Una de las sorpresas del 2019 fue la película de Rian Johnson, “Knive Out”, la cual dirigió después de una controvertida “Star Wars Episode VII: The Last Jedi”, la cual terminó de dividir el fandom.  Glass Onion: A Knives Out Mystery es la secuela que no se siente ser parte de la anterior en ningún punto.

En esta ocasión Benoit Blanc vuelve como el detective que intentará descifrar quien ha sido el asesino del multimillonario Miles Bron (un Edward Norton bastante agradable).  De entrada decir que me gusta la filmografía de Johnson, a quien no considero un mal director.  Incluso su Star Wars me parece lo bastante interesante de forma visual como para poder compensar sus huecos argumentales, que aquí sí es otra historia.  Lamentablemente los guiones de Johnson tienen demasiados huecos argumentales y esta no es la excepción.  El desarrollo de la historia es caótico y lleno de clichés, que hacen que la puesta en escena se sienta algo apresurada e incluso un poco forzada.  A todo esto el desarrollo de los personajes es inverosímil y salvo en momentos, podemos realmente entender y empatizar con los personajes.  No muy bien se ha llegado a terminar el primer acto y ya uno sabe cómo terminará la película, lo sucedido con algunos personajes e incluso tentar (y tal vez fallar) con quien es el asesino, recurso bastante sobado y de guionista perezoso el desenlace.

Daniel Craig está bastante correcto e incluso se siente cómodo con el personaje.  Todos estos años como James Bond y ahora viéndose hacer otros papeles, hace que se note su entusiasmo.  Edward Norton es el siguiente que aprovecha cada momento en pantalla y no es que tenga la mejor actuación de su carrera, pero no está nada mal.  Kathryn Hahn y Kate Hudson, junto a Dave Bautista desatado son quienes logran hacer el viaje más entretenido de la cuenta.

La historia de Glass Onion: A Knives Out Mystery intenta mezclar también suspense con comedia, tiene una idea argumental interesante, cierto entretenimiento en su desarrollo, se inicia de modo atractivo y éste se mantiene un tiempo, pero según avanza la trama empiezan a acontecer giros demasiado forzados, reacciones de personajes y sucesos propios de comedias muy alocadas con esos clichés que tampoco ayudan mezclado con personajes que en ocasiones actúan de modo incoherente haciendo cosas que no terminan de encajar o se explican de modo poco convincente, y desembocando todo ello en un salvaje efectismo.

En definitiva, Glass Onion: A Knives Out Mystery, parece que es una película que busca aprovechar el éxito de la anterior, con la intención de crear franquicia, pero se confía demasiado en que el publico gusto de la anterior antes de crear un producto que se esfuerce doblemente ya que el público va preparado.  Mientras que la anterior era un misterio que a veces mezclaba escenas cómicas pero mantenía su argumento serio, esta parece una parodia de aquella.  Si la anterior iba desenmascarando el misterio poco a poco, esta va engañando al espectador ocultando pistas para luego mostrarla, pero no vale porque estaba fuera de cámara.