Después de “Juego de Tronos”, todas las plataformas de streaming han estado buscando su serie estrella.  HBO lo intentó con “Westworld”, Netflix con  “The Witcher” y ahora Apple con “Foundation”.

La serie está basada en la famosa saga de libros del famoso escritor de ciencia ficción Issac Asimov, la cual trata sobre cómo el doctor Hari Seldon predice la caída del imperio galáctico, por lo que decide junto a otras personas viajar por los confines de la galaxia para establecer La Fundación, para así mantener el futuro de la civilización, pero los Cleons (emperadores clones que están en el poder) temen que esto pueda ser que elimine su gobierno por lo que ellos buscaran la forma de evitar la creación de esto.

Si bien es cierto que los guionistas se toman ciertas licencias creativas a la hora de adaptar algún material a la pantalla, uno no esperaría encontrar un despropósito argumentativo tan exagerado y más cuando se tiene material de sobra para guiarse (a diferencia de como sucedió con “Juego de Tronos” la cual aún no han salido los dos últimos libros).  El guión acelerado no se preocupa en desarrollar la historia.  Mientras que el primer episodio es un excelente inicio de todo lo que nos espera, a partir del segundo nos preguntamos qué estaban pensando los guionistas de Apple que dan un salto argumental sin necesidad, dejando a un lado los desarrollos de personajes e historia.

Asi como inicia el personaje de Lou Llobell en el primer capitulo, asi mismo termina, dejando bien claro que el desarrollo de personajes no existe, al menos con la mayoria.

Y es cierto que Apple se gastó el dinero en postproducción, porque «Foundation» nos deja un espectáculo visual y sonoro digno de elogios.  Efectos especiales buenos, fotografía impecable, una banda sonora digna del mejor sci fi, pero al final no tenemos una historia ni una visión scifi del todo, entonces se convierte en un desaprovechamiento. 

Porque todo se torna a una especie de idea que surge de un personaje y nos pasamos diez capítulos dando vueltas en base a la idea pero sin concretar nada, y ojo, no porque los protagonista no digan lo que viene.

A esto le debemos sumar uno de los pecados que el amante de la ciencia ficción NO quiere ver en una obra que supone viajes espaciales, política intergaláctica y personajes de otros planetas: las relaciones románticas.  Precisamente los capítulos que vienen después del primero, hacen alarde de un exceso de relaciones románticas que absolutamente importan muy poco, porque seamos honestos, este tipo de historias solo la verán los fans de la ciencia ficción.  Es más fácil que el público se trague una historia medieval a que se trague una historia futurista.

Al final “Foundation” es una serie bastante mal desaprovechada que puede (si le hacen otra temporada) dar para mucho.  Nos gustaría, porque es bastante interesante, pero de no ser así, no nos queda de otra que agradecer una de las pocas cosas interesantes que tiene: un hermoso paisaje futurista.