Cuando Netflix anunció una serie basada en “La Familia Addams”, las alarmas se dispararon. Luego anunciaron que estaría protagonizada por Wednesday (que así se llama la serie) y que Tim Burton sería el director. Esto último a pesar de ser verdad, invita a la confusión y me gustaría aclarar antes de entrar en detalle. Si bien es cierto que el estilo extremadamente gótico de Burton ya tenemos tiempo sin verlo, no significa que este sea mal director.
De hecho, el director dirige los cuatro primeros capítulos con bastante solvencia, aunque honestamente si hubiesen dicho que es cualquier otro director pues lo creo. Aquí vienen mis diferencias con los directores invitados a las series, donde los showrunners enfocan toda la fuerza posible en mantener un estilo más allá de una visión. Pero ese es otro tema, porque el actual está en que la serie Wednesday funciona como un producto bastante correcto.
Creada por Alfred Gough y Miles Millar, la historia nos lleva a una Wednesday que ha tenido varios problemas en las escuelas que ha estado y donde ha sido expulsada, ya que se ha metido en varios problemas por su actitud sádica. Esto nos lleva a la ultima opcion de sus padres llevandola hacia la escuela Nevermore la cual se encarga de ser el instituto para aquellos chicos con poderes y en donde nuestra protagonista sera testigo de un asesinato la cual investigara. La premisa no es que sea lo más original, ya que recuerda mucho a Harry Potter y todas estas tramas de institutos alejados de la civilización donde ocurren cosas extrañas y donde la química entre estudiantes es fundamental (muy a lo Sex Education). No vamos a mentir, el guión es flojo. Entretenido pero flojo, porque todo el proceso de la investigación, de los estudiantes, de las rivalidades, es algo que ya estamos cansados de ver y que en cuestión de dos capítulos ya sabes por dónde irán los tiros y cómo acabará este embrollo, o al menos lo supones.
Lo más fuerte que tiene la serie son las interpretaciones. Jenna Ortega es fenomenal, y por suerte la serie le saca todo el provecho posible dejándola en muchas ocasiones suelta donde la improvisación de la actriz es notable e increíble. Luego sigue una Gwendoline Christie (Sandman) que como siempre, cumple con creces con un personaje que aparenta ser simple pero no es así. Despues los demas son correctos, incluyendo personajes que apenas aparecen como es Catherine Zeta-Jones como Morticia y Luis Guzmán como Gomez, y una Christina Ricci que tiene un pequeño papel más allá del cameo (recordando que ella fue quien interpretó al personaje de Wednesday en las dos películas de los 90´s).
Lamentablemente sus problemas pesan más que sus virtudes, convirtiéndola en una serie simplemente agradable cuando tiene todo el potencial de ser muchísimo mejor. No es suficientemente terrorifica, tampoco misteriosa, y mucho menos tiene el suficiente humor negro que uno esperaria a pesar de que el personaje suele empujarse hacia alla para luego devolverlo a un humor mucho mas light y pasable.