Para el estreno de Furiosa: A Mad Max Saga y Fall Guy, surgió un tema muy interesante: ¿las personas están cansadas de ir al cine? ¿El cine desaparecerá? Y todo esto vino por la muy baja recaudación que tuvieron estas dos películas a pesar de las buenas reseñas por parte de la crítica especializada.

Y es que últimamente Hollywood se ha empeñado en demostrar que ahora en tiempos de vaca flaca, la opción más rápida es aprobar secuelas innecesarias o remakes poco interesantes.  Y es que después de una pandemia de más de un año y luego una huelga, la industria ha quedado bien herida.  Algo que le estará costando a todo el que trabaja dentro.

Según algunos reportajes de revistas como The Hollywood Reporter o Deadline, las estrellas (y sus agentes) están viendo como las plataformas de streaming estaban dispuestas a lo que sea para contratar rostros populares, algo que ya hoy en día se ha demostrado que no es atractivo obligatorio para que el espectador vea ciegamente algo.  El mejor ejemplo ha sido “Stranger Things”, “Dark” o este año 2024 con “Fallout” y “Baby Reindeer”.

Pero los actores no son los únicos que están sufriendo la falta de atención por parte de las plataformas y los estudios, también los directores y estos lo tienen aún peor.  El fracaso de un proyecto en pantalla grande les pone más cerca que nunca del temido “nunca volverás a trabajar en esta ciudad”, y en plataforma es aun mas dificil porque aun no esta muy claro cómo es que las mismas generan las ganancias.

Según el artículo de Deadline, un agente de actores, que se mantiene anónimo, afirma que las plataformas se les han acabado las ganas de comprar proyectos con estrellas de cine, y los “paquetes” que venden para los actores, han sido rechazados.  Y no hablamos de actores de clase B o C, sino de clase A.  Para que tengan un ejemplo, los agentes venden “paquetes” donde el actor haría, por ejemplo, dos películas de protagonista al año, una miniserie como actor de reparto y una tercera película con un personaje de poca duración.  Tal vez le incluyan alguna voz para un filme animado, y todo esto a cambio de algunas cosas más su sueldo.

Y es que ha habido inversiones grandísimas para adquirir paquetes y al final estos no han dado los mejores resultados.  “The Woman in the Window” con Amy Adams, “Kate” con Mary Elizabeth Winstead y Woody Harrelson o “Being the Ricardos” con Nicole Kidman y Javier Bardem, son uno de los ejemplos más notorios.

Los ejecutivos tienen cada vez más miedo de verse en la obligación de responderle a sus superiores en los estudios por algún fracaso, por lo que es más fácil llegar con una idea de remake o secuela, que ya trae a un público establecido.  Por otro lado, el hecho de que las plataformas ya no sienten la necesidad de atrapar al espectador con proyectos con caras de actores.  Antes lo lógico era que si Netflix no compraba, lo haría Amazon o alguna otra, pero ya eso no sucede.  Por eso hay proyectos como “Bridgerton” que cuentan con una popularidad increíble a pesar de no tener caras conocidas, y otros como “Atlas” que tienen a Jennifer Lopez en la portada como protagonista y no generan interés alguno.

Pero a esto también hay que sumarle que los actores de renombre, prefieren proyectos televisivos en formato de películas o miniseries, donde los rodajes no le saturen las agendas y algo que resulta poco rentable para muchas productoras.  Por eso es que muchas miniseries con caras conocidas, terminan convirtiéndose en series regulares como es el caso de “True Detective” o la actual “Shogun”.

Los tiempos han cambiado y antes los actores miraban las series con desprecio, pero hoy en día es uno de los formatos más rentables y que más el público exige.

Pero como se mencionó más arriba, los directores también se llevan la peor tajada del asunto.  Por ejemplo, Noah Baumbach recibió 18 millones de presupuesto para “Marriage Story”, que llevó a Netflix a los premios de la Academia, y su presupuesto para “White Noise” aumentó considerablemente más de un 100%, pero no recibió el éxito esperado.  Por otro lado “The Irishman” no contó con esa misma suerte y Martin Scorsese no recibió ningún apoyo para su siguiente proyecto por parte de la plataforma.

Algo que también se pudo apreciar en Disney con Taika Waititi, donde “Thor: Love and Thunder” costó más que “Thor: Ragnarok” y no superó las expectativas, o “She Hulk” de Jessica Gao, que tampoco recibió los números de streaming que se esperaba, logrando que sus futuros proyectos queden varados en el aire en donde los mismos directores no saben que decir a los medios.  Aunque está claro que las expectativas en Disney son muchísimo más altas de lo normal.

Solo algunos directores pueden darse el lujo de tener una carrera intachable a base de números (no de aprobación de la crítica), como Jon Watts con su trilogía de Spiderman, lo cual fue la razón por la cual el estudio no dudo dos veces en darle un proyecto tan delicado y esperado por los fans como es “Los 4 Fantásticos” ya que éste ha garantizado ganancias.

A esto se le suma el miedo de los estudios a apostar a algo totalmente nuevo y sea un fracaso.  Razón por la cual HBO ha decidido apostar por un universo completo del universo de “Canción de Hielo y Fuego” antes de apostar por proyectos nuevos y que fracasen como fue el caso de “Lovecraft Country”, que fue todo un fracaso y no llego ni a terminar la temporada cuando ya la cadena anunciaba que esta iba a estar en revisión por si ocurría “alguna 2da temporada”.

“Antes con tal no lo cagues, podías mantenerte como director durante varios años” y el mejor ejemplo de ello es Rian Johnson con Star Wars.  Genero dinero, generó buenas críticas pero hizo que el fandom se molestara de mala manera, sin embargo eso no fue problema para que siguiera trabajando.  Hoy en día, su caso hubiese sido igual que el de Cathy Yan, que después de “Birds of Prey” su último trabajo fue un capítulo de Succession.

Hace poco salió la noticia de que Matt Reeves tenía en mente no solo hacer una trilogía de The Batman sino que estaba preparando todo un universo con spin off y demás.  Al mismo tiempo salía un tráiler oficial de la nueva película de James Cameron, “Avatar 2: El Camino del Agua” la cual sería la continuación tan mencionada de una Avatar que salió hace más de 5 años.  Por si fuera poco, Taika Waititi como Jon Favreau se han mantenido en los últimos años haciendo básicamente un solo tipo de película, aunque Taika ya esté en el punto de caer mal al público.

La pregunta está ahí aunque nadie quiera enfocarse en ella: ¿Qué ganamos cuando un director decide sacrificar su carrera a una sola saga? ¿Qué perdemos cuando el director no sale de un único proyecto?

El mejor ejemplo de todo esto es George Lucas, quien dedicó su vida a una trilogía que no solo le ha llenado de números las cuentas bancarias y asegurado su futuro y el de sus hijos y nietos, sino que también nos hemos perdido la visión de un director y guionista que tal vez tenía algo muchísimo más interesante que bridar.  Pienso en “American Graffiti” y como ha día de hoy solo queda en el recuerdo de aquellos que quieran buscar algo más de la filmografía del director.

Otro caso interesante es el de Michael Bay, que para bien o para mal, su visión “Transformers” ha sido su ancla y de la que tuvo que salir de ella porque el estudio prácticamente le obligó al tener mala recepción el último filme de la franquicia.

¿Otro ejemplo? Chad Stahelski, quien salió hace muy poco de la saga John Wick y que desde entonces no ha dejado de estar dando declaraciones de que tal vez vuelva (probablemente con el estudio por detrás tirándole números), y quien hoy en día se sabe mas de lo que tal vez venga de la saga Wick versus el proyecto de Ghost of Tsushima que el director quiere llevar a la pantalla grande.

Aunque también hay casos no tan graves, como es el de George Miller que en sus más de 30 años de dirección solo ha rodado doce (12) películas y cuatro (4) de ellas han sido Mad Max y ahora viene con un spin off de uno de sus personajes.  Más que una saga, podría decirse que Mad Max ha sido un proceso de destilación. En ese sentido nadie puede reprochar a Miller haberse volcado en una franquicia en la que cada paso ha sido una constante búsqueda y depuración de estilo comparable a la de muchos otros directores.

Peter Jackson también pasó por lo mismo, al cual se le carga la saga de El Señor de los Anillos pero también El Hobbit.  En pleno apogeo de las trilogías y sagas interminables, el libro pasó a concebirse como un díptico fílmico. Jackson, que ya había saciado su hambre de recrear la tierra media, delegó la labor de director en Guillermo del Toro, que tras dos años de trabajo abandonaría el proyecto por los constantes retrasos y problemas financieros del proyecto. Así que Jackson, que se había embarcado con Steven Spielberg en una nueva trilogía sobre Tintín y que había adaptado “The Lovely Bones”, decidió tomar los mandos, seguramente a petición de Warner, e invertir otra ingente cantidad de tiempo en repetir con peor material, más prisas y menos entusiasmo lo mismo que ya vimos hace años pero un poco más ligero (porque el libro del Hobbit es ligero), y hoy en dia solo lo hemos podido ver en un documental sobre la banda The Beatles.

Al final entendemos que los directores, principalmente hoy en dia nos deben algo (veo con cierta intensidad algunos fandom exigirles, principalmente en los que son sobre héroes), porque cada creador es libre de configurar la película a su antojo y visión, sin embargo hay caminos que no tienen retorno y la vida no lleva pausas.  Hoy en día extrañamos con cierto mimo a creadores como Stanley Kubrick, quien se mete de lleno en cualquier género sin importar como salga pero manteniendo su estilo único, y hoy en día hay pocos directores que son así.  David Fincher, Bong Joon-ho, Chan-Wook Park, Christopher Nolan, Denis Villeneuve, Ang Lee, Martin Scorsese u otros, pero otros lamentablemente solo los vamos a ver buscando reinventarse en un solo proyecto, y más ahora que vivimos entre sagas, trilogías y series compartidas.

Las fallas del Y2K no habían salido como se esperaban, fallece Charles Schulz creador del cómic de Snoopy y la banda A Perfect Circle saca su álbum debut. Es el año 2000, y mientras FOX estaba haciendo su publicidad para el estreno de X-Men dirigida por Bryan Singer, y Christopher Nolan estarían sorprendiendo a la crítica con “Memento”, en Sony, un ejecutivo de marketing estaba enviando las reseñas que acompañarán la publicidad de la película “A Knights Tale”. Y todo, al menos hasta aquí estaría bien, si no fuera porque uno de los críticos enviados sería un tal David Manning que en realidad nunca existió.

El tal David Manning escribía para el diario The Ridgerfield Press, pero el reportero John Horn de Newsweek descubrió (por error o adrede) que ese medio nunca había escuchado de esa persona, iniciando una investigación que salió en Junio del 2001, y que posteriormente abrió el debate sobre la ética de las empresas para vender sus películas.

Porque al final del día es un negocio y los estudios saben que la crítica es una palanca bastante fuerte a la hora de asegurar que una película venda (aunque hay casos y hay CASOS).  Y eso ellos lo vivieron, cuando Pauline Kael podía hundir con sus críticas, y hacer que directores temblarán con solo saber que ella había visto sus películas.  Pero, ¿Quién era Pauline Kael?


¿QUIEN ES PAULINE KAEL?

“Para mi, Pauline Kael ha sido tan influyente como cualquier director de cine”, dice Quentin Tarantino en su libro “Meditaciones de Cine”, y es importante leer esto de parte de Tarantino, porque a diferencia de otros directores, este se inicia, básicamente en la crítica antes que en la dirección.  Actualmente Tarantino ha declarado que el guión que ha escrito y quiere filmar para su décima y última película, se ambienta en Los Ángeles de los años 70 y su protagonista es una mujer que es crítica de cine, dejando claro que esta podría ser la primera transgresión de una historia real:  La carrera de Pauline Kael.

Kael se desarrolló en New York a pesar de ser californiana.  Graduada de Filosofía y Literatura en la universidad de Berkeley, en la década de los 40 frecuentaba círculos poéticos, donde además escribió obras teatrales y coqueteaba con el cine experimental.  Sin embargo es a partir de 1948 cuando nace su hija Gina y debe hacer un cambio a la vida bohemia y buscar dedicarse a la escritura de forma profesional.  Aunque después de varios intentos pasaría a desistir de esa idea, y no es un día mientras estaba con unos amigos destruyendo “Limelights” (1952) de Charles Chaplin, es que llega la luz.  Peter D. Martin queda impresionado por su verborrea, mientras que Kael destruía a Chaplin con un ingenio propio de quien tenía años en la industria de la crítica.

La californiana odiaba a Chaplin y consideraba que sus películas eran “papillas sentimentales”, término que se utiliza para aquellos filmes sin sustancias que buscan el lado emotivo del espectador a base de ñoñerias.  Inclusive con Star Wars, dijo algo que de haberlo dicho a día de hoy, se hubiese visto frente a una ola de fanáticos molestos: “La película es agradable en sus propios términos, pero también es agotadora: como llevar una manada de niños al circo.  No hay respiro en la imagen, no hay lirismo; el único intento de belleza está en la imagen de una doble puesta del sol.  El volumen, la edición aplastante y el ritmo implacable sacan todas las ideas de tu cabeza, e incluso si te has entretenido, puedes sentirte engañado” escribía.

Para este momento, ya Kael tenía un nombre y una reputación.  Se había convertido en leyenda, pero esto no llegó solo.  De hecho, lo que hizo que esto sucediera fue “Bonnie & Clyde” unos años atrás (1967 para ser exactos).  El filme de Arthur Penn se vio con una ola de críticas negativas que amenazaban enterrar la película al olvido, pero entre las críticas positivas estaban la de Kael, y aquí la cadena de sucesos: el periodico donde publicaba era The New Republic, quien no le pareció correcto publicar la reseña ya que la mayoría de críticos decían que la película era muy violenta.  Pauline que decía “que la experiencia de ver Bonnie & Clyde, estaba conectada con la forma en que veíamos películas de niños”, no se mostró con intenciones de cambiar su posición y el periodico no tuvo más remedio que desestimar la crítica.  Pero el periodico New Yorker recupero la critica e invito a Kael a publicar alli, logrando que no solo mas lectores lleguen a ella sino que esta seria la 2da casa de Pauline Kael hasta su jubilación.


PAULINE VS LOS DIRECTORES

La presencia de Pauline Kael era arrolladora.  A finales de los 60 su nombre no era sinónimo de simple crítica de cine, sino de una prescriptora cultural con el poder suficiente para hundir o estimular la taquilla de una película.

Con esto se entiende el porqué su impacto en Tarantino y cómo encuadra este personaje en su “The Movie Critic”, ya que ella fue fundamental para el desarrollo del nuevo Hollywood.

Las valoraciones de Kael se pusieron del lado de cineastas como Brian de Palma, Martin Scorsese o Robert Altman, ayudando considerablemente que sus carreras progresaran y que el público se interesara en ellas.  Sin embargo Woody Allen, Ron Howard o Clint Eastwood no eran de su total agrado con sus películas (no confundir con la persona), logrando que estos mostraran también su desprecio.

Howard hizo referencia de ella llamando al villano principal de “Willow”, General Kael, mientras que Clint Eastwood, a quien Kael no le perdonaba una sola pelicula demoliendolas todas sistematicamente, hizo que una escena donde su alter ego, Harry El Sucio, llegaba a un caso donde un asesino que finge que va a violar a una chica llamada Molly Fisher, que se trataba de una critica de cine de mediana edad, con el pelo oscuro y la nariz grande, y este asegura ser director de cine.  Las referencias a Pauline Kael eran bastante obvias, pero más allá de tomar y vengarse, ella lo vio como un cumplido, entre risas.

Al estrenarse “El Último Tango en París”, fue de las pocas que en sus inicios la alabo, mientras que con “La Naranja Mecánica” cuestionó fuertemente la banalización de la violencia que está practicaba.  Para ese entonces, la crítica estrella, tenía un grupo de acólitos conocidos como “paulettes”, logrando conseguir seguidores como Armond White, o llegar a apadrinar a Paul Schrader antes de escribir “Taxi Driver”, al igual que estuvo como asesora en Paramount.

Su estilo se caracterizaba por el humor y el ingenio kamikaze, así como por un estilo que no dejaban de ser irónicos al estar a favor de lo que era el Nuevo Hollywood, la cual estaba caracterizada por una libertad creativa de directores jóvenes en oposición a las majors (estudios cinematográficos que desde la época controlaban Hollywood).  Porque Kael tuvo una gran repercusora de la teoría de autor: consideraba que el cine era un ejercicio colaborativo y que para valorar un filme no era necesario tener en mente la trayectoria previa de su director.

Se jubila en el 91, después de que a finales de los 80 se le diagnosticara Parkinson.  Muere diez años después de su jubilación, y en el 2018 tras cumplirse un siglo de su nacimiento, Rob Garver estrena un documental llamado “Pauline Kael: El Arte de la Crítica” donde se pueden apreciar las declaraciones de Tarantino explicando el gran impacto que tuvo ella hacía con él.


UN LEGADO EN LA CRITICA CINEMATOGRAFICA

Tarantino se formó como cinéfilo en los 70 y sostiene que aquella fue la mejor época de Hollywood: así lo desarrolla en las páginas de “Meditaciones de Cine”, y es por eso que es inseparable ante la figura de Kael como referente a esas grandes películas y a su visión de las mismas.  Tomar a Pauline como punto de referencia para su última película, es muy apropiado y es una carta de amor hacia el cine.

Sin embargo, solo es sentarse a leer su libro “Meditaciones de Cine” para darse cuenta de la influencia tan grande que tiene Kael en él.  Tarantino lanza numerosas frases lapidarias, se preocupa por el zeitgeist donde nace incrustado cada film.  Realiza lecturas inesperadas de sus argumentos.  Hace todo lo que hacía Kael, pero en una versión Tarantino.  La conexión clave de Tarantino y Kael es, sin embargo, de carácter ideológico.  Políticamente difieren, ya que Kael odiaba a “Harry el Sucio” mientras que Tarantino lo ama, o “Star Wars: A New Hope” la cual es alabada por Tarantino mientras que Kael la considera exageradamente pomposa, pero en lo que no difieren es en ser agitadores culturales.

La prosa desprejuiciada de Kael, de juzgar fuertemente el aporte de “Ciudadano Kaen” como Tarantino con el uso desmedido de su violencia y su defensa, mientras los dos se burlan del pensamiento contrario al de ellos.  ¿Qué caracteriza a Tarantino como cinéfilo? Que no distingue etiquetas ni margina géneros.  El director asume que el cine debe pasar de la cinefilia a la charla, la diversión y el intercambio.  Tarantino disfruta el cine en todo su esplendor y es por eso que dentro de un spaghetti western podemos ver pinceladas del nouvelle vague, o de un kung fu action no le pesa en incluir comedia negra, o hasta un pulp con aires de serie b, mezclarla con horror.

Para terminar, un extracto escrito de Pauline Kael en su ensayo “Trash, Art and the Movies”: La basura no pertenece a la tradición académica y eso es parte de lo divertido de la basura: que sabes que no tienes que tomartela en serio, que nunca pretende ser más que frívola, trivial y entretenida.

No solo somos gente culta y de buen gusto, también somos gente común con sentimientos comunes.  Y no todos nuestros sentimientos son malos.  Puedes esperar una vitalidad en esa basura que seguro no obtendrías en una respetada “película de arte y ensayo”  Un texto donde aboga por el disfrute intenso y sin complejos de todo aquello que podría ofrecernos el cine, en cualquier género.

Akira Toriyama nunca iba a imaginar el impacto que tendría Dragon Ball tanto en las personas como en el impacto que tendría comercialmente.  Más de tres décadas desde su salida y aun así sigue siendo (y seguirá siendo) el shonen más exitoso de la historia.

El manga y el anime ha sido traducido en distintos idiomas (inglés, francés, español, alemán, árabe, etc), pero además ha sido llevado a distintos dialectos del español (además de la ya conocida versión mexicana que vimos en gran parte de Latinoamérica, también está la de España, una versión de Argentina y por redes pueden encontrarse otras tanto oficiales como no oficiales).  Pero vamos por parte.

UN INICIO SIN RUMBO CLARO

Toriyama es fan del cine y se nota en sus obras, y a diferencia de muchos japoneses, nunca fue muy fan del manga.  En su juventud era un lector regular, pero lo dejó para dedicarle más tiempo al cine y volvió al manga cuando en la publicitaria donde trabajaba lo despidió a la edad de 23 años, por allá entre 1975 y 1978.

De café en café, buscando empleo y sin muchas expectativas ni dinero, encuentra un anuncio para un concurso para autores emergentes en donde el premio eran 5,000 yenes.

No creía que fuera a crear uno.  De hecho, en esa época no alcance a terminarlo antes de la fecha límite.  La oferta de ese concurso era de medio año y yo no podía esperar tanto y menos ese tiempo.  Así que, pensé que mejor entraría en la convocatoria en la primera publicación de la Shonen Jump cada mes”, contó en una entrevista en el número 31 del Weekle Shonnen Jump en 2017.

Pero la vida suele ser un camino agridulce, y Toriyama no llegó ni a mención honorífica y su trabajo pasó totalmente desapercibido para todos, salvo para un editor llamado Kazuhiko Torishima que noto algo en su trabajo.

Me dijo que la historia era aburrida pero que el logo era hermoso y limpio, al igual que los diseños”.

Y así nace una de las relaciones laborales más interesantes del mundo del anime.  Torishima editó a Dr. Slump, el primer gran éxito de Toriyama, que duró desde 1980 a 1984 y con 18 volúmenes, para un año más tarde de su publicación, darle inicio a la primera adaptación animada de Arale y sus amigos.

Luego de esto, Toriyama estaba estancado y es Torishima quien le ayuda a conseguir su siguiente historia: una historia sobre artes marciales.

EL PRIMER DRAGON BALL

Toriyama se inspiró en su editor para la creación de Piccolo Daimao, ya que lo consideraba “una persona que dice lo que siente y no esconde nada”, y con la idea de su editor se puso manos a la obra.  Para ese entonces Toriyama afirma que lo que más veía eran las películas de Jackie Chan, del que se considera un fan.

“Como me gustaban ese tipo de cosas, Torishima me aconsejó que tratara de hacer un manga de Kung-fu tipo Shonen, y así dibuje un one shot llamado Dragon Boy, el cual obtuvo una respuesta bastante positiva de parte de los lectores.”

La admiración de Toriyama a Jackie Chan es mutua.  El actor le rinde un homenaje en “My Lucky Star”, teniendo una escena en donde el actor usa un disfraz de Arale para pasar desapercibido en un parque de atracciones.

Dragon Boy solo obtiene dos capítulos, donde contaba la historia de un niño llamado Tanton, quien tiene alas de dragón y es peleador de artes marciales en un mundo llamado El País de las Flores.  Pero no era lo épica que Toriyama necesitaba y quería que fuera, a pesar de tener artes marciales y el humor jocoso ya característico del autor.  Así que un día después de ver La Historia del Rey Mono, le da un giro a la obra y decide incluir elementos chinos por donde aparezcan.

Así nació Dragon Ball, protagonizada por Son Goku, el cual deriva de Sun Wu-Kong, el Rey Mono.  También vuelve a incluir a Bulma, la cual es idéntica a un personaje que había creado: Tomato: La Mujer Policía.

La historia terminaría cuando estos dos se encuentran con Oolong y Yamcha quien también parece sacado de la obra de Tomato, y las esferas del dragón.  Como anteriormente dije, los elementos chinos eran bastante obvios: Oolong tiene vestimenta propia del ejército Chino, mientras que Tao Pai Pai está bastante inspirado en el actor Jang Lee Hwang, entre otras.

Al principio no se me ocurría nada. Quería que el protagonista fuera un niño normal, pero con alguna peculiaridad, como las alas del protagonista de Dragon Boy, de modo que le puse cola a Goku. Para que, aunque se escondiera en la sombra de una roca, supieras que era él. Luego llegaron las siete esferas del dragón y, para buscarlas, le di el mismo sistema de locomoción que tenía el Rey Mono”, explicó Toriyama durante una entrevista.

Como el plan era terminar la historia cuando encuentren las esferas del dragon y pidan su deseo, Torishima le recomienda incluir más elementos de pelea para continuar la historia, y a Toriyama se le ocurre lo siguiente:

La esencia de Goku es la de alguien que se vuelve cada vez más fuerte, que no deja de superarse a sí mismo, y eso pasó al primer plano. Algunas de las historias más populares de Dr. Slump habían sido las de las competiciones deportivas, las carreras de vehículos, etc., de modo que utilicé la misma fórmula para crear el Gran Torneo de Artes Marciales (Tenkaichi Budōkai)”.

Los primeros Torneos de las Artes Marciales están llenos de humor y alegría, personajes carismáticos y muchos colores.  Toriyama hasta se dibuja así mismo y a sus compañeros laborales.  Dragon Ball estaba creciendo en Japón y al pasar el año su crecimiento sería el doble con el inicio del anime en todo el mundo.

Su amor por el cine estaba en la obra completa: los monstruos de Universal, como por ejemplo el Androide Número 8 que se parece a Frankenstein, mientras que en el torneo de Uranai Baba luchan contra La Momia, Dracula Man y El Hombre Invisible.  Goku se transforma en un mono gigante como King Kong, y también hay referencias en Dragon Ball Z de ello, como por ejemplo cuando Krillin se agarrado en un avión por Cell como sucede en un capítulo de The Twilight Zone, la segunda transformación de Freezer se parece al Xenomorfo de Alien, o Bulma en una escena con la misma vestimenta que tiene Ripley en Alien, o Trunks del futuro como referencia a John Connor, y así muchísimas más.

Goku se enfrenta mas tarde a La Patrulla Roja, una referencia al partido nazi en una de las sagas mas largas que habia creado hasta ese punto, elaborando el mismo concepto de los torneos, pero con enemigos a derrotar y cada uno era mas fuerte que el anterior haciendo la trama mas visual.  Pero la cereza del postre llega con la trama de Piccolo Daimao, donde se enfoca en crear un personaje extremadamente malo sin tintas medias.  Su final era claro y contundente: Goku casado con Chi Chi, sus amigos entrenando y Piccolo, el hijo del rey Piccolo alejado después de ser vencido.  Pero luego…

DRAGON BALL ES DRAGON BALL Z

De inicio ha habido numerosas teorías sobre qué significa la Z en la serie de televisión, porque el manga continuaba llamándose Dragon Ball, sin las Z hasta que concluyó en 1995.  Las leyendas urbanas decían que era un número dos (2) mal dibujado, otros decían que era porque la Z es la última palabra del abecedario ya que Toriyama no quería que haya otra parte después de esta, y así aparecen varias, pero la verdad es que solo se incluyó la Z, tal vez para dividir la historia por el cambio drástico al que se dirigía.

Toriyama hizo crecer a Goku, algo que gustó mucho, pero de paso fue eliminando el humor que caracterizaba la obra y la enfoca en que tenga más batallas y mucho más largas, con enemigos más poderosos y menos amigables que anteriormente venía haciendo.  Le agrega un origen similar al de Superman y lo hace luchar contra su hermano, y luego contra Vegeta (personaje que le gustaba pero no sabia que hacer con el).  La historia toma un tinte más violento y decide explorar caminos interesantes como la superación del trauma (Gohan y Piccolo), el temor a lo desconocido (Goku con Kaiosama) o el concepto del perdón como cambio de personalidad (Krillin y Vegeta).

El nuevo final de la serie llegaría en el planeta Namek, con el enfrentamiento de Freezer.  Se explora el origen de Piccolo, se desarrolla el concepto de los Sayayines (de donde viene Goku) y se empieza a desarrollar al personaje de Gohan.  Esta saga es la más larga tanto en el manga como en el anime.

Goku salva al mundo, derrota a los saiyajins y viaja por el espacio. Freezer fue creado durante la época de la Burbuja (financiera japonesa), cuando los especuladores de terrenos gozaban de una especial mala fama, de modo que creé una especie de especulador espacial con los saiyajins como subordinados”, explicó Toriyama.

Con el final de la saga de Freezer, Goku queda convertido en el legendario Super Sayayin y, como dicen algunos, es real: Toriyama pensaba acabar aquí.  La pareja de mejores amigos muertos sin resurrección, su hijo salvado, su mejor amiga salvada y el último descendiente de una raza casi extinta y en la Tierra que (irónicamente) quería destruir.  Pero los fans amaron el concepto y la saga, por lo que fue difícil terminarlo ahí.  Así que incluyó un viaje en el tiempo y una salvación exagerada, y con esto se crea la saga que Trunks da inicio y con uno de los capítulos más emblemáticos y según encuestas, entre los mejores por los fans: el capítulo 120 llamado “Trunks vs Freezer”.  Capítulo lleno de curiosidades tan interesantes como la creación de una música que solo se utilizó en este capítulo a manos de Kenji Yamamoto y la cual es un plagio de la canción “The Chase” de la banda Propaganda.

Pero Toriyama estaba cansado y se enfermaba constantemente por el gran ritmo de trabajo que tenía y por no contar con un plan, porque no tenía idea de adonde iba su historia, entrando en conflictos con Torishima, porque originalmente Trunks fue para avisar a los Guerreros Z sobre los androides Numero 19 y 20, pero su editor dijo que esos personajes no funcionaban porque “uno era un viejo y el otro un muñeco chino”, así que no quedó de otra que incluir a 17, 18 y 19 pero Torishima no estuvo tampoco de acuerdo porque eran unos adolescentes así que tuvo que crear a Cell pero no como él quería.

El androide que mas me gustaba era Cell en su segunda fase, pero cuando se lo mostre al editor con la particularidad de que tenia la habilidad de transformarse me pidió que lo cambie porque su aspecto era estúpido, acelerando a su versión perfecta”.  Dejando en evidencia porque sólo un número (y en 5 capítulos) fue la única vez que vimos al Cell en segunda forma.

La idea, esta vez, era que Gohan quedará como el protagonista de la serie y Goku se mantuviera muerto dándole un final mucho más dramático de lo pensado el cual funcionó.  Sin embargo, por más que nos guste Gohan, no tiene el carisma de su padre.  Nadie se conecta con un adolescente que se disfraza de superhéroe para salvar al mundo y mantiene una identidad secreta.  Volvió a traer el concepto de los torneos con un Goku que venía de la muerte pero no duraría, pero no funcionó y hacía falta un villano con peso.  Hizo cambios y movió fichas, hasta llegar a Majin Boo, coronando a Goku y Vegeta como los héroes máximos de una historia repetida, y le otorgó un happy end que funcionaba para darle un cierre definitivo.

A Toriyama se le comunica sobre la idea de GT, por lo cual cedió los derechos de los personajes y rediseño a todos los que salen (todos) en lo que la historia se le iba solicitando, la cual para su horror no le gustó para nada la historia y mucho menos el final otorgado.  Por suerte había creado aquel viaje en el tiempo por parte de Trunks abriendo el universo a paradojas y pudo volver más renovado pero definitivamente menos preocupado.

A día de hoy Dragon Ball es una de las sagas más exitosas del anime, con un personaje que como dijo Toriyama, solo viendo el pelo de Goku sabemos que es el.  ¿Qué está desgastada? Definitivamente no es así y lo demostró con el Torneo de la Fuerza que incluyó en Dragon Ball Super, continuación directa de Dragon Ball Z, y la cual viene con su cuarta película de esta nueva era y, por lo visto no será la última.

Yo se que al escribir esto puedo correr el riesgo de que alguien me llame “snob” o alguna de esas palabras que se utilizan para que el lector empiece a ver al escritor como un paria, pero es que es inevitable.  Hace poco Warner Bros ha decidido cancelar la película de Batgirl y entre sus tantas excusas, una de ellas ha sido que “el filme no era lo suficientemente bueno para sacarlo a la luz”.  También recuerdo como hace un tiempo la AMC le dio el sello a The Batman, la nueva película de Matt Reeves, como una “película impulsada a un nuevo territorio utilizando temas del cine negro para desenmascarar una historia de detectives fresca y efectiva ambientada en el corrupto inframundo de Gotham City.  Destacando el trabajo de cámara expresionista establece el tono, una banda sonora cautivadora llena el estado de ánimo y un atractivo uso de la paleta de colores se emplean como herramientas para mejorar esta experiencia cinematográfica atrevida y llena de suspenso”.

Sin embargo, ante esto, he visto muchas reacciones tanto positivas como negativas.  Entre las positivas (y algunas exageradas) por los fans y otras negativas (al igual de exageradas) donde afirman que “no existe película artesana de comics” o en el mejor de los casos un ataque hacia Marvel o DC.

Y para mi es sorprendente que exista una visión tan simplista de las cosas, pero lo que me sorprende mas y me entristece es que sea compartida por muchas personas hoy en día.

Porque el cine es una carta abierta del director y guionista hacia un tema.  Decir que Marvel no tiene filmes que sean críticos o DC, es quedarse solo en la superficie sin querer ver más allá y estar negado a ello.

Solo hay que recordar que Capitán América: El Soldado del Invierno nos relata un thriller político sobre las consecuencias de que seamos vigilados por instituciones, o como Joker maneja (a medias, todo hay que decirlo) sobre la psicosis humana.

El tema es que nos hemos acostumbrado al pensamiento simple derivado de la corrección política y de la urgencia por trascender que ha generado Internet. Entre las prisas y el miedo a quedar mal, se producen opiniones mojigatas, censoras y que no dejan margen a aquello que invitan muchas películas de cualquier género, olvidando que cada espectador puede juzgar abiertamente lo que ve.

Y es que estamos fomentando una cultura que te diga lo que tienes que pensar en vez de que te haga esas preguntas que a uno mismo le incomoda hacerse.  Queremos irnos por lo simple; que si la película es sobre un tipo que está pasando una situación difícil al final sea recompensado, o si es alguien que hace algo malo, sea castigado.  Que tanto las historias como la película sean simplistas.

En cambio, si se nos presenta una historia con un final abierto, una lectura ambigua o preguntas que no quedan respondidas nos sentimos jodidos, estafados y hasta moralmente indignados porque no hemos escuchado lo que queríamos oír, porque no ha venido la peli a darnos la razón para poder dormir tranquilos otro día más.

No digo que todo el cine tenga que ser ambiguo, sesudo o exigente con el espectador. En la variedad está el gusto, la riqueza cultural y cada película tiene su momento. Pero desde luego agradezco mucho que haya todavía directores, guionistas, actores y demás que quieran hacer algo mas de lo que estamos acostumbrados a ver y con una visión muy distinta.  Alguien con los huevos de dejar que el espectador sea quien responda las preguntas en base a lo que uno mismo piense o crea.

Para las personas de pensamiento simple (aunque se lea feo) el cine de héroes, es absurdo, infantil o sin sentido.  Para este servidor, es CINE.

Cuando en 1973, George Lucas empezó a escribir un guión inspirado en “La Fortaleza Escondida” de Akira Kurosawa, nadie pensó que en 1977 sería un éxito tan grande que haría que los estudios se pongan a buscar (y aprobar) cualquier guión de ciencia ficción.

Hasta entonces, la mayor parte de productoras habían desdeñado la ciencia-ficción como un subproducto para públicos minoritarios y de gusto poco refinado.  De ahí que Fox le haya dado el visto bueno al guión firmado de un tal Dan O´Bannon y que se titulaba “Star Beast”.  Sin embargo, a pesar de tener ese libreto listo, ningún director se motivaba a llevarlo a la gran pantalla.  Se le ofreció a Peter Yates, pero este declinó con amabilidad, luego se llamó a Walter Hill pero este acababa de terminar con “The Warriors” y se negó, pero sí se mostró interesado en producir.  Y así fueron ofreciéndo la idea a otros pero ninguno aceptó.

Así que casi como última opción cuando se le ofreció a Riddley Scott, este se mostró poco interesado (y más sabiendo que el famoso director Jack Clayton, quien había hecho “El Gran Gatsby” había dicho que era “otra estupida pelicula de monstruos”), sin embargo la juventud de Scott, su osadía y ambición, le dio la visión necesaria para darse cuenta que estaba ante algo que podía explotarse igual que pasó con Star Wars.

“¡Me impresionó tanto! Era novedosa, sensual, valiente… La vi tres veces seguidas y seguía encontrándome. Es una obra cumbre del cine, una de las 10 mejores películas que he visto jamás […]. Esa combinación de 2001, un hito que mostraba la ciencia-ficción como yo pensaba que debía ser, y la guerra… me convenció de que había un gran futuro en el género” dijo en una entrevista cuando se hablaba de Alien.

Cuando el productor Sandy Lieberson le hizo llegar el guión a Ridley Scott, la preproducción se encontraba bastante avanzada. También el presupuesto.  De 4,2 millones de dólares pasó a tener 8,5, gracias a los increíbles storyboards que dibujó el director y a la promesa de estar ante otro éxito como el ya antes mencionado.  Sin embargo esto no fue garantía de nada y Scott tuvo que recurrir a métodos caseros.

“Al usar niños el decorado parecía dos veces más grande de lo que realmente es”, fue su justificación para enviar a sus niños a bordo de la Nostromos con una cámara detrás.  ¿El huevo primigenio el cual escupe al bicho? Sus manos están embutidas en guantes de látex.

Pero, ¿dónde dejamos una de las cosas más importantes de este filme, como es su tripulación?  Iban de lo semidesconocido (Sigourney Weaver), a clásicos como John Hurt o Harry Dean Staton.  A Bolaji Badejo lo contrataron en un bar por su altura para que se metiera dentro de un traje e interpretará al ya famoso xenomorfo.

Pero todo cambia con la ESCENA.  En una película llena de momentos inolvidables, sin duda la más recordada es la simpática y espontánea aparición del quebrantapechos surgiendo del interior del desaparecido John Hurt. En un especial que realizó la revista Empire por el 30 aniversario del filme de Alien, Sigourney Weaver recordaba que la secuencia fue deliberadamente eliminada del guión: “Todo lo que se leía era: ‘Esa cosa emerge”. Para Scott, era fundamental que se mantuviera el misterio: “Las reacciones iban a ser lo más difícil de obtener. Si un actor sabe que debe expresar miedo no puedes obtener su auténtica y cruda mirada de terror”.

¿La solución? Rodaron con cuatro cámaras, en un espacio mal iluminado, de tal manera que los actores no vieran que John Hurt se encontraba bajo la mesa, ni que dos miembros del equipo empuñaban bombas compresoras para salpicarles con sangre y vísceras reales. Weaver recordaba: “Todo el mundo llevaba chubasqueros. Debimos imaginarnos algo. Y, dios, el olor. Era muy desagradable”.

Se entiende así mejor que, con ese presente, su futuro distara mucho de ser tan luminosamente aséptico como el de 2001. “Para mí, los personajes debían ser como camioneros del espacio. Su trabajo era para ellos algo rutinario. Al final de los viajes, las naves especiales debían estar destrozadas, llenas de grafitis y ser incómodas. No diseñamos el Nostromo como si fuera un hotel, la verdad”.  Y para Scott esto era fundamental, porque aquí hacía una crítica social y política (claro, porque el guión se lo permite).

Y luego está, por supuesto, ella. Ha habido otras películas legendarias protagonizadas por mujeres poderosas, desde El demonio de las armas a Johnny Guitar, pero nunca ninguna tan icónica como la teniente Ripley, con una Sigourney Weaver capaz de sobrevivir tanto a “un perfecto organismo” como a la imbecilidad de sus compañeros masculinos. Tal vez sea porque su presencia coincide con el apogeo del movimiento feminista moderno, tal vez porque ningún otro personaje ha sido tan glosado por los estudios de género, de Barbara Creed a Elizabeth Hills. El caso es que Scott reconocía no saber lo que hacía cuando desde Fox le sugirieron que la protagonista fuese una mujer. “Pensé que era una buena idea, pero no me di cuenta de lo importante que era hasta que rodé Thelma y Louise”.

Yaphet Kotto, el mecánico de la nave, intentó ser el séptimo y último en morir hasta el último día de rodaje. Porque, sí, en la idea original de Scott, allí no quedaba vivo ni el gato. Así se lo contaba a Entertainment Weekly: “El alien entraba, Ripley le clavaba un arpón y no pasaba nada. El alien le arrancaba la cabeza de un manotazo e imitaba la voz de Tom Skerritt, el capitán Dallas, enviando un mensaje de socorro”.  Todo esto hasta que un directivo de Fox amenazó con despedirlo si grababa ese final, por lo que tenemos el que ya conocemos (y dando oportunidad a otros directores a mostrar su amor por la saga).

La recepción del filme fue fantástica, y aunque buena parte de la crítica la consideró demasiado violenta y vacua, el público acudió en masa bajo el reclamo de ese póster icónico de Gips Balkind. Recaudó más de 200 millones de dólares y cambió para siempre el género, aproximando terror gótico y ci-fi y, sobre todo, construyó una de las mayores heroínas de la historia de la ficción: esa fue Ripley, “última superviviente del Nostromo. Fin de la transmisión”.

A día de hoy se ha convertido en un clásico, una película de culto, en referencia o cualquier adjetivo que las personas le quieran poner, y la verdad es que lo merece.  Lo que parecía un sueño lejano, se convirtió en realidad, y aunque no fue con los héroes con los que una generación creció, fueron los héroes que Hollywood sacó adelante ante toda situación.

El filme que inició una saga, reventó la taquilla e hizo precedente.  A diez años de su estreno, esta es la historia de cómo Los Vengadores se convierten en lo que hoy son.

El inicio de un universo que no tiene a Los Vengadores

A diferencia de como muchos creen, cuando salió “Iron Man” (2008) nunca hubo un plan para hacer a Los Vengadores.  Incluso, la escena post-crédito era solo un guiño.  ¿La escena de Rhodey Rhodes mirando un traje y diciendo que más tarde lo tomaría haciendo referencia a War Machine? Exactamente, sólo un guiño.

Todo esto pueden escucharlo de las mismas palabras del director (Jon Favreau) en el mismo bluray.  El proyecto viene dando vueltas desde el 1996, e incluso una vez estuvo el mismo Joss Whedon involucrado para realizarla, sin embargo todo esto quedó en nada.  Cuando los derechos vuelven otra vez a Marvel Studios, que para ese entonces la distribución estaba para Paramount Picture, es que deciden hacer una película independiente de Iron Man y cuando escribo “independiente” es que no estaba conectada con nada (como lo es The Batman).

Lo interesante es que Marvel como es costumbre, presentó el calendario en privado de los filmes a realizar los cuales no iban a tener conexión.  Un filme de Hulk, un filme de Nick Fury (de ahí que se haya contratado a Samuel L. Jackson para hacer un filme de espías descartado en el primer borrador de Iron Man), Ant Man, Capitán América y Thor, y algunos dicen que ahí estaban Los Vengadores, pero es algo falso confirmado por el mismo Kevin Feige.

Despues del exito del hombre de la armadura y de la nueva película de Hulk, Kevin Feige rápidamente haciendo gala de la maña de Marvel Studios, decidió cambiar todo el calendario y eliminar de la lista el filme de Nick Fury y Ant Man, para dar paso a un secuela de Iron Man y forzar una escena post-crédito al final de «El Increible Hulk» donde Tony Stark anda buscando a Bruce Banner (algo que no tiene nada de sentido), haciendo que el director elimine la escena ya grabada y que se ha vendido como «escena de inicio» (donde Bruce Banner en un intento desesperado se intente suicidar, pero lo unico que logra es que su alter ego se moleste y salga a exterior destruyendo todo a su lado y sacando al Capitán América de su prisión de hielo).

En una charla, Feige explica: Cuando empezamos a trabajar en Los Vengadores, Thor (Chris Hemsworth) y el Capitán América (Chris Evans) todavía no habían llegado al cine. ¿Qué hubiera sucedido si todos odiaban a Thor? ¿O si a la gente le hubiera parecido ridículo eso de tener a un súper soldado congelado en el hielo durante tanto tiempo? La verdad es que estábamos empezando un proyecto gigantesco, sin pensar si quiera en detenernos. Era el todo por el todo”.

El éxito individual abrió camino al éxito grupal

Para mediados del 2009 la idea de juntar a todos estos superhéroes se estaba convirtiendo en un deseo real.  El guionista Zak Penn había escrito un guión que era la luz de Kevin Feige.

Buscando a un director, los nombres que sonaron eran personas que amaban los comics.  Feige no quería a nadie que no haya sentido pasión por leer las historietas de estos superhéroes.  Desde Kevin Smith hasta Bryan Singer (por su saga de X-Mens), pero al final el que había sido elegido fue al que se le ofreció Iron Man en sus inicios: Joss Wheddon.  Y en el 2010 fue presentado como el director oficial de la película.

Y, ¿cuál fue el primer movimiento de Whedon? Eliminar el guión de Penn.  “No se entiende la motivación de los personajes, la trama no avanza y la relación entre ellos no funciona así.  Esto no representa una película de Los Vengadores”, fueron sus palabras (todo está en las entrevistas de los blurays de la Fase 1, y en el documental).  Naturalmente Penn no se lo tomó con gracia pero decidió abrirse a trabajar con el director que sin perder tiempo decide re escribir todo, con las exigencias de Feige.  “Loki debe ser el villano, debes incluir una pelea entre los mismos héroes y una batalla final contra el enemigo”.

Mientras tanto fuera del guión había otros problemas: Edward Norton no parecía que iba a volver como Hulk porque “no se respetaba su visión ni sus ideas”, Scarlett Johansson empezaba a tener una agenda más apretada de lo que se esperaba.  Por otro lado el guión de Whedon tenía dos personajes que Feige no tenía planes de incluir: Ant Man y la Avispa (quien iba a ser interpretada por Zoey Deschanel).  En cambio Feige le dejó a Hawkeye (Jeremy Renner) y forzó para que dejara a Black Widow.  Paso a paso, el autor terminó un guión que combinaba su amor por el cine clásico, su mirada sobre los superhéroes, y una aventura que cuidaba la construcción de los personajes, sin dejar de poner el acento en el que prometía ser un espectáculo cinematográfico sin precedentes.

Inicia el rodaje

Apenas dos días después de la noticia sobre el inicio del rodaje, se confirma que Norton no estará nuevamente y quien estara detras del monstruo escarlata era Mark Ruffalo quien, irónicamente, había rechazado el papel anteriormente haciendo que lo tome Norton, pero que esta vez entró gracias a que Robert Downey Jr lo convenció ya que entablaron una gran amistad cuando trabajaron en Zodiac de David Fincher.

Las grabaciones comenzaron el 11 de Abril y lo dieron como finalizado (sin incluir grabaciones extras) entre el 25 al 30 de Agosto.  De ahi se eliminaron muchas escenas: el origen de Hawkeye y como recibe entrenamiento en el arco en un circo, la misión de Budapest de Black Widow y Hawkeye, una misión en Francia que fue un fracaso para SHIELD desde la perspectiva de Nick Fury y como estuvo involucrado Coulson, una escena que conectaba el final de Loki en Thor con la escena post-crédito y como este llega a la Tierra, y otras.

A esto le incluimos siete meses de edición, catorce empresas contratadas solo para efectos especiales, donde gran parte de los efectos se fueron en lo que se llama “La Batalla de Nueva York” (y aún se le conoce así), sin contar las cuatro empresas de marketing que tuvo la película.

Los Vengadores: La Edad de Oro del Cine de Superheroes

En términos de acción y efectos especiales, la “Batalla de Nueva York” marcó el punto más alto del largometraje. Se trata de una secuencia explosiva que significó un antes y un después en la manera de filmar un enfrentamiento, a una escala que no se veía desde el final de «El señor de los anillos: el retorno del rey».  Sin lugar a duda, las bases de las batallas de Marvel (y del cine mainstream posterior), se moldearon en buena medida a partir de la grandilocuencia y el ritmo imparable de esta contundente secuencia

Todo esto fue el resultado de la primera producción de Marvel Studios en superar los mil millones convirtiéndose en la película basada en cómics más rentable, algo que había conseguido solamente Batman: El Caballero Oscuro.

Marvel Studios confirmó su estrategia y su estructura: películas individuales con héroes nuevos que luego se unirían en una película con todos los demás.  También una estructura con los guiones, escenas post-créditos que conectan con otras películas (ojo, que estas escenas no fueron creadas por Marvel, sino que las popularizó).  Pero lo que realmente hizo que levantara las alabanzas por los más fanáticos fue haber visto que detrás de Loki había una amenaza aún más grande y que hizo pensar que habia todo un plan detras de todo esto (tanto fuera como dentro de la pantalla) a pesar de que suena algo decepcionante saber que el plan se hizo sobre la marcha.

Pero no importa, porque a diez años después de este evento, Los Vengadores mantienen la magia intacta.  La química entre sus personajes, las escenas de acción, los gags, los chistes, los diálogos, todo, absolutamente todo funciona y tal vez esa será la única vez que veamos un evento tan inesperado y divertido como ha sido este film de Whedon.

El cine controla las emociones de formas inimaginables.  Si bien es cierto que hay veces que simplemente al director le gusta un color y lo usa, otras veces quiere que la audiencia se encamine.  El cine manipula a la audiencia con colores, y muchas de estas composiciones son cruciales para que el público sienta algo.

Varios elementos son utilizados para poder generar una emoción.  Obviamente los colores son uno de ellos, y estos se pueden utilizar de distintas maneras y tienen distintos significados.  No existe el “correcto” o el “error” en estos casos, ni tampoco una guía.

Por eso vamos a enfocarnos en casos particulares de peliculas y de como el cine manipula a la audiencia con los colores para ciertas escenas.

Rojo

El significado que acompaña a este color es tan diverso como es posible.  Un color muy poderoso y de los pocos que pueden manejarse desde dos vías emocionales.  Por un lado es usada para mostrar agresividad, ira y violencia.  Tomemos dos ejemplos.

El primero es de “Star Wars: Rogue One” en una de sus mejores escenas.  Cuando los soldados escuchan la forma de respirar de Darth Vader pero no lo están viendo, es cuando la cámara enfoca y la espada láser roja ilumina a Vader y todo el alrededor.  Estamos ante la escena que desbordara la ira y agresividad del personaje en cuestión.

Por otro lado tenemos la segunda vía donde se destaca el amor y la pasión.  Otra escena que representa esto es cuando Jackson Maine, el personaje interpretado por Bradley Cooper en “A Star is Born” mira fijamente a Ally (Lady Gaga) cantar.

Azul

Un color muy bonito, que se asocia mucho con la inocencia, la pureza y todo lo positivo.  No en vano el traje del Capitán América es casi en su totalidad azul (además de la bandera).  Dos ejemplos:

Blade Runner de 1982.  La escena final cuando el personaje de Roy Batty (Rutger Hauer) está dando su discurso final y entendemos que el personaje es solo un replicante que ha querido vivir como humano de la forma más pura posible, tenemos la luz azul de los neones abrazando la pantalla.

Algo similar (y como homenaje) trato de hacer Denis Villeneuve, con la secuela de Blade Runner, llamada “Blade Runner: 2049”, cuando K y Joi comparten un momento de pureza e inocencia, al enterarnos que ella no es humana y nunca conocerá lo que es el amor.

Verde

El color de la esperanza, la vida y los personajes que sobreviven.  ¿Recuerdan el traje de David Dunn en “Glass”? Una capucha color verde, y este era el personaje que representaba la vida (ojo, que el mismo director lo menciona).  También está el momento cuando Arthur Fleck, en “Joker” mata a los tres jóvenes en el tren y empieza a bailar en el baño.  Ese momento en particular es cuando “nace” el Joker.

La representación del color verde es bastante amplia, porque también puede asemejarse a la naturaleza, pero en su mayoría es “vida”.  Otro ejemplo: el final de “Gravity”.  Cuando Sandra Bullock cae en tierra y sale de la nave, su alrededor es totalmente verde; es una sobreviviente.

Naranja

El color de la energía y el humor, pero también del peligro.  En “Mad Max: Fury Road”, en el desierto se encuentran con una tormenta de arena bastante apocalíptica de color naranja.  Además que dentro de la misma película, varios escenarios mantienen ese color ya que están en una tierra hostil, donde el peligro acecha.

En algunas religiones este color es significado de transformación, y es por eso que en “Split” y “Glass” M. Night Shyamalan lo utiliza con el personaje de James McAvoy.

Amarillo

La felicidad, relajación es reflejada en el amarillo.  Pasó la tormenta, Pi Patel se entendió con Richard Parker, y hay paz en el ambiente.  Esto es una escena de “Life of Pi”.

También este color puede representar la traición o los celos.  Recordemos la escena cuando Teddy Daniels, interpretado por Leonardo DiCaprio en “Shutter Island” se entera que su mujer fue quien mató a los niños.

Morado

El color de la extravagancia, la ambigüedad, la seducción y el misterio.  Un color que de una forma extraña, el cine ha explotado bastante en los últimos años, pero mantiene su gracia.  Tres ejemplos rápidos.

“La La Land”, cuando Mia se queda mirando a Sebastian dejando de forma ambigua de sí se conocieron o no.

En “Loki”, la serie de Marvel, cuando el mismo Loki está luchando con Sylvie, estamos ante un escenario de color purpura.  Si, sabemos que la gema de la realidad también lo es, pero no queríamos dejar de mencionar al extravagante Kang El Conquistador en la misma serie.

“365 Días” la serie de Netflix que llamó la atención de muchas personas por su alto contenido erotico, tiene una escena donde explota la sensualidad de los dos personajes.  ¿El color? Exactamente.

Rosado

Un amor muy romántico, la pureza, la inocencia, la niñez.  Esto es lo que representa este color que por lo general, suele utilizarse en películas coming of age (las de colegios) pero no son requisitos.  Dos ejemplos distintos donde se utiliza el color:

El primero es cuando Frances Houseman y Johnny Castle hacen el baile en “Dirty Dancing” destacando el romance de los personajes.

El segundo es el “pink day” (día rosado) en “Mean Girls”.  Más allá de ser una escena donde destaque el fashionismo de los personajes de Regina y las demás, es para dejar claro la inocencia de estas, principalmente de Cady y Karen, que son las que están totalmente de rosado.  Regina como es “la villana” tiene mitad rosado y mitad negro.  Y hablando de negro…

Negro

La representacion del mal.  Mas alla de escenas esteticas donde el director juegue con las sombras, el color negro es representado como el mal.  Darth Vader y Kylo Ren en Star Wars.  Los villanos de Marvel por igual: Malekith, Hela, Red Skull y otros.

Claro, esto no es obligatorio, tambien recordemos que Mad Max o Black Panther visten en negro y no son villanos, pero la representacion es esa.  

“El Conjuro” y “El Exorcista” son los mejores ejemplos en cuanto a como el negro juega en las escenas donde el mal esta presente.

El cine tiene muchos significados y cada director emplea el significado que quiere en su obra.  Así como puede ser que otros no le presten atención a ello, otros si lo hacen y más cuando cada decisión en producción puede crear una reacción en el público.  Y el cine se resume en eso; en una experiencia de reacciones y emociones.

Bong Joon Ho ganó el premio a “Mejor Película” en los Oscars (Premios de la Academia) y con esto abrió una puerta para conocer mejor el cine asiático que muchas cosas buena tiene.  Sin embargo sabemos que no es un cine muy comercial y que es difícil aventurarse sin saber a qué vamos. Es por esto que hemos revisado Netflix para buscar lo mejor que tiene en este cine y recomendarlo, y como es usual, también recomendar otras que no están en la plataforma pero que de igual forma valen mucho la pena.

Snowpiercer – Bong Joon Ho – 2013 – Corea del Sur
La primera película del director coreano ganador del Oscar que está enfocada en ser un blockbuster y tiene actores americanos.  Chris Evans, Tilda Swinton, Jamie Bell, John Hurt, Octavia Spencer, Ed Harris y Go Ah-sung. La película de ciencia ficción con un fuerte mensaje ambientalista con muchos momentos reflexivos.  Es visualmente impresionante y con un estilización increible.

¿De qué trata?
Un fallido experimento ha hecho que la Tierra se congele por completo.  Los únicos supervivientes son aquellos que pudieron ingresar al Snowpiercer, un tren que recorre el mundo entero en donde se divide en dos partes: los de atrás quienes impulsan el tren y los de adelante quienes disfrutan de las comodidades.

Ip Man – Wilson Yip – 2008 – China
La historia del respetado maestro y mentor de Bruce Lee, interpretado por un grandioso Donnie Yen, la pelicula de accion logra unas coreografías de artes marciales totalmente impresionantes y cuidadas.  Una buena puesta en escena, diseño artístico y fotografía de primer nivel.

¿De qué trata?
El respetado maestro de Wing Chun se verá forzado a defender el honor de su pueblo en los años finales de la invasión de Japón hacia China.

Train to Busan – Yeon Sang-ho – 2013 – Corea del Sur
Una verdadera película de zombies que deja a cualquiera con la presión alta.  Es un ejercicio de estilo y eficacia con un ritmo narrativo tremendo. Alcanza los mejores momentos cuando nadie lo espera y no duda en arriesgarse e ir por más.

¿De qué trata?
Un virus letal se expande por Corea convirtiendo a las personas infectadas en zombies.  Un grupo de pasajeros del Tren KTX que viaja de Seúl a Busan tendrán que luchar por su supervivencia.

Akira – Katsuhiro Otomo – 1988 – Japón
Película anime de culto que abre las puertas a la animación japonesa como hoy la conocemos.  El mundo cyberpunk nunca había sido retratado de la mejor forma y con modestia para Blade Runner.  Tan espectacular como violenta, con una historia llena de capas interpretativas y que es difícil admirar en un solo visionado.

¿De qué trata?
Neo-Tokyo es una ciudad construida sobre las ruinas de la antigua ciudad destruida por la Tercera Guerra Mundial, la cual sufre una crisis social, política, económica y religiosa.  Un chico perteneciente a una banda de motociclistas tiene un accidente y es ingresado en un complejo militar donde unos científicos descubren que este chico guarda un poder oculto.

Forgotten – Jang Hang-jun – 2017 – Corea del Sur
Compleja, emocionante y sorprendente.  Un guión sólido que sabe como mezclar el thriller con el terror, mientras se toma su tiempo para desarrollar a los personajes y la historia.  Sin prisas pero no es lenta.

¿De qué trata?
Jin-seok y su familia acaban de mudarse.  Varios días después su hermano es secuestrado, pero sus captores lo liberaron a los 19 días y este no parece recordar que sucedió y tampoco parece ser el mismo.

Burning – Lee Chang-Dong – 2018 – Corea del Sur
Alabada en todos los festivales que cruzaba, “Burning” es un drama psicológico que el más mínimo detalle importa.  El espectador que espere tener todas las respuestas al final, pasará un mal rato, porque la película de Lee Chang-Dong deja todo a la interpretación del espectador entregándonos un ejercicio de análisis.

¿De qué trata?
Jongsu, un mensajero, un dia por casualidad se encuentra con Haemi, una chica que vivía en su vecindario.  Luego de iniciar una extraña relación, está le pide que cuide su gato mientras viaja para África, pero la Haemi que vuelve no parece ser la misma y su nuevo amigo que le acompaña guarda un oscuro secreto.

Your Name – Makoto Shinkai – 2016 – Japón
Otra película anime que es todo un éxito donde quiera que cruce y para quien sea que la vea.  Profundamente adulta, con una historia fantástica y unos personajes entrañables. Un trabajo visual muy delicado lleno de belleza y pureza.

¿De qué trata?
Taki y Mitsuha descubren un dia que durante un sueño sus cuerpos se intercambian.  Ellos no se conocen, así que deciden comunicarse vía notas para saber porque sucede lo que sucede.

The Host – Bong Joon-ho – 2006 – Corea del Sur
Otra joya del director coreano.  Imprevisible y sorprendente. Song Kang-ho es el protagonista de este filme, un viejo conocido en Corea del Sur y un actor musa del director.  Una película de monstruos que se ha convertido en una película de culto.

¿De qué trata?
Una extraña criatura que surge de un río azota a los habitantes de Seúl, el cual se lleva a la hija del dueño de un vendedor de quiosco.  Mientras el ejército hace lo posible para eliminar a la criatura, la familia de la chica intentarán recuperarla antes.

My Neighbor Totoro – Hayao Miyazaki – 1988 – Japon
La verdad que toda la filmografía del gran Miyazaki son obras maestras, pero esta obra en particular es un relato hipnótico que está entre lo real y lo fantasioso.  A los niños les regala una magia increíble llena de personajes y a los adultos una fábula sobre el medio ambiente y el amor en las pequeñas cosas.

¿De qué trata?
En los años 50, una familia japonesa compuesta por el padre y sus dos hijas se mudan al campo mientras la madre se recupera en el hospital.  El padre, un profesor universitario estimula la imaginación de sus hijas contando historias mágicas sin saber que sus hijas, Satsuki y Mei entablan una amistad con Totoro, el espíritu del bosque.

Ahora entramos a un terreno más profundo, donde estas peliculas no estan en Netflix, pero son joyas totales.  Sabemos que nos faltaron muchos filmes (algunos estando en Netflix) pero ya con el tiempo decidiremos si haremos un segundo artículo para expandir las recomendaciones.

Oldboy – Park Chan-wook – 2003 – Corea del Sur
Dura, retorcida y brutal historia que destaca la increíble dirección de Park y la oscura fotografía de Jung-hoon, sin dejar fuera las formidables interpretación de Choi Min Sik y Yoo Ji Tae.  Mención aparte al plano del pasillo.

¿De qué trata?
Oh Dae-su es secuestrado y confinado durante años en una celda en la que solo hay un televisor.  Tiempo después es dormido y liberado, por lo que Oh Dae-su inicia una investigación para saber quien lo secuestro y porque.

The Chaser – Na Hong-jin – 2008 – Corea del Sur
El director sabe lo que quiere y no pierde tiempo en desarrollos absurdos e insulsos.  Los actores TODOS sobresalen. Con varios giros de guión que no dejan indiferente a cualquiera.

¿De qué trata?
Un antiguo detective convertido en proxeneta se da cuenta que varía de sus chicas han desaparecido.  Cuando intenta encontrarlas, se da cuenta que todas han sido contratadas por un extraño cliente.

I Saw the Devil – Kim Jee-woon – 2010 – Corea del Sur
Es cierto que el guión tiene varios huecos argumentales y es cierto que por momentos parece que no sabe a dónde va, pero el viaje es salvaje y brutal.  Su puesta en escena es fuerte y con un pulso que no teme absolutamente a nada. Choi Min-sik es la encarnación del villano perfecto en la ficción.

¿De qué trata?
Un psicópata peligroso que mata jóvenes por diversión, asesina a la hija del jefe de la policía.  Su novio, un agente secreto decide vengarse personalmente.

La revista “The Economist” para el 2014 preparo un artículo llamado “El Cuento de Studio Ghibli” en donde explicaban que el estudio japonés “había dejado de hacer filmes”.  Este artículo sale un año después de que la prestigiosa revista dedicada en hablar de dinero había preparado una crítica a la última película (The Wind Rises) del director Hayao Miyazaki, y cuando una revista en la que su fuerte es el hacer dinero se dedica a escribir sobre un director en concreto, es porque no es poca la cosa.

La Edad de Oro del Anime

En 1974 dos jóvenes japoneses, uno llamado Isao Takahata y el otro Hayao Miyazaki, quienes habían creado un anime de solo 52 capítulos de una joven niña huérfana y su dia a dia en plan de aventuras llamada “Heidi”.  Un slice for life tan peculiar como absurdo y que para sorpresa de muchos es considerado, todavía en estos tiempos, como uno de los animes mejor valorados.  Takahata y Miyazaki ya venían de hacer series animes con excelentes repercusiones pero que nunca habían salido del país del Sol Naciente (al menos en ese momento).  Lupin III en el 1971 supuso un punto importante en la carrera de los directores porque marcaba un desarrollo extraordinario a la hora de crear personajes y una afinidad por temas medioambientales y sociales.

Claro, para ese entonces no nos permitimos tener ciertas licencias esnobistas para reparar en los créditos finales y ver quienes trabajaban en aquellos “muñequitos” porque al final son visto como tal.

Eran los años gloriosos de Zuiyo-Nippon Animation, cuando lograron asociarse con varias empresas europeas y estas lograron llevar las animaciones a otros países como los latinoamericanos.  Y esto supuso algo interesante a lo cual nadie se había percatado: Japón se puso a producir animes enfocados en vender en el resto del mundo. “El Gladiador”, “Mazinger” o “Fuerza G” eran algunos de los animes que llegaron después de “Heidi”, aunque muchos de ellos ya estaban en emisión desde antes.

Surge lo que se llama en Latinoamérica “El Festival de los Robots” y en el resto del mundo “Mecha”.

Irónicamente esto fue lo que molestó a Miyazaki quien dijo en una entrevista:
Una serie tiene que estar lista para su emisión en televisión a cualquier precio.  Debemos fabricar un producto como sea posible”.  El virtuosismo, amor por la puesta en escena y planos de hermosos paisajes que eran parte del ingrediente de “Heidi” se veían perdidos y Miyazaki describía una animación creada a contrarreloj para complacer al consumidor masivo.  Pero si Miyazaki estaba irritado por la forma de animación, ¿Dónde dejamos el fondo del argumento con una apología del individualismo salvaje? “El único motivo que impulsa este tipo de producciones es el profesionalismo.  Los personajes persiguen criminales porque son policías, vencen porque quieren ser cantantes o entrenan duro porque quieren ser deportistas.  Ni hablar de los robots gigantes.

De esta forma Miyazaki y Takahata se apartan de la industria.  Trayendo como resultado que Miyazaki concentrará su creatividad en un manga llamado “Nausicaa del Valle del Viento” (1985), el cual tuvo un éxito enorme que el conglomerado empresarial Tokuma Shoten le dio la oportunidad de llevarlo a la gran pantalla y también fue un enorme éxito.  Esto hizo que Miyazaki y Takahata decidieron unirse y tomar las riendas de su propio destino, ya que estaba más que confirmado que había público para sus obras.

El Nacimiento de Studio Ghibli

El nombre Ghibli hace referencia a un avión de combate italiano, el Caproni Ca.309.  Algo que podemos ver en dos de sus películas como “Porco Rosso” y “El Viento se Levanta”.  Pero Ghibli es el nombre que recibe la palabra “SIROCO” en Libia.  Siroco es el viento que viene del mediterráneo desde el Sahara hasta el norte de África.  Se dice por estos lares que es un viento “renovador” y esto es lo que Miyazaki y Takahara querían transmitir.

Por más que los tiempos cambien, creo que los niños aun quieren ser fascinados como yo lo fui al ver “La Serpiente Blanca” de Kazuhiko Okabe en 1958.  Si no es así, renunciare como animador inmediatamente” Dijo Miyazaki.

Al fundar esta empresa el plan era claro, pero no por eso simple:  hacer todo lo contrario de lo que triunfaba en ese momento y que tenía éxito en televisión y cines, productos que Miyazaki detestaba tanto.  “El Castillo en el Cielo” (1986) fue su primer largometraje en Studio Ghibli, lo cual presentó una situación extraña.  Ya los famosos robots (mechas) estaban en declive, por lo que los shonen (animes orientados a los jóvenes japoneses en donde destacan las peleas) estaban tomando auge y animes como “Dragon Ball Z”, “Ranma ½” o “Los Caballeros del Zodiaco” eran el nuevo competidor.

En vista al panorama, tuvo que pasar dos años para que Studio Ghibli intentará dar el golpe en la mesa que necesitaba.  Isao Takahata en 1988 lanza “La Tumba de las Luciérnagas” lo que sería su obra cumbre por excelencia y ese mismo año Hayao Miyazaki estrena “Mi Vecino Totoro”, el cual no es casualidad que la película esté ambientada en un momento en donde la televisión todavía no era algo que tenían todas las casas y que la imaginación era lo más importante para los niños.  Tampoco es casualidad que sus protagonistas sean dos niñas buscando un espacio para los personajes femeninos que se veían relegados con el nuevo movimiento “Shonen”, y tampoco es casualidad todas las referencias budistas en la película, pero ese es otro punto.

La historia de las dos niñas que descubren un mundo mágico en un bosque cerca de su casa y que este mundo está controlado por un divertido gato gigante llamado Totoro, es casi un ensayo constructivo de la filosofía del ser humano y sus posibilidades.  Los niños como fuerza motriz para poder cambiar el mundo con su creatividad. Las protagonistas descubren el amor a la naturaleza cuando se adentran a ella para estar más cerca de su madre, quien está en el hospital (¿van notando las conexiones?).

Pero como hemos dicho más arriba, la idea era simple, pero llevarla a cabo era lo difícil.  Miyazaki no convenció a nadie de financiar una película en donde dos niñas se comunican con el espíritu del bosque en un Japón de posguerra, y más en una época en donde el anime tomaba otro matiz.

El Viaje de Totoro

Mi Vecino Totoro” no fue un fracaso, pero no terminó siendo el éxito que ameritaba.  Studio Ghibli quedo siendo un estudio más de animes y poco a poco iba perdiendo fuerza.  Pero llego 1991 y a Miyazaki se le acercó un tipo que fabricaba peluches.

La versión del “animal de peluche” se convirtió en un gran éxito en las jugueterías japonesas. Cierto fabricante de peluches sintió apasionadamente que Totoro era un personaje que merecía ser hecho peluche, y fue tan persistente en sus ruegos para conseguir el permiso que el estudio finalmente le permitió que siguiera adelante con su idea.  Gracias a eso, pudimos cubrir la producción del resto de películas”.

La película se convirtió rápidamente en un clásico.  Totoro era un éxito en todo el aspecto posible. En Francia la película llegó en 1998 convirtiéndose en un éxito y en EUA (por cuestiones de doblaje, ya que Miyazaki no entendía el porqué los americanos no pueden verla en su idioma original) se estrenó en el 2006 en todas salas (aunque en 1993 varios críticos americanos llegaron a verla en formato VHS con subtítulos en inglés o al menos eso dicen).  En Latinoamérica, solo Chile y México han tenido la oportunidad de estrenarla en cines, dejándonos a los demás como unos verdaderos analfabetos audiovisuales y agradeciendo la conectividad actual que no nos permiten el lujo de seguir siendo.

Studio Ghibli comenzó a acumular prestigio y alcanzó la cima con su mejor película: “El Viaje de Chihiro”, la cual ganó un premio de la Academia (Oscar) como mejor película animada dejando atrás a dos películas de Disney, una de Fox y otra de Dreamworks y de la cual Miyazaki tuvo la osadía de no ir a buscar la estatuilla porque “le parecía deshonesto visitar un país que estaba actualmente bombardeando Irak”.

Su fama es tan grande que John Lassetter lo incluyó entre los juguetes de “Toy Story 3”.  Totoro se convirtió en la salvadora de Studio Ghibli y es tanto su agradecimiento que es la mascota del estudio y es la que cuando apagan las luces y sale este gato en fondo azul en pantalla, es señal de que lo que viene a continuación es de aquel estudio donde varias personas, incluyendo Takahara (Q.E.P.D) y al gran Miyazaki, entienden que tanto niños como adultos tienen aún la oportunidad de convertir el mundo en un lugar mejor con sus actos, y ellos con sus películas.