Yo no encuentro mucha gracia en criticar películas que se nota demasiado que son malas.  “Venom: The Last Dance” es peor que “Venom: Let There Be Carnage”, y eso es mucho qué decir.

Es una verdadera locura que esta trilogía tenga un guión mínimamente con sentido común, y que abogue por incluir escena tras escenas tras escenas con cosas que suceden porque sí.  Casi como si fuese un sketch de comedia con acción, donde juntaron todas las escenas y listo.  Diálogos infantiles, escenas que causan vergüenza ajena, personajes planos.  Es como si se hubiesen juntado varios guionistas (que fue lo que paso) y decir ideas a diestra y siniestra, incluirlas y listo.  Porque el guión escrito por Kelly Marcel y Tom Hardy, este último que sigo sin entender que buscaba escribir, han realizado una verdadera bazofia.

Primero que nada entender que Kelly Marcel escribió el guión de “50 Sombras de Grey” y “Saving Mr. Banks”, pero que también escribió la primera y segunda parte de esta trilogía de Venom, y que ahora apuesta a la dirección.  Tampoco es que uno esperaba gran cosa de “Venom: The Last Dance”, pero si tener un mínimo de sentido común.  Lo que colma el vaso es la intención de la directora de aportar una carga dramática al final del filme, algo que no es posible, ya que no se ha construido a lo largo de la película. Esto hace que, en vez de conmover, el final resulte pretencioso, en una cinta que se puede permitir ser de todo menos eso.

Pero es que ni siquiera las peleas y la violencia, que es lo que uno ha esperado de Venom durante estos años, se puede apreciar.  Estamos ante uno de los personajes de Marvel más temidos y sanguinarios que existen.  Una barbaridad es verlo hacer chistes a diestra y siniestras.

A nivel de actuación no se puede tampoco esperar mucho.  Super sencilla siendo Tom Hardy quien tenga más cámara que los demás.  Juno Temple está casi por compromiso mientras Chiwetel Ejiofor pasa para cobrar e irse.  Aparecen otros actores que ni vale la pena mencionar porque uno al salir de la sala hasta olvida que participaron en la película.

Venom: The Last Dance

Dan Deacon está en la música que parece haberla adquirido en internet comprando la licencia y ahorrando el esfuerzo mientras que Fabian Wagner en la fotografía ni se siente, y ojo, que hablamos del tipo que hizo la fotografía de “Juego de Tronos” o de “Batman vs Superman” con esos tonos oscuros bien predominantes.

Al final “Venom: The Last Dance” no responde nada, y tampoco parecía buscarlos (seguimos sin saber cómo llegó eso a la tierra) y es una película tan olvidable como las anteriores.  Para ser honestos, poco recuerdo de la primera parte y de la segunda, y no estoy dispuesto a volver a verla para escribir una reseña más elaborada de esta tercera que sigue siendo un entretenimiento soso y sin sentido, que puede entretener siempre y cuando tengamos el celular en mano y/o algunos amigos con quien reírse mientras está eso en pantalla.

Veredicto

El tono de comedia se lleva por delante el lado épico de la peripecia. Si el mismo Hardy no se toma en serio el asunto, ¿vamos a hacerlo nosotros?

1 / 10

Elizabeth Banks ha tenido unos últimos años bien movidos.  El año pasado dirigió “Cocaine Bear” y este año está de protagonista en “Skincare”.

Un thriller que sigue a Hope Goldman (Elizabeth Banks) quien tiene un negocio de estética que está teniendo una ligera crisis y está al punto de despegar nuevamente cuando descubre que frente a su negocio se instala otra estética de un chico llamado Angel Vergara, quien se convierte inmediatamente en su rival.  El primer largometraje de Austin Peters nos invita a introducirnos en el mundo del cuidado de la piel y un tóxico ambiente narcisista que se empapa de una grata cuota de humor negro, incluso cuando toma decisiones horribles.

Es un recorrido con altos y bajos, pero que nos entrega una inspirada Elizabeth Banks que brilla con luz propia y se carga en sus hombros, un thriller que en la astucia de su interpretación hace brillar los momentos más oscuros de la película.  Lamentablemente no hablo de los momentos oscuros dentro de la historia, sino fuera, en donde la película parece perderse en sí misma y solo es gracias a la gran interpretación de Banks, que uno sigue viendo el filme.  Además de Banks, también se suma Lewis Pullman, en una actuación bien interesante, junto a Nathan Fillion.  Sin embargo Michaela Rodriguez y Luis Gerardo Méndez están tan desperdiciados en unos personajes sin desarrollo ni tono.  Que están ahí solo para estar con unos diálogos y listo.

Eso sí, que “Skincare” en lo técnico es una delicia.  La música a manos de Fatima Al Qadiri, con unas tonalidades synthwave muy particulares y divertidas, que le dan una ambientación muy de los 80´s o 90´s, mientras que la fotografía Christopher Ripley también emulando esa fotografía muy de los 80´s.

Ahora bien, ¿qué sucede en cuanto al tono, la narrativa y el guión? ‘Skincare’ amagá en varios momentos con dar un golpe en la mesa que saque a la luz un costado ácido, excesivo y que sorprenda al espectador. Lamentablemente (al menos para mí), Peters elige mostrar el sendero menos osado y opta por plantar unas cuantas decisiones alborotadas/problemáticas de los personajes y que esto sea el motor de las secuencias que exhibe.

A eso no le ayuda el ritmo que por momentos está muy bien pero luego se hace lento con decisiones poco interesantes y absurdas.

“Skincare” es un filme bueno para ver un domingo si no hay nada que ver o qué hacer.  Donde Elizabeth Banks brilla con luz propia pero el director la deja perderse.

Veredicto

A pesar de las limitaciones del guion, no debería descartarse al completo, especialmente por la alentadora puesta en escena de su director, que demuestra manejar con elegancia la estética visual y complementar con una actuacion de Elizabeth Banks demoledora.

4 / 10

Blink Twice” es un rape and revenge, tal como ha sido “Promising Young Woman”, pero con una estructura mucho mejor planteada como filme feminista y con tonalidad parecida a “Glass Onion”.

La historia es simple: Frida y Jess son dos camareras invitadas por el magnate millonario Slater King, a su isla paradisiaca con otros millonarios a pasar unos días.  Lo que inicia como una aventura de ensueño, se convierte en todo una pesadilla.  Cada género tiene su punto, pero en los thrillers es imprescindible no perder al espectador y ser capaz de sorprenderle cada cierto tiempo. Es decir, tienes que tener mucha habilidad para esconder bien tus cartas y que encajen, perfectamente, en el recorrido de la película.  El filme es una de esas películas que no te van a dejar con la boca abierta, pero sí que es cierto que tiene la habilidad de conseguir que todos y cada uno de los giros que plantea encajen perfectamente con la propuesta.

La dirección de Kravitz es sin duda uno de los puntos fuertes de la película. La isla, con su belleza surrealista, se convierte en un personaje más de la historia. A través de una cinematografía cuidada, la película logra transmitir una sensación constante de inquietud, donde la opulencia esconde peligros que lentamente comienzan a revelarse.

Naomi Ackie brilla como Frida, una mujer común que se ve envuelta en situaciones extraordinarias. Su interpretación es honesta y conmovedora, guiando a la audiencia a través de su viaje de ingenuidad a sospecha, y finalmente, a una lucha desesperada por sobrevivir. Ackie logra capturar la vulnerabilidad y la fuerza de Frida, haciéndola un personaje relatable y profundamente humano.

Por su parte, Channing Tatum se sale de su zona de confort habitual, interpretando a un Slater King que mezcla carisma con una creciente amenaza. Su transición de magnate reformado a villano manipulador está bien lograda, y añade una tensión constante a la trama, aunque en ciertos momentos su personaje se siente algo superficial.

Luego otros grandes como Alia Shawkat, Adriana Arjona que se está abriendo buen camino en Hollywood, mientras que hay otros grandes como Christian Slater (Mr Robot) o la increíble Geena Davis.

“Blink Twice” en cuestión técnica tiene un gran punto en lo visual.  Kravitz juega con los contrastes entre la superficialidad del lujo y la creciente sensación de peligro, creando una atmósfera visualmente atractiva pero que a la vez resulta opresiva. Sin embargo, la narrativa no siempre logra mantenerse a la altura de este impresionante entorno, y algunos giros argumentales pueden resultar demasiado predecibles para los fans del género.

La fotografía a manos de Adam Newport es descarada, aunque la música de Chanda Dancy, se pierde totalmente buscando tonalidades características del terror.

El toque feminista de la directora es innegable y, aunque su mensaje sobre el abuso de poder y la vulnerabilidad resuena con fuerza, lo hace de una forma que desgrana un sentido del humor macabro e ingenioso a la vez, muy parecido a obras como “White Lotus”.

Al final “Blink Twice” no es perfecta, tiene momentos que pudieron manejarse en una mejor dirección y la intensidad emocional a veces pierde fuerza, pero es un thriller con un guión interesante y una dirección fenomenal por parte de Zoe Kravitz, siendo esta su primera película.

Veredicto

«Blink Twice» es un buen debut para Zoë Kravitz detrás de las cámaras. Su trama es interesante, pese a sus defectos.  Sin mucho esfuerzo puede colarse como una de las mejores peliculas del año.

6 / 10

Joker: Folie a Deux” tiene uno de los peores títulos que he visto en mi vida.

La secuela de a manos de Todd Phillips, de aquella “Joker” del 2019, en la que aseguraba no era política y resultó que lo era, y ahora nos confirma que es política, es sin duda una de las películas más esperadas por el público.  Porque para todos, la sorpresa que representó este filme en aquel momento, fue abrumador.  Ni siquiera Warner estaba preparada para ello y rápidamente actuaron empujando el filme a los premios y para una mayor sorpresa, fue recibida con los brazos abiertos.  Tenían un universo unificado cayendo a pedazos, y sus películas individuales estaban recibiendo alabanzas.

En aquel momento, y siempre lo he dicho, el Joker de Joaquin Phoenix NO ES EL JOKER.  Por más que le quieran poner el título, por más que quieran incluir personajes de ese universo, este no lo es.  El icónico villano es el mal encarnado que no necesita de traumas para ser villano.  Sin embargo, la jugada inteligente fue hacerlo conectar con el público.  Que sientan, con escenas bien cuadradas y con una fotografía y colores bien seleccionados, que todos podemos ser este personaje, o en su defecto, puede estar entre nosotros.

En esta secuela Todd, por más extraño que parezca, busca hacer algo que si te lo plantean antes de ver el filme, te parezca interesante e incluso hasta algo atrevido, pero cuando te sientas a verlo solo te queda ponerte las manos en la cabeza.  “Joker: Folie a Deux” no es una secuela directa, aunque lo parece, porque es una película que trata, de forma argumental, ir por otro rumbo.  Y es que el filme busca admitir y al mismo tiempo negar, que todo el movimiento que hubo fuera del filme poniendo al personaje como un icono de revolución y justificando sus acciones, es y será, malo y culpa de otros.  Y es ahí, cuando te das cuenta de que el filme busca acelerar y frenar al mismo tiempo y eso es la verdadera locura.

Joker: Folie a Deux

El guión tiene problemas.  Si el anterior buscaba dejar la duda de si el problema de todo era la víctima (Joker) o el mundo exterior (los personajes secundarios), aquí buscan decirnos si el culpable de los desórdenes es el personaje o el fandom.  Pero todo ello sin querer ir al extremo y cuidándose de que explote.  Por si fuera poco la mayoría de cosas que suceden es “porque sí” o porque a los guionistas (Todd Phillips y Scott Silver), logrando que el resultado sea tan irregular como sorprendente, porque no esperas que algo salga asi y cuando piensas en ello vuelves a preguntarte como se dio ese resultado.  Y es que hacer un guión de un drama psicológico, mezclado con juicios, mezclado con musical, mezclado con película romántica porque Lady Gaga no está de gratis, y encima que sea una declaración de intenciones y una carta para explicar que el personaje fue sacado de contexto, es, sin lugar a dudas, el riesgo más grande que he visto en los últimos 5 años, y eso, que he visto varios.  Porque al igual que la anterior que no tomaba un bando, aquí lo repite, y esta vez es la personalidad del personaje dividida en dos, en las cuales no profundiza en ninguna.

Y como vuelve otra vez a querer usar la misma táctica, no podía haber otra forma que buscando la fotografía crepuscular y ochentera que Lawrence Sher supo llevar y que el director aprovecha.  Lo mismo con Lady Gaga, quien hace de Harley Quinn, que dejará a muchos fans de los cómics molestos mientras que a los menos puristas puede que les guste.  La dirección de Todd es IDÉNTICA a la primera y la puesta en escena, como es usual, está bien cuidada, principalmente todos los sets musicales.

Para concluir, con Joker: Folie a Deux, lo más probable es que las personas, o la mayoría aun después de verla sigan sin entender el porque es un musical, descuide, que yo les respondere esa pregunta: los musicales suceden dentro de la cabeza de los personajes.  Zack Snyder lo hizo también con su “Sucker Punch”, y ahora lo repite Todd Phillips.  Si es algo que no sabias, pues ya lo sabes.

Veredicto

Pese a todo, Joker: Folie a Deux nos muestra los peligros de la fe a ciegas en los líderes vacíos de contenido, en que hemos cruzado la línea entre la ficción y la realidad, pero esta un poco atropellado en su forma de contarlo y es tan tramposa como la primera, pero no tan disimulado como aquella vez.

3 / 10

Para nadie es sorpresa que “The Batman” (2022) sea una de las mejores películas de superhéroes y películas del 2022.  Así que cuando se anunció “The Penguin”, admito que me sorprendió pero estuve entusiasmado.

Y es que, como mencione en mi reseña en el 2022, una de las particularidades que tiene el filme de Matt Reeves, es que la ciudad, Gotham, es un personaje más, algo que aquí, no sucede igual pero si aprovechan lo suficiente para interactuar en ella.

La serie se centra unos días después del final de “The Batman”, y termina entre unos días navideños, recordando que todo lo sucedido en el filme del Caballero Oscuro, es durante cuatro días, iniciando en Halloween y terminando tres días después.  Aquí, Oswald Cobblepot, alias “El Pingüino”, está tratando de recuperarse después de que media ciudad se inundara, al mismo tiempo los hijos de Carmine Falcon están tratando de “heredar” el negocio de la mafia que llevaba su padre, sin embargo la familia Falcon decide buscar por varios medios eliminar a Oswald y su operación.  Para entender todo esto, Matt Reeves solo funcionó de productor de la serie.  No hay guiones, no hay dirección, no hay más nada que lo conecte con ello.  Por lo que el guión corre a manos de Lauren LeFranc, quien también sirve de creadora de la serie.

Ha trabajado como productora en “Agents of Shield” y “Hemlock Grove”, dos series con una gran popularidad y cariño del público, logrando establecer un fandom.  Además estuvo detrás de algunos guiones de la serie “Chuck”, por lo que tampoco hablamos de alguien con poca experiencia.  Lo mismo sucede con las actuaciones, en donde tenemos al ya conocido Colin Farrell, y del que no me enfocaré en hablar porque sabemos su poder actoral y más con este maquillaje.  Lo mismo ocurre con Cristin Milioti, quien hace de Sofia Falcone y le sigue Rhenzy Feliz, quien es el chofer y ayudante de Oswald.  Luego tenemos actores recurrentes pero no principales de gran talla como es Michael Kelly, la gran Shoreh Aghdashloo o Michael Zegen, entre otros.

A pesar de todo esto, la serie, lamentablemente no es que sea perfecta, y ojo, que tiene a Craig Zobel en la producción y también en la dirección de unos cuantos capítulos, quien fue un gran referente en la excelente miniserie “Mare of Easttown”.  Y esto se debe a que parece que tanto LeFranc como Zobel, tienen miedo de empujar a los personajes y dejarlos libres, como vimos en las películas.  Si, “The Penguin” tiene violencia, y si, los personajes la ejercen, pero es medida y eso choca con lo que nos muestran en una escena capítulos atrás y luego en otra más adelante.  Por ejemplo, al inicio un personaje asesina a otro sin mediar muchas palabras, para luego ver a este mismo personaje titubear en momentos similares al del inicio.  Y entiendo que esto es una serie, y tal vez esté un poco más limitada, pero si tienes más de 5 horas para desarrollarme al mafioso más grande e icónico de Gotham, pues espero que al salir de ahí sea con una visión completa del personaje.

Zobel en varios momentos, acelera el ritmo y luego lo baja haciendo que esto sea, por momentos, un poco difícil de digerir.  Y por esa razón, y la falta de dejar a los personajes desarrollarse sin complicaciones, llegas al quinto capítulo preguntándote si vale la pena seguir viendo a donde va la historia del mafioso, que tal vez en la siguiente película apenas tenga un cameo.

“The Penguin” a nivel fotográfico se apoya en Darran Tiernan (Westworld) y Jonathan Freeman (3 Body Problem), de quienes tratan de emular de Greig Fraser en “The Batman” con una ciudad mugrienta, oscura y muy sobrecargada, inclusive en los momentos en que es de dia, y lo logran con mucha solvencia, principalmente ese atardecer, que a pesar de tener sus contras, está bien conseguido.  El maquillaje, que es característico, volvió a cargo de Mike Marino, porque no se apostó por poca cosa.

Ahora bien, “The Penguin” no es que sea mala serie.  Claro que no.  Pero no aportará gran cosa al universo de Batman que está construyendo Matt Reeves, y eso es una pena porque se siente como si se perdiera la oportunidad y es lo que más temo que suceda con Dune.  Al final del dia, no estamos ante la mejor serie del año (aunque le queda poco para acabar) pero si se pasara buen rato y más si eres fan.

Veredicto

“The Penguin” desaprovecha una oportunidad valiosa de expandir el universo y sus personajes, logrando que se sienta tan inconexa la película de la serie, y eso hace que pierda un poco de fuerza, pero aun asi Colin Farrell es capaz de levantar la serie durante ocho capítulos.

6 / 10

Longlegs” narra la historia de Lee Harker, una agente del FBI a la cual se le ha asignado un caso de un asesino en serie, el cual comete sus actos sin, aparentemente, entrar a las casas.

Cada cierto tiempo, y principalmente en los últimos años post pandemia, el cine de terror se ha visto plagado de filmes interesantes pero a los que se les alaba sin ninguna razón aparente.  Y es que el cine de terror postmoderno no se enfoca en mezclar lo místico aunque la historia no tenga forma de serlo, y lo que es peor, es ver a los personajes aceptar dicha mezcla sin siquiera dudar.

Para mi ha sido una experiencia de lo más extraña. Es una película extraña que aúna elementos muy marcados pero que en su combinación dejará perplejo a más de un espectador. No digo que no funcione, sino que son decisiones muy osadas, que puede que no sean para todos los gustos.  Y es que mezclar esos elementos fantásticos a un thriller que de entrada no parece tenerlos, y hacerlo de la forma en que lo hace, deja a más de uno perplejo.

Maika Monroe es la actriz que llega para interpretar a la agente del FBI, con una actuación que da la talla.  Es fría, perturbada, y en los momentos de intensidad sabe llevar al personaje a esos extremos.  Impecable la escena final en la casa.  Luego está la gran Alicia Witt, como la madre de la chica quien tampoco se queda atrás con una interpretación bestial.  Kiernan Shipka y Blair Underwood, son también partes del magistral elenco y que sobresalen en sus actuaciones, principalmente Shipka con un monólogo a media película que deja los pelos de punta a cualquiera.  Pero es increíble como el personaje que sale solo por 20 minutos es quien se roba toda la película y por la cual vale la pena verle, y es nada más y nada menos que el grandioso Nicolas Cage.  Este actor como Longless, el asesino en serie, es, sin duda alguna, una de las mejores actuaciones de este año.  La escena del interrogatorio es sublime y es una muestra de lo que es capaz este actor y me alegra que se reconozca su trabajo ya que ha estado estigmatizado por muchos como un mal actor, cosa que no es.

Longlegs es un thriller muy estilizado, tremendamente calculado. Una película casi puramente atmosférica, como si viéramos los eventos a través de los ojos de sus personajes bajo un efecto narcotizado. Todo sucede a ritmo lento, y el aire parece ser espeso como el aceite. Todo es lúgubre. Los personajes sólo susurran a lo bajo. Todo está teñido de oscuridad, y cada portal, habitación y pasillo entraña una presencia amenazante. Una característica de esta cinta es que detrás de los personajes, siempre que hacen algo, tienen una puerta abierta, o un pasillo, a un costado del cuadro. Nunca sabemos si aparecerá algo, por lo que siempre estamos a la espera. Me parece muchísimo más efectivo que los sustos repentinos con el volumen a todo dar.

La fotografía está a manos de Andres Arochi, que es impecable.  Es fría y amenazante.  De la música no hablaré porque apenas se siente.  Al menos en mi caso me pareció tan poco interesante y a veces fuera de lugar que si me preguntas ahora mismo que le caracteriza no sabré decirte porque ni lo recuerdo.  Una verdadera lástima cuando se pudo apostar por una banda sonora lúgubre que pueda hacer juego con la fotografía y la historia.

¿Lo malo? La puesta en escena y muchísimas decisiones del director, junto con el poco desarrollo de los personajes.

Los personajes, sin excepción, carecen de desarrollo, y el principal (que es la protagonista y agente del FBI), quien se supone sea el ancla del filme y a la que deba sujetarse el espectador, no ayuda al no tener algo estructurado.  Si, la actriz actúa impecable, pero lo poco que sabemos de ella es que es un poco rara y es agente del FBI, y que tiene una relación algo complicada con su madre.  Es difícil conectar con ella porque no hay con que.

Lo segundo es la puesta en escena, en lo cual, el director no hace partícipe en nada al espectador.  Por ejemplo, mientras en “True Detective: Night Country” o “The Batman” (por poner un ejemplo drástico), vamos construyendo junto al personaje el misterio y nos dan tiempo a nosotros mismos ir deduciendo y trabajando en ello, el director de “Longlegs” hace la investigación aparte sin mencionar detalles, como si fuéramos ajenos a ello.  De hecho, nos enteramos de cosas cuando el jefe del departamento del FBI viene y las dice y encima que ha pasado tiempo después de ello.

Es decir, ‘Longlegs’ se ahoga en su estética por intentar ser lo más efectiva posible y termina olvidándose del espectador. No entré en el juego, no me dejaron, y eso que razones parecía que había para ello, pero al no ser posible, no conecté.  Fue una experiencia interesante y visualmente hermosa, pero mas nada.  No olvidable por sus actuaciones, pero sí por su historia.

Veredicto

Cuando ya te acostumbraste a este ejercicio de estilo que propone la peli (un verdadero buffet audio visual) comienzan a notarse ciertos parches. Sobre todo cuando te deja de importar lo que estás viendo y prestas atención a qué te están contando, y cómo lo están haciendo.

6 / 10

Speak No Evil” es un remake de una versión que salió en el 2022 y fue una verdadera sorpresa.  La versión de Dinamarca no solo tiene actuaciones impecables, sino que es cruda en todo el sentido de la palabra.

Por eso cuando se anunció una versión made in Hollywood, muchos estuvimos a la espera para saber si habían mutilado el filme de Christian Tafdrup o habían conseguido salir airosos.

En cuestiones de actuaciones James McAvoy es sin duda quien carga con la película en sus hombros sin inmutarse.  Que actuación y no es para menos, porque el britanico que ha demostrado en muchas otras ocasiones su nivel actoral, aquí es la principal joya de todo.  Luego le siguen las actuaciones de Scoot McNairy (Blonde) y Mackenzie Davis, quienes saben plasmar todo el miedo y confusión que sus personajes deben mostrar y sentir.

El guión de “Speak No Evil” cuenta con el director James Watkins, quien también trabaja con Christian Tafdrup y Mads Tafdrup para tratar de ser lo más fiel posible, y que aunque a nivel de escritura lo consigue, y tal vez en algunos momentos le supera, es un poco cuesta arriba a nivel de dirección y puesta en escena, porque donde la versión de Dinamarca era desoladora y violenta, esta trata de arriesgarse un poco más y dar algo de luz donde había oscuridad.  Como si quisiera contener, haciendo que, por ejemplo, el final se sienta atropellado y un poco inconexo.

Lo mismo sucede con la fotografía, a cargo de Tim Maurice-Jones, donde los matices no toman riesgos algunos, y deja a un lado ese lado sucio y frío que tiene la anterior.  Lo mismo sucede con la música, que en esta versión es más testimonial, casi como si fuese una confesión, en donde la versión anterior buscaba ser desgarradora y hacernos sentir incómodos.

¿Entonces, “Speak No Evil” falla? Si y no.  Si no fuese por James McAvoy, el filme perdiera muchísimo pero es su actuación lo que hace que nos olvidemos (por momentos) de todos esos pequeños errores y que hace que nos enfrascamos en un mundo, que a pesar de haber visto, estamos dispuestos a volver a ver.

Veredicto

¿Por qué deberías verla en el cine? Es sencillo: si no conoces la historia y no has visto la original, esta es una buena oportunidad para pasar un «buen mal rato» en el cine, con una historia que se cocina a fuego lento y que va impregnándote de tensión hasta su abrupto final.

6 / 10

Lo admito, yo desde que vi el teaser de “The Trap” quedé enganchado a pesar de saber que era un filme del director M. Night Shyamalan.

También admito que considero al director como muy creativo en sus historias, y de que su dirección y sus giros me gustan, aunque también hay que admitir que no me gusto para nada “Old”, “After Earth”, “The Happening” y la infumable “The Last Airbender”.  También debo admitir que me ha dado mucha pereza ver “Knock at the Cabin”.  Dicho todo esto, ¿qué me ha parecido “The Trap”?

Sin demasiados rodeos puedo decir que nos encontramos ante una de cal y otra de arena, con decisiones y tramos realmente brillantes y originales en la primera mitad del film, y con una segunda mitad que le toma el pelo a la inteligencia del espectador, con giros de guión y decisiones argumentales cuanto menos risibles.  Aunque su final sea “satisfactorio”.

El filme narra cómo un hombre y su hija acuden a un concierto de una artista pop para adolescentes con mucha fama, y dentro del concierto este señor se dará cuenta de que hay una exagerada presencia policial, por lo que decide investigar, y para su sorpresa es que el mismo concierto es una trampa para atrapar a un asesino en serie, que no es spoilers porque el trailer lo dice, es nada más y nada menos que el mismo señor que está en el concierto con su hija.  Por lo que vamos a ver cuales artimañas utilizaran los policías y detectives para atraparlo y cuales utilizara este otro para poder zafarse, dando como punto de interés que nadie nunca ha visto a este señor.

Si a usted, como amante del cine, no le atrapa ese argumento, pues que baje Dios y lo veo, porque de entrada es un argumento lo bastante interesante, casi al nivel de proyectos mayores como es el caso de “Death Note” (el anime).

El alma de “The Trap” tiene nombre y apellidos propios. Y es que Josh Hartnett lo borda como ese adorable hombre de familia y ciudadano ejemplar, que guarda el «pequeño» secreto de matar personas a diestra y siniestra.  Por un lado tenemos al personaje de Harnett acompañando a su hija al concierto, desplegando todo su ingenio y astucia para dejar pistas falsas y crear el caos y la confusión en el lugar, y por el otro lado tenemos a los policías y FBI brindando todas y cada una de las posibles salidas llenas de trampas en el concierto.  Toda esta parte que ocupa aproximadamente unos 45 o 50 minutos está magníficamente bien planificada y narrada, con momentos muy originales, que recuerdan al mejor Shyamalan. Pero el problema surge una vez superado este tramo, en dónde la película cambia radicalmente de escenario y lugar y en dónde los giros y situaciones comienzan a resultar tan ridículamente forzadas que hay que hacer uso de la incredulidad y piensas si el director se ha querido reír un rato con nosotros, convirtiendo esa segunda mitad en una caída libre del argumento hasta llegar a un final bastante mejorable.

Claro, no diré que es lo peor que ha sucedido y de hecho, tampoco es que sea algo que implique dejar la sala, pero es un poco desconcertante muchas de las decisiones después de ver el inicio.  Es como si llegara un momento donde el director tuviera dos decisiones y en vez de tomar la buena, toma la que está mal y se queda con ella.

Dicho esto, de que su guión es pobre, la puesta en escena del gran M. Night Shyamalan es magistral como siempre.  Te crees totalmente estar dentro de un concierto lleno de fans adolescentes y encima también sientes la tensión del personaje principal tratando de escapar.  El director conoce su género y cómo explotarlo.

Las actuaciones son todas casi secundarias a excepción de Josh Harnett, quien es el protagonista, si así podemos decirlo.  Saleka, hija del director, mientras avanza la película toma protagonismo pero no lo suficiente para creer que la película la tiene como eje.  Alison Pill está como secundaria, así como Hayley Mills o Marnie McPhail.

La música de Herdís Stefánsdóttir es interesante y algunos tonos bastante correctos para el tipo de filme, mientras que la cinematografía de Sayombhu Mukdeeprom está bastante correcta.

En resumen, “The Trap” cuenta con lo mejor y lo peor del director.  Es increíble que algo que comienza tan bien, y que ofrece un brillante espectáculo en su primera mitad descarrile de la manera que lo hace en la segunda mitad del film.

Veredicto

No diré que ha sido una decepción, por que sus primeros 50 minutos bien merecen la visita al cine y la pelicula no deja de entretener, pero de verdad Shyamalan debería comenzar a plantearse como finalizar bien sus historias.

5 / 10

El director Doug Liman vuelve con su segunda película en el 2024 llamada “The Instigators”.  A inicio del año el director había estrenado en Amazon Prime “Road House” sin mucho éxito.

“The Instigators” narra la historia de Rory, un padre desesperado que después del divorcio con su pareja necesita un dinero para pagar los gastos y manutención de su hijo, quien conocerá a Cobby, un expresidiario bastante irresponsable.  Juntos tendrán que trabajar para un mafioso que tiene como plan robarle a un alcalde corrupto unos millones de dólares, pero cuando el trabajo tiene giros inesperados, el dinero será el menor de sus problemas.

The Instigators

Una de las grandes ventajas que tiene la propuesta, es el humor que no suele ser muy elaborado pero tampoco absurdo completamente, dando diálogos y momentos tan divertidos como interesantes, como es el todo el acto del robo inicial.  Matt Damon hace de Rory, quien no es que necesite una interesante interpretación ya que es un personaje taciturno y muy calmado, algo de lo que Damon ya ha hecho gala.  Por otro lado Casey Affleck hace de Cobby, y es quien tiene la mayor cantidad de diálogos durante toda la película y encima consigue unos buenos momentos de gracia.  Hong Chau, Ving Rhames, Toby Jones y Ron Perlman complementan el cast, siendo este último el más gracioso, y dejando otros personajes en casi cameos como es el caso de Paul Walter Hauser, Alfred Molina o Michael Stuhlbarg.

Entre vertiginosas y adrenalínicas persecuciones en autos, camionetas y camiones y una sucesión de incendios, explosiones y balaceras, Liman va construyendo una narración sin grandes hallazgos a nivel de tensión, de suspenso ni mucho menos en lo que a profundidad psicológica de los protagonistas respecta.

En ese sentido, más allá del indudable profesionalismo en los distintos rubros, de los múltiples y generosos recursos disponibles y de un elenco de talentosos intérpretes en personajes secundarios sin demasiadas capas, el filme se termina de convertir en un entretenimiento de fin de semana que divierte lo suficiente para pasar buen rato pero que olvidaras en una semana, y cuidado si menos.

Al final del dia, “The Instigators” es una película entretenida para ver un fin de semana si no hay nada interesante que ver y se quiere pasar un rato agradable.

Veredicto

Es una película que sirve como un buen pasatiempo de fin de semana, con la cual puedes quedar bastante conforme, si no buscas lo mejor del año en ella.

5 / 10

Apple nos ha dejado uno de las mejores series del género thriller legal vistos en su plataforma. Estrenada el pasado 12 de junio del año en curso, dirigida por Greg Yaitanes y Anne Sewitsky, presunto inocente un Remake de una película de 1990 protagonizada por Tom Ford, Está basada en la novela con el mismo nombre Presunto inocente del escritor estadounidense Scott Turow.

Como el abogado Rusty Sabich, el fiscal adjunto de la ciudad de Chicago, Jake Gyllenhaal lleva su cuerpo con fuerza atlética y precisión dramática, enrollado como una pitón esperando para atacar.

La narrativa se desvió de la novela de varias maneras significativas, lo que es una buena configuración para la nueva adaptación, con los dos primeros episodios escritos por David E. Kelley y dirigida por Anna Sewitsky (Happy, Happy, 2010; A Very British Scandal, 2021). La configuración es similar, ya que Rusty Sabich es un abogado dedicado que cayó en un romance con Carolyn Polhemus, que terminó el año anterior, y ha reparado su matrimonio con Barbara (Ruth Negga).

La serie sobresale en la creación de una atmósfera inmersiva, atrayendo a los espectadores al mundo de la oficina de los fiscales de Chicago. Las imágenes son cautivadoras, lo que mejora la experiencia de visualización en general.

Impasible elocuente elegante así puedo traducir la actuación, en Presunto Inocente Jake Gyllenhall está, tal vez, demasiado amplificado, pero lo establece como un personaje volátil que es en gran medida impredecible. Ahora hablemos de (Ruth Negga) como Bárbara, de las actuaciones más pobres, con una narrativa vacía que dejaba casi perplejo al espectador. Peter Sarsgaard es bastante increíble como abogado con una gran cantidad de ira, equilibrada con fuerza emocional.

Horgan que representa a Rusty es un cambio significativo con el libro y no es bueno. A pesar de la rica base narrativa establecida por Turow, la serie a menudo se desvía de manera desagradable de sus orígenes, omitiendo personajes cruciales y puntos de la trama.

A ver, al ritmo de la música, al ritmo de la armonización de toda la serie nos trataron de encajar un especialísimo indicándonos un culpable “menos probable” lo cual no terminó siendo lo mejor para la fórmula creada, más bien esperábamos una química de maldad equitativa o simplemente un culpable predecible.

Presunto inocente es una intrigante y exitosa serie que tematiza, entre otras cosas, la infidelidad que lleva a consecuencias fatales. La mayor ventaja de la serie es un muy buen reparto que, salvo raras excepciones, interpreta de forma muy convincente, se entrelazan asesinatos, infidelidad conyugal, intereses políticos y desintegración familiar. El desenlace es familiar para todos los que han visto la película, pero hay razones más que suficientes para ver la serie.

Veredicto

En resumen, uno de los mejores dramas judiciales vuelve a nosotros en formato de serie y en mi opinión es mucho mejor que la película del año 1990 porque este formato le sienta mucho mejor para contar esta historia con un ritmo más pausado pero también adecuado.

7 / 10