Cuando en el 2012 se estrenó “Los Vengadores” nadie se esperaba que a estas alturas estaríamos ante uno de los universos cinematográficos más rentables en la actualidad. Por eso no sorprende que Marvel haya querido darle despedida a uno de sus personajes originales para darle la bienvenida a otro, con similares poderes. “Hawkeye” o como se le conoce en español, “Ojo de Halcón”.
Ya van tres miniseries de Marvel con esta (Loki se convirtió en una serie regular) y como hemos mencionado en nuestra reseña de “Black Widow”, sentimos que estamos en un punto muerto donde Marvel se empeña en querer hacer una historia que conecte y avance cosas para su universo pero al mismo tiempo quiere tomar libertad para desarrollarse como algo aparte.
La serie nos narra como Kate Bishop se convierte en la sucesora de Hawkeye, en una trama sobre criminales de poca monta, pandilleros, mafiosos y crimen organizado, que funciona muy bien por la naturaleza de los personajes, ya que Clint y Kate, son personajes más terrenales que se pueden mover con facilidad por esos ambientes y es creíble. El guión tampoco es que quiera complicarse, y no lo necesita, porque es una serie de Marvel que solo busca entretener en víspera navideña.
Las actuaciones son bastante correctas, destacando los dos protagonistas: Jeremy Renner y Hailee Steinfeld, esta última dando más capas de drama a su personaje lo que le da cierta empatía. Tony Dalton en cambio hace el mismo personaje que ya hemos visto en “Better Call Saul” pero un poco más light.
Los efectos, la música y todo los demás complementos están ahí, bien justos para poder lograr una serie entretenida, y eso está bien.
¿Entonces hay algo más que contar? Pues la verdad, no. No hay mucho que contar y tampoco que destacar. Todo está tan bien aderezado y bien mezclado que fácilmente puedes mirar un rato el celular y luego volver a mirar la escena que tienes de frente y no te pierdes.