No hay spoilers, tranquilos.  No pensamos dañar la experiencia de Spider-Man: No Way Home a nadie, porque es una película que se disfruta sin saber qué es lo que vas a ver.

Tal vez sobre decir de qué va, pero por si alguien aun no lo sabe, pues esta película se conecta exactamente en la misma última escena del final de Spider-Man: Far From Home, donde públicamente en televisión acusaban al Hombre Araña de haber asesinado a Mysterio.  Peter Parker se ve envuelto en problemas cuando todos saben quien es, por lo que va donde Doctor Strange para que haga un hechizo donde todos los que saben quien es en realidad, se olviden de ello.  Sin embargo, el hechizo sale mal y hace que los villanos de otros universos vengan a matar a este Hombre Araña, abriendo el tema del multiverso (que lo vimos ligeramente en WandaVision y Loki).

Lo hemos dicho siempre, que los anteriores filmes protagonizados por Tom Holland nunca nos convencieron.  Si la primera pecaba de infantil, la segunda se olvida de hacer algún desarrollo.  Holland funciona muy bien en los Vengadores, pero en solitario no veíamos un avance.  Y entendemos claramente que una adaptación es eso, una adaptación.  No tiene que ser identico al comic, pero Andrew Garfield le daba algo de personalidad y Tobey Maguire le daba un tono tonto y santurron que encajaba bien con el personaje.  Holland era una especie de niño divertido que saltaba de aquí para allá.

Pero por fin estamos ante un Peter Parker del MCU reivindicado.  Uno de sus grandes problemas anteriores era que en sus películas estaba siempre bajo la sombra de los Vengadores o de alguno de ellos, pero lo que tiene No Way Home y lo que la hace interesante, es que con todo y que salga Strange, estamos ante una película de Spiderman al uso.  Y sí, es espectacular visualmente, y Doctor Strange sale, y cuando sale lo disfrutas, pero no se roba la película.  Pero no solo es un filme donde Peter destaca, sino que también TODOS los que salen, absolutamente TODOS destacan.  La Tia May interpretada por Marisa Tomei ha demostrado una vez más que es una excelente actriz y que es una genial Tía May.  Y por cierto, M.J. y Ned están absolutamente rescatados después de su paso por Far From Home, y aquí los dos personajes están geniales. Te crees la relación que se establece entre los tres.

Spider-Man: No Way Home

Es difícil hablar de ella sin entrar en destripes argumentales, porque a su manera es una carta de amor a más de dos décadas del hombre araña en el cine.  La dificultad de Jon Watts -como director- y del equipo de guionistas era equilibrar todo y sobre todo, por primera vez, poner en el centro de gravedad a Parker/Spidey sin ahogarlo ni proyectarlo y la dirección lo logra en todo momento.

Son tantas las cosas positivas que las malas quedan bastante empañadas y no se sienten tan molestas.  El guión, por ejemplo, peca demasiado en ser complaciente y tener elementos que solo sirven para que la trama pueda avanzar, porque por sí sola es difícil hacerlo.  ¿En serio necesitábamos una máquina que hace cosas en una habitación abandonada? ¿De verdad había dudas para presionar el botón de la caja? Y así como están esos, hay otros que son un total absurdo.

Pero al final estamos claros que tiene algunos problemas aquí y allá o cosas que podrían estar mejor desarrolladas, pero Spider-Man: No Way Home es un film que funciona muy bien, que durante dos horas y media te mantiene enganchado y que cumple perfectamente lo que un blockbuster quiere lograr y es entretener.  Recomendable como cierre de la trilogía, de los personajes y abre un nuevo camino que promete ser bastante interesante.