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The Last Duel
The true story of a woman who defied a nation and made history.
Publicado el 16 octubre, 2021
A sus 83 años, Ridley Scott no deja indiferente a nadie. El director inglés aun sigue siendo nombre suficiente para tirar el ojo en sus propuestas y este año 2021 se lleva dos. “House of Gucci” que se estrena en Noviembre y la que ahora nos compete, “The Last Duel” (El Último Duelo), que es basada en el libro de Eric Jager, llamado “The Last Duel: A True Story of Trial de Combat in Medieval France”, y a su vez, basado en una historia real.
La historia es sobre el duelo que hubo en 1386, de Jacques Le Gris, y su amigo Jean de Carrouges, quien lo acusaba de haber violado a su esposa Marguerite de Carrouges.
La película se divide en tres partes de la misma historia; la versión de Jean, la de Jacques y por último la de Marguerite, y que extrañamente Scott se las ingenia para que las tres versiones de la misma historia tenga algo novedoso que agregar al rompecabezas y no se hace aburrido. La dirección es bastante agradable, destacando las escenas de batalla que son lo mejor y que son la cereza final.
El apartado de sonidos es de primera calidad y casi podemos sentir el galopar de los caballos a nuestro lado, o los choques del acero de las espadas en las luchas. La fotografía por otro lado le ayuda muchísimo a sentir ese ambiente medieval, a manos de Dariusz Wolski, eterno colaborador de Scott.
A pesar de las actuaciones de primer nivel de Matt Damon, Ben Affleck y Adam Driver, esto al mismo tiempo es el punto más flojo de la película, porque no se siente que estemos ante caballeros de la Europa medieval. A pesar de toda la prótesis, las pelucas y lo demás, es inaudito escuchar a Ben Affleck con un inglés de Boston muy fuera de tono. Solo Jodie Comer es quien se siente bastante suelta durante toda la película y quien logra destacar, por ser una actriz que gesticula bastante dando algo de realidad en ciertas situaciones, como la incómoda escena de la violacion.
Otro punto en contra es el guión de Damon y Affleck, que tira mucho más por ser moderna de la cuenta. Apostando en momentos por unos discursos que chocan bastantes con ciertas situaciones que se ven un poco fuera de tono.
En definitiva, la película es entretenida, con buen apartado técnico y buenas actuaciones, aunque en momentos el guión y el tono de los personajes desentonan. Aún no entendemos por qué no apostar por actores ingleses, como Jodie Comer.