la serie se ha estrenado y ha terminado su primera temporada, y la verdad que las series de Sorkin le quedan muy grande a este exclusivo del streaming de Apple.
La serie, de forma extraña, entra de lleno en su argumento, pero en su narrativa es un fallo a gran escala. La serie inicia con la presentación de sus personajes y el conflicto, pero en su inicio tenemos varias escenas que son demasiado largas y aportan muy poco o nada a la trama.
La serie tiene unos cuantos problemas de estructura (escenas que nada tienen que ver con lo que se nos está contando), tono (momentos en que parece una comedia involuntaria), diálogos (poca sutileza en ellos), dirección de actores (personajes que hacen o dicen algo fuera de contexto), que fácilmente podían ser resueltos eliminando escenas y dejando de ser pasivos en sus argumentos.
Mimi Leder (productora y directora de los primeros capítulos) y Jay Carson (creador de la serie) no logran cuajar en los dos primeros capítulos, porque toca tantos temas, varias situaciones y todo eso con distintos tonos, que logran enredar y, en consecuencia, aburrir al espectador.
Sin embargo, todo esto que sucede en los cuatro primeros capítulos, empieza a mejorar a en los últimos cuatro (son ocho en total) logrando así una mezcla de emociones, que por un lado uno piensa que puede mejorar mucho, pero por otro, pensar que no hay salvación en la serie, al menos que los actores sigan interviniendo.
Porque ese es el plato fuerte de “The Morning Show”, sus estrellas. Jennifer Aniston y Reese Witherspoon están a la altura y mueven la serie a su antojo. Ambas tienen el talento y carisma necesarios para mover la trama y ganar el interés del espectador, y más cuando están en escenas juntas las dos. Algo que lamentablemente no sucede con Steve Carell quien tiene un personaje tan aburrido y tan cliché y solo en algunas escenas es que se logra tener una (muy acertada) exploración y crítica del personaje y su comportamiento, pero que se difumina rápidamente dejándolo como un intento.
La serie de Apple tiene la fuerza suficiente para convertirse en una gran serie, si decide enfocarse en mejorar sus puntos técnicos (guión, dirección, edición y música). Y deseamos que los mejore.