“Bullet Train” es una película de acción y humor negro que narra como Ladybug (Brad Pitt) es encomendado para una simple misión dentro de un tren, y que por coincidencia se sale de control gracias a otros pasajeros.

El director David Leitch, quien ha día de hoy se ha convertido en un buen director del género de acción, se encarga de llevar esta historia repleta de personajes estrambóticos a la pantalla y que, para este servidor, lo hace bastante bien aunque hubiese preferido menos metraje, ya que las más de hora y media que dura la película, se hacen ya en su tercer acto, un poco pesada y sientes en varias escenas que ese será el fin, pero la película continúa dando la sensación de desgaste en el espectador.

Brad Pitt como Ladybug convence muchísimo y es bueno volverlo a ver en esos papeles tan relajados que tenía hace mucho que no tomaba y que recuerdan a ese Brad Pitt de los 90´s bien desenfadado.  En realidad todos están muy bien y se les nota bastante relajados, como si disfrutaran cada momento.  Aaron Taylor-Johnson, Brian Tyree Henry y Joey King son quienes tienen mejor empatía y fácilmente conectan con el público, a pesar de sus personajes, porque sin duda lo logran completamente.  Zazie Beetz y Karen Fukuhara (The Boys) están reducidas a un simple cameo, y es una pena.

La acción es divertida y está bien rodada, pero muchas veces se corta para dar paso al humor absurdo y llega un momento en que se hace difícil de digerir, ya que molesta el hecho de que la corten bruscamente para hacer uso del humor.  Lo mismo sucede con los flashback para explicar detalles, que se sienten un poco forzado (como toda la trama de Zazie Beetz), la cual pudo haber sido eliminada y cambiada por un personaje de los ya presentados y no habría sido problema.

Tampoco es que el guión sea lo más original, así que se entiende el porque buscaba apoyarse demasiado del humor.  La música por otro lado, tanto el soundtrack como la banda sonora, es impecable a manos de Dominic Lewis, quien se enfoca mucho en sonidos electrónicos muy pop como si fuese sacado de un anime y es que la ambientación en Japón lo amerita.

Al final “Bullet Train” es una película muy divertida con la cual se pasará buen rato, a pesar de su duración algo exagerada para un filme de esta magnitud, pero que tampoco es que nos vaya a molestar demasiado.