Longlegs” narra la historia de Lee Harker, una agente del FBI a la cual se le ha asignado un caso de un asesino en serie, el cual comete sus actos sin, aparentemente, entrar a las casas.

Cada cierto tiempo, y principalmente en los últimos años post pandemia, el cine de terror se ha visto plagado de filmes interesantes pero a los que se les alaba sin ninguna razón aparente.  Y es que el cine de terror postmoderno no se enfoca en mezclar lo místico aunque la historia no tenga forma de serlo, y lo que es peor, es ver a los personajes aceptar dicha mezcla sin siquiera dudar.

Para mi ha sido una experiencia de lo más extraña. Es una película extraña que aúna elementos muy marcados pero que en su combinación dejará perplejo a más de un espectador. No digo que no funcione, sino que son decisiones muy osadas, que puede que no sean para todos los gustos.  Y es que mezclar esos elementos fantásticos a un thriller que de entrada no parece tenerlos, y hacerlo de la forma en que lo hace, deja a más de uno perplejo.

Maika Monroe es la actriz que llega para interpretar a la agente del FBI, con una actuación que da la talla.  Es fría, perturbada, y en los momentos de intensidad sabe llevar al personaje a esos extremos.  Impecable la escena final en la casa.  Luego está la gran Alicia Witt, como la madre de la chica quien tampoco se queda atrás con una interpretación bestial.  Kiernan Shipka y Blair Underwood, son también partes del magistral elenco y que sobresalen en sus actuaciones, principalmente Shipka con un monólogo a media película que deja los pelos de punta a cualquiera.  Pero es increíble como el personaje que sale solo por 20 minutos es quien se roba toda la película y por la cual vale la pena verle, y es nada más y nada menos que el grandioso Nicolas Cage.  Este actor como Longless, el asesino en serie, es, sin duda alguna, una de las mejores actuaciones de este año.  La escena del interrogatorio es sublime y es una muestra de lo que es capaz este actor y me alegra que se reconozca su trabajo ya que ha estado estigmatizado por muchos como un mal actor, cosa que no es.

Longlegs es un thriller muy estilizado, tremendamente calculado. Una película casi puramente atmosférica, como si viéramos los eventos a través de los ojos de sus personajes bajo un efecto narcotizado. Todo sucede a ritmo lento, y el aire parece ser espeso como el aceite. Todo es lúgubre. Los personajes sólo susurran a lo bajo. Todo está teñido de oscuridad, y cada portal, habitación y pasillo entraña una presencia amenazante. Una característica de esta cinta es que detrás de los personajes, siempre que hacen algo, tienen una puerta abierta, o un pasillo, a un costado del cuadro. Nunca sabemos si aparecerá algo, por lo que siempre estamos a la espera. Me parece muchísimo más efectivo que los sustos repentinos con el volumen a todo dar.

La fotografía está a manos de Andres Arochi, que es impecable.  Es fría y amenazante.  De la música no hablaré porque apenas se siente.  Al menos en mi caso me pareció tan poco interesante y a veces fuera de lugar que si me preguntas ahora mismo que le caracteriza no sabré decirte porque ni lo recuerdo.  Una verdadera lástima cuando se pudo apostar por una banda sonora lúgubre que pueda hacer juego con la fotografía y la historia.

¿Lo malo? La puesta en escena y muchísimas decisiones del director, junto con el poco desarrollo de los personajes.

Los personajes, sin excepción, carecen de desarrollo, y el principal (que es la protagonista y agente del FBI), quien se supone sea el ancla del filme y a la que deba sujetarse el espectador, no ayuda al no tener algo estructurado.  Si, la actriz actúa impecable, pero lo poco que sabemos de ella es que es un poco rara y es agente del FBI, y que tiene una relación algo complicada con su madre.  Es difícil conectar con ella porque no hay con que.

Lo segundo es la puesta en escena, en lo cual, el director no hace partícipe en nada al espectador.  Por ejemplo, mientras en “True Detective: Night Country” o “The Batman” (por poner un ejemplo drástico), vamos construyendo junto al personaje el misterio y nos dan tiempo a nosotros mismos ir deduciendo y trabajando en ello, el director de “Longlegs” hace la investigación aparte sin mencionar detalles, como si fuéramos ajenos a ello.  De hecho, nos enteramos de cosas cuando el jefe del departamento del FBI viene y las dice y encima que ha pasado tiempo después de ello.

Es decir, ‘Longlegs’ se ahoga en su estética por intentar ser lo más efectiva posible y termina olvidándose del espectador. No entré en el juego, no me dejaron, y eso que razones parecía que había para ello, pero al no ser posible, no conecté.  Fue una experiencia interesante y visualmente hermosa, pero mas nada.  No olvidable por sus actuaciones, pero sí por su historia.