Tess es una joven que tiene una entrevista de trabajo en el estado de Detroit, por lo que, al estar lejos de su casa decide alquilar una casa por una noche, pero al llegar se encuentra que ya ha sido alquilada por un extraño joven.  Sin muchas opciones decide quedarse para darse cuenta que ha sido un grave error.  Esta es la sinopsis de Barbarian la cual con una propuesta, evidentemente simple se va convirtiendo en algo mucho más complejo.

La primera hora de Barbarian es un buen cine de terror. Tensión in crescendo, mucho silencio y pocos jumpscares (no pienso que estos sean malos por sí solos, simplemente creo que son más efectivos cuanto menos se usen). Tampoco es que tenga una gran identidad, no es nada que no hayamos visto en este género, pero definitivamente está bien ejecutada. La información se sugiere más de lo que se revela; se lanzan un montón de preguntas al aire y la sensación de incertidumbre es maravillosa.

Quizá la estructura es lo que resulta más novedoso de la película y lo que te mantiene en vilo hasta el último tramo.  Porque el director Zach Cregger sabe cómo llevar todo esto con buen pulso, pero por alguna extraña razón es en su tercer acto que todo lo construido empieza a tambalearse y la coherencia que se había establecido se empieza a perder, aunque no tan acelerado ni tan grave para perder gran parte del sentimiento que nos ha generado el filme.

Algo que sí mantiene claro es una ley fundamental del cine de terror: insinúa pero no muestres, hasta que se muestre.  Es decir que Barbarian no busca mostrar lo obvio, porque espera que sea el mismo espectador que vaya formando las ideas y el rompecabezas.

El guión tiene sus cositas pero está bien construido, así que no existe queja en ello.  Sabe cuáles son sus defectos y procura no tomar más tiempo del debido.  Y en las actuaciones pues todos son perfectos.  Bill Skarsgard (IT) siempre está bien, Georgina Campbell impresionante, Justin Long siempre es bueno verlo y Zach Cregger está muy bien.

En definitiva, Barbarian es una buena película de suspenso que deja al espectador al filo del asiento.  Hay momentos bien logrados y tiene muchos detalles interesantes e inclusive lecturas, pero se desinfla en su tramo final.