Emma Stone fue nominada a varios premios en 2018 por “La Favorita”, dirigida por Yorgos Lanthimos, y ahora vuelve a ser nominada varias veces por “Poor Things”, igual de Yorgos Lanthimos.
Película rara a más no poder, narra la historia de Bella Baxter, una joven que fue revivida por el científico Godwin Baxter. Deseando conocer el mundo y aprender, se escapa con el abogado Duncan Wedderburn, con quien busca defender la igualdad y liberación a pesar de los prejuicios de la época.
Emma Stone se eleva en esta película, entregando lo que posiblemente podría ser la mejor actuación del año. Su Bella Baxter es un torbellino de energía y encanto, tejiendo capas de complejidad en un personaje que, en otras manos, podría haber caído en lo ridículo. Stone equilibra la vulnerabilidad y la valentía con una maestría que merece reconocimiento.
Lanthimos, conocido por su estilo distintivo y sus historias fuera de lo común, se aventura en una comedia negra con un mensaje profundo. Reivindicando el feminismo desde un punto de vista naif y divertido de una chica que como desconoce el mundo y los modelos de conducta básicos que todos tenemos en mente, es alguien sin filtros que cuestiona todo, algo que Barbie pudo haber hecho pero pasó por alto, aunque tampoco es que hacía falta en su caso.
Visualmente, “Poor Things” es una oda a la estética y la inventiva. Cada encuadre está cuidadosamente diseñado para parecer un cuento surrealista, que en muchos casos aparecerá más de uno queriendo compararlo con Tim Burton pero nada que ver (ni en diseño ni en estilo). En el aspecto técnico brilla con una extravagancia increíble y que pega bastante bien con la historia. La grata sorpresa técnica está en la música, creada por Jerskin Fendrix con un estilo que va del electro punk al modern pop, y que es el primer trabajo del músico. En cuanto a la fotografía, el director vuelve con Robbie Ryan, su compañero de nacionalidad y con quien había trabajado anteriormente en “The Favourite” y que como referencia, también fue el director de fotografía de “Marriage Story”.
La forma de dirección de Lanthimos es la ya antes conocida y que en esta ocasión, es mucho mas madura, y que, a forma personal me hace recordar mucho al estilo del director Stanley Kubrick, con esos zooms lentos, planos con muchísimos detalles y muchos planos simétricos que aprovechan los decorados, como tanto les gustaba e Kubrick, sumandole a esto algo personal de Lanthimos como es el famoso “ojo de pez” donde hace una panorámica.
Pero mucho hablar de la complejidad del personaje de Emma Stone, el cual merece todos los premios habidos y por haber, pero no podemos quedarnos atrás con Mark Ruffalo y Willem Dafoe, quienes, para sorpresa de nadie, se comen a sus personajes con gran maestría.
Más allá de las excentricidades de “Poor Things”, la película es una obra maestra como pocas. Por ahí andan muchos diciéndole “obra maestra” a todo lo que aplaude la crítica, pero en esta ocasión, sí lo es. Por fin, ¿no?