Hablar de “Dune” es hablar de una de las grandes obras literarias de ciencia ficción, y que Hollywood ha querido llevar desde hace años.
Rápidamente: en 1984 se estrena una versión de Dune, dirigida por David Lynch. Un total desastre en todo el sentido de la palabra, convertido a día de hoy en cine de culto y de mal gusto. Por otro lado Alejandro Jodorowsky trató de hacer realidad una versión “mejor” de esta película, pero le fue imposible. Años pasaron y desde los 90´s Hollywood ha estado buscando alguien que le haga frente a este proyecto. Y ya lo ha encontrado.
El «Dune» de Denis Villeneuve es un blockbuster bien hecho. Es de agradecer ver un proyecto de esta magnitud en algo que no sea cómics o una secuela/precuela de algún filme de antaño con un gran fandom.
Primero queremos aclarar que la puesta en escena es impresionante, todo acompañado de unos efectos muy bien cuidados. Planos hermosos de los mundos, el desierto, las ciudades o incluso los soldados. Todo está bien cuidado. La fotografía Greig Fraser, quien ha trabajo en “Star Wars: Rogue One”, y ya sabe cómo darle a cada mundo, ciudad o simplemente planeta, su tono especial.
Por otro lado, el cast. Pero no es que hablamos de un cast cualquiera. Hablamos de un cast tremendo en calidad. Con todo respeto, pero Villeneuve ha sido ha tenido las pelotas con hacerse de un cast de lujo donde la mitad son secundarios. Todos están correctos, todos destacan y todos están perfectos. Tal vez le podemos reprochar al director que no haya sacado mejor partida con Zendaya, y que se la pase posando como si estuviese en un anuncio de perfumes, pero en dado caso, esperamos que en la 2da parte podamos ver más de ella y un mejor desarrollo.
Y no podemos dejar fuera la música de Hans Zimmer, para concluir con lo técnico, donde juega mucho con los instrumentos, pasando desde mezclas electrónicas con música sacra, hasta cantos gregorianos con percusiones. Cuánto nos alegramos que Zimmer haya querido volver a trabajar con Denis, y le haya rechazado a Nolan con Tenet, porque no sabemos quién podría llevar un trabajo como este.
¿Entonces, dónde está la espina? Quienes nos han leído varias veces, saben que le damos mucha, pero mucha prioridad a los guiones. Y si bien es cierto que el trabajo de Villeneuve, Jon Spaihts y Eric Roth (ganador de varios premios), es de admirar porque llevar una novela como esta a la pantalla no es facil, tambien debemos admitir que es exageradamente e innecesariamente “compleja” y ojo a las comillas.
El guión está lleno de diálogos insulsos, donde la conversación, aunque se entiende, busca ser “profunda”, pero también es engañosa en su desarrollo. Sabemos de antemano que el guión se enfoca en el personaje de Paul Atreides (interpretado por Timothée Chalamet), pero lo desarrolla a medias. Es un personaje que está escrito de una forma tan fría, que es difícil empatizar con él y con otros. Solo Jason Momoa logra cierta empatía, y es por su forma ya conocida de actuar.
También nos molesta mucho, que Villeneuve carezca de epicidad y momentos donde sí podían ser épicos, pasan sin pena ni gloria. Dicho esto, no queremos que crean que es mala, porque NO LO ES. Es una película grandiosa que merece verse en cines o en su defecto, en una buena pantalla con buen sonido.