“Triangle of Sadness” es una película, que al igual que “The Menu” o la serie “Succession” hacen una sátira a las clases y las critican. En este caso el director Ruben Ostlund se enfoca en el sinsentido del comportamiento del ser humano, el egoísmo, la búsqueda de la fama, y a una obsesión por el dinero propia de la sociedad capitalista en la que vivimos, como una revisión a que sucedería en una sociedad matriarcal y equitativa.
La película de cerca de 3 horas de duración está dividida en 3 partes, que son continuación una de otra, narra como Carl, un modelo profesional y Yaya, una influencer, son invitados a un yate crucero de lujo donde van los más ricos. Mientras todo parece ir bien, una tormenta y un ataque de piratas hará que la tripulación llegue a una isla desierta y tanto los ricos como empleados se replantearon las clases a las que ellos están. La estructura es sencilla, pero engancha. Los diálogos no inundan la película, pero por su brevedad literaria generan la cantidad de humor necesaria para que ‘el chiste’ dure toda la cinta. Es decir: aquí el chiste es el ser humano, y todo lo que dice forma parte de esa gran broma cuyo clímax resulta su abandono absoluto a no querer ser abandonado.
Es de halago cómo Östlund consigue con su dirección que el tono satírico esté presente en todo momento, con un gran uso de los planos generales y los ángulos de cámara que meten de lleno al espectador en las nauseabundas escenas que aparecen. Sabe colocar a cada personaje en su lugar y consigue que no miremos la hora en nuestro reloj, pese a lo largo del metraje. Claro, no es que sea la cinta excelencia 2022, pero es lo suficientemente entretenida para mantener al espectador mirando, a pesar de que en sus primeros minutos buscando desarrollar a sus protagonistas tenga un tramo bastante lineal.
“Triangle of Sadness” es una comedia negra donde cualquier cosa puede ocurrir y lo grotesco se apodera del relato, pasando incluso por situaciones en las que lo escatológico tiene su participación, para hacer del segundo acto del film un desfile caótico de momentos tan disparatados como entretenidos, algo que a muchos les agradará y a otros quizás los sature por su reiteración en su agudo recurso, pero que en definitiva no deja indiferente a nadie.
Al final el filme es entretenido y muestra una visión algo divertida de las clases. Su guión está bien pulido a pesar de repetir mucho lo mismo o irse en diálogos innecesarios, pero que en la dirección se ha sabido manejar para no bajar su ritmo.