Entradas

Damien Chazelle es un buen director.  De eso no existen dudas.  En el 2014 sincronizaba la música con las escenas en “Whiplash”, y lo mismo hizo en el 2016 con “La La Land” pero esta vez tuvo la osadía de mezclarlo con bailes.  Esta vez, al igual que hizo Rian Johnson con “Glass Onion”, lo hizo Chazelle a tener todo un reparto gigante para “Babylon”.

La historia está basada en los años 20, con un Hollywood lleno de excesos (cuando no), donde Nellie LaRoy es una aspirante de actriz en ascenso donde un Jack Conrad, un actor popular el cual se dedica a realizar fiestas exageradas.  Básicamente es el ascenso y caída de un sin número de personajes que se pasean por pantalla, y aquí es que está el asunto con “Babylon”.  Porque si, el filme trae una historia con el personaje de LaRoy, pero es una historia que por momentos parece que se va a un segundo plano con todo lo que va sucediendo en pantalla más los personajes.  Margot Robbie, Brad Pitt, Diego Calva, Tobey Maguire y Jean Smart sin duda son quienes mejor brillan en pantalla.  Eso sí, que agradecidos estamos con Chazelle por juntar a Margot Robbie y Samara Weaving.

La magnífica puesta en escena del director es de lo mejor sin duda alguna.  Chazelle hace una oda al cine clásico y para eso ha contado con la fotografía de su compañero Linus Sandgren, el cual mantiene esa imagen que evoca a lo clásico, a lo antaño.  Momentos mágicos como los primeros minutos donde inicia la fiesta, es una verdadera delicia junto a la música del ya conocido y muy amigo del director, Justin Hurwitz, quien sin duda alguna parece ser que es la mano derecha del director y quien lo entiende a la perfección, y como no puede ser de otra forma, esta dupla necesita una edición impecable y aquí entra el editor Tom Cross, quien sabe donde y como cortar en conjunto con la música.

Al final del dia, esta reseña ha sido corta porque no hemos querido quitarle el deseo de que vean “Babylon” porque es un buen filme pero lamentablemente no es la mejor película de Damien Chazelle y es una lastima, porque le tenía muchas ganas y pensaba que estábamos ante la mejor película del año.

Veredicto

Con una magnífica puesta en escena, toda la energía narrativa y creativa que construye, acaba colapsando en sí misma, porque es una película que piensa en grande, aspira a lo grande, interpreta lo grande y lleva todo lo grande, pero se siente mediana.

5 / 10