Marvel ha creado un imperio. No hay duda de ello. En lo que llevamos de año no solo han sacado varias películas como Doctor Strange and the Multiverse of Madness o Thor: Love and Thunder, sino también series como Ms. Marvel. Ahora han estrenado a She Hulk: Attorney at Law.
La serie narra como Jennifer Walters, prima de Bruce Banner (Hulk) es abogada y un día que sale con su primo tienen un accidente en donde la sangre del hombre verde le infecta y se convierte en She Hulk. Sin embargo la joven no busca ser una heroína del mismo modo que su primo, por lo que sigue en su trabajo defendiendo personas ante la ley pero como She Hulk.
Las interpretaciones de Tatiana Maslany como She Hulk es formidable. Borda con creces el personaje, y en lo que a este servidor respecta, de mejor manera cuando no está convertida en el personaje ya que podemos notar mucho mejor las expresiones de la actriz. Jameela Jamil brilla por su ausencia porque si esperábamos verla como antagonista directa (como se nos había vendido) pues otro gallo cantaría, pero en los momentos en que sale están bien reducidos que apenas se siente. Por otro lado, es bueno volver a ver a Tim Roth, en una versión ultra light del personaje Abominación, el cual vimos en “The Incredible Hulk” dejando en evidencia los planes de Marvel con sus villanos.
El guión y dirección de Jessica Gao recuerda mucho al de Cathy Yan (Birds of Prey), donde más que preocuparse por desarrollar se preocupaba por decir. Para ser una comedia sobre abogados, las escenas en corte se resuelven con una simpleza abrumadora y que solo sirve como un escenario para adelantar minutos pero no porque se sienta parte de la trama. A diferencia de Better Call Saul, la profesión de abogado era el motor de empuje para los protagonistas y sus desarrollos.
En cuanto a la dirección es un error haber tratado de utilizar que el personaje rompa la cuarta pared porque es sin duda de lo peor que tiene la serie. Mientras en Fleabag el personaje de Phoebe Waller-Bridge utiliza el romper la cuarta pared para mostrarnos lo obvio de la situación y hacernos partícipes en la burla, en She Hulk: Attorney at Law se siente como un gancho que hace que el espectador se salga de lo que está viendo, porque esta rotura no es constante sino en ciertos momentos en donde uno se olvida de que el personaje puede hacerlo, y lo hace para poder aclarar cosas que el guión no ha aclarado y parece que se hizo en reescritura.
Al final del día She Hulk: Attorney at Law no es la peor serie del año pero si le falta bastante para ser buena y se siente un desperdicio de ideas interesantes que la misma serie plantea. De volver a ver al personaje, pues no sabemos y ojalá que sí, pero con otra visión, se agradecería bastante.