Mike White es de estas personas en Hollywood con una carrera bastante variada y que pasan desapercibido en lo que a mainstream se refiere. El creador de la miniserie estrenada por HBO y de la cual estamos escribiendo, llamada “The White Lotus” es un ejercicio de paciencia que va funcionando acorde avanza la serie.
Pero, ¿por qué es un ejercicio de paciencia? pues, porque en palabras llanas, no sucede NADA. Así como lo leen. Osea, no es que no sucede absolutamente “nada”, sino que la trama es de unas personas que van de vacaciones a un hotel llamado “The White Lotus” y dentro de sus vacaciones van sucediendo uno que otro evento que hace que dichas vacaciones sean difícil de olvidar. Entonces esto hace que el espectador simplemente se sienta a ver lo que le sucede a varias familias y empleados del hotel, en un momento determinado de tiempo.
Claro, las serie no solo se escuda en eso, porque debe tener un cliffhanger lo suficientemente interesante para mantener al público al vilo, y lo muestra al principio cuando (esto no es spoiler, el trailer lo muestra) nos muestran como van sacando del hotel un cuerpo sin vida de alguien dentro del hotel, y no nos especifican quién es, por lo que vamos a ver que sucede una semana antes de ese evento y nosotros vamos uniendo las piezas junto a la serie para descubrirlo.
Aquí las actuaciones están bien y punto. No están nada mal, son creíbles pero tampoco sobresalen. Tal vez quienes mantengan un mayor esfuerzo actoral son Connie Britton como aquella madre adicta al trabajo, Murray Barlett como el manager del hotel y Sydney Sweeney como la falsa chica moderna con mil quejas sociales pero llena de privilegios.
La serie tiene mayor fuerza en su guión, que no deja de tirar espinas venenosas a todos y a todo. Y lo mejor es que es de forma muy inteligente. Crítica todos los movimientos, todas las quejas sociales, todas las circunstancias, y las destripa para luego dejar en claro que no es más que una queja o un situación que no va para ninguna parte. Por ejemplo en una de las cenas de una familia, una de las hijas se queja de los privilegios que tienen las personas blancas, y luego de destripar el tema, la madre da el golpe final con “te pagamos todos tus caprichos para que no tengas responsabilidades ni problemas y puedas quejarte abiertamente de que nosotros somos los malos por pagarte todo y quitarte las responsabilidades”.
Esta es una de las reseñas más incómodas de escribir porque a pesar de que la serie tenga sus pro y contras, es difícil invitar al espectador a ver algo como esto, pero vale totalmente la pena, porque no es costumbre que un tema tan trivial sea manejado en seis horas (son solo seis capítulos) y de una forma tan inteligente y adictiva, que dan ganas de mucho más. Mención aparte a la música de Cristobal Tapia de Veer, que une la música tribal hawaiana con toques un poco electrónicos, dando un espectáculo sonoro bastante interesante.