Barbie es la película más esperada del 2023, y con creces.  Primero porque de entrada el  argumento invita a la curiosidad, segundo porque compite contra un titán como lo es “Oppenheimer” de Christopher Nolan y tercero, por el reparto coral que tiene la película.

Mattel después de hacer millones con la muñeca y ver sus ventas bajar y no levantar cabeza, Mattel se unen en el 2014 con Sony para crear una película sobre las muñecas que en primer lugar tendría como protagonista a Anne Hathaway y con un guión de Diablo Cody, pero esto no funcionó y estamos donde estamos.  Así que cuando Warner apostó por Greta Gerwig (la primera opción era Patty Jenkins), los ejecutivos no esperaban una autoparodia.


Guiños a “2001: Odisea Espacial”, “El Padrino” y burlas hacia “Zack Snyder” o el estilo estadounidense, es prueba suficiente de que Barbie va con todo y que es una superproducción al servicio del humor.  Pero por si fuera poco, no se queda solo ahi, porque tambien hacer un cambio de paradigma con un tema feminista necesario y entendible.  Y es que Greta y su esposo Noah Baumbach (Historia de un Matrimonio, White Noise), saben que esto será una ola que estara arrasando por los cines llevándose todo a su lado y que el público femenino estará en primera fila, por lo que no dejarán pasar la oportunidad.

El filme tiene un argumento y arco dramático algo previsible y artificial, que tal vez sea su defecto más sonoro.  Porque aunque la historia aunque sea importante, no consigue que se sienta fluida y con el paso del tiempo en pantalla hace que poco a poco, se vaya desconectando del espectador y parezca una estrategia de ventas.  Y no, no es eso parte de la broma, porque en su tercer acto, se siente como una película que será un producto pero no un producto que es una película.

De todas formas, el discurso no se pierde y es donde está su mayor fuerza.  El mensaje feminista se destaca en toda la trama, y convierte a sus personajes en simbolos de autoaceptacion, diversidad y empoderamiento, pero tampoco se olvida de ellos a la hora de desarrollarlos y van evolucionando de una forma organica y natural.  Principalmente un Ryan Gosling en estado de gracia, y quien tal vez, tiene, irónicamente, la libertad en el personaje, porque su personaje que es totalmente hilarante y no se toma para nada en serio, es lo que el actor toma perfectamente para abrazar por completo y entregarse a la estupidez.  En cambio Margot Robbie, toda perfecta y excelente en sus interpretaciones, principalmente los momentos cómicos como dramáticos, son un poco más priorizados por la producción impidiendo que despliegue todo su ser.

En cuanto a la cinematografía a cargo de Rodrigo Prieto, destacando esos colores brillantes y haciendo un paralelismo extraordinario cuando salen del Barbie World, es una maravilla, pero lo que termina de robarse el show es el diseño de producción a manos de Sarah Greenwood y Katie Spencer, quien no dudo que la tengamos pasillando por los premios de la Academia.

En definitiva, Barbie es una buena película que encontrará detractores salvajes como admiradores exagerados, pero que realmente como filme funciona a la perfección.  Tiene un poderoso mensaje, y tiene un poderoso propósito.