Parece que Disney tiene la tarea, cada cierto tiempo, de tomar un libro o una saga y convertirla en una película penosa.  Podemos mencionar varios casos, como “A Wrinkle in Time”, “El Planeta del Tesoro”, “Marte Necesita Madres”, “John Carter” (que ojo con esta, que nos entretuvo bastante), “El Llanero Solitario” o “Tomorrowland”.  Ahora le toca el turno a “Artemis Fowl”, película basada en las novelas de Eoin Colfer el cual cuenta con una gran aceptación del público y lectores.

Primero aclaramos que no hemos leído las novelas, por lo que nuestra reseña será basada exclusivamente del filme.  Dirigida por Kenneth Branagh director de “Thor” o “Asesinato en el Oriente Express”.  “Artemis Fowl” trata de un niño de 12 años, muy inteligente que busca cómo salvar a su padre.  Hay que destacar que el pequeño es un “criminal”, y el mundo que nos plantean es un mitológico en donde humanos y seres extraños viven de forma separadas.

A pesar de tener un buen arranque y de que esté orientada a un público infantil, sigue un sin número de clichés, malos personajes, desarrollo nulo y lo que es peor, interés de los personajes ambiguos (para no decir que carecen de ello).  La película constantemente nos plantea ideas y situaciones, las cuales ninguna se desarrollan.  ¿La relación padre e hijo? olvidalo. ¿el interés del villano? ni te moleste en entenderlo.  ¿el mundo mitológico? está ahí solo porque la historia original parece ponerlo ahí.  Y así sucede con todo.

Y es que la película tiene una obsesión con convertirse en una saga que olvida desarrollar todo lo que plantea para solo plasmarlo ahí y esperar que a futuro se resuelva (si acaso logra hacer una secuela para eso).  Incluso, lo básico en un guión que es el principio, desarrollo o nudo y desenlace, está tan mal estructurado que en muchos momentos del desarrollo parece que es el final.  Algo tan básico.

Si debemos atrapar algo positivo de la película, es que visualmente es increíble algo marca de la casa.  Pero despues de ahi, no hay nada que pueda ayudarle.

No se puede recomendar “Artemis Fowl” ni siquiera a los más pequeños de la casa, porque es una hora y media de ver a un niño sin personalidad ir de un punto a otro con el objetivo de buscar a su padre, o al menos eso nos quieren dejar dicho, porque es lo último que parece.  Sin energía, sin encanto, sin fuerza en su historia o sus personajes para adentrarnos a su mundo.  Nada.  Una verdadera lástima porque la historia promete.