The Woman King está ambientada en África, entre el siglo XVIII y el XIX. Estamos viendo la historia de una unidad militar femenina llamada Agojie y que está bajo las órdenes de Nanisca, una general implacable que está al servicio del rey. Y lejos de alinearse con otras epopeyas recientes (The Northman, The Green Knight) esta película huye de la violencia explícita y de cualquier asomo de suciedad que pudiera herir la sensibilidad del espectador, a pesar de darse varias batallas que podrían propiciar escenas de ese calibre. Las muertes en las refriegas son difusas o directamente fuera de cámara, apenas se ve sangre y hay una pulcritud estética que lejos de parecer un problema, es una virtud.
Puede ser que esté inspirada en hechos reales, pero queda la sensación que se han mandado uno de esos blockbusters de antaño, llenos de la épica que nos tenía acostumbrado el cine y con mensajes bastante claros y contundente y por sobre todo contar con un reparto que es una absoluta delicadeza.
Esa sensación de antaño es a donde nos transporta Gina Prince-Bythewood en la dirección, que vuelve a demostrar que es una más que interesante directora que a su vez sabe sacarle partido a un guión que firma Dana Stevens, que tiene sus defectos pero que aun asi es lo suficientemente bueno para mantener al espectador en raya.
La propuesta visual por parte de su directora y el gran trabajo de personajes de su guionista, invitan a que tengamos una película bastante contundente y entretenida. Que nos transporta a la cultura africana más profunda, con sus bailes y con su tradición más salvaje que caracteriza a un continente lleno de riquezas que vale la pena siempre conocer.
Al final, The Woman King es una película de acción con uno que otro elemento de épica. Sus momentos más flojos son cuando busca el lado romántico con una relación que se siente forzada y fuera de tono constantemente, además de no aportar absolutamente nada ni para la historia ni para la evolución de los personajes.
Ya como punto final para The Woman King, las actuaciones son correctas y nadie duda de la calidad actoral de Viola Davis quien lleva la película en sus hombros sin problema alguno, pero John Boyega y Lashana Lynch se convierten en los preferidos. No es que tengan la mejor evolución (que de hecho, Boyega no la tiene) pero si están bien tratados sus personajes.