Senna” es la nueva miniserie de Netflix basada en el piloto de carreras brasileño Ayrton Senna da Silva.  Leyendas del automovilismo en la Fórmula 1.

La serie, en seis episodios trata de seguir su vida abarcando parte de su niñez y su vida adulta, más que nada enfocada en el momento en que empieza a tomar con seriedad el ser piloto de carreras.  A lo largo de seis episodios de entre 50 y 65 minutos cada uno, “Senna” recorre de punta a punta su vida deportiva, mechando algunos apuntes sobre su esfera más íntima y familiar. Se sucederán, entre otros aspectos, los primeros pasos del piloto (Gabriel Leone) en el karting de Brasil, su excursión a Europa para debutar en la Fórmula Ford británica, los idas y vueltas con su padre sobre si continuar o no y las batallas en Fórmula 3 con el inglés (y local) Martin Brundle.

Que nadie espere mucha profundidad dramática ni personajes complejos. Mucho menos algo distinto al camino cronológico que ofrecen nueve de cada diez biopic. La diferencia, en todo caso, es que la propia lógica de la disciplina vuelve al relato dinámico y entretenido, lo que convierte a la serie en una correcta aproximación a los hitos de una de las grandes leyendas del deporte motor.

Dicho esto, “Senna”, tiene un aporte más bien correcto para quien no conoce nada de su vida o muy poco (como su servidor) y tal vez haga delicias a los más fans (que han crecido) de este deporte, pero a nivel cinematográfico es tan regular como cualquier de los tantos biopic deportivos que salen hoy en dia (King Richard, Air).

Gabriel Leone quien en “Ferrari” tiene un personaje, aquí es Senna, también le acompañan otros como Steven Mackintosh, o Matt Mella, todos con buenas y creíbles actuaciones, cada quien destacando en su momento.

A nivel técnico, la cinematografía se divide con Azul Serra y Kaue Zilli, quienes le dan su propio toque cuando hay exteriores e interiores.  Se nota un poco el trabajo de la dupla en algunas de esas escenas.

En lo musical se divide en tres: Rogério da Costa Jr, Fabiano Krieger y Lucas Mercier.  El equipo logra unas buenas partituras que tampoco es que vayan a ser recordadas cuando acabe la serie.

En cuanto a puesta en escena, aquí está el fallo más grande (junto con los desarrollos).  Momentos que anticipan por el espectador creando una sensación de deja vu al dejar la música in crescendo en una carrera intensa.  Lo idóneo hubiese sido mantener las escenas de carreras lejos en silencio para poder apreciar el poder del motor y el vehículo y creernos que estamos ante un verdadero carro Formula 1, sin embargo logra que no solo sepamos el resultado gracias a la música sino que hasta no nos sorprende cuando “al final” pareciera que el personaje principal no conseguirá ganar.  Momentos en que sientes que estás en la época actual y te olvidas que esto sucedió hace más de 30 años.  Situaciones y diálogos aterrizados a la época actual, algo que encima de no ser cierto es poco creíble.  La puesta en escena choca constatemente.

Dicho esto, “Senna” es un buen entretenimiento de un biopic que le hace justicia al personaje y que hará que muchos se entretienen, pero no pasa de ser algo que pudo ser mucho mejor y más después de que sabemos que «Rush» se hizo hace mas de 10 años.