Muchos decían que el slasher estaba muerto (Halloween es buen ejemplo de lo falso que eso es) y es curioso como cada día toma más fuerza.  Scream 6 es sin duda mucho mejor que Scream 5, la cual estaba a nivel de la primera, así que esto es mucho decir.

Hay una escena en particular, en donde una profesora de cine, interpretada por Samara Weaving dice lo siguiente: “un slasher es perfecto para estudiar la coyuntura generacional de la época”, y no hay palabras más ciertas que estas.  El personaje de Melissa Barrera, así como su actuación, son de lo mejor de la película. Tanto por su sencillez y modestia que, sin resultar contenida, representan la superación de la expectativa: Jenna Ortega, entonces, queda relegada a un no menos importante segundo plano, algo que personalmente agradezco porque está en boca de todos últimamente y los méritos de Barrera son, a mi juicio, más sustanciales e infrecuentes. El resto del reparto pasa por ahí, y se echa en falta la talla de secundarios que solía tener la saga.

El guión de Scream 6 viene a cargo de James Vanderbilt y Guy Busick, que logran un trabajo decente, pero no se comparan con Williamson quien escribía las mejores interacciones discursivas de la saga.  Los diálogos pecan de formulaicos y no consiguen generar situaciones muy genuinas, y a pesar de que si saben mantener un desarrollo entre personaje e historia, tampoco es que estamos ante los diálogos afilados de costumbre.

La puesta en escena de algunas de las secuencias más terroríficas de la saga es excelente. No solo la escena del metro, que se ha podido atisbar un poco de ella en el tráiler de la película, sino que tiene una secuencia de “persecución” en interiores que hará las delicias de los fans del género.

Posee secuencias de acción trepidantes y momentos de tensión muy logrados. Nuestro matarife de la cara de fantasma se muestra más letal que nunca y su cuchillo corta la carne como si fuera mantequilla. Pero, y aquí viene lo que me dejó un poco frío, alguna cosa falla en esa maravilla que todos anunciaban. Si uno se replantea las situaciones que está presenciando (algo que no debe hacerse nunca en el cine de terror), la película falla en ser un producto del montón y sin riesgos.  Diálogos metidos con calzador, una trama que se advierte fácilmente y un desenlace que, aunque intenso, me dejó insatisfecho. Quizás por su obviedad, porque desde que cierto personaje hace abre la boca, ya uno sabe que viene.

Pese a ello, nos encontramos con una entrega más que digna. Excelente por momentos, trepidante y llena de buenas intenciones dentro de una saga que no decae.  Scream 6 logra un espacio para sus fanáticos y para los amantes del terror (principalmente del slasher).