Entradas

Una de las películas más esperadas por mí ha sido TAR.  En quizás una de las mejores escenas de este año y del filme, Cate Blanchett, interpretando a Lydia Tar, da un discurso sobre separar la vida del artista con su obra, mientras un muchacho se levanta y se va del aula con indignación.  Y es que el guión del filme Todd Field no se va por las ramas.

Desgraciadamente, la película deriva, a partir de la primera media hora, hacia los coqueteos, los celos, las tragedias, los favoritismos y el escándalo esbozado en una de las conversaciones anteriores. Y aunque Cate Blanchet lo hace fenomenal, su sola actuación no es capaz de levantar la pesadez de la narrativa a lo largo de unos extensos, exagerados e innecesarios 150 minutos de metraje cargados de clichés, simbolismos y situaciones secundarias que, ciertamente, no aportan mucho a la historia. Más bien, restan.

TAR conquistó a la prensa, pero tal vez divida al público que cuestione si esta es solo una película de actuaciones (lo de Blanchett es digno de premios), dado que su ritmo y lo que nos cuentan, pueden no resultar interesantes para varios espectadores, porque la verdad sea dicha, el guión no da lo suficiente.  Al elegir a una mujer lesbiana como protagonista, Field «disminuye» el problema y lo ataca de raíz, dejando al descubierto un planteamiento que puede sonar obvio, pero también es arriesgado. ¿Y si el abuso no es cuestión de género, sino de poder?, y me gusta que la respuesta se la deje al espectador, pero no me gusta que utilice eso solo para estirar el guión.

La puesta en escena en cambio es magistral, la dirección por igual.  El plano secuencia de casi 10 minutos es fenomenal.  Además de esto tiene unos largos planos mezclados con paneos suaves que hace el filme una especie de partitura larga de música clásica la cual acelera en sus últimos 20 minutos con unos excesos inexplicables.

¿Es Tár una película perfecta?  Claro que no, pero Todd Field nos ha bombardeado con su proyecto más ambicioso, y no satisface plenamente todas sus pretensiones, pero es culpa de un guión que lamentablemente se extiende demasiado.

Veredicto

Aunque ocasionalmente es frustrante ver cómo da vueltas en territorios repetitivos y monótonos, la atracción magnética de ver a Blanchett en el centro de la pantalla es innegable.

James Mangold ha demostrado tener pulso en la dirección que ha ido desarrollando a mejor. El director de ´Logan´, ´Walk the Line´ o ´Identity´ se enfoca esta vez en una batalla automovilística entre Ford y Ferrari.

Basado en hechos reales, Mangold nos presenta una película disfrazada superación personal con carreras, cuando en realidad es una crónica critica a la burocracia. El guion escrito por Jez y John Butterworth y Jason Keller, especialistas en guiones de películas de acción, por lo que esto nos intuye por donde irán los tiros.

El libreto nos mete de lleno en el factor humano de estos personajes, dando un equilibrio entre las carreras y los problemas que conllevaron a la creación del famoso Ford GT40, como los enfrentamientos y obstáculos que tuvieron que hacer frente Ken Miles (Christian Bale) y Carroll Shelby (Matt Damon). Porque los dos actores desprenden un carisma increíble, logrando momentos emocionales muy interesantes (ojo al final con Matt Damon en la escena de la carrera final). Pero una de las sorpresas de la película en cuestiones de actuación es John Bernthal, quien lastimosamente pasa a ser un secundario después de demostrar unos increíbles dotes de actuación.


En muchos momentos, la película de Mangold recuerda a ´Rush´ película de Ron Howard del 2013 con Chris Hemsworth y Daniel Bruhl, principalmente en la tensión narrativa de las carreras las cuales están bien logradas gracias al montaje de Andrew Buckland y Michael McCusker quienes también logran que la duración no se sienta tan pesada pese a sus 152 minutos de duración.

Mangold no es la primera vez que se enfoca en el lado personal y oscuro de algún(os) personaje(s). En ´Logan´ retrataba la caída de un (anti) héroe y su redención, pues aquí se enfoca en los conflictos de dos personajes (y más) para lograr un sueño y demostrar que pueden lograrlo.

Pero no queremos terminar esta crítica, sin antes hablar del fenomenal trabajo de fotografía de Phedon Papamichael, el responsable de la fotografía de ´Nebraska´. Papamichael exprime y les saca un provecho increíble a los amaneceres, los atardeceres y a los momentos donde se divide el ocaso con la noche. Algo bellamente logrado y bien trabajado.

Veredicto

´Ford vs Ferrari´ es una increíble película muy dinámica, tensa y sobre todo emocional. Con un apartado técnico brutal y unas actuaciones muy satisfactorias, a pesar de tener a un Christian Bale que en ligeros momentos parece sobreactuar y un John Bernthal totalmente desaprovechado. La película será una delicia para los fans del cine, pero mas que nada para los fans de los automóviles.

8 / 10

Ya hemos terminado el verano, y con ello llega e último blockbuster veraniego, que a pesar de tener una premisa (algo) interesante se opaca con tantos elementos que sorprende que salga airosa.

Tiene todos los componentes necesarios para entretener y hacerlo en grande.  Un devastador huracán, caimanes descomunales, y personajes carismáticos.  Todo esto en un ambiente angustioso.  Y cuando ya está empezando a cansar, pues se acaba, porque su duración es tan corta que apenas da tiempo para bostezar.

Su desarrollo es vertiginoso y es de agradecer en este tipo de películas.  Una sensación de agobio que va creciendo con cada escena, logrando conquistar a quien trate de pasar un momento agradable en el cine, cosa que es lo que se busca con este tipo de películas.  Su música por igual es bastante entretenida.

Entonces, ¿Dónde está el problema si entretiene?

Tocando aparte el hecho de los malos efectos (que no necesariamente dañan la experiencia), las actuaciones y el melodrama hacen que la película pierda lo suficiente para ser olvidada dentro de poco tiempo.

Kaya Scodelario (‘The Maze Runner’) ni siquiera pestaña mientras esta bajo los fuertes vientos del huracán.  Ni siquiera se inmuta de dolor cuando recibe una mordida de algún caimán de turno.  Y para colmo se le entrega las dosis más pesadas de melodrama innecesario en donde los diálogos sin gracia hacen acto de presencia.  Por otro lado Barry Pepper (‘Enemy of the State’) cumple lo suficiente para encontrarlo agradable.  La mejor actuación se la lleva el perrito de la familia, que se roba ciertos planos.  Muy bonito el cachorro.

Realmente la película no tiene mucho que destacar.  Cumple lo prometido, que es entretener.

Veredicto

‘Crawl’ (‘Infierno Bajo Agua’) cumple su cometido de entretener.  Varios planos interesantes y muchas referencias (‘Apocalypse Now’, ‘Tiburon’, etc) a otras películas, pero que solo funcionan como guiños.  Alexandre Aja, el director, da lo que promete: entretenimiento.

5 / 10

Hollywood nos tiene mal acostumbrado con respecto al cine de espías.  En su mayoría están cargadas de una acción exagerada, utensilios modernos de alta gama y muchas, pero muchas explosiones.  Pero la verdad es otra, y la vida de un agente secreto muy pocas veces se ve envuelta en este tipo de artilugios efectistas.

Por eso con el estreno de ‘El Espía’ (‘The Spy’), la mini serie de Netflix y a manos de Gideon Raff (‘Rescate en el Mar Rojo’) es lo más cercano a lo que un verdadero espía hace.  Basada en el personaje israelí, Eli Cohen, quien en la década de los 60’s se infiltro en las altas esferas políticas del gobierno Sirio bajo la identidad de Kamel Amin Thaabet, logrando conseguir información clasificada que le sirvió a Israel no solo para ganar una victoria en la “Guerra de los Seis Días” (Junio de 1967) sino que también lograron prevenir muchos ataques que pudieron ser de gran gravedad para Israel tanto en la ciudad como en su frontera.

La serie abarca desde el reclutamiento del agente secreto Eli Cohen, interpretado por un Sasha Baron Cohen fenomenal y que esperamos verlo continuamente en proyectos similares, hasta su fatídico final en Siria.  Un acierto impresionante por parte del director y guionista, es eliminar toda subtrama que no haga impacto en la historia central del personaje Cohen, evitándonos malos ratos y aburrimiento innecesarios.  Lo decimos porque el primer episodio suele ser algo tropezado y fácilmente puede alejar a cualquier persona que espere ver algo de acción desenfrenada.  Naturalmente el guión se toma ciertas licencias para ser más digerible y entretenido, pero sin caer en vulgaridades.

Porque la historia busca ser lo más real posible y que las situaciones puedan parecer reales.  Eli Cohen es un tipo casado, con las problemáticas del día a día, y con una familia ya establecida.  Su propósito, es meramente el patriotismo e interés por ser reconocido.  Algo que notamos desde el inicio de la serie, con la escena de la fiesta, en donde es confundido por un simple camarero.  Eli Cohen quería ser mas, ser recordado y admirado, y esa soberbia se ve en los últimos momentos del capítulo final.  Aquí la actuación de Cohen es soberbia y admirable, más para ser un hombre que viene totalmente de la comedia.

En lo técnico es maravillosa, aunque es bien cierto que hacen falta ciertos planos exteriores de la época para poder aprovecharla mejor y sentir esa tensión que existía entre las personas.  La fotografía de Itai Ne’eman (‘Tyrant’) juega entre los colores sobrios y alegres de una forma extraña pero placentera.  Uno que otro tributo a ‘Casablanca’ en el episodio final, y emulación del cine noir de los 50’s.  La música totalmente desapercibida por el francés Guillaume Roussel, que podía dar momentos de más tensión pero se siente abandonada.

Veredicto

‘El Espía’ es un entretenimiento garantizado y de buena calidad.  El guion está bien estructurado y la actuación de Sasha Baron Cohen es lo suficientemente atractiva y con una evolución de personajes de alto nivel.  Sin embargo tiene sus errores técnicos que le restan un poco al visionado, empañando un poco la serie.

7 / 10