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Para el estreno de Furiosa: A Mad Max Saga y Fall Guy, surgió un tema muy interesante: ¿las personas están cansadas de ir al cine? ¿El cine desaparecerá? Y todo esto vino por la muy baja recaudación que tuvieron estas dos películas a pesar de las buenas reseñas por parte de la crítica especializada.

Y es que últimamente Hollywood se ha empeñado en demostrar que ahora en tiempos de vaca flaca, la opción más rápida es aprobar secuelas innecesarias o remakes poco interesantes.  Y es que después de una pandemia de más de un año y luego una huelga, la industria ha quedado bien herida.  Algo que le estará costando a todo el que trabaja dentro.

Según algunos reportajes de revistas como The Hollywood Reporter o Deadline, las estrellas (y sus agentes) están viendo como las plataformas de streaming estaban dispuestas a lo que sea para contratar rostros populares, algo que ya hoy en día se ha demostrado que no es atractivo obligatorio para que el espectador vea ciegamente algo.  El mejor ejemplo ha sido “Stranger Things”, “Dark” o este año 2024 con “Fallout” y “Baby Reindeer”.

Pero los actores no son los únicos que están sufriendo la falta de atención por parte de las plataformas y los estudios, también los directores y estos lo tienen aún peor.  El fracaso de un proyecto en pantalla grande les pone más cerca que nunca del temido “nunca volverás a trabajar en esta ciudad”, y en plataforma es aun mas dificil porque aun no esta muy claro cómo es que las mismas generan las ganancias.

Según el artículo de Deadline, un agente de actores, que se mantiene anónimo, afirma que las plataformas se les han acabado las ganas de comprar proyectos con estrellas de cine, y los “paquetes” que venden para los actores, han sido rechazados.  Y no hablamos de actores de clase B o C, sino de clase A.  Para que tengan un ejemplo, los agentes venden “paquetes” donde el actor haría, por ejemplo, dos películas de protagonista al año, una miniserie como actor de reparto y una tercera película con un personaje de poca duración.  Tal vez le incluyan alguna voz para un filme animado, y todo esto a cambio de algunas cosas más su sueldo.

Y es que ha habido inversiones grandísimas para adquirir paquetes y al final estos no han dado los mejores resultados.  “The Woman in the Window” con Amy Adams, “Kate” con Mary Elizabeth Winstead y Woody Harrelson o “Being the Ricardos” con Nicole Kidman y Javier Bardem, son uno de los ejemplos más notorios.

Los ejecutivos tienen cada vez más miedo de verse en la obligación de responderle a sus superiores en los estudios por algún fracaso, por lo que es más fácil llegar con una idea de remake o secuela, que ya trae a un público establecido.  Por otro lado, el hecho de que las plataformas ya no sienten la necesidad de atrapar al espectador con proyectos con caras de actores.  Antes lo lógico era que si Netflix no compraba, lo haría Amazon o alguna otra, pero ya eso no sucede.  Por eso hay proyectos como “Bridgerton” que cuentan con una popularidad increíble a pesar de no tener caras conocidas, y otros como “Atlas” que tienen a Jennifer Lopez en la portada como protagonista y no generan interés alguno.

Pero a esto también hay que sumarle que los actores de renombre, prefieren proyectos televisivos en formato de películas o miniseries, donde los rodajes no le saturen las agendas y algo que resulta poco rentable para muchas productoras.  Por eso es que muchas miniseries con caras conocidas, terminan convirtiéndose en series regulares como es el caso de “True Detective” o la actual “Shogun”.

Los tiempos han cambiado y antes los actores miraban las series con desprecio, pero hoy en día es uno de los formatos más rentables y que más el público exige.

Pero como se mencionó más arriba, los directores también se llevan la peor tajada del asunto.  Por ejemplo, Noah Baumbach recibió 18 millones de presupuesto para “Marriage Story”, que llevó a Netflix a los premios de la Academia, y su presupuesto para “White Noise” aumentó considerablemente más de un 100%, pero no recibió el éxito esperado.  Por otro lado “The Irishman” no contó con esa misma suerte y Martin Scorsese no recibió ningún apoyo para su siguiente proyecto por parte de la plataforma.

Algo que también se pudo apreciar en Disney con Taika Waititi, donde “Thor: Love and Thunder” costó más que “Thor: Ragnarok” y no superó las expectativas, o “She Hulk” de Jessica Gao, que tampoco recibió los números de streaming que se esperaba, logrando que sus futuros proyectos queden varados en el aire en donde los mismos directores no saben que decir a los medios.  Aunque está claro que las expectativas en Disney son muchísimo más altas de lo normal.

Solo algunos directores pueden darse el lujo de tener una carrera intachable a base de números (no de aprobación de la crítica), como Jon Watts con su trilogía de Spiderman, lo cual fue la razón por la cual el estudio no dudo dos veces en darle un proyecto tan delicado y esperado por los fans como es “Los 4 Fantásticos” ya que éste ha garantizado ganancias.

A esto se le suma el miedo de los estudios a apostar a algo totalmente nuevo y sea un fracaso.  Razón por la cual HBO ha decidido apostar por un universo completo del universo de “Canción de Hielo y Fuego” antes de apostar por proyectos nuevos y que fracasen como fue el caso de “Lovecraft Country”, que fue todo un fracaso y no llego ni a terminar la temporada cuando ya la cadena anunciaba que esta iba a estar en revisión por si ocurría “alguna 2da temporada”.

“Antes con tal no lo cagues, podías mantenerte como director durante varios años” y el mejor ejemplo de ello es Rian Johnson con Star Wars.  Genero dinero, generó buenas críticas pero hizo que el fandom se molestara de mala manera, sin embargo eso no fue problema para que siguiera trabajando.  Hoy en día, su caso hubiese sido igual que el de Cathy Yan, que después de “Birds of Prey” su último trabajo fue un capítulo de Succession.

A menudo, una película te dice lo que es con su primer plano. “Malignant” lo hace. “Candyman”, por poner más ejemplos recientes sacados del mismo género, también. El primer plano de X entra en el mismo saco. Un plano fijo que mira desde el interior hacia el exterior, con el umbral enmarcando la escena en un deliberado aspect cuadrado, similar al 4:3 de los televisores antiguos. Este umbral, desde Ford en «Centauros del desierto» hasta el día de hoy, es utilizado para marcar el límite entre dos mundos, y aquí el simbolismo es parecido. Realidad y ficción, presente y pasado.  El mensaje es claro: recreamos una época que ya no volverá.

X está por encima de la mayoría de slashers dándole profundidad a un género que no destaca por ello.  Ti West, el director, hace más que homenajes a los géneros (slasher y pornografia) de finales de los 70´s y gran parte de los 80´s.  Su historia no es novedosa, pero su forma de contarla es interesante.  Unos jóvenes cineastas se proponen dirigir una película pornográfica en una zona rural de Texas, lejos de toda civilización.  Estamos en 1979 cuando la pornografia era vista con ojos desaprobatorios pero lujuriosos, y donde unos ancianos atrapan en el acto a este grupo para hacer las cosas un poco más difíciles.

Todo en X está tratado con un gran mimo, detalle y respeto. Se aprecia en cada plano que todos los involucrados saben muy bien lo que se traen entre manos, que no es otra cosa que un maldito espectáculo jocoso, vicioso y depravado de sexo y sangre, no exento de toques de humor negro.

La fotografía de Eliot Rockett emula mucho esos filmes, mientras que el montaje ayuda muchísimo para que los personajes puedan desarrollarse con libertad y el desarrollo de ellos y de la historia, funcione mucho mejor con un buen guión.  En las actuaciones Mia Goth y Jenna Ortega (no la actriz porno, ojo con eso) son espectaculares, mientras que Kid Cudi y Stephen Ure no se quedan atrás.

En la película hay un trasfondo referente a la vejez y al sexo obviamente, pero no solamente desde lo cliché como motivo de muerte en la gran mayoría de slashers desde la llegada de Halloween de Carpenter. El deseo sexual también se retrata desde la perspectiva de los villanos y su condición de decadencia física al tratarse de personas ya muy mayores. Este es otro punto importante. Ti West hace lo posible por darles dimensión a los antagonistas, usándolos como vehículo para el tema central de la película que es el miedo a la vejez y la decadencia además de la melancolía por la juventud.  Por lo que no estamos ante cualquier película de terror.

En definitiva, X es una buena película de terror que cumple y que fácilmente puede caer entre lo mejor de este año sin mucho esfuerzo.

Veredicto

Entrando en los filmes de slashers, Ti West trata de darle un significado a un genero que tenia poco o nada.  Con buenas interpretaciones, un buen montaje y una puesta en escena bien cuidada, el filme consigue y cumple con creces su objetivo.

7 / 10