¿Me contradigo?
Pues bien, me contradigo
(soy inmenso, contengo multitudes)
– Walt Whitman (Canto a mí mismo)

Hablar sobre The Life of Chuck sin dar demasiados detalles sobre su trama, es un desafío. En una historia desarrollada en tres actos, contemplamos la historia en orden inverso de Charles “Chuck” Krantz, interpretado por Tom Hiddleston (Loki) desde su muerte hasta su infancia. En esta adaptación, la más reciente de una obra de Stephen King (parte de su libro If It Bleeds, lanzado en 2020), explora temas propios de la vida, las desilusiones, las pérdidas y la alegría.

Con el desprendimiento de California y la pérdida de la red de internet, el mundo parece estar terminando, lo cual parece coincidir con la aparición de misteriosos letreros, comerciales y anuncios en todas partes despidiendo a Charles “Chuck” Krantz, luego de 39 maravillosos años.

Los personajes (y nosotros como audiencia) parecemos confundidos ante la existencia de este sujeto que parece un contable (¿se estará retirando?). A través de esta narrativa no lineal, somos seducidos y confundidos por el misterio de esta historia en la que no sabemos qué sucederá.

Mike Flanagan, en su tercera colaboración con Stephen King, se ha especializado en el cine de terror (Doctor Sleep, Midnight Mass), y hace uso del lenguaje cinematográfico para dejar símbolos y easter eggs a través de todos los actos . Utilizando su experiencia previa, lleva el conflicto al borde del horror, pero siempre sin tocarlo. En un movimiento poco común para King, este se distancia de su estilo más oscuro para dar lugar a una historia ligera, dulce y “feel good”, pero acompañada de temas filosóficos, como la muerte y el paso del tiempo.

Aquellos entusiastas de la astronomía y fanáticos de Carl Sagan encontraremos muchas referencias a su trabajo, que se vuelven un tema recurrente confiriendo detalles que se sienten personales y específicos. Esto da lugar a una historia particular con un mensaje sencillo. Porque Life of Chuck busca conjugar varios géneros, pero tal como lo es la vida, no se compromete con ninguno.

La vida de Chuck Krantz es por lo demás corriente. No necesariamente hace nada extraordinario, pero es feliz. A sus 39 años tiene una familia que le ama, es un buen contable, y baila, sí que puede bailar. Al punto, en el que la totalidad de uno de los actos se concentra en su pasión por la danza y cómo esta le permite conectar con personas y sentir la plenitud de estar vivo.

El ensamblaje del elenco, que es bastante coral, cuenta con sólidas y entrañables interpretaciones, el mismo liderado por Hiddleston, Mark Hamill  y Mia Sara como los abuelos de Chuck, además de Chiwetel Ejiofor y Karen Gillan como los protagonistas del primer acto. El resto, como la profesora de 6to grado de Chuck, su maestra de danza, su compañera de baile, una chica con la que baila una tarde, el director de la casa funeraria, y las versiones jóvenes de Chuck… todos colaboran en ofrecer interpretaciones creíbles, que continúan dando soporte a la tensión de la historia.

Un punto que podríamos considerar débil es el recurso del narrador, cuya voz presta Nick Offerman, y que puede resultar innecesario en ocasiones. Es entendible que por venir de un cuento y su estructura particular, solo que su traducción en la gran pantalla no resulta tan efectiva. En general, la entrega de ciertas líneas de parte de él y Hiddleston pueden cambiar la atmósfera y quitarle fuerza a la narración.

The Life of Chuck para algunos podrá resultar más confusa que entretenida; para otros, tendrá un mensaje profundo que no encontró su camino por completo. Otros simplemente quedarán con más preguntas que respuestas, o de encontrarlos, quizá no serán satisfactorias. La audiencia encontrará un misterio muy a lo King, pero por momentos más ambiguo. Sin duda, es una propuesta diferente, acogedora y estimulante para quien busque una experiencia más reflexiva. Chuck nos invita a encontrar gozo: en hacer lo que amamos, en conectar con desconocidos con quienes compartimos pasiones. Porque todos nosotros contenemos multitudes.

Charles Kantz. 39 grandiosos años. ¡Gracias, Chuck!

Veredicto

En medio de la locura de este mundo, The Life of Chuck nos invita a vivir y disfrutar de la vida y las cosas que nos traen felicidad; sin embargo, la entrega de ese mensaje carece de la contundencia necesaria para hacerlo valer por sí solo. No obstante, no deja de ser un rato agradable donde podrás disfrutar de Tom Hiddleston mostrando sus dotes de bailarín, y pensar en quienes amamos, por qué, y qué realmente importa.

7 / 10

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