A causa de la pandemia, esta película dirigida por Joe Wright tuvo que posponerse de verano 2020 a verano 2021. A todo esto también tuvo un cambio significativo, ya que iba directamente para cines, pero al final ha terminado llegando a la plataforma Netflix.
La película nos narra el día a día de la Dra. Anna Fox, interpretada con gran solvencia por Amy Adams, la cual sufre agorafobia (temor obsesivo a los espacios abiertos), por lo cual ella se queda encerrada en su casa durante todo el dia, y que dicho sea de paso, es una casa bastante grande. Entre su dia a dia esta observar por la ventana a los vecinos, principalmente a los del frente, quienes un día se mudan y llegan otros nuevos vecinos, por lo que a partir de ese momento comenzarán a suceder cosas extrañas.
Las similitudes con el clásico del cine “La Ventana Indiscreta” son muchas, incluyendo planos en particular. Y la película va bien, durante su primera hora, creando un suspenso bastante aceptable (bobo, pero aceptable) y momentos que hacen dudar al espectador varias veces de lo que está sucediendo, pero luego llegan los últimos 35 minutos y todo lo que había construido termina cayéndose en pedazos.
El guión se saca de la manga muchas situaciones que en ningún momento se había dado la tarea de, ni siquiera mencionar.
A todo esto, los personajes se pasean en pantalla de un lado a otro sin desarrollo alguno, ya que el director está tan enfocado en mantener el “suspenso” (el cual mientras va avanzando se va perdiendo) que se olvida de otros puntos esenciales.
Como punto positivo está la escena del discurso donde Adams logra un primer plano sin titubeos, además de que está muy bien dirigida con el carro de fondo y la fotografía, recordando a las películas de Argento como “Suspiria”. También está, como ya mencionamos, las actuaciones de Amy Adams, Wyatt Russell y Julianne Moore. Gary Oldman no está mal, pero por momentos se siente un poco exagerado.