En el cine es muy raro encontrar algo que sea “nuevo y original” totalmente.  La mayoría de series y películas que vemos, tienen una fuerte influencia en algún otro material.

Por ejemplo, la primera temporada de La Casa de Papel bebe mucho de la película Inside Man (Plan Perfecto), mientras que Sky Rojo…bueno.

En fin, es evidente que “The Nevers” bebe mucho de obras como “X-Men” o “Doom Patrol”, y eso está bien, porque Joss Whedon, a pesar de no entregar productos bastante complejos, al menos son muy entretenidos, como ha sido “The Avengers”, “Serenity”, “Buffy” o la increíble y poco apreciada “Firefly”, que es una verdadera joya que no tuvimos la oportunidad de verle varias temporadas.  Dicho esto, vuelve Whedon a la carga con otra serie después de la infame versión de su Liga de la Justicia, y a manos de HBO, por lo que se espera cierto niveles de cuidado y presupuesto, que por suerte consiguen…a medias.

Porque eso es “The Nevers” una serie a medias, en todo el sentido de la palabra.  Comenzando con la historia que no conduce a ninguna parte y en dónde capítulo tras capítulo, vemos como los personajes se empeñan en querer continuar investigando y luchando por algo que ellos mismos desconocen.  ¿Con quién es la batalla? ¿Quién es el enemigo? ¿Que hacen en el orfanato? Nada de eso lo sabremos y no parece que sea algo que quieran explicar.

Lo mismo sucede con los personajes que carecen de un desarrollo terrible.  Tienen poderes, si, bien, pero, ¿para que?

Ninguno de los personajes tiene un propósito definido en la serie.  Ni siquiera Maladie, el personaje interpretado por Amy Manson y que fácilmente puede estar en una lista de los peores personajes de tv, porque es sobreactuado, exagerado en su “plan” y absurdo en su desarrollo.

¿Es todo malo? para nada.  Los efectos especiales son muy buenos.  El vestuario es fenomenal y el diseño de producción es IMPECABLE.  Ese Londres victoriano está muy bien realizado y muy bien cuidado.

Por otro lado, el carisma de los actores y la química entre ellos es bastante palpable y eso da un aire de camaradería que se agradece muchísimo, porque hace que, al menos así, tengamos cierta empatía con ellos.  Al igual que las interpretaciones son muy buenas.  Laura Donnelly se come la pantalla es cada escena que sale, lo mismo con Ben Chaplin y Tom Riley, pero quien de verdad destaca entre todos los demás actores y brilla por sí sola es Ann Skelly.  Su actuación es tierna, segura y fuerte.  Ha hecho con ella el personaje.

En definitiva, “The Nevers” es una serie a medias que no termina de arrancar del todo y que, se hace fácil su visualización si no se espera gran cosa y se ve en piloto automático.

Veredicto

Serie que se queda a medias y que no termina de arrancar del todo.  Su guión es su talón de Aquiles y su creador, Joss Whedon, quiere poner tantas cosas en él, que abruma y aburre, sin mencionar la falta de desarrollo en sus personajes.  Sin embargo el buen diseño de producción y las actuaciones de los actores, hace que sea un entretenimiento ligero.

4 / 10

Una pobre familia de negros, busca dejar atras su pasado y se mudan a una hermosa urbanizacion llena de blancos, donde no le haran la vida facil.

Little Marvin, el creador de la serie, seguramente está consciente de que su obra tiene un paralelismo con “Lovecraft Country” en el tema central y su desarrollo, y a “Us”, la película de Jordan Peele, en su terror, y no dudamos que sirva de inspiración ya que el poster tiene bastante similitudes.

Aquí los pilares de la serie están en unas interpretaciones magistrales, un guión que sabe cuándo y cómo desarrollar a sus personajes y una puesta en escena fenomenal.

Ashley Bashy Thomas y Deborah Ayorinde, se aguantan un primer plano sin mucho esfuerzo, y ni hablar de Shahadi Wright, ya experimentada en el género del terror y sabe cuando mostrar miedo y cuando no, o Alison Pill como esa racista maniática que sin lugar a duda cumple de sobra su cometido como antagonista.  Es que hasta Melody Hurd, como la pequeña hija de los Emory, logra una actuación increíble.

No muy bien queda parado el guión, que aunque desarrolle perfectamente y con muchos detalles y matices a los personajes (la escena de la cena familiar de los Emory con el pastel es, además de estar bien dirigida y editada, explica detalladamente parte de la personalidad de los 4, sin siquiera pasar de 3 líneas de diálogos), deja en descubierto ligeros huecos didácticos.

Como se ha llegado a donde se ha llegado, es explicado pero sin nada de sutilidad que compare el pasado que presenta con el presente.  El guion en ese aspecto muestra el sufrimiento de la familia en un mundo donde, no existen grises, sino blancos y negros.  Toma el trauma, presiona en ello, pero no avanza en su discurso racista (el mejor ejemplo para este punto, es el segundo día de trabajo de Henry).  Es un bombardeo racista constante, y que al inicio sirve para empatizar con el personaje (en caso de no ser racista) pero repetidas veces, solo sirve para agotar.

Y este punto nos molesta, porque la serie FUNCIONA con esa increíble puesta en escena (una vez más, la escena de la cena familiar) y que toma todos los errores de la actual comparada (Lovecraft Country), los mejora pero se olvida de los que funcionaban en ella.

Su fotografía, los créditos iniciales, algunas transiciones y hasta unos giros de guión, son espectaculares.

En cuanto a su terror, imaginamos que es decisión del director, funciona, aunque es excesivo, pero no deja de funcionar.  Pero “Them” no está interesada en explorar el significado de los fantasmas y su resolución del origen del terror, tampoco en simbolismos, que aunque los plantea, poco hace con ellos.  La serie está enfocada en mostrar un discurso anti racista, que, de forma ligera, puede tocar el racismo.

Veredicto

En resumen, “Them” es una buena serie antológica de terror que se puede ver, por unas interpretaciones bien buenas, otros elementos técnicos que ayudan al visionado y un guión que desarrolla bien a sus personajes, pero que falla en ciertos momentos porque el mismo guión le juega en contra, al no desarrollar bien su historia.

Sony había cosechado grandes críticas con “Spiderman: Into the Spider Verse” la cual contaba con un guión bastante inteligente y maduro, y una animación distinta a lo que se hace hoy en día bastante fresca y divertida.  Obviamente irían por el mismo camino con “Los Mitchells vs Las Maquinas”.

Su mensaje es claro, “ser raro puede ser divertido y bueno” y es lo que el guión de Michael Rianda y Jeff Rowe, quienes también hacen de directores, propone.  Desde el inicio nos lo muestran con escenas de la madre siguiendo a una familia “perfecta” y que “viven la mejor vida”, o con la hija que entiende que “su gente” es aquella a la que está por conocer en la universidad, cuando todos son perfectos a su manera.

Porque el guión nos cuenta como ellos quieren ser, como creen que son y cómo en realidad son, de una forma inteligente, divertida, por momentos absurda, sarcástica pero con un desarrollo de personajes INCREÍBLE.  También la crítica social y hacia la tecnología está muy bien llevada, destacando ciertos gags que son un puntazo y el colorido y absurdo uso del filtro, principalmente, en escenas donde se critica esto (grandiosa la escena cuando la madre entiende que un filtro puede mejorar una foto familiar).

El tema central es la recomposición de las relaciones familiares que se han roto porque los hijos crecen mucho más deprisa de lo que los padres son capaces de aceptar. Porque Katie necesita volar y su padre tiene demasiado miedo de que sufra como para permitirle hacerlo. El padre no entiende que su hija vive en un mundo de nativos digitales que él no comprende. Y quiere un plan B, como si la vida se pudiera ensayar y no fuese un sin número de decisiones que así como salen mal para algunos, salen bien para otros.

El guión es tan perfecto que le da un desarrollo fuerte y escenas increíbles a Monchi, un perro que más de la mitad del filme solo está parado y a dos robots defectuosos que durante todo el viaje de los Mitchell se hacen preguntas filosóficas impresionantes.

Más allá de eso, la animación y la dirección es bastante buena y se agradece.  Muchas referencias a otras películas y series (incluso animes).  Encuadres encantadores y hermosos.

La música es tal vez, el punto más flojo, porque no destaca en lo más mínimo.  Incluso hay momentos en que ni te enteras de la música.

En definitiva, la película de Los Mitchells vs Las Maquinas es una joya de la animación y sin duda una de las mejores películas del 2021.  Divertida, bien hecha y con unos hermosos mensajes (y lo mejor, bien tratados).

Veredicto

“Los Mitchells vs Las Maquinas” es, hasta ahora, el mejor filme animado de este año.  No hay muchas cosas que reclamarle (tal vez algunas pegas del guión y la música) y funciona.  Ojala siga viendo más animados como este y que Disney vaya tomando nota de cómo hacer una película inclusiva animada.

5 / 10

A estas alturas hay que entender que el subgénero de superhéroes es uno tan rico como lo es cualquiera, y Marvel como DC, o como Amazon o como Netflix, o cualquier otro, ha jugado con llevar a las pantallas algo más que “otra película/serie de superhéroes”.

A algunos les ha salido bien la jugada y a otros no, por distintas razones.  Marvel sabe jugar con ello, y lo ha demostrado hace poco con “Wanda Visión” donde más allá de los superhéroes, había un discurso sobre la pérdida y el luto que enriquece el visionado.  Ahora, con “Falcón y El Soldado del Invierno” se eleva el listón y nos entregan una serie moderna con unos discursos sobre el racismo, la culpabilidad, los cambios y el deber (y tal vez otros más que no vamos a detallar), que caen genial en estos tiempos tan convulsos.

Un guion que se toma su tiempo y desmenuza estos increibles temas, lo hace de una forma que no resulta pesado, con un Sam cuestionandose cosntantemente si realmente el mundo esta preparado para un heroe de color, algo interesante ya que “Pantera Negra” tanteo el tema muy torpemente.  Pero claro, en esta ocasión ya tenemos un desarrollo de personajes ya establecido, porque, ¿quién no sabe quién es Falcón y el Soldado del Invierno? ¿quien no conoce parte de su pasado y de sus motivaciones? Solo es ver la trilogía del Capitán América para tener un esqueleto formado de estos personajes.  Y ni hablemos de las actuaciones de Anthony Mackie, Emily Vancamp y Wyatt Rusell quienes llevan las mejores actuaciones.  Lastima por el desaprovechamiento de Sebastian Stan quien está bastante plano.

Después de este hermoso elogio hacia sus temas, llega el sabor amargo de la serie.  Porque lamentablemente, al igual que “Wanda Vision”, cuando pasa el discurso, la fórmula Marvel abraza y reduce todo a solo un intento.

Todo el concepto de US Agent queda reducido en un simple “villano” (Marvel no sabe hacer grises), al que nuestros protagonistas desaprueban de forma irracional solo porque sí, porque la trama lo amerita y necesitamos que el público no empatice con este personaje.  Y pudiéramos entender que el motivo es el escudo, pero, ¿no son estos militares? ¿no se les ha mandado a hacer cosas de las que no están de acuerdo y aun asi la hacen? Tuvimos al Winter Soldier durante una película buscando que no se le juzgue por misiones que solo decidió cumplir y a Falcón con el mismo discurso por apoyar a su amigo, ¿entonces no podemos entender que este tipo va de lo mismo?  Y así sucede con TODOS los personajes alrededor de Falcón, los cuales están creados a pincel de “bueno y malo” sin desarrollo o motivos.

La dirección de Kari Skogland está influenciada por algún productor (me la juego que es por Feige) de Marvel, porque la cantidad de cortes en una escena de acción no es parte de su estilo y lo ha demostrado cuando dirigió varios capítulos de “El Punisher” y otros tanto de “The Handmaid Tale”.  Siendo este otro punto negativo de la serie y de los que peor se sienten.

Al final “Falcón y El Soldado del Invierno” es una serie entretenida que no se aprovecha del todo.  Su discurso es poderoso y está bien empleado, al igual que la forma en que desarrolla a su personaje Falcón y las pinceladas que le da al Winter Soldier, pero todo eso se pierde cuando decide irse por su lado más caricaturesco y pasar a una acción desmedida, personajes vacíos que se mueven de aquí para allá, y que a pesar de poner un pequeño granito de arena en su vasto universo, ya que sabremos quien será el sucesor del escudo, poco importa lo demás, trayendo la pregunta que siempre nos hacemos con Marvel: ¿el viaje no importa, y solo importa la meta?

Veredicto

Lejos de verle algo sólido, la serie entretiene bastante y aunque plantea muchas ideas con las cuales puede jugar, no lo hace.  Alguien podrá decir que trae nuevos villanos, al grupo Thunderbolt, Nuevos Vengadores y demás, pero eso hace la serie, menciona mucho pero poco aporta, y si en más de 5 horas no es capaz de desarrollar algo más que “quien es el nuevo Cap America” pues algo no está bien.

5 / 10

Al parecer para Hollywood es bastante difícil adaptar un videojuego (o un anime) porque las reglas son distintas.  Sin embargo aparecen algunas adaptaciones que cumplen su propósito, como es el filme en cuestión.

“Mortal Kombat” es entretenida, graciosa y es una buena adaptación tanto para el que es fan como para el que solo conoce el título del famoso juego de peleas, pero también es una película con problemas.

Primero agradecer el acierto del director, Simon McQuoid, con su primera película en donde está adaptando un juego de luchas en donde su principal atractivo es la violencia.  Por ende, pone casi en un segundo plano todo lo que concierne al drama y las escenas lentas.  Además los efectos especiales y las escenas gore son bastantes buenas.

La dirección no desentona y hay algunos planos estéticamente bellos e interesantes.  Y también de que hay interpretaciones bastante clavadas al videojuego, como es la de Kung Lao quien no solo se parece visualmente, sino que los movimientos son iguales.  Sin embargo hay otras actuaciones bastantes irregulares, como es el caso de la actriz Jessica McNamee quien interpreta a Sonya Blade o Lewis Tan quién es el tal Cole Young que no soporta un primer plano de pantalla.

Pero no solo las actuaciones no ayudan a varios actores, sino que el guión carece de desarrollo alguno de personajes.  Solo sabemos que Scorpion y Sub Zero tienen una rivalidad desde hace años y ya.  Si los villanos siempre atacaban antes del torneo, ¿cómo es que lo ganan? ¿Como Kung Lao viene de un clan poderoso y ganador si tienen varios torneos perdiendo? ¿Por qué Rayden no transporta a los luchadores desde un inicio? Y así hay otras preguntas que el guión se obvia completamente.

Y estamos claros que esta película es un blockbuster que solo viene a cumplir con entretener, pero no está nada mal que trate de desarrollar algo.  Porque no tiene nada de sentido poner a luchar los personajes uno contra uno, cuando eso es lo que hacían en la escena anterior, pero obviamente la falta de desarrollo de la misma ha permitido una resolución bastante pobre y poco imaginativa, y esto afecta al guión casi en su totalidad.

Veredicto

Al final “Mortal Kombat” es un filme entretenido gracias a una dirección ágil que se enfoca en lo que sabe que su público quiere: las peleas sangrientas.  Pero eso le juega en contra cuando necesita que ese mismo público empatice con sus personajes y situaciones poco desarrolladas.

5 / 10

“Nobody” no viene a inventar nada nuevo ni tampoco busca ser transgresora como lo han sido otras.  La pelicula del director Ilya Naishuller (mayormente conocido por “Hardcore Henry”) es una entretenida pelicula de accion con algunos toques de humor negro y que por fortuna es de una duracion bastante moderada (menos de dos horas).

El guión corre a cargo de Derek Kolstad quien ha trabajado en la trilogía de John Wick, y esto se nota DEMASIADO en muchas escenas (cuando los rusos atacan la casa, las formas que tiene el protagonista de conocer detalles o cuando decide hacerse cargo de los criminales) pero también en el desarrollo de los personajes y otros elementos (el oro), lo cual nos hace pensar que este personaje no solo está en el mismo universo que John Wick sino que puede perfectamente volverse un antagonista del mismo.

Por otro lado, otro detalle es la producción que corre a manos de David Leitch quien es uno de los directores y creadores de John Wick.  Así que excusa no tienen.

Lo mejor del filme es sin duda, la actuación de Bob Odenkirk quien muestra algunos dotes de actuación dramática al personaje dándole un matiz más interesante.  Es cierto que al inicio (y se agradece bastante) en cuestión de minutos nos dan un resumen de cómo es la vida de este personaje, pero más allá de eso, Odenkirk nos da momentos bien interesantes como la escena del bus antes de que lleguen los rusos o cuando entran los ladrones a la casa.

Christopher Lloyd es otra cara en la película que se agradece y que entrega los mejores momentos del filme (y los más cómicos).  Connie Nielsen está totalmente desaprovechada ya que solo se utiliza como un punto de retorno del protagonista, algo que me parece erróneo ya que quien muestra dotes de eso en los primeros minutos del filme es la pequeña hija de ellos, pero no se puede pedir demasiado.

Al final es eso, una entretenida película de acción y humor que sabe conquistar al espectador rápidamente y con la cual se puede pasar un excelente tiempo.

Veredicto

Entretenida pelicula de accion con un humor negro bastante agradable que funciona.  No inventa nada nuevo, pero tampoco lo busca.  Sabe que su objetivo es entretener y se enfoca en ello.

6 / 10

Emerald Fennell no es completamente nueva en la industria. Tiene ya unos cuantos créditos a su nombre, como actriz y como guionista, sobre todo en televisión. Probablemente su trabajo más conocido sea en The Crown, donde interpreta a Camilla Parker Bowles desde la tercera temporada. “Una joven prometedora” es, además de un guión propio, su debut como directora. Y la verdad es que su título podría referirse tanto a la protagonista como a la misma Fennell, ya que si algo demuestra “Una joven prometedora” es que estamos ante una cineasta de potencial indiscutible.

El guión es ácido en su ejecución, detallista en su caracterización e implacable en su intencionalidad. Fennell aborda la violación de Nina desde muchos ángulos distintos, y no deja títere con cabeza. Cada personaje representa a un grupo, a un estrato de la sociedad que contribuye a que este tipo de cosas sucedan. Más importante aún, casi todos están desarrollados, aunque sea un mínimo. Todos son el resultado de unas circunstancias y, en un momento o en otro, intentan justificar sus acciones. Y son justificaciones coherentes, y a veces, incluso atenuantes. Lo interesante del guión de Fennell es su forma de desafiar estas justificaciones, aunque por momentos sea predecible.

La interpretación de Cassie, protagonista de la historia, corre a cargo de Carey Mulligan y está fenomenal.  Desde que su perfil estalló con su espléndido trabajo en An education, Mulligan se ha labrado un currículum realmente impresionante, regalándonos interpretaciones de gran magnitud, aunque algunas hayan pasado en bajo perfil.  Los secundarios tampoco se quedan atrás y son geniales en sus papeles.

Pero aún nos falta lo más importante y es la dirección.  Y es que Emerald Fennell sabe tomar la cámara con bastante maestría.  Los planos son exquisitos, el movimiento de la cámara suave y muchas otras tomas son interesantísimas como la escena del bar o la escena final en la cabaña.

En resumen, “Una Joven Prometedora” es un trabajo de gran nivel que funciona en muchos sentidos gracias a su gran pilar, que es el guión.  Por momentos está pecando de momentos bastantes peliculeros, y uno que otro giro de guión bastante predecible, y que lamentablemente las excelentes actuaciones no pueden empañar.

Veredicto

“Una Joven Prometedora” es una película interesante que no dejará indiferente a nadie.  Con un guión increíble y una dirección y actuación que le complementan.  Hay momentos de total maestría.  A pesar de, el mismo guión tiene momentos absurdos que sacan de la experiencia y juega en su contra.

7 / 10

Russell T. Davies, en la industria cinematográfica británica, es un nombre que representa la calidad.  Hace dos años creó una de las mejores series de esa fecha llamada “Years and Years”, pero también ha trabajado en series como “Doctor Who”, creó “Torchwood” y “Queer as Folk”.

Y la verdad que da gusto ver una miniserie que toca a la perfección.  Historias humanas, un perfecto desarrollo de personajes e incluso, una puesta en escena de lujo.

La nueva ficción de Russell T. Davies para HBO trata sobre un grupo de jóvenes en los años 80 durante la crisis del sida. En apenas cinco episodios, Davies construye un vibrante relato LGTBIQ+ necesario, muy humano y desolador que enamora desde el primer minuto. Lejos del sentimentalismo barato, y de escenas mediocres novelísticas, es fácil conectar con estos personajes y sus miedos, anhelos y deseos.  Están tan bien construidos, que en los momentos más duros, porque la serie lo es hasta el punto de desgarrar, uno se siente incómodo y dolido.

Pero no todo es el guión, sino que la dirección es otra joya de la que se debe hablar, porque Davies tiene momentazos como el del segundo capítulo donde uno de los personajes nos explica el bulo de las enfermedades, rompiendo la cuarta pared de una manera bastante dinámica y que recuerda mucho a como inició el COVID 19.

Y no se queda ahí, porque el último capítulo tiene uno de los momentos más duros y es manejado con una maestría impecable, donde nos regala por 20 segundos el sonido del viento en una toma de primer plano de un personaje, de forma magistral.

pero si Hablamos de personajes, CUANTAS BUENAS ACTUACIONES.  Nadie desentona, nadie está sobreactuando, y la sorpresa es que la mayoría de estos actores son NUEVOS.

Si bien es cierto que por la propia temática es evidente que el drama es un componente fundamental en la serie, es digno de valorar la forma en la que se abarca. No cae en el sentimentalismo barato ni en la condescendencia, sino que aborda la situación de las personas LGTB de una manera honesta y audaz.

En los últimos años, HBO se está consolidando como una plataforma que atiende a la diversidad sin renunciar a la calidad.

Pocas cosas se le pueden reprochar a It´s A Sin, pues desde su puesta en escena a la selección musical obedecen a una firme intención creativa. Tal vez su pequeño talón de aquiles, y que es algo que Russell ha hecho anteriormente, es regalar esos momentos de saltos temporales sin explicación alguna.  Estamos en una fecha determinada y de buena a primera el siguiente capitulo esta en una fecha más adelantada.  ¿Qué ha pasado durante ese lapso de tiempo ya que suceden cosas que afectan a la trama? nunca lo sabremos porque el director solo nos dice que “pasó algo”.

Veredicto

It’s a sin es una miniserie dura, desoladora y que va directa al corazón del espectador. Otra obra maestra más la que nos brinda Russel T. Davies, siguiendo la estela de otras series como Queer as Folk y Years & Years.

9 / 10

Los enfrentamientos cinematográficos entre iconos han atraído a la audiencia desde los tiempos de la Universal con Frankenstein y el hombre lobo (1943), el King Kong contra Godzilla (1962) de Ishiro Honda o más recientemente films como Freddy vs Jason (2003) o Alien vs Predator (2004). Godzilla vs Kong (2021) supone una reactualización del film de Honda, convertida ya en una comedia de serie B.

Primero se presentaron las entregas por separado. Se estrenó Godzilla en 2014, funcionó bien en taquilla y se pudo continuar en 2017 con Kong: Isla Calavera, para seguir con Godzilla Rey los Monstruos en 2019. Y así, en este contexto, se llega hasta Godzilla vs Kong. ¿Estamos ante un universo cinemático nivel Marvel? Seguramente no, pero también es cierto, que ver un mono gigante pegarse con un enorme dinosaurio, es una de las cosas que podemos sacar en positivo del 2021.

Y esto es lo que más funciona en el filme de Adam Wingard; las batallas entre Godzilla y Kong.  La lejanía de los planos en plena batalla hace que podamos apreciarla con todo su esplendor, y por si fuera poco, unos efectos GENIALES que le dan el toque necesario para que esto sea un verdadero espectáculo.

Pero como no pueden presentar casi dos horas de estos dos animales, pues nos regalan unas subtramas penosas.  La película se divide en dos: el lado de Godzilla, con Millie Bobby Brown con Brian Tyree Henry en donde no aportan NADA a la película (honestamente si eliminan eso, no se les daña el filme) y el lado de Kong, que al menos funciona para conocer algo más de este mono gigante y dicha subtrama avanza junto con el filme.  Incluso en ella es que podemos ver la mejor actuación de todo el filme: la de Alexander Skarsgård que parece que es el único que hace el intento de ello.

No nos equivoquemos, sabemos que este tipo de películas no necesitan un guión convincente pero es algo lamentable que los guionistas comentan estupideces con estos personajes como el entrar a una base militar sin que nadie se de cuenta o estar en medio de la batalla y salir solo con polvo.

Godzilla vs Kong (2021) es ruidosa, arrolladora y terriblemente divertida. Los dos mitos por fin tienen un encontronazo a la altura de su leyenda resultando en un film imbatible en sus momentos monstruosos, que flojea en su trama humana, abundando éstos en algunos momentos sonrojantes u otros donde la fantasía se les va de las manos.

Veredicto

Si bien la película es entretenida, no peca de momentos absurdos a merced de un guión bastante flojo que busca ser demasiado explicativo.  Los efectos son buenos y las batallas interesantes, pero a pesar de su esfuerzo por cumplir, hay mediocridad.

5 / 10

Es increible que esta sea la película número 59 de la factoría Walt Disney.  Cine de animación que ya a estas alturas todos conocemos y no necesita ningún tipo de introducción.  “Raya y el Último Dragón” es la película que nos ocupa, la cual tenía previsto su estreno en cines en el 2020 pero ya por condiciones que conocemos la tenemos en su plataforma de streaming.

Y es que el filme dirigido, principalmente por Don Hall y con un guión en donde participan un gran grupo de personas, no es nada original y es bastante predecible.

Ambientada en una ciudad ficticia (que parece ser China), nos trasladan a un suceso antiguo que como es usual, se volverá a repetir y que nuestros protagonistas tendrán que resolver.  Tampoco se nos escapa el drama paterno filial del que Disney siempre aboga, eliminando (cada vez más) el componente romántico.  Aquí, el filme consigue ser lo suficientemente interesante con el desarrollo de sus personajes, alimentándose de personalidad.  Raya es enérgica, decidida y bastante carismática, y sus objetivos son claros.  Lo mismo sucede con los personajes secundarios los cuales tienen un desarrollo bastante completo, en donde todos están unidos por los dos temas principales de la película: la hermandad y la confianza.  Tal vez quien carece un poco de desarrollo es el personaje de Namaari, quien a pesar de presentarnos con dudas e ideales influenciados por otro personaje, por momentos son poco creíbles.

En cuanto al apartado técnico pues ninguna sorpresa.  Disney tira la casa por la ventana y la animación es de primer nivel, destacando esos hermosos planos aéreos de esas increíbles ciudades que componen ese mundo.  Lo mismo sucede con la música de James Newton Howard en donde destacan esas partituras de piano bastante hermosas y que juegan mucho con la ambientación.

Como mencionamos anteriormente, su mayor defecto está en un guión que parece realizado para videojuegos, donde el “vamos a x lugar a buscar esto y luego ir a este otro lugar a buscar lo otro” resulte repetitivo y si a eso le sumamos que cada viaje trae consigo un personaje nuevo al que desarrollar, pues, la temática del videojuego está presente.

Veredicto

En resumen, “Raya y el Último Dragón” es una película bastante entretenida y con un hermoso mensaje, que lamentablemente no se escapa del guión fácil, pero que cumple las expectativas.  No es la mejor película de animación ni la mejor película de Disney, pero cumple.

6 / 10