“The Creator” del director britanico Gareth Edwards es sin duda otra de las grandes sorpresas del año. Aunque en honor a la verdad, tampoco es que el director haya tenido una mala racha en su filmografía. Inicio con “Monster”, una película bastante interesante, seguido por “Godzilla” del 2016, que es quien inicia el universo monster que tiene Warner (y que pensábamos que culmina con “Kong vs Godzilla”) y luego Rogue One: A Star Wars History.
A mí me gusta la ciencia ficción, es tal vez mí género favorito y entiendo que no es fácil hacerla, pues es un género delicado, el que mayor potencial tiene argumentalmente, pero que a la vez suele requerir grandes medios, historias que necesitan buenos efectos especiales. El problema es que cuando tienes lo necesario para el apartado visual, es fácil perderse en ello y dejar desatendida la historia, lo más importante.
A “The Creator” le pasa eso. Tiene un buen presupuesto, que no desorbitado, y en su intento de sacarle el máximo partido, descuida el foco principal. Los efectos especiales están logrados, hay bastante acción, espectaculares paisajes, pero el guión es demasiado simple, predecible y a veces muy tramposo. Los personajes son todos planos, estereotipados, y mal escritos. ¿La villana más villana cuál es su objetivo? ¿Qué es lo que busca realmente occidente? Encima hay muchos huecos argumentales que son de principiantes.
Y tiene esos pequeños detalles molestos de cine comercial moderno, como que personajes sueltan chistes sin sentido en medio de una historia seria, o el no menos molesto «deus ex machina» informático, consistente en meter un personaje que lo hackea todo con un chasquido de dedos; que sea un robot o una niña quien lo hace es que me viene dando igual, carece de credibilidad, es un recurso perezoso para avanzar en la trama sin trabajar el argumento.
La historia, todo el lore y el contexto están terriblemente creados, es confuso, incompleto y pobre en cuanto a inventiva de ese mundo, que parece ser un cruce del Saigón de la guerra del Vietnam con Blade Runner. La pobre creación de ese contexto hace que te dificulte seguir la historia, porque no entiendes la situación de los personajes, el peligro real que corren, los amigos y enemigos, todo se mueve al antojo arbitrario de los guionistas.
El uso de la inteligencia artificial en la historia está totalmente desaprovechado. Las IAs son personas con aspecto androide y punto. No da lugar a mayor reflexión. El maniqueísmo es total. Los malos lo son porque sí.
“The Creator” es una película que resulta entretenida, y visualmente es maravillosa, pero el guión no se aprovecha en nada y está muy pero muy mal escrita.