Las películas del director M. Night Shyamalan son bastante extrañas, porque inician bien pero de repente está todo mal, y “Old” no se salva de eso. (Tal como nos sucedio con Candyman).
Cuando uno lee el nombre del director en algun trailer o póster, lo primero que le llega a la cabeza son “El Sexto Sentido”, “Unbreakable” o “Split”, pero tambien “The Happening”, “Lady in the Water” (que admitimos que nos gusto) o “After Earth”.
Y es que el director se ha ganado el reconocimiento con la audiencia a la hora de no dejar indiferente a nadie. De entrada tenemos un argumento original y llamativo: una familia es invitada junto a otras personas a una playa en las afueras de un hotel en el que se están hospedando. La playa se ve de lo más normal, pero lo que no saben es que todo el que está ahí empieza a envejecer más rápido de lo normal.
Si bien la historia es original, el guión y sus diálogos son un defecto gravísimo, y ni hablar del desarrollo de los personajes. Hace tiempo que no veíamos unos diálogos tan atropellados, donde los personajes dicen cosas que parecen ser profundas pero no lo son, y los cuales no tienen nada que ver con la situación que están pasando. Y eso se arrastra hasta el desarrollo de los personajes, los cuales actúan de una forma bastante extraña y que quieren justificarlo con “el paso del tiempo en esta playa no es normal”, logrando que sea extremadamente difícil empatizar con los personajes.
Una cosa tras otra va pisando y matando el efecto de lo anterior, convirtiendo el conjunto en una hora y media de gente corriendo en una playa, que, como todo lo demás en cuestión de la historia, el director no aprovecha en lo más mínimo. Muchos misterios, con pocas respuestas, y las que tienen respuestas son poco convincentes. ¿Que hacía Mid Size en la playa tanto tiempo y porque no envejece? ¿No se percató nunca de que su acompañante desapareció? ¿Por qué nadie puede salir? ¿Qué pasa con los corales?
Claro, que tampoco es que todo sea malo y la puntuación es por algo, porque Shyamalan con “Old” sabe de sobra que es solo entretenimiento y en cambio, sus recursos no aburren para nada. El ritmo es bueno, no decae nunca y ayuda a que los giros sean mejor digeridos.
También está la madurez visual del director. Unos planos interesantes, movimientos de cámara sutiles y bien logrados, un plano secuencia magistral y una música a cargo de Trevor Gureckis muy acertada.
Al final “Old” es una decepción total, siendo esta una película que se perfilaba como el retorno del director que ha logrado buenas cosas con sus dos anteriores (“Split” y “Glass”) y que ahora no hay por donde tomarlo, más allá de ciertas diversiones visuales.