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Una de las películas más esperadas por mí ha sido TAR.  En quizás una de las mejores escenas de este año y del filme, Cate Blanchett, interpretando a Lydia Tar, da un discurso sobre separar la vida del artista con su obra, mientras un muchacho se levanta y se va del aula con indignación.  Y es que el guión del filme Todd Field no se va por las ramas.

Desgraciadamente, la película deriva, a partir de la primera media hora, hacia los coqueteos, los celos, las tragedias, los favoritismos y el escándalo esbozado en una de las conversaciones anteriores. Y aunque Cate Blanchet lo hace fenomenal, su sola actuación no es capaz de levantar la pesadez de la narrativa a lo largo de unos extensos, exagerados e innecesarios 150 minutos de metraje cargados de clichés, simbolismos y situaciones secundarias que, ciertamente, no aportan mucho a la historia. Más bien, restan.

TAR conquistó a la prensa, pero tal vez divida al público que cuestione si esta es solo una película de actuaciones (lo de Blanchett es digno de premios), dado que su ritmo y lo que nos cuentan, pueden no resultar interesantes para varios espectadores, porque la verdad sea dicha, el guión no da lo suficiente.  Al elegir a una mujer lesbiana como protagonista, Field «disminuye» el problema y lo ataca de raíz, dejando al descubierto un planteamiento que puede sonar obvio, pero también es arriesgado. ¿Y si el abuso no es cuestión de género, sino de poder?, y me gusta que la respuesta se la deje al espectador, pero no me gusta que utilice eso solo para estirar el guión.

La puesta en escena en cambio es magistral, la dirección por igual.  El plano secuencia de casi 10 minutos es fenomenal.  Además de esto tiene unos largos planos mezclados con paneos suaves que hace el filme una especie de partitura larga de música clásica la cual acelera en sus últimos 20 minutos con unos excesos inexplicables.

¿Es Tár una película perfecta?  Claro que no, pero Todd Field nos ha bombardeado con su proyecto más ambicioso, y no satisface plenamente todas sus pretensiones, pero es culpa de un guión que lamentablemente se extiende demasiado.

Veredicto

Aunque ocasionalmente es frustrante ver cómo da vueltas en territorios repetitivos y monótonos, la atracción magnética de ver a Blanchett en el centro de la pantalla es innegable.

Las distopías suelen tener ciertos tipos de gracias porque son paralelismos con el que todos imaginamos, y más si somos fans del cine de ciencia ficción.  Hace poco Netflix sacó Sweet Tooth y el año pasado salió (después de tantos retrasos) A Quiet Place Part II.

Esta vez HBO (amparado en HBO Max) decide sacar DMZ, basado en un comic donde estalla una guerra civil y parte de la ciudad (Manhattan en este caso) se convierte en una zona desmilitarizada, donde Alma (interpretada por Rosario Dawson) pierde a su hijo y decide emprender un viaje en su búsqueda.

La mini serie no se pierde en su desarrollo de personajes.  De hecho, es lo mejor que tiene y de lo que puede sacar pecho, porque tanto la presentación de los personajes como sus desarrollos son totalmente ingeniosos y acertados.  Los entendemos y fácilmente podemos sentir empatía o desagrado con cada uno de ellos en cuanto al guión y al director les conviene.  Su verdadero problema está en el desarrollo de su historia, en su ambientación y en la dirección tomada.

Vemos a Alma Ortega caminar con toda la calma posible en un supuesto mundo lleno de peligros y personas armadas dispuestas a matar al primero que se les cruce, pero la ambientación le resta mucho porque no se siente la sensación de peligro que se supone debe impregnar en estos títulos.  Mientras que en A Quiet Place Part II sentimos como cualquier mínimo ruido puede ser un problema para nuestros protagonistas, en DMZ nos olvidamos a mitad del segundo capítulo que estamos ante una zona desmilitarizada.

Por otro lado tenemos el desarrollo de la historia que es totalmente caótico.  Si bien es cierto que el drama familiar es una historia casi central, esto es llevado a una exageración que se nos olvida en que estamos metidos.  Basan su estructura narrativa en un montón de clichés y olvidan el hilo argumental por momentos.

Y en cuanto a la dirección, Robert Patino parece gustar más por la novela mientras que Ava DuVernay, opta por hacer un melodrama bastante pesado que por suerte cuando uno empieza a aburrirse, termina acabando.

Veredicto

Apenas cuatro capítulos que no saben qué dirección tomar.  La serie a pesar de contar con un buen desarrollo de personajes, no es suficiente.

3 / 10

A mediados de Enero la serie de drama criminal “Ray Donovan” ha emitido el último capítulo de su séptima temporada y ahora nos enteramos que ese sera el ultimo que veremos porque la cadena CBS y Showtime no piensan hacer una octava temporada.

Después de siete increíbles temporadas, ‘Ray Donovan’ ha concluido su emisión en Showtime. Estamos orgullosos de que la serie terminase con un audiencia tan fuerte y de una manera tan poderosa.  Nuestro profundo agradecimiento para Liev Schreiber, Jon Voight, el creador de la serie David Hollander y al reparto y equipo pasado y presente en su totalidad por el comprometido trabajo.

Los fans no están muy contentos porque la cancelación de la serie ha dejado tramas abiertas que no fueron concluidas, por lo que están pidiendo a la cadena una temporada más para poder cerrar esas tramas.  Algo similar sucedió hace poco con “Lucifer” cuando fue cancelada por FOX y adquirida por Netflix.

James Mangold ha demostrado tener pulso en la dirección que ha ido desarrollando a mejor. El director de ´Logan´, ´Walk the Line´ o ´Identity´ se enfoca esta vez en una batalla automovilística entre Ford y Ferrari.

Basado en hechos reales, Mangold nos presenta una película disfrazada superación personal con carreras, cuando en realidad es una crónica critica a la burocracia. El guion escrito por Jez y John Butterworth y Jason Keller, especialistas en guiones de películas de acción, por lo que esto nos intuye por donde irán los tiros.

El libreto nos mete de lleno en el factor humano de estos personajes, dando un equilibrio entre las carreras y los problemas que conllevaron a la creación del famoso Ford GT40, como los enfrentamientos y obstáculos que tuvieron que hacer frente Ken Miles (Christian Bale) y Carroll Shelby (Matt Damon). Porque los dos actores desprenden un carisma increíble, logrando momentos emocionales muy interesantes (ojo al final con Matt Damon en la escena de la carrera final). Pero una de las sorpresas de la película en cuestiones de actuación es John Bernthal, quien lastimosamente pasa a ser un secundario después de demostrar unos increíbles dotes de actuación.


En muchos momentos, la película de Mangold recuerda a ´Rush´ película de Ron Howard del 2013 con Chris Hemsworth y Daniel Bruhl, principalmente en la tensión narrativa de las carreras las cuales están bien logradas gracias al montaje de Andrew Buckland y Michael McCusker quienes también logran que la duración no se sienta tan pesada pese a sus 152 minutos de duración.

Mangold no es la primera vez que se enfoca en el lado personal y oscuro de algún(os) personaje(s). En ´Logan´ retrataba la caída de un (anti) héroe y su redención, pues aquí se enfoca en los conflictos de dos personajes (y más) para lograr un sueño y demostrar que pueden lograrlo.

Pero no queremos terminar esta crítica, sin antes hablar del fenomenal trabajo de fotografía de Phedon Papamichael, el responsable de la fotografía de ´Nebraska´. Papamichael exprime y les saca un provecho increíble a los amaneceres, los atardeceres y a los momentos donde se divide el ocaso con la noche. Algo bellamente logrado y bien trabajado.

Veredicto

´Ford vs Ferrari´ es una increíble película muy dinámica, tensa y sobre todo emocional. Con un apartado técnico brutal y unas actuaciones muy satisfactorias, a pesar de tener a un Christian Bale que en ligeros momentos parece sobreactuar y un John Bernthal totalmente desaprovechado. La película será una delicia para los fans del cine, pero mas que nada para los fans de los automóviles.

8 / 10

El parásito es una simbiosis, el cual, en su proceso, amplía su capacidad de supervivencia utilizando otras especies para que cubran sus necesidades básicas y vitales.  En su proceso pueden suceder dos cosas: que el parásito infecte al huésped y este se enferme (o muera), o seguir alimentándose del huésped.

‘Parasite’ del increíble Bong Joon-ho, es una película con una constante metamorfosis, y que va mutando mientras avanza.  Comedia negra, drama, thriller psicológico, thriller social, y no dudamos que exista algo más que no hayamos podido visualizar.

UN REFLEJO DE LA LUCHA SOCIAL SEGÚN BONG JOON HO

El director coreano no es nuevo a la hora de hablar de las luchas sociales en sus historias. En ‘Snowpiercer’ con la metáfora del tren (los pobres atrás empujando para que los ricos, que estaban delante, puedan disfrutar de la comodidad), pero en esta película es más salvaje, más crudo y hasta más violento. Sus personajes (todos), se ven envueltos en la desesperación y en la ambición.  El guión está lleno de momentos sutiles que enfrentan a los personajes unos con otros constantemente.

El director siente empatía con la familia Kim, quienes sufren la falta de oportunidades y celebran con mucha alegría los pequeños éxitos.  Tienen las herramientas (preparaciones de todo tipo), pero no tienen las oportunidades. Joon Bong los humaniza, pero no los hace buenos. Algo de agradecer, y más cuando el director tampoco demoniza a la familia Park.  Los hace ingenuos y amables, pero son clasistas y egocéntricos. Viven en una burbuja en donde creen que ellos son el centro, mientras que la sirvienta y su esposo, son la clase media oportunista que viven cómodos, humillan al pobre (la escena de la grabación del video) y alaban al rico (cuando obligan a la sirvienta a servir las frutas).

Y eso una de las tantas lecturas que el guión tiene, las cuales se manejan magistralmente con la dirección del Joon.  Manejando la cámara de forma pausada y acelerando el ritmo mientras avanza el filme.  Girando la cámara en interiores que también tienen un significado (un impresionante trabajo que ha hecho el equipo de diseño de interiores. La casa de la familia Park llena de cosas, pero con una sola pared de fotos, mientras que la familia Kim tiene menos cosas, pero más fotos y títulos, y dentro de cada habitación, dejando las intenciones de cada personaje.

El cine coreano tanto de autor como comercial, parece gozar de un compromiso social y político, algo que los hace haber logrado tener un nicho aparte.

Su único defecto son sus últimos 10 minutos, que parecen haber acelerado sin tomar en cuenta parte de lo que ya se había construido. Dejando más preguntas que respuestas, a una historia que iba respondiendo lento pero seguro.  La falta de temas fuertes también es una pequeña espina que no necesariamente cuente como un punto grave, pero si malo, ya que solo en un momento (la escena de la lluvia) es que se puede sentir la desesperación y es gracias a la música. Tal vez con más protagonismo en ella, se hubiesen elevado las emociones.

Joon Ho mantiene al espectador atento, incrementa la tensión, y en momentos nos hace reírnos, de forma macabra, de las desgracias de los demás. Dejando un epílogo, que no busca ser redentor, pero si defiende que la unidad familiar es la base para sobrevivir, sea cual sea el estatus social.

Para concluir, las increíbles actuaciones de TODOS hacen que la película sea más interesante. Bong Joon ho, está destinado a convertirse en uno de los mejores directores y guionistas, y ‘Parasite’ es casi sin duda, de lo mejor que tiene el año.

Veredicto

‘Parasite’ está destinada a convertirse en película de culto y ya es parte de las mejores películas del año.  Bong Joon Ho, ofrece un guion complejo, lleno de lecturas, sorpresas y giros, con una dirección magistral y con pulso.  Interpretaciones excelentes y una calidad visual envidiable.  Obligado su visionado.

9 / 10

Millie Bobby Brown es la actriz juvenil más conocida en la actualidad y eso es gracia a su papel como la psíquica “Eleven” en la serie de Netflix ‘Stranger Things’.  Sin embargo la joven actriz quiere ir mas allá y no solo ser la cara de una serie, por lo que acaba de anunciar un acuerdo con la misma productora Netflix para producir una película que ella misma ha escrito junto a su hermana Paige.

A Time Lost’ se llamara el proyecto que hasta ahora se ha revelado ser un drama familiar en donde una de las hijas con las que la familia tiene problemas, es diagnosticada de cáncer.

Habla sobre la amistad, la familia y los obstáculos que tienes que superar cuando parece que el mundo se te viene encima.  Ha sido literalmente, un trabajo de amor. Dicen.

Aun no se sabe mucho del proyecto más que el nombre y la sinopsis, pero se espera que pronto inicien trabajar en todo el proceso para sacarla a luz.  Bobby Brown acaba de finalizar el rodaje de ‘Enola Holmes’ la cual produce y protagoniza junto a Henry Cavill.